Review – Assassin’s Creed Origins

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Los últimos años han sido trascendentales para Ubisoft; la compañía ha tenido que enfrentar muchos de sus errores y salió bien librada de muchos de ellos con las jugosas ganancias que obtuvo gracias a Tom Clancy’s The Division, el enfoque en los esports para Just Dance e incluso éxitos contundentes como el de Ghost Recon: Wildlands. Pero existe un nombre, una franquicia que lo ha representado casi todo para sus fans durante la última década: Assassin’s Creed. La joya de la compañía franco-canadiense fue mutando y alcanzó un punto de colapso, el cual fue más que evidente a partir de Assassin’s Creed Unity. Así, en vez de ser sinónimo de frescura e inclusión a los juegos de acción y aventura modernos, Assassin’s Creed fue duramente criticado por propios y ajenos a la industria, algo de lo cual Ubisoft no solo parece haber aprendido, sino que lo tomó con madurez y sabiduría en esta entrega llamada Assassin’s Creed Origins.

Y es que crear un juego de estas proporciones nunca ha sido fácil, pero muchos consideran que Ubisoft abarrotó el mercado e incluso, se hizo daño a sí mismo con tantos lados diferentes de la franquicia. Assassin’s Creed Origins aparece en el panorama en que muchos otros juegos de su estilo han marcado ya un antes y un después, llámese The Witcher 3: Wild Hunt o incursiones en el género por parte de Guerrilla Games como Horizon: Zero Dawn, incluso Naughty Dog con los aspectos de sandbox en Uncharted: The Lost Legacy marcan pauta para un estilo de juego que definió a la generación anterior de consolas acompañado del shooter. Asimismo, este noviembre se cumplen 10 años de la primera vez que vimos un juego de Assassin’s Creed en una tienda, lo cual también tiene un fuerte significado emocional para todos los que han seguido la saga. Tras todo esto nos preguntamos, ¿valió la pena ese año sabático que Ubisoft le dio a Assassin’s Creed en forma de juego? Eso te lo queremos contar a continuación.

EL GUERRERO OLVIDADO: BAYEK DE SIWA

Assassin’s Creed tiene bases en uno de los recursos más consistentes y dinámicos, la historia misma de la humanidad; es por ello que seleccionar su locación podría sonar como un “juego de niños” para muchos, pero con Origins el peso que Ubisoft carga sobre sus hombros alcanza una dimensión completamente distinta; sí, se explica el origen de la Hermandad de los Asesinos. En esta entrega, conoceremos a Bayek, un antiguo guerrero medjay (protectores del faraón) que ha caído en desgracia y se presume que es “el último de su tipo”. Como protagonista, Bayek parecería no contar con circunstancias especiales; busca venganza tras la pérdida de un ser querido y pretende realizar una carnicería hasta que el último involucrado pague, pero Ubisoft en verdad nos hizo percibir personajes humanos y con los cual estamos seguros que tú también podrás identificarte. En un proyecto de este tipo, con raíces fuertes en la trama y las vertientes de ésta, es difícil no soltar uno que otro spoiler, sin embargo, creemos que te gustará saber que Assassin’s Creed Origins es una jornada hecha a conciencia, con personajes que de verdad te importan, en circunstancias adversas y humanas, pero con un fuerte estilo que se decanta por el misticismo y la fascinación de la cultura egipcia por la muerte.

Así, encontramos en Bayek un guerrero en busca de arreglar los cabos sueltos en su pasado, pero de naturaleza noble y también divertida; nuestro héroe no sabe qué hay detrás de toda esa posible conspiración de la cual su familia fue víctima, así que nos agrada que Ubisoft se haya tomado el tiempo de ir liberando los misterios casi a cuentagotas. El hecho de que Bayek esté casado, pero se muestre inseguro ante toda la situación lo humaniza; su esposa, Aya, intenta vivir su propio destino y los héroes y rostros de la lucha entre reinos y ciudades también aportan mucho al panorama completo. Pero no todo es tan tradicional como suena, pues se nota que sus desarrolladores quisieron darle un toque de madurez a la franquicia; en Origins, pudimos ver momentos de crudeza y dolor que sin duda elevan el estado de la trama en general, con secuencias desgarradoras que harán que nunca veas al desierto de la misma manera. Pensamos que Assassin’s Creed Origins funge como una oportunidad de redención para Ubisoft, en la cual se nota que analizaron e informaron sobre todas las quejas en sus títulos anteriores; es difícil no salir bien librado cuando dejas el proyecto en manos de Ubisoft Montreal (Far Cry 3, Assassin’s Creed II) y tomas elementos prestados de tus otras creaciones.

ELEMENTOS PRESTADOS, PERO ADAPTADOS EN ASSASSIN’S CREED

Quizás uno de los mejores aciertos en Assassin’s Creed Origins es que Ubisoft haya pulido el combate, diversificado el tipo y propósito de las misiones principales y secundarias, así como integrar rasgos que han sido bien recibidos en otros de sus productos. Ya que Bayek tiene la formación de un guerrero, nos agrada la versatilidad que cada una de las herramientas, armas, escudos, flechas, lanzas, bombas, combos y hasta los vehículos y monturas (así como su águila acompañante, Senu) le ofrecen en cuanto a sabor en todas tus luchas. Los movimientos se perciben como una clara mejora a lo que ya se había logrado desde Assassin’s Creed Unity gracias a la fluidez con la que se logran; sí, no es exactamente la complejidad de For Honor, pero se nota una influencia clara en que cada corte sea agradable al tacto y para la pupila, sin dejar de lado esos momentos slow motion con sangre y golpes finales de pasión visceral cuando Bayek logra un buen ataque. Nuestro héroe es capaz de esquivar golpes, detener flechas y noquear al oponente con su escudo, lanzar bombas de fuego y humo, lanzar arena para aturdir al enemigo, atravesar cuerpos con su lanza, despellejar con sables en ambas manos, ¡en fin! Nos encanta que el equipo desarrollador haya pensado en tantas y tantas formas de contrarrestar los peligros a través de la arena y el fango de Egipto.

Bayek cuenta con una sección dedicada a todos los artilugios que hacen posible su lucha, etiquetando a todos estos en cuando al nivel de rareza, calidad y nivel del arma; esto quiere decir que no solo necesitarás contar con cierto rango de personaje para portar y usar un arco, sino que el daño crítico u otras opciones como el veneno, índice de posibilidad de sangrado de tu víctima y hasta los combos son el pan de cada día en Origins. Tu salud y nivel de daño aumentará cada vez que alcances un nuevo rango de personaje, pero estos y la capacidad de flechas que puedes portar, así como las herramientas (bombas, por ejemplo) se pueden mejorar manualmente con su sistema de creación. Aquí es evidente que Ubisoft Montreal se basó en lo que ya habíamos visto en Far Cry, pues al cazar ciertos animales y explorar el mapa iremos haciéndonos de materiales, así como detectarlos y proveer de una especie de revisión del terreno gracias a Senu, nuestro amigo alado. Senu explora el terreno, puede identificar todos o ciertos materiales que necesites (tú lo eliges) e incluso distraer a un enemigo en específico.

VIAJA COMO QUIERAS, CUANTO TÚ DESEES

La estructura del mapa en Assassin’s Creed Origins sin duda es uno de sus aspectos más fuertes, pues no solo es enorme, sino que cada ciudad y lugar se siente único y especial; cualquiera que piense que el desierto es solo arena, se verá en la necesidad de replantear su aseveración después de deleitarse con todo lo que se ideó en esta entrega. El mapa es el más grande en la franquicia y se percibe vivo, nunca vacío, lo que termina por convertirlo en el que más horas deberás invertir: fácilmente más de 30 horas realizando las misiones secundarias casi necesarias para poder cumplir con las principales. La interfaz es mucho más limpia gracias a la nueva orientación del mapa, que es más una especie de brújula en la parte superior y un fácil acceso a tus armas y artefactos, pues tan solo con presionar las flechas izquierda o derecha cambiarás tu armamento.

Ubisoft nos presenta historias y rostros que en verdad se quedarán plasmados en tu jornada.

Y es que, de la mano con cada lugar, Ubisoft nos presenta historias y rostros que en verdad se quedarán plasmados en tu jornada; desde misiones que revelan una traición, semblanzas a tu niñez, políticos corruptos, exploración, cacería, carreras de caballos en el hipódromo con grandes héroes, el asombro tiene varias formas de materializarse. Un ejemplo claro de lo anterior es que las Tumbas no siempre albergan los mismos coleccionables; los paisajes ocultan lugares en donde ver las estrellas son un factor que aporta un factor importante al trasfondo de Bayek; vivirás las batallas navales de Assassin’s Creed IV: Black Flag al estilo del río Nilo e incluso el desierto jugará con tu mente a través de alucinaciones. En Origins hay mucho que hacer y todo se siente que tiene un propósito que de verdad te importa.

Parte de nueva estructura de la historia va de la mano con el avance y las destrezas de Bayek, pues existen tres caminos distintos a los que puedes llegar: el Warrior, Hunter y Seer. Uno está enfocado completamente en la ofensiva, pues los asesinatos aéreos, desencadenar ciertos combos o aumentar tu experiencia con un golpe final forman parte de uno; mientras que otro te lleva de la mano por la defensiva y el último en habilidades de cacería y supervivencia. Cada paso en este árbol de habilidades se obtendrá con base en tus puntos de experiencia (al alcanzar un nuevo nivel de personaje) y se pueden gastar de la manera que mejor te parezca; incluso llegando al “final” de cada vertiente puedes seguir mejorando la misma habilidad en varias ocasiones.

VICIOS DEL PASADO

En toda esta diversidad de terreno, podrás consultar a los herreros, artesanos, videntes, proveedores de montura y, como lo señalamos, ayudarán a mejorar tus estadísticas de personajes. Quizás este es un aspecto desperdiciado en el juego, ya que en todas nuestras horas con Bayek no sentimos la verdadera necesidad de cambiar una y otra vez de arma, pues solo bastaba con subirlas de nivel e ir vendiendo las que recibíamos como recompensa. Si bien todo lo anterior suena casi ideal, queremos hacer énfasis en dos quejas constantes para Assassin’s Creed: la inteligencia artificial (IA) y el sigilo.

La capacidad de detección de los enemigos casi siempre roza en lo ridículo y, por más veces que utilices a Senu para estudiar el terreno o pienses que estás listo para el atraco, el juego casi siempre te orilla a realizar sigilo, lo cual no es tan divertido cuando ya cuentas con un Bayek de alto nivel y estás armado hasta los dientes. Aunque la diversificación en las misiones es bastante buena, no puede llegar a la excelencia debido a la presencia de los asentamientos de bandidos y enemigos a lo largo y ancho de Egipto, donde no hay más opción que eliminar a un comandante y capitán, recoger un premio (materiales y armamento) con una alta probabilidad de salir mal librado debido a que te superan por muchísimos integrantes. Nos hubiera gustado ver menos de éstos o con más diversidad de objetivos.

Dos quejas constantes para Assassin’s Creed: la inteligencia artificial y el sigilo.

Y ya que hablamos de aspectos por mejorar, no podemos dejar de mencionar que la fluidez en el combate alcanza un momento en el que se siente completamente asistida; sí, entendemos que se nota una clara evolución en cuanto a los movimientos de Bayek, pero muchas veces la estrategia no se necesita cuando la IA suele adoptar patrones difíciles de distinguir o simplemente aleatorios. Esto en teoría no suena nada mal, pero cuando un grupo de cazadores llamados Phylakes comienzan a acecharte en algún momento del juego, combinado con un montón de enemigos difíciles de vencer, es la fórmula perfecta para la desincronización con el Animus.

Y si de tumbas se trata, resolver acertijos se limita a casos que se cuentan con los dedos de una mano, ya que el resto del tiempo te verás solo explorando y hasta consiguiendo algún objeto que te ayude en una misión secundaria. Ojalá Ubisoft pudiera encontrar un balance de mayor reto que nos daban las primeras entregas de Assassin’s Creed. ¿Y qué hay de las secciones en el presente? Sí existen y, siendo sinceros, prácticamente nunca querrás jugarlas, pues no tienen comparación narrativa ni de encanto visual que Egipto sí aporta, pese a que el personaje que controlamos y su contexto cambian prácticamente todo lo que conocíamos hasta ahora.

LA FANTASÍA Y LO ONÍRICO EN EL DESIERTO

Uno de los demonios que constantemente acechaba a Assassin’s Creed los últimos años era el apartado gráfico, pues en la memoria colectiva siempre recordará a Ubisoft errores como las naves que atravesaban el mar en Assassin’s Creed IV: Black Flag o los perturbadores rostros sin piel de Assassin’s Creed Unity, el cual incluso llevó al estudio a pedir una disculpa al público. Les somos sinceros: Origins no se libra de éstos, pero ahora son de una índole distinta. Ubisoft Montreal nos presenta un apartado visual simplemente impactante; de verdad, prácticamente todos los escenarios que construyeron para Origins son espectaculares y denotan una ardua elaboración en casi todos sus rincones, los cuales se presentan de manera casi impecable en lo que respecta a paredes invisibles o construcciones inacabadas. La manera en que todos estos están conectados también es sorprendente pues, aunque existe viaje rápido gracias a la sincronización con Senu y las monturas, la exploración también es posible bajo el agua, aunque los cuadros por segundo y el detalle disminuyen de manera clara.

Ubisoft Montreal nos presenta un apartado visual simplemente impactante.

En general, los problemas con Asassin’s Creed Origins recaen en el pop-in de su resolución dinámica (en PS4 tuvimos 1080p a 30 cuadros por segundo la mayoría del tiempo) pues de vez en cuando muchas texturas tardarán en cargar o elementos emergen en el panorama de manera espontánea, al igual que las caídas de cuadros por segundo en algunas animaciones o combates en los que hay muchos personajes en pantalla. Nada en comparación a los momentos prácticamente injugables de Unity.

Entre todas las misiones que realizamos en nuestra partida, solo una vez tuvimos que reiniciarla debido a que un objetivo “atravesaba” el suelo y nos era imposible llegar a él; fuera de ello, no existen pesadillas como las que mencionamos ni nada que afecte la experiencia. El Anvil Engine sin duda necesita mejorar en cuanto a lo que puede procesar en pantalla, sin embargo, es increíble la manera en que maneja la iluminación sin contar siquiera con HDR; sí, punto incluso para las consolas que no cuentan con esta mejora en el rango de colores como el PS4 edición estándar que usamos para esta reseña. ¿Y la música? Cumple, tiene temas muy emocionantes y hasta emotivos dependiendo de la ocasión, pero no alcanzan el estatus de emblema.

Lo que sí te dejará marcado serán el diseño de combate y temática de algunas secuencias, las cuales se inspiran en el misticismo y el culto a la muerte tan característico de la cultura egipcia; vaya forma de interpretar todo esto en una batalla que no solo sea visualmente impresionante, sino que esté hecha con los mismos hilos y te emocione. Hace muchos años que uno de los juegos de la saga de los asesinos que no nos sorprendía de manera positiva. Si estás interesado en la labor de doblaje y adaptación al español, éste se encuentra disponible únicamente en español ibérico como descarga desde el juego y que sufre incluso de problemas de sincronización (lip sync) en inglés, el idioma estándar del juego. Al igual que muchos otros, Ubisoft incluyó un Modo fotográfico que te permite capturar ciertos momentos en tu viaje, con la característica de que se incrustan en el mapa del mundo, pudiendo ser votados por la comunidad.

INVERTIR DINERO REAL: UNA OPCIÓN, NO UN MANDATO

Después de dos entregas principales que afirmaban volver a las raíces de Assassin’s Creed, nos alivia que los elementos multijugador hayan salido del panorama tras varios intentos fallidos, principalmente porque se nota de inmediato en la trama y la forma en que se compenetra con las habilidades y la exploración con el paso de las horas. Eso sí, Bayek no es el único que habrás de controlar en Origins y nos da varias ideas para aventuras futuras en su mundo. Y si te estabas preguntando qué tan encaminado se encuentra esta entrega hacia las microtransacciones, te gustará saber que en ningún momento nos sentimos con alguna necesidad o curiosidad por pagar dinero real dentro del juego; básicamente invertir en Assassin’s Creed Origins es para obtener materiales, recursos, trajes u objetos en específico sin pasar tantas horas explorando, pues todo es conseguible si te enfocas en la cacería y obtención de los mismos a través del sistema de creación.

UNA CELEBRACIÓN DIGNA

Ubisoft tenía tanto en juego con este nuevo Assassin’s Creed; prácticamente toda la comunidad de los videojuegos tenía la mirada sobre él, esperando un fracaso total que legitimara el odio del cual ha sido objeto o demostrara lo contrario. Para alivio de la compañía, el resultado es mucho más sorprendente y satisfactorio de lo que se esperaba. Origins denota un estudio de los aciertos y errores de la franquicia, con un enfoque excelente en la historia principal y el contexto de los personajes que le rodean, con un protagonista, Bayek, que fácilmente se coloca entre nuestros favoritos al lado de Altaïr y Ezio, sin ser una calca ni combinación descarada de los mismos.

El hecho de que la historia, exploración y crecimiento de nuestro medjay estén compenetrados de la manera que se logró es un claro ejemplo de la madurez y evolución que Ubisoft Montreal ha ganado con los años, claro, si es que se toman el tiempo y el cuidado para lanzar un producto más pulido. Assassin’s Creed Origins no abandona algunos vicios del pasado, pues todavía falta pulir su Anvil Engine a la hora de la presentación en general y la I.A. que llega a convertir los combates en un infierno. Asimismo, la exploración y su mundo se disfrutan como no lo hacíamos en años con la franquicia, pues hay variedad de formas para alcanzar nuevos niveles, obtener habilidades, materiales y creación que sin duda se perciben prestados de Far Cry, For Honor y The Division.

Assassin’s Creed Origins nos deja un buen sabor de boca por sus elementos de fantasía tan bien asentados, así como su admirable y excelentemente ideado apartado visual; sin duda, así da gusto recordar que hace 10 años llegó a nuestras manos el primer capítulo de la Hermandad de los Asesinos.