Review – What Remains of Edith Finch

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Contando historias…

Los videojuegos son un medio increíblemente flexible que puede tener diferentes objetivos más allá de solo hacernos pasar un rato de entretenimiento. Gracias a hechos como hacernos participes directos de una aventura, por ejemplo, es que casi podemos oler y sentir estos mundos maravillosos que de otra manera serían imposibles. Contar historias de maneras completamente distintas es otro de los atributos de esta sensacional forma de expresión artística, asunto que a lo largo de los últimos años ha tenido una escalada monumental gracias a los locos experimentos que se están haciendo en la escena independiente, mayormente. De los creadores del precioso The Unfinished Swan, nos llega What Remains of Edith Finch, experiencia que nos ha dejado con un más que grato sabor de boca debido a la intensidad de su guión y a sus simples, pero bien ejecutadas mecánicas de juego.

Cuesta bastante trabajo definir de manera directa qué es What Remains of Edith Finch y cuál es la intención de Giant Sparrow con este tipo de obras, pues es un conglomerado de ideas poco ortodoxas en todos los niveles, tanto en temas de diseño de mecánicas de juego, como la forma en la que es llevada su narrativa y el impacto que ésta tiene en nosotros los usuarios. Lo que te puedo decir es que tenía un buen tiempo de no experimentar un juego independiente que se sintiera tan fresco y especial, esto claro, tomando en cuenta que estamos frente a una experiencia que está fuertemente concentrada en contar una historia complicada y llena de matices, y no tanto en revolucionar al medio a través de la sofisticación de sus sistema de jugabilidad como tal.

El vacío existencial

Al ser los únicos seres inteligentes y conscientes de nosotros mismos en todo el planeta Tierra y hasta donde sabemos, del universo conocido, contamos con un montón de complejidades psicológicas que seguimos sin entender al cien por ciento. Uno de los sentimientos más intensos, extraños y desagradables que nos puede invadir en cualquier momento es el llamado vacío existencial. Ese hueco en el estómago que se te forma por no saber quién eres y cuál es tu propósito en este mundo, es algo por lo que prácticamente todo el mundo tiene que pasar en algún punto, asunto que claro, se activa por razones muy variadas dependiendo de la persona de la que estemos hablando. What Remains of Edith Finch toma lo anterior para intentar retratarlo en un ambiente sumamente deprimente con ciertos toques de alegría torcida que solo sirven para reforzar la ambientación que se nos presenta.

En What Remains of Edith Finch tomamos el papel de una joven que acaba de perder a los últimos miembros de su familia, la cual, según parece, tiene una íntima y bastante extraña relación con la muerte. Debido a esto, heredamos una gigantesca casa en el campo en donde la protagonista pasó buena parte de su infancia y en la cual, intenta encontrar algunas respuestas al por qué es que sus seres queridos sufrieron el destino que te acabo de mencionar. Lo anterior puede sonar como historia de terror, sin embargo, este juego jamás intenta asustarnos o hacernos sentir cosas tan básicas como el miedo, más bien busca causar incertidumbre y hasta desesperación con circunstancias muy especificas.

Cuando comienzas a explorar la enorme casa de los Finch, se te va revelando algo del estilo de vida que tenía cada uno de sus habitantes, mismos que se nos van presentando por medio de recuerdos directos que tenemos al momento de revisar sus pertenencias. Siempre que alcanzas el cuarto de alguno de estos personajes, se activa una especie de regresión en la que experimentamos los últimos momentos de estos interesantes y sumamente complejos seres que se toparon con la muerte por razones bastante extrañas y que de primera instancia, simplemente no te hacen sentido pero que estoy seguro, sí te causará ese hueco en el estómago del que te hablaba.

What Remains of Edith Finch toca tomas verdaderamente delicados y hasta perturbadores como la muerte de un bebé al que personificamos durante unos minutos. Lo interesante es la forma tan loca en la que se retratan este tipo de eventos, pues se hecha mano de diferentes recursos como música y colores muy alegres para darle ese extraño y retorcido sabor a la tragedia que estamos presenciando. Lo mejor de todo este asunto es la forma en la que varían las regresiones de los miembros de la familia, pues cada uno presenta situaciones totalmente diferentes a la del anterior y, de las que somos participes de manera directa, esto en un claro intento por parte de la gente de Giant Sparrow de hacernos sentir que nosotros mismos somos los que estamos viviendo determinado evento.

Siempre que una película, libro o en esta caso un videojuego, nos causa cualquier tipo de sentimiento a pesar de ser no grato, lo disfrutamos enormemente por el simple hecho de que justamente nos recuerda lo que es estar vivos y sobre todo, ser humanos completamente enterados de que nos rodea o cómo es que el mundo nos afecta. Creo que el gran acierto de What Remains of Edith Finch es justamente eso, recordarnos que somos entes vulnerables y finitos que en algún punto en el futuro, nuestra existencia llegará a su fin sin que tengamos un remedio práctico a la mano para evitarlo. Aceptar clase de realidades es sumamente complicado, pero no nos queda más por el momento.

¿Hasta dónde es un videojuego?

Uno de los debates más interesantes que se dan día a día dentro de este medio que tanto amamos, tiene que ver justamente con la forma en la que deberíamos de definirlo de manera formal. Ponernos a revisar un tema tan complejo que puede tener tantas conclusiones, nos tomaría una enorme cantidad de tiempo, sin embargo, creo que sí podemos subrayar de manera bastante puntual la diferencia entre lo que es una obra que se basa en mecánicas de juego, y una que si bien es interactiva y nos pone como usuarios en medio de toda la acción, su soporte más bien está compuesto por elementos de narrativa y guión que bien podrían funcionar en algo como la literatura o el cine.

Sin temor a equivocarme, te puedo decir que What Remains of Edith Finch pertenece al segundo tipo de experiencias que te describí, pues a pesar de contar con mecánicas básicas de juego, la realidad es que no puedes perder en ningún momento, esto sin mencionar que absolutamente todo lo que ocurre, está perfectamente guiado por un script en el que los autores tienen el control en todo momento. Esto no es malo de ninguna manera, simplemente quería ser bastante claro para quienes no saben bien qué es lo que les puede esperar en un título como el que estamos tocando ahora.

La perspectiva de What Remains of Edith Finch es en primera persona, decisión que seguramente tiene que ver con la inmersión que sus creadores estaban buscando. A lo largo de nuestro paso por la vivienda de los Finch, te vas topando con las regresiones de las que te hablaba y dentro de las cuales, tienes que desempeñar diferentes tareas que a pesar de ser muy sencillas, me parecieron divertidas y funcionales. Por ejemplo, hay un momento en el que se nos cuenta un pasaje a través de las páginas de un cómic que a su vez, intenta emular la historia de una clásica película de terror slasher. Aquí, se siente como si estuviéramos dentro de un survival horror, pues literalmente, un loco nos está persiguiendo para intentar matarnos. Como te decía, no puedes perder, no obstante, la forma en la que está todo presentado y narrado, es una verdadera maravilla que consigue que se te olvide que reglas tan importantes para los videojuegos como que el jugador “pierda”, no estén presentes. ¿Cortar pescado mientras recorres un reino de fantasía? Sí, así de loco se pone este juego.

Además de estos mini juegos, tenemos la mecánica de exploración. La casa en la que nos encontramos tiene todas sus puertas selladas por una razón que la misma historia te cuenta, por lo que para llegar a sus diferentes zonas, debes de meterte por toda clase de recovecos y pasadizos muy bien diseñados e interconectados. No es como que se te dé completa libertad de movimiento y que en algún momento te puedas perder, sin embargo, sí hay algunos momentos en los que no es tan obvio qué tienes que hacer para poder seguir avanzando. Por más lineal que es toda la experiencia de What Remains of Edith Finch, creo que su diseño de niveles está muy bien logrado y ejecutado, pues hace que la arquitectura y aprovechamiento de los espacios, haga todo el sentido del mundo.

What Remains of Edith Finch es una obra mucho más cercana a un juego de aventura point & click muy fácil, que a cualquier otra cosa que hayamos visto con una perspectiva en primera persona. Estoy seguro de que si gustas de consumir productos que se sientan diferentes y que ponen de lado reglas que damos por hecho dentro del medio al que llamamos videojuegos, te pasarás un gran rato con la propuesta de este estudio californiano. En caso de que estés buscando un gran reto con sofisticadas mecánicas de juego que pongan a prueba tus habilidades con el control, lo mejor será que ni te acerques a este título, pues sus objetivos son completamente diferentes.

Justo toque de arte

Al ser un producto completamente enfocado a la parte narrativa, la atmósfera que nos presenta juega un papel sumamente interesante. What Remains of Edith Finch deja de lado la dirección artística tan estilizada que vimos en The Unfinished Swan para presentar elementos que más bien persiguen cierto grado de realismo, esto gracias a que Giant Sparrow utilizó Unreal Engine 4 para darle vida al mundo que pone frente a nuestros ojos. A pesar de estar usando dicho motor gráfico tan convencional y genérico para algunos, creo este título cuenta con personalidad propia en términos estéticos, esto gracias a que su dirección de arte está muy bien pensada.

Lo primero que llamará tu atención cuando empieces a explorar los pasillos de la casa de los Finch, será la enorme y hasta abrumante cantidad de detalle que hay en cada uno de sus rincones, pues todos ellos están poblados por muchísimas cosas que los personajes dejaron en vida y que por supuesto, sirven para reforzar la historia que se nos está contando. Algo que me encantó que es que el texto de los diálogos no se limita a ser presentado por medio de subtítulos convencionales. Más bien se tomaron estos textos, que en su mayoría son bastante breves, y se integraron en el ambiente que recorremos, dándole un toque literario sumamente elegante. La paleta de colores es variada y cambia dependiendo del momento en el que nos encontramos, esto para lograr que la situación que estamos viviendo sea más intensa en todos los sentidos.

La música es otro de los elementos más precisos y mejor ejecutados de What Remains of Edith Finch. El trabajo de Jeff Russo, músico que ha estado en los créditos de series de televisión como Fargo y The Night Of, es verdaderamente bueno, esto a pesar de ser bastante discreto. Este juego sabe perfectamente en qué momento hacer uso de cierto tipo de melodía para que su atmósfera sea más creíble y en cuales, quedarse en completo silencio para que la experiencia tome nuevos grados de intimidad, cosa que es sumamente importante para una historia como la que se nos está contando en este título.

Puede ser que de primera instancia, What Remains of Edith Finch no luzca tan atractivo como The Unfinished Swan en términos de estética visual, sin embargo, te puedo decir que su dirección artística a pesar de no ser tan sofisticada, logra su cometido de una gran manera, pues al final, sí consigue hacernos sentir en medio de una casa en el campo que lleva ya una muy buena cantidad de tiempo sin ser habitada. De igual forma, su mezcla de audio y música son aciertos muy marcados por los que vale totalmente la pena superar esta aventura de poco más de horas de duración.

Una devastadora experiencia

Creo que la mejor palabra para describir lo que es What Remains of Edith Finch como experiencia interactiva, es utilizando la palabra “devastadora”. Lo que mejor hace este juego es transmitir un intenso sentimiento de vacío, sobre todo por la manera en la que cierra y cómo es que trata tan íntimamente el tema de la muerte. Este punto lo alcanza gracias a lo precisos que llegan a ser tanto sus recursos narrativos, como los elementos técnicos y estéticos que utiliza. Si a esto le sumas un gran trabajo para hacernos participes de manera directa en los hechos que nos presenta, tienes como resultado una maravillosa obra que cumple con casi todos sus objetivos y que de alguna manera, se me grabó en la memoria para siempre.

Por supuesto que recomendar algo como What Remains of Edith Finch no es tan sencillo por lo diferente que puede llegar a ser si se le compara con lo que hay allá afuera actualmente. Lo que te puedo decir es que si disfrutas de estas experiencias cortas altamente cargadas de elementos narrativos muy profundos, este título es que algo que debes de consumir en cuanto tengas la oportunidad, de lo contrario, lo mejor será que busques en otro lado, pues aquí no encontrarás mecánicas de juego revolucionarias ni una historia blockbuster llena de acción, más bien estamos hablando de una aventura sumamente íntima que trata temas no tan comunes para este medio.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!