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PS5
Warhorse Studios
Deep Silver
04/02/2025
El 2025 ha arrancado oficialmente si hablamos del negocio de los videojuegos, y es que desde enero salieron productos a la venta que ofrecen jugabilidades para todo tipo de públicos. Tenemos desde los plataformeros como Donkey Kong Country Returns HD y hasta los Musou que vienen de parte de Koei Tecmo y su Dynasty Warriors Origins. Con esto, se podría pensar que en el mes de febrero al menos tendremos un respiro a la cartera, pero parece ser que no, pues se perfila como un segmento de 28 días cargado de contenido para quienes disfrutan del hobby. Y el juego que abre esta temporada es ni más ni menos que Kingdom Come: Deliverance II, el cual se suponía que llegaría en 2024, pero que al final se retrasó por ciertos temas. Para quien no esté tan enterado, la primera entrega fue lanzada en 2018, prometiendo ser el proyecto RPG occidental definitivo, y que claramente tomó ideas y contextos históricos del siglo XV. Así se hizo de un público que le dio la mejor de las acogidas, puesto que, para empezar, fue un proyecto de crowdfunding que alcanzó sus metas y mucho más.
Sin embargo, estas aspiraciones indie terminaron ahora que Deep Silver decidió apoyar a Warhorse Studios para darle forma a la secuela que tenemos ante nosotros. No está de más decir que tardó bastante tiempo debido a que deseaban dar mejoras llamativas, así como una historia mucho más desarrollada que lo visto originalmente con el personaje de Henry. Así es como llegamos al texto publicado el día de hoy, y es que, por fortuna, hemos sido considerados para jugar el título con bastante tiempo de anticipación, esto con un objetivo en mente: darles a conocer si vale la pena jugarlo. Y es que no podemos dejar pasar que, con el presupuesto que les han dado, ya lo podemos considerar un AAA en toda la extensión de la palabra. Vale la pena mencionar que se hará una revisión de todo aspecto jugable, que va desde la narrativa, el gameplay, la música, la parte visual y más elementos que son vitales dentro de esta industria. Por lo que pueden esperar un texto bastante completo, que esperemos no se salte algún detalle, por minúsculo que sea.
Ahora que ya dejamos claras las ideas, es momento de prepararnos para una nueva Atomix Review, en la cual vamos a recorrer las legendarias tierras europeas donde el día a día estaba lleno de combates con espadas y arcos. Por lo que dejamos de lado más la fantasía con dragones para montar a caballos y quizá pasear en carrozas de madera. ¿Logrará Kingdom Come: Deliverance II convertirse en la secuela que los fanáticos esperan? O quizá, ¿será un producto que no aporte nada realmente a lo que ya se vio en la primera entrega? Bueno, eso vamos a averiguarlo, por lo que te aconsejamos tomar tu armadura y tus provisiones, así como el valor suficiente para afrontar la vida de un héroe en la que cada acción conlleva una consecuencia.
La historia de Kingdom Come: Deliverance II nos lleva a las tierras de Bohemia en 1403, donde tenemos como protagonista a Henry de Skalice, hijo de un herrero que se vio forzado a convertirse en caballero por seguir un camino de venganza. Y es que, durante el primer juego, su pueblo fue invadido por villanos, los cuales asesinan a sus padres.
Durante sus viajes, se encuentra con un noble llamado Sir Hans Capon, quien al inicio es bastante molesto, pero con el pasar del tiempo se convierten en amigos hasta que el protagonista se lleva el título de guardaespaldas del mismo. Y, justamente, al final del primer título se les envía a las tierras de Trosky para entregar un mensaje a Otto von Bergow.
Así es como empieza el segundo juego. No han pasado muchos días desde que vimos a los personajes por última vez, y retomamos la narrativa cuando el grupo está a nada de llegar al castillo objetivo. Sin embargo, como ya es tarde, se les recomienda acampar para que al día siguiente, a primera hora, sean recibidos de la mejor forma por parte de la realeza.
Obviamente, las cosas no iban a salir bien al asentarse en dicho lugar, por lo que, al poco tiempo, son invadidos por maleantes que fácilmente acaban con todos los soldados de Rataje. Por fortuna, los sobrevivientes a la masacre son Henry y Hans, quienes tuvieron que correr debido a que se quedaron sin ningún equipamiento, ya sea ropa o armas.
Una vez que salieron del perímetro de los villanos, se encuentran con una choza aparentemente abandonada, en la cual son cuidados por una anciana que decide confiar en ellos. Esto tiene como resultado la recuperación completa de ambos, y se ponen de camino otra vez al castillo de Trosky, con la diferencia de que ahora acuden todos andrajosos.
Aunque pueda parecer absurdo, sus vestimentas tienen impacto, puesto que los guardias no creen en sus palabras respecto al mensaje que quieren entregar y los echan del sitio. Sin mucho que hacer, investigan de qué forma pueden acercarse a Lord Otto y dan con la respuesta, puesto que dentro de algunos días habrá una boda de alta sociedad en la que este personaje es invitado.
La misión de nuestros protagonistas, a partir de ese momento, será buscar la manera de infiltrarse en dicha celebración, y eso será al relacionarse con personajes que tengan su influencia dentro de la región. No está de más comentar que ambos tienen una discusión en cierto punto, por lo que separan sus caminos de forma momentánea.
Esto sería todo lo que me gustaría comentar en relación a la historia. Debo decir que me ha gustado hasta cierto nivel, pues no solo cuenta con situaciones serias, sino también hay momentos cómicos que harán reír a más de uno. Como consecuencia, los jugadores les irán tomando cariño a estos personajes que, de verdad, son muy simpáticos, más Sir Hans Capon.
Eso sí, algo que podría recomendarse es el hecho de que puede ser esencial jugar antes al primer título para conocer el contexto de todo lo que pasa aquí o, de menos, echarle un vistazo en los conocidos resúmenes de las páginas de videos. En general, se puede decir que es una narrativa disfrutable, y no por nada el estudio presumió que escribieron un guión bastante extenso para esta segunda parte.
Primero tenemos que establecer qué tipo de juego es Kingdom Come: Deliverance II, y se trata de un RPG de mundo abierto en primera persona en el que manejamos al personaje Henry. Con él nos desplazaremos a lo largo de mapas enormes llenos de vida, y es que encontraremos desde pequeños pueblos hasta ciudades gigantes de la era medieval.
El objetivo no es tan complicado, ya que deberemos seguir una serie de misiones relacionadas con la historia del juego, aunque algunas de ellas serán más complicadas si no nos preparamos antes al completar encargos secundarios. Y es que, como todo buen juego de rol, vamos a estar subiendo de nivel nuestros diferentes atributos.
Entre las estadísticas que tenemos se encuentran lo básico como la fuerza, defensa, agilidad y poco más, pero también existe el carisma, intimidación, persuasión y algunos más que se ganan conversando y obteniendo reputación en el título. Dentro de este sandbox podemos ser delincuentes o héroes luchadores de la justicia.
La reputación la podemos mejorar o arruinar dependiendo de nuestras acciones, ya que si decidimos robar establecimientos o dañar el orden público seremos buscados constantemente por las autoridades. Por otro lado, si somos los buenos del cuento ganaremos el respeto de los semejantes con algunas recompensas de por medio.
No obstante, hay algunas mañas que podemos aprender, como ir de noche a hacer los respectivos hurtos y usar ropa que nos beneficie al sigilo, ya que podemos agacharnos o escondernos en arbustos para pasar desapercibidos. De igual manera, es posible robar a los transeúntes con un minijuego de precisión, el cual, si falla, nos traerá consecuencias negativas.
Otros elementos que sin duda son bastante realistas son aquellas partes en las que podemos abrir cofres o puertas con las típicas ganzúas de un solo uso, con un puzzle de por medio que no es sencillo de completar. Eso sí, en caso de que logremos completarlo, será cuestión de no hacer ruido para llevarnos premios en forma de armaduras especiales, pociones y más cosas de calidad.
Claro, en caso de ser atrapados por la ley hay que pagar por el error. Esto puede ser en forma de pagar una multa muy cara, que nos castiguen pasando un día bajo el sol, y dependiendo del crimen (asesinato), nos van a marcar para que nos reconozcan como un criminal. Lo que conlleva esto último es que nadie nos venda nada hasta que expiemos los pecados con el tiempo o rezando en una de las iglesias.
En cuanto a la exploración, la podemos llevar a cabo mediante nuestro caballo o ir simplemente a pie, lo cual es más riesgoso por el hecho de encontrarnos con bandidos o que nos caiga la noche. No está de más comentar que hay elementos de supervivencia, por lo que es necesario dormir y también comer para conservarnos saludables.
Además, como en cada RPG que se respete, no podemos llevar con nosotros una gran cantidad de objetos, y es que si nos pasamos del peso permitido no será posible movernos ni correr con facilidad. Por lo que lo mejor es vender lo que ya no se usa o pasar parte de la carga al corcel, dado que este también lleva su propio inventario.
Un elemento adicional que también vale la pena mencionar es el hecho de que tenemos un animal acompañante, un perro, el cual acudirá a nuestras órdenes dependiendo de su nivel de obediencia. Así podrá rastrear olores, atacar enemigos, quedarse quieto y ejecutar más comandos. Por supuesto, será nuestro deber alimentarlo y darle de beber para subir sus estadísticas.
También, para recuperarnos podemos asistir a las posadas, donde podemos dormir y comer a cambio de algunas monedas. Lo interesante es que al interactuar con el tendero podemos regatear para no gastar tanto. Así no solo podremos recuperar nuestra salud, sino que también será posible guardar la partida. En este juego grabar el progreso no es sencillo; en realidad, son cuatro formas: autoguardado en momentos importantes, al dormir, al salir de la partida o al usar pociones bastante limitadas.
En cuanto a las misiones, las podemos encontrar con los NPC de distintos pueblos. Algunos encargos valen bastante la pena por las recompensas, y otros solo por la anécdota. Eso es lo que vale la pena al momento de aventurarse, ya que podemos conseguir una armadura muy fuerte o poco dinero, pero a cambio nos dieron más trasfondo de esta historia medieval.
Algo que tampoco puede faltar es el paso del tiempo, ya que dependiendo de la hora podemos encontrar a la gente dormida o llevando a cabo actividades. Es interesante conocer las dos facetas, ya que, por ejemplo, hay luchas clandestinas que solo se pueden hacer a cierta hora o hasta torneos de dados, donde las apuestas no van a faltar.
Pasando a la parte del equipamiento, es posible comprar desde ropajes muy ligeros hasta otros más pesados dignos de un caballero. Debemos usarlos dependiendo de la ocasión. Además, si solemos ir andrajosos es probable que todo el mundo rechace hablar con nosotros, por lo que no está de más cambiarse y también darse un baño rápido para no dar mala espina, sobre todo si llevamos el traje con sangre de los enemigos.
En general, respecto al juego, hay muchas actividades por hacer, por lo que seguramente el jugador pueda sentirse abrumado al inicio, y no los culpo, a mí también me pasó, más con minijuegos tan realistas como el de crear pociones. Eso sí, será cuestión de acostumbrarse (haber jugado unas 10 horas) para así hacer la experiencia más disfrutable.
No obstante, algo que no me encantó es la manera de moverse entre los menús, ya que con tanto contenido el jugador puede confundirse; ya sea pasando del inventario al mapa, al árbol de habilidades y más. Es un RPG en toda regla, por lo que solo los más pacientes terminarán adoptando las mecánicas que se les imponen.
Pasamos al otro elemento clave de Kingdom Come: Deliverance II, el combate, y es que debe tener su propia sección en esta reseña por lo extraño que es de abordar respecto a otros juegos del género. Aquí no solo es tirar espadazos a lo loco, sino que se debe usar un poco más el intelecto para hacer caer al enemigo lo más pronto posible.
Las peleas cuerpo a cuerpo se manejan de la siguiente manera: pondrán ante nosotros una especie de estrella o cruz de color amarillo, la cual es el indicador de los puntos en donde podemos golpear. Así, con el stick derecho será posible fijar la dirección, y eso lo sabremos cuando uno de los puntos se ponga en rojo, para después usar el gatillo y golpear al rival.
El caso aquí es que los enemigos no son sencillos de vencer, ya que algunos de ellos saben predecir bien los movimientos, por lo que al inicio será un poco complicado asestar los golpes. Además, no podemos lanzar golpes de manera constante solo porque sí, ya que aquí también entra en acción la barra de resistencia, y si no tenemos mucho nivel, terminaremos cansados, lo cual será una ventana de oportunidad para recibir daño constante.
Debo admitir que fue bastante largo mi proceso de aprendizaje en cuanto al combate, tratando de analizar en qué momentos es prudente lanzar cada golpe. A eso se agrega que es posible aprender diferentes combos y hasta parrys con el escudo, donde, si el timing está a nuestro favor, podremos contrarrestar todo lo que nos lancen los enemigos.
Creo que debo mencionar que la dificultad puede aumentar dependiendo del equipamiento, pues si los villanos llevan consigo armaduras grandes o cascos, será más largo el proceso para hacerlos caer. No obstante, si sabemos mover de manera correcta las espadas de una o dos manos, en cuestión de segundos esos malvados caerán. Pero la cosa se puede complicar al estar en combate con más de uno a la vez, dado que algunos hacen trampa y atacan por la espalda.
Otro elemento que nos va a ayudar en las peleas es justamente la capacidad de poner ciertas armas en atajos del control, esto para cambiar entre ellas de manera fácil, aunque será necesario un cinturón equipable para lograrlo. De igual forma, cada vez que derrotemos adversarios, obtendremos puntos de experiencia y así será posible subir nuestras características en una especie de árbol que nos regala más técnicas o resistencia.
No debemos dejar pasar la oportunidad de hablar de las armas a distancia, ya que contaremos con los clásicos arcos y flechas, pero también hay nuevas adiciones como la ballesta o el cañón de mano. Si logramos acertar con ellos, el daño al enemigo será letal, pero intentarlo es muy complicado por el tipo de mira que tenemos, así que recomiendo practicar mucho, esto para no gastar munición inútilmente.
Un añadido más, que seguro gustará a muchos, es el hecho de reparar las armas. Esto puede ser de la manera clásica con el herrero a cambio de unas monedas o el nuevo método: la forja. Y es que uno de los grandes añadidos es el poder poner un arma en la rueda de metal para sacarle chispas. Como consecuencia, aumentaremos la durabilidad y evitaremos que se deteriore con el tiempo.
Pero eso no es todo, ya que si obtenemos recetas al estilo herbolaria, podemos crear armas desde cero si tenemos los materiales necesarios; aunque claro, deberemos pasar por un minijuego largo y que no será dominado a la primera. Sin embargo, darle forma a esas espadas o herraduras para el caballo vale bastante la pena.
Si hacemos un resumen de lo que resulta el combate, puedo ir diciendo que no es para todos, más para quienes desean una experiencia fluida al derrotar enemigos, por lo que toparse con pared es algo que sucederá tarde o temprano. Aquí se nota que Warhorse Studios busca atender al público que ya se ganaron en 2018, mejorando alguno que otro aspecto, pero siendo muy continuistas. Eso se nota a leguas.
Sin embargo, algo que les aplaudo, en mi caso, es que me gustó el juego a pesar de tener algunos métodos de aprendizaje algo lentos y hasta complejos si lo comparamos con otros juegos de rol. Es decir, no es un título que todos puedan abordar, el público es muy específico, y no sé si al final pueda ser un arma de dos filos para las ventas.
La parte gráfica de Kingdom Come: Deliverance II es bastante decente, puesto que los modelos de personajes son lo más realistas posible, y eso se debe a un buen trabajo en el motion capture con los actores que les dan voz a los mismos. Sin embargo, ciertos detalles en expresiones aún deben pulirse, pero es un paso positivo hacia adelante.
En cuanto a los escenarios, la atención al detalle es algo increíble, pues manejan de forma excelsa la iluminación, las texturas, los colores, entre otros elementos que conforman el mundo medieval. Incluso se refleja de forma fiel la parte de oscuridad cuando cae la noche y que la única forma de ver nuestro camino sea equipando la antorcha.
Pasando al rendimiento del juego, en el caso que tomaremos para esta reseña es el de PS5, y aquí hay dos modos de visualización disponibles, los ya clásicos de Calidad y Rendimiento. En el primero, la resolución llega a 4K con 30 cuadros por segundo; la otra opción llega a los 2K con 60 FPS. Vale la pena resaltar que todo se mantiene estable, solo hay ligeros bajones cuando el número de enemigos en pantalla es grande.
Algo que no puedo dejar pasar es hablar de la actuación de voz, ya que tenemos talentos dignos de mención, mismos que nos hacen entrar en inmersión con la era en la que se ubica el juego. Además, para quienes buscan una experiencia en español, al fin se ha puesto doblaje en este idioma. Claro, es castellano únicamente, pero ya es un avance.
La música también es un punto fuerte dentro de la parte artística, con tonadas que van conforme a la ambientación. Por ejemplo, al llegar a un pueblo sonará un laúd tranquilo, pero al pasar al combate todo se intensificará con violines. De igual forma, momentos de silencio se harán presentes, más cuando recorremos ciertas planicies a caballo.
Si me obligaran a quejarme de algo, ya sea en los gráficos o en la música, no tendría mucho que argumentar en contra, pues se nota que le han puesto el mayor esfuerzo para salir de la mejor forma posible. A lo largo de las decenas de horas que jugué, no se me presentó algún error que me hiciera imposible proseguir, solo un pequeño bug en el que me quedé atorado entre dos rocas, pero se solucionó con pulsar de manera consecuente el botón de salto. No fue tanto problema.
Lo que sí recalco que me pareció anticuado, fue la forma en que se graba el juego, con estos métodos extraños de usar la poción que ya mencioné o el hecho de no poder clonar archivos de guardado. Entiendo que tal vez hacerlo más accesible iría en contra de la filosofía del diseño, pero así hubiera sido posible captar más público del que ya tiene esta franquicia.
En conclusión, Kingdom Come: Deliverance II es un título bastante completo, pues cuenta con gran número de misiones por completar, encargos por descubrir y dos mapas que hacen a la primera entrega quedarse corta. A eso le sumamos una dificultad desafiante que puede ser del gusto de quienes se exigen mucho en estos juegos.
Claro, tiene algunos temas, como que el sistema de batalla se puede percibir frustrante en ciertos momentos, o que el inicio de la aventura se puede sentir lento debido a la progresión con muchos tutoriales de por medio. Sin embargo, si el jugador pasa la barrera de las primeras cinco horas, es probable que se quede enganchado hasta ver correr los créditos finales.
Quienes disfrutaron la primera entrega definitivamente tienen que comprarlo, ya que se les está dando decenas de horas en contenido, además de añadir más capítulos al lore que se quedó en cliffhanger con el primer capítulo. Por otro lado, si nunca has jugado un RPG occidental, yo diría que vayas con cautela, pues no es tan accesible; es para quien ya conoce este estilo de juego.
Sin embargo, pueden existir milagros como en mi situación, es decir, lo tomé sabiendo que el género no es para mí y, aun así, me la pasé bien, esto tras sufrir castigos y aprender a jugar bajo las reglas de este producto. No descarto del todo que a alguien ajeno le pueda gustar, pero puede tratarse de algún caso de uno en un millón.
Recuerda que Kingdom Come: Deliverance II se lanza el 4 de febrero para PS5, Xbox Series X/S y PC.