Por: Tavo Rodríguez

Hace algunos meses platicaba con un compañero de otro medio de cómo ha cambiado la industria de los videojuegos, y así como hay muchas cosas buenas, hay también cosas malas. Las nuevas generaciones empezaron con el Xbox o PS y la mía, donde empecé desde muy niño a jugar con un Intelevision.

Los juegos de antes tenían sólo una oportunidad para conquistarnos o para perdernos ya que no existían parches, por lo que si te encontrabas un bug en el desarrollo del título, siempre estaría ahí. Eso sin mencionar que antes sólo ponías tu cassette y podías jugar de manera inmediata.

Al comenzar con distintas actualizaciones que se dan en línea en las diferentes consolas, no sólo se corrigen de manera permanente los errores en los juegos sino que además, salieron los contenidos descagables o DLC’s, que te agregan una expansión al título que estás jugando sin llegar a ser una consecución.

¿Y para qué todo este speech?

Destiny es una saga que se ha caracterizado por tener una enorme cantidad de actualizaciones, parches y DLC’s que han mermado a los que nos apasionamos con este título desde la primera entrega. A muchos gamers apasionados los perdieron en el camino por la monotonía de las misiones, sin mencionar que se vuelve un costo extra estar descargando éstos. Simplemente desde que salió esta nueva expansión, se nos han pedido cinco actualizaciones en menos de cuatro semanas.

Forsaken es la nueva apuesta

Forsaken es la nueva entrega de Bungie y Activision que nos lleva a la historia de vengar la muerte de un personaje bastante irónico y peculiar, Cayde-6, quien muere a manos de Uldren Sov después de una revuelta en la Prision of Elders. En la historia, tendrás que cazar a los ocho barones en compañía de Spider, un fallen con quien haces mancuerna.

La variedad de enemigos, las nuevas armas y el ritmo de la historia mejoró mucho a comparación de las anteriores expansiones. Ya no será tan sencillo como antes infusionar tus armas, por lo que ahora deberás de “picar piedra” tanto en la historia como en el Crucible para obtener un mejor gear que te dé la luz necesaria para afrontar el Raid.

Si eres un gamer clavado y sigues esta saga, podrás acabarla en unas 20 horas con una historia bien narrada aunque regresaremos a la misma fórmula de Destiny: te devoras la historia de manera rápida y después tendrás que repetir misiones específicas para tus Strikes o Nightfalls.

Gambit, lo mejor

Aunque continúan los diferentes retos en el Crucible como el Iron Banner, lo más llamativo de esta expansión es un híbrido entre PvP y PVE llamada Gambit. Digamos que son dos equipos divididos y compitiendo entre ellos en un universo paralelo donde debes eliminar a los enemigos que te plantea el juego en hordas, donde cada vez que los derrotas, te darán un mote que deberás ir vaciando en el centro del mapa. Tu equipo al llegar a 75, abrirá el portal para derrotar al Primeval y el primer equipo que lo haga, será el ganador. Lo interesante es que cada 25 motes que pongas en el Bank, te abrirá un portal para que un miembro de tu clan vaya a invadir y le eche a perder el avance a tus rivales.

Esta fórmula ha sido muy bien aceptada por los gamers donde no sólo dependes de una buena comunicación con tus compañeros sino de tu destreza para enfrentarte a los invasores, necesitarás paciencia, velocidad, destreza para saber a qué enemigos te enfrentas y un buen compañero que sea bueno en el PVP para estorbar los rivales.

Aunque en expansiones anteriores Activision y Bungie quisieron hacer el PVP un eSport por medio del Crucible (donde perdieron a muchos seguidores), este modo de Gambit puede ser una opción por la equidad entre equipos, armamentos y nivel mostrado.

Entonces, ¿vale la pena?

Hay varios factores a considerar, donde el precio inicia desde los 40 dólares sólo por la expansión o 70 dólares si quieres el pase, que sería prácticamente comprar un nuevo juego.

Si eres nuevo en esta saga, te diríamos que no. Si has sido un Destiny adicto desde su inicio, sí podemos decirte que vale la pena Forsaken ya que ha sido la mejor expansión que ha salido, aunque seguimos sintiendo que es un precio alto para pagar, sobretodo porque no debemos olvidar que la primer idea que nos vendieron con Destiny es que este título debía durar 10 años, y no se le ve por dónde a menos que nos sigan vendiendo más y más por lustro.