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Hazelight
Electronic Arts
06/03/2025
Jugar en compañía de alguien más es mágico. Esto no debería ser una sorpresa. Desde su concepción, los videojuegos han sido experiencias cooperativas, y a lo largo de los años han evolucionado para ofrecer todo tipo de variantes. Tan solo hay que ver lo que nos llegó el año pasado. Helldivers II nos pide combatir junto a millones de soldados para salvar a la galaxia de robots y gusanos, mientras que Tekken 8 y Super Mario Party Jamboree nos convierten en enemigos de todos a nuestro alrededor. De esta forma, no fue una gran sorpresa cuando It Takes Two, un título enfocado por completo en este aspecto, tanto en su narrativa como en su gameplay, ganó el premio a Juego del Año en The Game Awards 2021. El trabajo de Josef Fares y Hazelight Studios fue una mirada especial a las relaciones que uno puede crear a lo largo de una sesión de 10 horas, por lo que todos se emocionaron cuando se dio a conocer el siguiente proyecto de este estudio y director: Split Fiction.
It Takes Two fue alabado por la forma en la que su historia maneja un concepto tan complicado como lo es el divorcio, y usa esta idea para poner a dos jugadores en situaciones que cambian constantemente. Cada uno de los niveles en el título de 2021 está repleto de ideas de todo el tipo, lo cual mantiene un buen ritmo que nos da algo nuevo para jugar cada par de horas. Sin embargo, había espacio para mejorar, y es que el cambio constante evitaba que alguna mecánica fuera capaz de florecer. Esta es una de las principales razones por las cuales muchos están emocionados por Split Fiction, puesto que Fares y su equipo tienen la oportunidad de evolucionar su característico estilo, conservando los elementos que demostraron ser un éxito en sus dos previas obras, y refinando los puntos débiles.
Después de cuatro años de espera, Split Fiction ha llegado a nuestras manos, y se presenta como la siguiente gran experiencia cooperativa que todos aquellos con una pareja, amigo o familiar deben de disfrutar en conjunto. Al igual que A Way Out e It Takes Two, esto es algo que solo puedes experimentar con alguien a tu lado, lo que hace que esta sea una de las experiencias más divertidas de todo el año. ¿Acaso Split Fiction tiene lo necesario para convertirse en GOTY? ¿Cómo es que el estudio evoluciona su ya característico estilo de juego? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
El trabajo de Hazelight Studio se ha caracterizado por ofrecer experiencias cooperativas. Esto no solo se puede apreciar con su gameplay, sino que sus historias tienen dos protagonistas, los cuales comparten una serie de dilemas, pero usualmente comienzan en polos opuestos. De esta forma, el estudio no solo tiene la compleja tarea de unir dos temas en una sola trama, sino que necesita ofrecer una narrativa que sea equitativa con sus personajes principales. En It Takes Two esto se dio de una forma natural al tratar un complicado divorcio. Sin embargo, con Split Fiction los desarrolladores toman un camino más tradicional que tiene sus puntos positivos, y deja el espacio suficiente para que cada jugador encuentre algo especial.
Split Fiction nos presenta a Mio Hudson y Zoe Foster, un par de escritoras con múltiples problemas financieros y emocionales. Si bien la vida las ha puesto en extremos opuestos, la promesa de un contrato de publicación por parte de Rader Publishing las une tras un inesperado accidente. Por azares del destino, el dúo termina atrapado en una máquina tipo Matrix, que hace que todas sus ideas se vuelvan realidad, pero las deja en un estado vegetativo. Para poder escapar, Mio y Zoe no solo necesitan cooperar para encontrar los glitches necesarios con los cuales romper el aparato en el que se encuentran, sino que tendrán que superar sus propios traumas para obtener la paz mental que tanto necesitan.
El nuevo juego de Hazelight Studio nos presenta una dinámica más apegada a lo que vimos en A Way Out, en el sentido de que las protagonistas son extrañas al inicio, y poco a poco cada una va conociendo más de la otra. Afortunadamente, el estudio logra evitar caer en lugares comunes y abusar de la exposición para revelarle información importante al jugar. En su lugar, y similar a lo que se nos presentó en It Takes Two, la narrativa está claramente dividida en dos secciones, cada una con una dinámica emocional diferente. Al principio, Mio y Zoe solo están enfocadas en escapar de la matrix en la que están atoradas, dándole un mayor peso a la trama general, pero dejando el espacio suficiente para que los jugadores logren identificar los traumas y problemas de las protagonistas, algo que cobra mayor peso en la segunda mitad.
Esto hace que la historia tenga un buen ritmo, puesto que siempre estamos en movimiento, aprendiendo algo nuevo de las protagonistas o el dilema en el que se encuentran, y una vez que llega el clímax emocional, el jugador pueda simpatizar efectivamente con los personajes principales. Incluso cuando el juego utiliza tropos bastante genéricos para este dúo, estos elementos narrativos son empleados como una extensión de los mundos que podemos visitar. Mio es una chica de la ciudad que es rebelde y odia la autoridad, mientras que Zoe creció en el campo y es muy amigable, y cada una agrega parte de ella a sus cuentos. Esto hace que la aventura se divida en niveles con temáticas de sci-fi y fantasía medieval.
Aunque el estudio utilizó la misma fórmula para cada una de estas secciones, en el sentido de que cada nivel explora una parte de la personalidad y los problemas emocionales con los que cada protagonista carga, la forma en la que estos elementos son usados varía entre las protagonistas. El conflicto de Mio es externo, y muchas de sus historias son una reacción directa a algo en su vida, como su desprecio por los impuestos. Sin embargo, Zoe es el caso contrario, con cuentos que toman como punto de partida sus sentimientos y los recuerdos de su infancia. Esto da a pie a momentos que van a conectar más con una persona que con otra.
Si bien muchos jugadores van a encontrar a Mio y a Zoe igualmente carismáticas, la trama está guiada completamente por sus personalidades, por lo que cada usuario va a poder escoger a una favorita, lo cual seguramente es el objetivo del estudio. Sin embargo, también es cierto que esta dicotomía hace que una sea un poco más compleja que la otra, algo que se puede ver claramente en la segunda mitad de la aventura. Junto a esto, el juego hace una distinción muy marcada entre el protagonismo que cada chica recibe en su dedicada sección. En lugar de que las dos tengan la misma importancia en una sección de fantasía o sci-fi, colaborando y haciendo uso de sus respectivas habilidades como escritoras, el título limita a la segunda a simplemente reaccionar a los eventos, cuestionar algunas decisiones temáticas o decir qué está pasando en un determinado momento.
Considerando que esto no fue un problema en A Way Out e It Takes Two, es bastante extraño que Split Fiction tenga una distinción tan clara. Mio es la estrella en los niveles de sci-fi, mientras que Zoe se roba la atención en las secciones de fantasía. Esto hace que solo la mitad de este dúo tenga la atención que se merece en todo momento, al menos cuando hablamos desde un punto de vista narrativo. Claro, esto no hace que la aventura sea un bodrio, porque al final del día son las personalidades de cada una las que elevan esta experiencia, y en este aspecto el juego cumple al entregarnos dos personajes bien definidos que, si bien en algunos sentidos llegan a caer en lugares comunes, son entretenidas de ver en todo momento, y cada jugador se puede identificar con ellas.
La historia de Split Fiction tiene sus problemas, pero Hazelight Studios y Josef Fares nos han entregado una aventura muy entretenida que, aunque no logra el balance entre las protagonistas que muchos esperaban, sigue ofreciendo una enorme lista de ideas interesantes, las cuales le otorgan una identidad única a la experiencia en general. Mio y Zoe son carismáticas, y los conflictos que atraviesan no solo son universales, por lo que cualquiera se puede identificar con sus problemas, sino que el juego las trata de la forma más realista posible, creando un fuerte vínculo que solo crece cuando consideramos que esta no es una travesía que experimentamos solos, sino que alguien está siempre a nuestro lado.
Uno de los puntos más interesantes de Spit Fiction es el hecho de que toda la aventura está dividida en dos estilos visuales muy particulares, los cuales están relacionados directamente con las protagonistas. Mio escribe sobre ciencia ficción, por lo que cada uno de los niveles enfocados en esta chica están inspirados en obras como Blade Runner, con enormes ciudades neón y locaciones que se sienten sacadas de Star Wars. Por su parte, a Zoe le fascina la fantasía medieval, por lo que estas partes del título nos llevan a recorrer enormes montañas, bosques y castillos. Al igual que con su historia, cada una de estas partes está dentro de los confines de sus tropos, pero aun así tienen el espacio suficiente para experimentar con un par de ideas interesantes, aunque, una vez más, la balanza no está del todo equilibrada.
Notablemente, Split Fiction le da un mayor peso a los niveles de fantasía, en el hecho de que el título tiene el espacio suficiente para experimentar con una progresión mucho más interesante. El quinto nivel resalta al darnos la oportunidad de escalar una gigante montaña mientras escapamos de un formidable dragón, sección que termina con un enfrentamiento en el cuerpo del enemigo que nos ha atormentado a lo largo de esta parte. Por su parte, las áreas de sci-fi son más uniformes, en el sentido de que este dinamismo visual no es muy variado, aunque esto también da pie a un diseño y una progresión única, en donde el espectáculo es el centro de atención.
Aunque el título hace uso de un diseño de personajes mucho más realista en comparación con It Takes Two, esto no significa que el juego sea aburrido visualmente. Split Fiction cuenta con una gran dirección artística que hace uso de todas las fortalezas de estos dos estilos principales, en donde el juego es capaz de transportarnos a mundos que logran un buen balance entre lo que todos asociamos con estos lugares, y deja el espacio suficiente para las sorpresas. Esto se hace realidad gracias al Unreal Engine 5, y es que el motor gráfico de Epic es empleado de una manera simplemente espectacular, dejando en claro que estas herramientas pueden hacer algo más que solo modelos hiperrealistas. Por si fuera poco, el título no le tiene miedo a experimentar con conceptos alocados.
A lo largo de todos los niveles hay múltiples historias secundarias, las cuales cambian radicalmente, no solo en su estilo de juego, sino también en su presentación. Gracias a que estas secciones son cortas, los desarrolladores tienen el espacio suficiente para agregar tantas ideas como sean posibles sin la necesidad de hacerlas complejas gracias a que estas secciones acaban en un par de minutos. En un momento podemos estar atravesando una ciudad en donde la policía reprime a la sociedad, y un segundo después nos encontramos en Hogwarts. Es un contraste que le da un respiro al jugador en múltiples sentidos.
Todo esto permite que Split Fiction sea una experiencia más uniforme. Si bien hay dos estilos muy particulares, el juego nunca se separa de ellos, demostrando una progresión natural que va de la mano con la personalidad de cada protagonista. Mia es caos, explosiones y luces brillantes que constantemente nos lleva de un edificio a otro; de techos de una ciudad futurista a las fábricas de los robots que se dedican a reprimir a este mundo. Zoe es tranquilidad en un ecosistema, pasando de un bosque mágico con una flora con vida, hasta las ruinas de una antigua civilización que ha dejado su huella con estatuas y casas colapsando en cada esquina.
El color también es un factor importante. Mio está ligado con el rosa, mientras que Zoe utiliza mucho el verde, algo que no solo funciona como una ayuda visual en el diseño de niveles, sino que también va de la mano con el tipo de mundo que caracteriza al trabajo de cada una. De igual forma, en cada nivel utilizan una vestimenta diferente, y es interesante ver cómo pasan de trajes estilo Tron, a algo similar a lo que BioWare usaría en Dragon Age. Ante todo, siempre hay una relación directa entre las protagonistas y sus obras.
Aunque la presentación visual de Split Fiction puede ser un poco más interesante cuando hablamos de los niveles de Zoe, todo el juego cuenta con una atención al detalle espectacular. El comprometerse con un estilo en particular durante todo el juego también permite que los desarrolladores experimenten y nos muestran una progresión natural con todas sus ideas, al grado de que cuando llegas a los créditos finales es imposible no tener una gran sonrisa o tener la boca abierta después de ver todo lo que Hazelight Studios ha creado para nosotros en esta ocasión.
Como básicamente todo lo que encontramos en Split Fiction, el juego nos ofrece dos perspectivas únicas en cuanto a su trabajo sonoro, y es que cada sección nos presenta con ideas tradicionales de sus respectivos géneros. A la par, cada una de las actuaciones por parte de Kaja Chan, como Mio, y Elsie Bennett, en el rol de Zoe, son fenomenales, puesto que logran balancear cada una de las emociones por las que atraviesan a lo largo de la aventura.
Tomando en cuenta sus temas de sci-fi y fantasía, Split Fiction nos presenta un soundtrack conformado por synthwave, música clásica, electrónica y folklore europeo. Sin embargo, debido a la naturaleza de cada trabajo, su enfoque y la forma en la que el juego utiliza cada composición varía constantemente. En el caso de los niveles de Mio, la música es algo mucho más presente, ayudando a que cada secuencia de acción y batalla logre tener el peso que la historia desea. Por su parte, en las secuencias de Zoe, estas piezas son acompañantes que pueden pasar desapercibidas, puesto que su objetivo es crear una atmósfera específica. Claro, hay momentos en donde estos roles se invierten, pero por lo general esta es la dinámica que esta sección tiene y que, una vez más, está relacionado directamente con la personalidad de cada protagonista.
Hablando de Mio y Zoe, Kaja Chan y Elsie Bennett hacen un fenomenal trabajo como las protagonistas. Cada una logra encapsular a la perfección la personalidad de las chicas, y sabe manejar muy bien sus puntos emocionales más bajos, transmitiendo una serie de sentimientos que los jugadores pueden apreciar inmediatamente. Aquí no hay un favoritismo, tanto Chan, quien destaca al ser capaz de capturar el tono reservado y de superioridad que su personaje tiene al principio, como Bennett, quien cuenta con un acento británico que es amigable en todo momento y demuestra su origen provinciano, logran destacar en todo momento, y elevan la experiencia al entretener al público a lo largo de 10 o más horas.
Split Fiction cuenta con un gran apartado sonoro. Si bien no hay una sola composición que logre destacar, el trabajo que se nos presenta aquí cumple muy bien su función al usar los conceptos clásicos de sus respectivos géneros para transportar a los jugadores a los mundos de sci-fi y fantasía. Por su parte, Kaja Chan y Elsie Bennett son fantásticas como Mio y Zoe. Cada una logra capturar a la perfección a sus respectivos personajes, dándoles vida de una forma que solo Hazelight Studios sabe cómo hacer posible.
Hazelight Studio se ha ganado la reputación de ser un estudio capaz de crear experiencias completamente cooperativas llenas de creatividad. Con Split Fiction continúan con esta tendencia, al mismo tiempo que refinan su estilo característico al presentarnos mecánicas que son fáciles de entender y un diseño de niveles complejo que da pie a secciones que nos presentan una sola idea que va evolucionando de una forma natural. Afortunadamente, no se olvidan de dejar el espacio suficiente para darnos ideas alocadas que, pese a su corta duración, son memorables por romper con las normas ya establecidas en esta entrega.
Al ser una experiencia completamente cooperativa, necesitas a una persona real junto a ti en todo momento, ya sea que los dos jueguen en un mismo sillón, o hagan uso del Friend Pass con el cual ambos pueden disfrutar de esta entrega a distancia al comprar una sola copia. Esto hace que la comunicación sea un factor fundamental. Cada usuario toma el control de una protagonista, y si bien ambas tienen las mismas bases, puesto que pueden realizar un doble salto y tienen un gancho a su disponibilidad, dependiendo del nivel, cada una tendrá una mecánica en particular que irá evolucionando durante esta sección.
En un nivel de sci-fi, por ejemplo, Mio y Zoe tendrán que adentrarse a una instalación militar usando pistolas, por lo que el juego se transforma en un shooter en tercera persona. Lo que hace interesante esto, es que cada una tiene a su disponibilidad bombas de colores específicos que desactivan cierto tipo de escudos. Esto da pie a secciones en donde los jugadores tendrán que colaborar para abrirse paso de una forma que pondrá a prueba sus habilidades con el control. Eventualmente, esto escala al grado de que se nos presentan momentos en donde Split Fiction se transforma en un stick shooter en 2D, para después darle a los usuarios mochilas cohete con las cuales expanden su movilidad.
Este es solo un ejemplo, pero a lo largo de todo el juego, Split Fiction toma una idea específica para cada uno de sus niveles y, en lugar de introducir nuevos conceptos de forma constante y cambiar su gameplay, ofrece una consistencia que da pie a un diseño de niveles más complejo que, aunque puede llegar a ser un reto para los jugadores menos experimentados, nos demuestra un refinamiento por parte del estudio. Su compromiso da pie a momentos sumamente interesantes. Uno de mis casos favoritos sucede en la quinta sección, en donde Mio y Zoe obtienen huevos de dragón. Al principio, simplemente usan estos objetos como llaves, pero eventualmente cada una recibe su propia criatura con habilidades únicas, las cuales van creciendo hasta el punto en donde el jugador controla a los dragones ya de adultos.
Junto a esto, cada mitad tiene un enfoque diferente. Gracias a las características de Zoe, los niveles de sci-fi le dan un gran peso al combate. Por su parte, Zoe es alguien pacifista, por lo que en las secciones de fantasía hay un gran énfasis en los acertijos. Claro, la constante siempre es la forma en la que cada jugador hace uso de sus habilidades únicas para ayudar al otro, ya sea para avanzar juntos o para superar alguna sección que los separe de alguna forma. Hazelight Studio demuestra una maduración sustancial y hace que sus fortalezas logren resaltar aún más. Lo mejor de todo, es que esto no significa que el estudio le ha dado la espalda a las ideas alocadas.
Cada nivel tiene al menos un momento que rompe con sus reglas para presentarle a los jugadores alguna idea divertida. En un momento estamos en una persecución, con un jugador manejando una moto evadiendo todo tipo de ataques, mientras que el otro usuario tiene que desbloquear un celular en una parodia de todos los procedimientos a los que uno tiene que someterse hoy en día para probar que es humano. Hay otro punto en donde dejamos la exploración y los acertijos para participar en un concurso de baile con un juego de ritmo. Otro segmento notable es un enfrentamiento contra un jefe al más puro estilo de Contra. Sin embargo, las joyas de este pastel de ideas son las historias alternas.
A lo largo de casi todos los niveles hay misiones secundarias en las que Mio y Zoe pueden adentrarse para experimentar alguna idea rápida y divertida. Hay una sección en donde las protagonistas se transforman en cerdos; y no quiero spoilear el final, pero no van a parar de reír con la conclusión. Hay otro en donde las chicas compiten en una carrera de acrobacias estilo Tony Hawk ‘s Pro Skater. Uno de mis favoritos fue una pequeña área en donde el objetivo es recolectar tres gatos, y para hacer esto tenemos que usar magia estilo Harry Potter. Estos son respiros momentáneos que nos presentan con un concepto que no necesita ser perfecto, lo que da pie a que los desarrolladores avienten todo lo que tienen en su cabeza sin miedo a que algo no logre concretarse al mismo nivel que en la experiencia principal.
Split Fiction es un juego que, mecánicamente hablando, no es complicado. No solo las bases de cada personaje son las mismas, sino que cada una de las herramientas que reciben a lo largo de los diferentes niveles involucran uno o dos botones. Sin embargo, comprometerse con una idea específica por sección resulta en un diseño de niveles más complejo. A diferencia de It Takes Two o A Way Out, los cuales son perfectos para aquellos que nunca o rara vez han disfrutado de un videojuego, el nuevo trabajo de Hazelight Studios sí tiene una barrera de entrada un poco más elevada. No es imposible, y todos se van a divertir sin importar qué tan hábiles sean con el control, pero es recomendado que los dos jugadores tengan ya experiencia con este medio.
Si bien la historia y presentación visual pueden tener un favoritismo con Zoe, el gameplay de Split Fiction logra un buen balance entre las dos protagonistas y, sin importar a cuál elijas, te la vas a pasar de maravilla. Josef Fares y su equipo nos han vuelto a entregar una experiencia que es divertida en todo momento. Su compromiso con una mecánica en particular por nivel hace que la experiencia tenga el espacio suficiente para experimentar y presentar momentos memorables. Las ideas alocadas aún están presentes, y si bien no ocupan tanto espacio en la aventura, su presencia funciona como un respiro que, en algunas ocasiones resulta en una competencia amistosa entre los jugadores, y en otras seguramente te hará gritarle a tu compañero para que logre cumplir su rol a la perfección. Aunque es necesario un mayor entendimiento de los videojuegos, todos se la van a pasar increíble.
Split Fiction representa una maduración para Hazelight Studio y un Josef Fares. El juego logra ofrecer la calidad que esperamos del estudio y el director, pero con una serie de ideas refinadas que dan espacio a una experiencia completamente divertida. Su historia, aunque toca lugares muy comunes en cuanto a sus protagonistas y los conflictos que las aquejan, logra ofrecer una aventura entretenida de principio a fin, que se beneficia de una gran caracterización para Mio y Zoe. Si bien esta entrega no está libre de problemas, especialmente cuando hablamos sobre el balance y la forma en la que cada una actúa en las secciones de la otra, la trama es algo que cautivará a más de una persona.
Visualmente hablando, el juego hace un gran uso del Unreal Engine 5. Aunque a primera instancia Split Fiction puede caer en lugares muy comunes con su representación de los mundos de sci-fi y fantasía, la dirección de arte y la personalidad de cada nivel hace que el título logre crear su propia identidad, dejando el espacio suficiente para ideas alocadas que, si bien no son el centro de atención, le dan un toque único a la experiencia. Lo mismo se puede decir de la música, la cual nunca toma el protagonismo, pero funciona como un gran acompañante. Por su parte, Kaja Chan y Elsie Bennett hacen un fantástico trabajo como Mio y Zoe, dándole vida a estos personajes y complementando a la perfección la historia que el estudio nos presenta.
Split Fiction es un juego que trata de avanzar la fórmula del estudio y al mismo tiempo conservar el dinamismo que hizo especial a It Takes Two, algo que logra al crear mecánicas que son sencillas de entender y un diseño de niveles complejo, pero sin olvidarse de las ideas alocadas que son usadas en momentos específicos para hacer reír a los jugadores o darles un respiro lleno de creatividad. Aunque es necesario un mayor entendimiento sobre los videojuegos, todos pueden apreciar lo que Hazelight Studios y Josef Fares han creado, puesto que, ante todo, Split Fiction es diversión pura, y algo que no pueden ignorar este año.