Review – Super Nintendo Classic Edition

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La súper era del 2D

Los años noventa fueron absolutamente espectaculares para el medio. Luego de que en los ochenta viéramos las primeras señales de que los desarrolladores empezaban a entender la forma en la que funcionan los videojuegos, vino una década de verdadera consolidación en donde prácticamente todos los intentos que se hacían desde cualquier frente, aportaban algo importante a la industria. Por supuesto que el Super Nintendo y la sangrienta competencia que vivió con el Sega Genesis provocó que tuviéramos grandísimas joyas del 2D que se quedaron grabadas en la historia con letras de oro. Nos encontramos en pleno 2017 y Nintendo de nueva cuenta apela a nuestra nostalgia con un producto como el Super Nintendo Classic Edition, el cual, a pesar de que en efecto consigue transportarnos de regreso a tan bonita época por su precioso diseño y juegos escalados de manera decente para funcionar en pantallas HD, también deja claro que el público al que busca cautivar es uno no tan exigente que puede pasar algunos defectos por alto.

Desde que uno saca esta versión miniatura del mítico Super Nintendo y lo sostienes con una mano, resulta inevitable no enamorarte inmediatamente, pues además de que sus botones de Power y Reset funcionan y se sienten exactamente como lo recuerdas, volver a tomar uno de sus controles, despierta un montón de recuerdos sumamente gratos para todos los que tuvimos la oportunidad de disfrutar de esta consola en su momento. Desafortunadamente, las cosas se vienen un poco abajo cuando notas que una vez más, la emulación que se hizo de los juegos que incluye el llamado Mini SNES, está lejos de un punto óptimo, tanto en términos visuales y sonoros, como en la parte del gameplay pues una vez más, la perdida de cuadros por LAG es muy evidente en ciertos casos. Lo anterior era de esperarse, sobre todo si tomamos en cuenta lo complejo que es simular hardware como el del chip Super FX que algunos de estos títulos contenían.

¿Qué contiene y qué mejora respecto al Mini NES?

Antes de pasar a contarte cómo ha sido mi experiencia con el Super Nintendo Classic Edition, creo que es importante resaltar qué es lo que contiene y qué cambios presenta respecto a lo que fue el NES Classic Edition, pues a pesar de ser lanzamientos bastante pegados, muchos de nosotros sí esperábamos que Nintendo hiciera mejoras sustanciales en cuanto a diseño de hardware y software. Algunas de ellas se dieron, aunque otras fueron pasadas completamente por alto, desafortunadamente.

Lo primero que hay que decir es que el Super Nintendo Classic Edition viene con 21 sensacionales juegos que hicieron historia en los años noventa cuando los 16 bits vivían sus mejores tiempos. Sí, estamos hablando de nueve títulos menos si se compara con el catálogo del NES Classic Edition, sin embargo, me parece que la elección ahora fue mucho más cuidada, con todo y que tenemos grandísimas ausencias del tamaño de Chrono Trigger, por ejemplo. Como sea, gigantes del renombre de The Legend of Zelda: A Link to the Past, Super Metroid, Super Mario World, Super Castlevania IV, Earthbound, Yoshi’s Island y Final Fantasy III, entre muchos otros, engalanan la oferta de esta mini consola de emulación. Además, tenemos el debut de Star Fox 2, juego que en 1996 fue cancelado y que ahora, por fin ve la luz del día. Me hubiera encantado también ver a Pilot Wings y a un representante de los deportes como International Super Star Soccer Deluxe.

En temas de interfaz tenemos un par de interesantes adiciones. La primera es que ahora podemos agregar diferentes mascaras a nuestros juegos, esto para no ver dos barras negras. La verdad es que solo te recomendaría la que emula a un CRT de antaño o mejor dejar las barras negras, pues el resto me parece que sí distraen bastante por los brillantes colores que presentan. Además, tenemos de regreso los puntos de suspensión o save files que podemos generar para retomar cualquier partida que hayamos dejado a la mitad, solo que ahora, también puedes hacer rewind de ciertos momentos para repetir secciones. Una opción útil pero tampoco demasiado destacada.

Pasando a temas de hardware y lo que viene dentro de la caja, sobra decirte que el diseño del Super Nintendo Classic Edition es verdaderamente precioso. La forma en la que fue replicado el Super Nintendo que tantos de nosotros tuvimos o tenemos, es espectacular. Para que te des una mejor idea, estamos hablando de que esta nueva consola es más o menos un cuarto de tamaño respecto a la original. Su botón de Power funciona justo para encenderla, mientras que el de Reset hace las veces de botón de home para regresar a la interfaz. La única manera de volver al menú principal es por medio de esta vía, asunto bastante incómodo si estás lejos de donde la tienes colocada; es decir, el control no cuenta con un botón de home.

Pasando al tema de los controles, te alegará saber que en esta ocasión, todos los Super Nintendo Classic Edition cuentan con dos mandos para que puedas disfrutar de juegos como Street Fighter II Turbo, Super Mario Kart o Contra III: The Alien Wars, junto con alguien más sin ninguna clase de problema. La conexión de estos controles es la misma que la que vimos en el NES Classic Edition, así como la del Wii Remote. Uno de los puntos más criticados del Mini NES fue lo cortos que eran los cables de sus controles. En esta ocasión tenemos cordones de casi metro y medio de largo, considerable aumento, pero insuficiente si tienes planeado jugar en una televisión de dimensiones grandes.

Como te puedes dar cuenta, el Super Nintendo Classic Edition es un gran paquete que creo, vale totalmente la pena por cada uno de los juegos que incluye, sobre todo si te pones a hacer cuentas lo que te cuesta la licencia de ellos en algo como la Virtual Console por ejemplo. Ni qué decir si tienes planeado adquirir sus versiones originales. A pesar de que siguen habiendo problemas de diseño marcados y por supuesto, fuertes ausencias en el catálogo, tenemos que aceptar que estamos frente a un muy buen producto que ofrece cientos de horas de entretenimiento.

Buen trabajo visual

Ahora sí, es tiempo de pasar a revisar qué tan buen trabajo hizo el Super Nintendo Classic Edition en términos de emulación, empezando claro, por el tema visual, pues evidentemente es lo que más salta en cuanto lo conectamos a un monitor moderno. Al igual que su antecesor, esta consola utiliza un puerto HDMI convencional y uno Micro USB para recibir corriente. La señal de video que envía está a 720p y a 60 cuadros por segundo, asunto que podría ser visto como algo normal pero que seguro, sorprenderá a más de uno que esperaban ver todo en 1080p.

Del lado de formas de visualización, tenemos de regreso la posibilidad de poner los juegos con 4:3, Pixel Perfect y con un horrendo filtro que intenta emular scan lines de un CRT. Me sorprende y a la vez me alegra que no se haya puesto el Wide Mode para llenar la pantalla, reventando por completo la imagen. Por supuesto, que la forma más fiel de ver estos juegos es en 4:3, pues se respetan las proporciones que estos títulos tienen originalmente. A pesar de que en efecto, cundo lo pones en Pixel Perfect, algunos modelos se estiran un poco de manera vertical, la forma en la que se define cada pixel que compone a la imagen, es muy bonito para la vista cuando está en un monitor HD.

Lo que te quiero decir es que al igual que el Mini NES, la consola hace un fantástico trabajo en temas de escalado, aunque claro, siempre está el debate de que buena parte de las tonalidades de los colores de las versiones originales de estos juegos, se pierden. La verdad es que jugar tanto en Pixel Perfect como en 4:3, funciona muy bien, lo único que no te recomiendo es colocar el filtro CRT que te mencionaba, pues además de que hay cierta deformación en algunos sprites, también vemos colores deslavados.

Una de las dudas más grandes que muchos teníamos es cómo es que se vería algo como Donkey Kong Country o Super Mario RPG. Sabíamos que el precioso pixel art de Yoshi’s Island luciría sensacional, pero estos juegos con gráficas prerendereadas levantaban dudas. El resultado es bastante mixto. Creo que para lo que se tenía se hizo lo mejor que se pudo, pero sin lugar a dudas estamos frente a un estilo gráfico que el tiempo le está pasando factura, sobre todo cuando es llevado a monitores de alta definición. En la obra de Rare se alcanza a ver una extraña silueta color morado sobre los personajes que vemos en pantalla, mientras que en el juego de Square hay algunos saltos de elementos bastante extraños, esto sin mencionar colores poco vivos.

En lo auditivo también tenemos un trabajo aceptable en cómo fue que se emuló el S-SM, sintetizador que venía dentro de cada Super Nintendo. Obviamente la precisión en algunos sonidos no es de lo mejor y aún estamos lejos de hablar de algo que verdad se acerque a cómo es que se escuchan los sonidos originales de una de estas consolas, pero en general, la cosa no está tan mal.

Al final, las quejas que aquí podamos tener afectarán en mayor o menor medida al tipo de público que lo consuma. Estoy completamente seguro de que quien no tenga tan fresco cómo es que se veía y se escuchaba un Super Nintendo, pensará que el  Super Nintendo Classic Edition es una replica exacta, cosa que sabemos que no es cierta y que incluso, sigue a varios pasos de lograrlo. Como sea, te puedo decir que estamos frente a algo mayormente bien hecho, pero con errores que nos llaman bastante la atención si tomas en cuenta que evidentemente, Nintendo cuenta con toda la documentación para poder emular su propio hardware de mucho mejor manera.

No se salva del LAG

Cuando hablamos de emulación, es prudente tocar otros temas que no tengan que ver tanto con lo estético. Para algunos de nosotros, el gran pecado de NES Mini es que algunos de sus juegos presentaban tanto LAG, que resultaban casi imposibles de jugar. Sí, Mega Man 2 y Ghost N’ Goblins eran complicados, pero en estas versiones se convertían en retos incómodos e injustos gracias a lo tardado que era el tiempo de respuesta que había luego de que nosotros diéramos un comando con el control. Desafortunadamente, el Super Nintendo Classic Edition no se salva de lo anterior, dejando claro que a Nintendo le importó poco las quejas que hubo sobre este aspecto y mejor optó por dejar todo como estaba.

En Super Metroid, por ejemplo, sientes a una Samus lenta que no responde al instante, mientras que en Star Fox, el tema del bajo framerate se combina con lo anterior para presentar una experiencia bastante frustrante. Yoshi’s Island también sufre de este asunto, lo cual, me hace pensar que en efecto, emular el chip Super FX fue más complejo de lo que se pensaba, aunque claro, el tema del LAG también permeó en juegos que no usaban este hardware. En temas visuales te puedo decir que no hubo mayores problemas, tanto en rotación de sprites gracias al famoso Mode 7 del Super Nintendo, como estos efectos 3D que se podían dar gracias al coprocesador antes mencionado.

No sabemos a ciencia cierta cuántos cuadros se está comiendo la emulación del Super Nintendo Classic Edition, pero te puedo decir que es bastante notable en algunos de los juegos que te mencioné. Me parece curioso que en otros casi no sea perceptible. Por ejemplo, Super Mario Kart se juega sin ninguna clase de problema e incluso en Street Fighter II, marcar un combo o técnica, suele funcionar a la primera.

Te comento de nueva cuenta que me parece un poco increíble que Nintendo sabiendo perfectamente cómo es que funciona su propia consola, no haya hecho algo al respecto. Imagino que las altísimas ventas del NES Classic Edition no les dieron razones de peso para reparar este asunto, pues a pesar de que se entiende que cuando emulamos forzosamente se pierden algunos cuadros de animación, y la respuesta tras un input no puede ser tan inmediata, me queda la sensación de que se puedo haber hecho un mucho mejor trabajo.

Esperaría un poco más de esfuerzo

El Super Nintendo Classic Edition es un producto que por su propia selección de juegos vale completamente la pena. Sabemos que faltaron algunos de los grandes, pero algo como lo cómodo que es conectarlo a cualquier monitor y en unos segundos ya estar disfrutando de una versión decente de algo como Earthbound, es sumamente atractivo. La decisión de alargar los cables y de agregar un segundo control dentro del paquete es totalmente acertada, aunque seguramente no será suficiente para algunos. Si a lo anterior le sumas un precioso diseño exterior y el factor nostalgia, tienes como resultado un producto irresistible que antes de su lanzamiento oficial ya es todo un éxito comercial. Te deseamos suerte para encontrarlo si es que no tienes ya una preventa. Vale la pena aclarar que a pesar de que el menú de la consola se puede poner en español, los juegos no cambian de estar totalmente en inglés.

Desafortunadamente, todos estos aspectos positivos se ven un tanto opacados por una emulación que definitivamente puede ser mucho mejor de lo que se nos está entregando, pues estamos hablando de una marca que conoce muy bien la forma en la que trabaja su propio hardware. Claro que este tipo de quejas serán pasadas totalmente por alto por la gran mayoría, pues vale la pena recordar que en realidad, el objetivo de algo como el Super Nintendo Classic Edition tiene que ver con quienes buscan un muy bonito adorno para su sala o escritorio que les haga recordar viejos tiempos, esto sin importar qué tan bien se jueguen los títulos que se incluyen o qué tan fieles sean a sus contrapartes originales.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!