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PS5
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Naughty Dog
Sony Interactive Entertainment
19/01/2024
Las remasterizaciones, a diferencia de los remakes, le dan la oportunidad a los desarrolladores de ofrecerle al público la versión definitiva de cierta experiencia, sin la necesidad de modificar sustancialmente la historia, gameplay, rehacer el juego, o las tres al mismo tiempo. Con tan solo mejorar la resolución, rendimiento, el apartado gráfico en general, y ofrecer contenido adicional, cierto paquete bien podría convertirse en la forma en la que algún título debe experimentarse hoy en día. Esta es una práctica relativamente nueva. Previo a la generación del PS3 y Xbox 360, este tipo de trabajos eran raros, y los estudios se limitaban a realizar simples ports o remakes. Sin embargo, con la llegada del PS4 y Xbox One, cada vez hemos visto más y más entregas que se encargan de retocar aventuras que ya vivimos y, en teoría, no hay algo malo con eso.
Un caso de esto es God of War III Remastered. Este título llegó originalmente al PlayStation 3, y considerando que el PlayStation 4 no es retrocompatible con su antecesor, el mejorar el apartado visual y revenderlo fue una decisión que tiene sentido. Sin embargo, con la llegada del PlayStation 5, este tipo de experiencias se ponen en cuestión, no solo porque a este hardware aún se le puede meter un disco de PS4 y funcionar sin problema alguno, sino que, para algunas personas, no hay un salto visual que justifique volver a comprar cierto juego. Es en este contexto en el que The Last of Us Part II Remastered sale al mercado. Originalmente, el trabajo de Naughty Dog llegó a nuestras manos a mediados del 2020, solo unos meses antes de que la nueva consola de Sony estuviera a la venta. Como era de esperarse, muchos cuestionaron esta decisión.
Actualmente, aquellos que ya tienen The Last of Us Part II pueden introducir su copia de PlayStation 4 en un PlayStation 5 y disfrutar de esta aventura de una forma espectacular. No solo los gráficos son impresionantes, sino que gracias a un parche es posible correr el juego a 60fps. Para hacer la oferta de la remasterización más atractiva para el público en general, Naughty Dog no solo se dio a la tarea de mejorar sustancialmente el apartado visual, sino que contenido nunca antes visto se agregó y, para la sorpresa de muchos, se incluye un modo de juego completamente nuevo. Con todo esto en mente, ¿vale la pena The Last of Us Part II Remastered? ¿Acaso el nuevo material es más que suficiente para justificar la compra o la mejora de este título? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
The Last of Us Part II es uno de los juegos más controversiales de los últimos años, y esto se debe principalmente a su historia. En esta ocasión, Naughty Dog optó por una narrativa con dos protagonistas, cada una enfocada en mostrarnos una cara de la misma moneda. El inicio del título es una de las ya clásicas montañas rusas del estudio, la cual concluye con la muerte de Joel a manos de Abby. Al presenciar este horrendo acto, Ellie, nuestra primera protagonista, decide comenzar un viaje con un solo objetivo: vengarse de todos aquellos que le arrebataron lo más preciado en su vida. De esta forma, llega a Seattle, en donde a lo largo de tres días se enfrentará a los ya conocidos Clickers, y todas sus variaciones, así como a diferentes facciones de humanos. Todo culmina en la esperada confrontación con la responsable de todo su sufrimiento.
Sin embargo, en este momento el juego nos pone en control de Abby. Tras el asesinato de Joel, la segunda protagonista regresa a Seattle para encontrarse en medio de una brutal guerra entre dos facciones. Aquí, somos testigos de su viaje, en donde vemos cómo Abby se da cuenta de que la violencia no es la respuesta a sus problemas. Todo esto de una forma muy similar a lo que vivimos con Joel y Ellie en el primer juego.
The Last of Us Part II culmina en una serie de enfrentamientos en donde las protagonistas tienen que encarar sus decisiones y las consecuencias que estas traen consigo. El resultado final es una historia sumamente entretenida, en donde la caracterización de los personajes se vuelve la estrella que cautiva a todos los jugadores, pero no está libre de problemas. A diferencia del The Last of Us original, la secuela tiene una disonancia ludonarrativo que se puede notar claramente en el tema de la violencia que vemos en la primera sección del título. Pese a que la coprotagonista se pasa tres días asesinando a todo aquel que se ponga frente a ella, esto no importa a menos que suceda en una cinemática. Ellie se mortifica por torturar a Nora y asesinar a Mel, pero en ningún momento se ponen en cuestión sus acciones cuando el jugador tiene control sobre ella.
A diferencia de Joel, quien deja muy en claro que hará todo lo posible para proteger a sus seres queridos, incluso erradicar su humanidad, Ellie señala en múltiples ocasiones que viajar a Seattle para asesinar a Abby y sus compañeros es algo que le causa un conflicto con el resto de sus amigos, e incluso en ella misma. De esta forma, se crea una clara distinción entre la Ellie que vemos en las cinemáticas, y la Ellie que controlamos. Si bien este y otros problemas no son tan notorios la primera vez que juegas The Last of Us Part II, eventualmente los baches en el camino se hacen más notorios. Afortunadamente, este no es un inconveniente que encontramos en la sección de Abby.
Si bien es cierto que la segunda parte de The Last of Us Part II puede verse como un pastiche del primer juego, puesto que Abby tiene que proteger a una niña, y en el camino reencuentra su humanidad, esta sección cuenta con una serie de elementos muy interesantes. El tener dos protagonistas no solo dicta la forma en la que la historia se cuenta, sino también la estructura y el diseño de niveles.
El viaje de Ellie se caracteriza por ofrecernos zonas de combate mucho más abiertas, en donde la exploración se convierte en un elemento fundamental de la experiencia. Es una evolución del diseño original. Esto se puede apreciar especialmente en el primer día de Seattle, en donde tenemos la oportunidad de visitar múltiples edificios, obtener recursos adicionales, y conocer un poco más de este mundo. Si bien es cierto que el resto de esta parte no ofrece algo similar, las otras áreas que visitamos son significativamente más grandes en comparación con el título de 2013, dándole la oportunidad al jugador de enfrentarse a todos los retos que se le presentan de la forma que considere apropiada, ya sea lidiar directamente con los enemigos en el camino, o evadir cada obstáculo por medio del sigilo.
Por su parte, en la sección de Abby vemos una expansión del diseño original. Con esto me refiero a que el enfoque no está en áreas abiertas, sino en secciones espectaculares que demuestran la maestría de Naughty Dog en este apartado. Desde la emboscada de los Seraphites al inicio, pasando por la visita al hospital de Seattle, hasta la travesía por una zona de guerra. Todo esto da como resultado en una experiencia que te pone al filo del asiento, y en ningún momento se sienten pesadas las 10 horas que puede llegar a durar esta parte de la historia. Por si fuera poco, la disonancia ludonarrativa que encontramos con Ellie, aquí no está presente, y el tema de violencia se encuentra representado en la forma en la que la coprotagonista se separa del conflicto que la rodea.
Ahora, la pregunta que está en la mente de todos es: ¿acaso la remasterización agrega o cambia algún elemento de la historia? No, para nada. Esta sigue siendo la misma aventura de 20 horas que llegó a nuestras manos en el 2020. Si bien esta versión incluye niveles adicionales, de los cuales hablaré en un momento, estas secciones nunca antes vistas no están incorporadas en la campaña principal, y están limitadas a una opción en un menú aparte.
Otro elemento que no ha cambiado desde la última vez que lo vimos, es el gameplay. Los sistemas de disparos en tercera persona, combate y sigilo siguen siendo los mismos que encontramos en la versión de PlayStation 4. Esto quiere decir que estamos frente a un fantástico apartado. Si bien Ellie y Abby tienen las mismas bases, cada una cuenta con un arsenal diferente a su disposición y un enfoque único. Ellie, por ejemplo, posee herramientas que la ayudan al momento de escabullirse de todos sus enemigos. Aditamentos como el silenciador, y armas como el arco, se obtienen durante las primeras horas de juego. Todo lo que aquí encontramos incentiva al jugador a no ser visto por sus enemigos, algo que va de la mano con la nueva mecánica de ir pecho tierra y hacer uso del césped alto para permanecer invisible.
Por su parte, Abby es una guerrera. Su arsenal es mucho más agresivo, y su estilo de juego le da un mayor énfasis al combate cuerpo a cuerpo, algo que tiene sentido cuando vemos las secciones que protagoniza. Una vez más, las bases de The Last of Us siguen aquí, como el sigilo, el recolectar recursos para crear herramientas adicionales, así como un sistema para mejorar las armas y las estadísticas de cada personaje, pero son las diferencias entre las protagonistas lo que hacen que en ningún momento seas capaz de aburrirte con las 20 horas que nos presenta Naughty Dog.
The Last of Us Part II Remastered es, eso exactamente, una remasterización. No esperen algún cambio sustancial en el gameplay o la historia. Estos dos apartados se mantienen tal cual y los recuerdan, y no hay algo malo en eso. El diseño de niveles y el sistema de combate son espectaculares, al grado de que, incluso hoy en día, no hay muchos juegos que se comparen con lo que nos presentó Naughty Dog. Si bien la narrativa tiene una serie de problemas, el viaje por Seattle, los personajes, sus interacciones y todos los emocionantes momentos que se nos presentan, hacen que este sea un fantástico paquete que vale mucho la pena, y claro que merece todo el reconocimiento que obtuvo en su momento, y ser catalogado como uno de los mejores videojuegos de los últimos años.
The Last of Us Part II llegó al PlayStation 4 en el 2020, mismo año en que vimos el lanzamiento del PlayStation 5. En su momento, este juego se veía como algo que claramente ya estaba pensado para la nueva generación de Sony. Visualmente, es espectacular. Es un logro técnico, y es el ejemplo perfecto de lo que un AAA a gran escala de PlayStation debe de ser. Junto a esto, en el 2021 llegó un parche gratuito que permitió al título de PS4 correr a 60fps en el PS5. De esta forma, muchos se han preguntado si una remasterización es algo que genuinamente vale la pena, y la respuesta no es clara.
Visualmente, The Last of Us Part II Remastered sigue siendo impresionante. En esta ocasión, las mayores mejoras son la iluminación, sombras y texturas, apartados que tal vez muchos no vean tan importantes, pero son fundamentales para la experiencia. El primero de estos se puede apreciar en los momentos en donde somos testigos del atardecer, como al inicio de la sección de Abby. Cada rayo de luz hace mucho más creíbles los interiores, los cuales ahora son más oscuros ante la falta de algún tipo de luminosidad natural o artificial, y esto se aprovecha de gran forma al activar el HDR. Esto también significa que los momentos que se llevan a cabo en la noche llegan a sentirse tan oscuros como estar en medio de la nada con solo la luna como acompañante, algo que podemos ver a la perfección cuando Abby conoce a Yara y Lev.
Respecto a las opciones de rendimiento disponibles, hay dos. Para comenzar, tenemos el modo Fidelity, el cual nos ofrece 4K a 30fps. De igual forma, está presenta el modo Performance, el cual renderiza el juego a 1440p y, dependiendo de tu televisor, lo escala a 4K o lo deja en 1440p, todo esto a 60fps. Por último, pero no menos importante, todos aquellos con una pantalla con soporte para VRR, pueden desbloquear los frame rates.
A diferencia de The Last of Us Part I, en donde las diferencias entre el clásico de PS3 y el remake de PS5 son muy notorias, en The Last of Us Part II Remastered no hay muchos momentos que dejan ver una clara diferencia con lo que se nos presentó en el PS4, y la única forma de apreciar cada apartado visual que ha sido mejorado, es con una comparación directa en donde tengas el original y la remasterización cara a cara. Sin embargo, sí está presente una mejor calidad visual, aunque no es las áreas que uno podría llegar a identificar rápidamente. Los diseños de personajes y los escenarios se mantienen tal cual los recuerdas, pero es todo lo que está alrededor lo que ha sido mejorado, dando como resultado una experiencia que toma ventaja de las capacidades del PlayStation 5.
Al estar disponible en la nueva consola de Sony, todos los usuarios pueden disfrutar de pantallas de carga que no llegan a durar más de un par de segundos. No vemos un trabajo tan asombroso como el que se nos presentó Marvel’s Spider-Man 2, pero el tiempo de espera se ha reducido sustancialmente. Junto a esto, el DualSense se ha implementado de una forma que, si bien no es la estrella de esta remasterización, es un elemento sumamente atractivo. Gracias a los triggers adaptativos, cada arma tiene un tipo de resistencia que aumenta la inmersión. Cosas como el arco tienen una mayor resistencia al presionar R2, las pistolas son mucho más sensibles, mientras que el poder del disparo de un rifle y las escopetas se puede llegar a sentir en esta sección del control por cómo rebota el gatillo.
Junto a esto, la vibración también es un elemento sumamente llamativo. Los golpes, movimientos bruscos y cada ataque lo llegas a sentir a lo largo de las diferentes secciones de DualSense gracias a la retroalimentación háptica. Mis ejemplos favoritos son la lluvia, ya que puedes notar pequeñas vibraciones en la parte trasera del control; y al nadar, puesto que, dependiendo de la velocidad, sentirás las olas pasar de lado a lado. Es un agregado que probablemente no muchos llegarán a notar, pero eleva sustancialmente la inmersión del jugador.
Por último, también se ha agregado soporte para el Audio 3D, algo que todos los Pulse 3D pueden utilizar. Este apartado, al igual que el visual, puede no ser tan notorio, pero es un factor sumamente interesante que logra crear una mayor inmersión, y aumenta la tensión en algunas secciones, ya que en todo momento podrás escuchar a lo lejos alguna conversación entre miembros de W.L.F., o los ya icónicos sonidos de un Clicker que anuncian la llegada de un enemigo y el inevitable conflicto que le sigue.
Técnicamente hablando, The Last of Us Part II Remastered hace bien su trabajo, pero no ofrece algo más allá de lo que uno llegaría a pensar. Pese a que algunos pueden argumentar que la remasterización llegó un par de años antes de lo esperado, lo que aquí se nos presenta está bien logrado. Visualmente, el título de Naughty Dog sigue siendo punta de lanza, y las mejoras que se le hicieron a la iluminación hacen que la experiencia sea mucho más impresionante. Si bien las opciones visuales no rompen los estándares que hemos visto en esta generación, cada uno será del agrado de todos los jugadores, mi recomendación es el modo Performance que corre a 1440p y 60fps. Afortunadamente, esto no es todo, puesto que la remasterización llama más la atención por el nuevo contenido que ofrece.
The Last of Us Part II Remastered es más que solo un apartado visual y técnico mejorado. En esta ocasión, Naughty Dog nos ofrece una serie de extras que hacen que la experiencia sea mucho más interesante, como lo es un nuevo modo juego. Para comenzar, el fantástico gameplay es redefinido en un apartado roguelike. Todos aquellos que adquieran esta remasterización tendrán acceso a este extra inmediatamente, y es el punto más llamativo. Sin embargo, será mejor que no esperen algo como lo visto en God of War Ragnarök: Valhalla.
En No Return, como se le conoce a este modo roguelike, tenemos la oportunidad de elegir a uno de los múltiples personajes que encontramos en la aventura principal. Esto significa que no solo Ellie y Abby están a nuestra disposición, sino que es posible elegir a Dina, Jesse, Lev, Mel, y muchos más, cada uno con una serie de atributos únicos que están enfocados en ofrecer una decente variedad de estilos de juego. Todos los personajes tienen un enfoque único que definirá el tipo de experiencia a la que es posible someterse.
Una vez elegido el personaje de nuestra elección, es momento de adentrarse en forma al modo roguelike. En esta ocasión tenemos que completar seis cuartos que son tomados de secciones específicas del juego base, esto significa que el diseño de estos niveles ya lo concemos, pero los retos son únicos, y van a variar con cada nueva sesión. En total hay cuatro misiones diferentes que nos ofrece No Return. En Assault tendrás que sobrevivir a tres oleadas de cuatro o seis enemigos. En Hunted, el objetivo está en sobrevivir cierta cantidad de tiempo mientras más y más adversarios aparecen en el escenario. Después, Holdout nos pide proteger a un compañero en una zona específica hasta que se acabe el tiempo indicado. Por último, Capture nos da la oportunidad de obtener recursos adicionales si somos capaces de derrotar a un grupo de contendientes en un tiempo determinado.
La forma en la que funciona No Return es muy sencilla. Tras elegir al personaje deseado, somos transportados a una de las dos bases disponibles, una para el equipo de Ellie y otra para el de Abby. Desde aquí, podemos elegir el siguiente reto, el cual será completamente procedural en cuanto al tipo de enemigos que enfrentaremos, el modo, orden y los objetivos adicionales, lo único que no cambia es, como ya lo mencione, el diseño de los niveles. Una vez concluida cada sección, regresamos a la base, en donde es posible recolectar tres tipos de recursos: dinero para comprar algún extra, como otras armas o recetas para crear ítems adicionales; vitaminas para aumentar las habilidades de cada héroe a nuestra disposición; y piezas para mejorar cada arma disponible. Sin embargo, en dado caso de que mueras, todo lo que has obtenido se perderá para siempre, y tendrás que volver a comenzar desde el inicio, algo que también sucede cuando completas exitosamente una partida.
Esto quiere decir que no hay forma de mejorar permanentemente a los personajes o las armas a nuestra disposición. Todo está en tus manos y la forma en la que te enfrentas a cada reto dependerá por completo de tus habilidades. The Last of Us Part II es un juego de supervivencia, en donde cada recurso es muy valioso, y esto es algo que No Return toma en cuenta. Si bien este extra deja de lado casi por completo el apartado de sigilo para enfocarse por completo en el combate, las bases son lo suficientemente fuertes para crear una experiencia sumamente divertida y retadora para darte horas y horas de enrretenimiento.
Cada personaje es lo suficientemente diferente para que puedas tener una experiencia única. Ellie, por ejemplo, es el punto medio, el cual resalta por la capacidad de crear bombas molotov desde el inicio. Abby, por su parte, obtiene vida con cada golpe cuerpo a cuerpo que haga. Otro ejemplo es Mel, quien se enfoca en crear botiquines médicos. Yara es muy interesante, ya que siempre va a estar acompañada de Lev. Esta variedad también se ve reflejada en sus mejoras personales, ya que nos ofrecen opciones que no encontramos en el juego base, y es muy divertido experimentar con todo lo que este modo tiene para nosotros.
Lo mejor de todo, es que No Return va introduciendo más y más contenido a un buen ritmo. Podrás desbloquear más personajes conforme uses a los que están disponibles. Al completar partidas de forma exitosa, se irán agregando más jefes. Eventualmente, se introducen retos adicionales que otorgan recompensas valiosas. Durante las primeras cinco horas, más o menos, este roguelike se siente sumamente fresco, con una gran variedad que te mantendrá pegado al control para obtener la mejor puntuación posible, conseguir todas las skins disponibles y poner a prueba tus habilidades. Sin embargo, eventualmente todo acaba.
Más allá de la constante liberación de contenido adicional, No Return no ofrece un gran incentivo para seguir jugando una vez que ya visto todo lo que ofrece este roguelike. No hay algún tipo de historia ligada a este modo de juego, y si piensas que ya viste todo, no hay alguna recompensa para seguir jugando después de llegar a este punto. Digo, pasarán unas cinco horas, aproximadamente, antes de que llegues a esta realización, pero después de eso, no hay algo que te motive a seguir invirtiendo tu tiempo en este extra. Si bien es un pequeño apartado, es uno que está muy bien trabajado, y estoy seguro de que si una campaña hubiera estado ligada, sería un elemento indispensable para todos los fans de The Last of Us Part II.
Más allá de No Return, esta remasterización agrega una serie de extras que, si bien no son tan grandes como el roguelike, sí nos dan una mirada adicional al desarrollo de este título. Para comenzar, tenemos tres secciones nunca antes vistos, conocidos como Lost Levels. Sin embargo, será mejor que no se emocionen. Estas no son secuencias completamente nuevas que se incorporan a la campaña principal. En su lugar, estos son niveles alpha. Gracias a los comentarios de los desarrolladores, que funcionan como guías, se nos permite ver un poco del proceso de creación de Naughty Dog, lo cual es muy interesante. En Jackson Party, se nos da una mirada adicional a Jackson y la vida tranquila de Ellie. Seattle Sewers es el más interesante, puesto que da la oportunidad de explorar una zona mucho más grande de las alcantarillas, la cual es estrecha y enfocado en la claustrofobia, algo que no vemos muy seguido en la historia principal. Por último, The Hunt se enfoca en Ellie tras los sucesos de Seattle.
Cada uno de estos tres niveles perdidos fueron eliminado por diferentes razones, ya sea porque hubieran sido redundantes, arruinaban el ritmo, o simplemente no tenían cabida con la visión final. Sin embargo, es una mirada interesante que todos aquellos que están haciendo todo lo posible para crear su propio videojuego, pueden aprovechar para conocer cómo es que uno de los estudios más grandes de la industria trabaja hoy en día. Sin embargo, para el resto del público, esto puede ser una decepción. Los tráilers nos hicieron pensar que los Lost Levels eran secciones incorporadas a la campaña principal, pero la realidad es que son recorridos de cinco minutos que encontramos en un menú separado.
Junto a esto, The Last of Us Part II Remastered también cuenta con comentarios del director. Esta opción, como su nombre lo indica, agrega comentarios por parte de Neil Druckman, Ashley Johnson, Laura Bailey, Troy Baker, y otros miembros del equipo creativo y actores que participaron en este título en las cinemáticas del juego base. Por extraño que suene, este es uno de los mejores agregados de la remasterización. Al igual que Lost Levels, estas conversaciones nos dan una mirada muy interesante al proceso de desarrollo, las decisiones narrativas, se ofrece una explicación de algunos conceptos e ideas que tal vez a los jugadores no les quedaron claros, y mucho más. Hay un sin fin de detalles que valen la pena escuchar, como el hecho de que Druckman se estaba reuniendo con Craig Mazin para crear la serie de The Last of Us para HBO cuando estaba desarrollando la secuela, la forma en la que el equipo reaccionó a las filtraciones, y la recepción tras su lanzamiento.
Los comentarios del director pueden sonar como un extra insignificante, pero hace que la experiencia principal sea muy interesante de revivir, y es algo que espero no lo dejen pasar. Por último, pero no menos importante, The Last of Us Part II Remastered también incluye un modo de juego enfocado por completo a tocar la guitarra. Esto va más allá del minijuego que vimos en la campaña principal, ya que es posible elegir diversos instrumentos, como un banjo, y diferentes estilos de guitarras electrónicas, cada una con un sonido único que permite volar la imaginación para recrear canciones conocidas, o componer unas completamente nuevas.
El contenido adicional de The Last of Us Part II Remastered es, sin lugar a dudas, interesante. El modo de No Return toma las bases del combate, y las utiliza para presentarnos una experiencia roguelike que funciona muy bien, e introduce una serie de elementos únicos que nos dan una idea de lo que pudo ser The Last of Us Online. Sin embargo, también es cierto que eventualmente llegarás a un punto en donde no habrá algo que te incentive a seguir jugando, más allá de obtener la mayor cantidad de puntos posibles. El resto de los extras está enfocado en darnos una mirada al desarrollo de este juego, algo que tal vez no sea del agrado del público en general. Si bien los Lost Levels son interesantes, en 20 minutos ya viste todo lo que este apartado ofrece. Pese a que los comentarios del director son sumamente llamativos, dudo mucho que la gente esté muy emocionada por este contenido. El resultado final es un paquete que, en el peor de los casos, es una completa decepción para algunos, pero también pueden ser una serie de aditamentos atractivos.
The Last of Us Part II Remastered no es un juego de precio completo. Todos aquellos que ya tienen este título para PS4, pueden pagar $10 dólares para acceder a las mejoras visuales y todo el contenido adicional en el PlayStation 5, mientras que los jugadores que nunca han experimentado esta secuela, lo pueden hacer por $50 dólares. De esta forma, ha llegado el momento de responder la gran pregunta: ¿vale la pena comprar The Last of Us Part II Remastered? Sí, pero también es válido si no lo deseas hacer.
Como ya lo mencioné, The Last of Us Part II Remastered es un paquete bien trabajado. Las mejoras visuales, aunque no tan notorias a primera instancia, hacen que la experiencia llegue a un nivel nunca antes visto para la serie. Cada atardecer y noche lluviosa se ve de una forma impecable. Naughty Dog ha invertido millones de dólares y miles de horas para hacer que sus juegos se vean como la punta de lanza en esta industria, y sus esfuerzos han dado resultados positivos. Las mejoras que tiene esta remasterización están trabajadas al grado de que el juego se llega a sentir como algo que siempre estuvo pensado para el PlayStation 5. Junto al DualSense, las pantallas de carga reducidas y las opciones de rendimiento, esta versión también cuenta con una enorme cantidad de opciones de accesibilidad para todo tipo de jugador.
El contenido adicional, aunque en algunos sentidos se puede llegar a sentir como material adicional que fue incluido solo para justificar el precio, como bien se pueden considerar a los Lost Levels, vale mucho la pena para todos aquellos que quieren saber más sobre el proceso de desarrollo de The Last of Us Part II. Por su parte, No Return es un gran agregado que, si bien eventualmente se puede llegar a sentir que se estanca y carece de un gran incentivo para seguir jugando después de terminar de desbloquear todo lo que ofrece, utiliza de gran forma el fantástico sistema de combate que ya conocemos, y nos presenta una serie de retos bastante interesantes que serán del agrado de todos los fans del trabajo de Naughty Dog.
Al final del día, The Last of Us Part II Remastered también incluye una de las mejoras experiencias de los últimos años. Si nunca has experimentado el viaje de Ellie y Abby, este es el momento para hacerlo, y si ya lo hiciste, dale una oportunidad a esta remasterización, redescubre los sacrificios de las protagonistas, y encuentra algo que tal vez no viste cuando visitaste Seattle por primera vez hace ya casi cuatro años.