Ya han pasado siete años desde que se estrenó el primer Watch Dogs, una nueva IP de Ubisoft que hasta la fecha ya se logró establecer como una de sus franquicias más populares en la industria del gaming. Sin embargo, el publisher francés no tenía intenciones de crear esta nueva IP, sino que originalmente estaba pensada para ser una secuela de Driver.
Fuentes internas de Ubisoft revelaron que Ubisoft Montreal originalmente estaba trabajando en un nuevo juego de Driver, el cual involucraba segmentos a pie y de conducción. De hecho, su diseño era más similar al de un Grand Theft Auto, con la excepción de que ahora podías hackear. Esta iba a ser una de las funciones más importantes de esta nueva experiencia, pero sus desarrolladores vieron potencial para crear algo totalmente diferente y fue así como nació Watch Dogs. Una de las fuentes de Ubisoft dijo lo siguiente:
“Watch Dogs empezó como una secuela en la franquicia de Driver, pero siempre fue lo que vieron en el producto final. Siempre estuvo ambientado en la época actual, tenía parkour, tenía combate, tenía una ciudad abierta para su exploración, y su gimmick principal era hacer uso de la tecnología moderna y los hacks. Después de hacer que esto encajara con la franquicia de Driver, se tomó la decisión de convertirlo en una nueva IP.”
Una segunda fuente, un exempleado de Ubisoft, dijo que las pocas ventas de Driver: San Francisco también contribuyeron al establecimiento de Watch Dogs como una franquicia nueva:
“Ellos hicieron lo suyo y convencieron a Yves Guillemot, CEO de Ubisoft, de que él podría tener su ‘propio GTA’ en lugar de un Driver que iba a vender poco.”
Por allá de 2013, Lauren Detoc, presidente de Ubisoft para Norteamérica, llegó a mencionar que el motor gráfico de Watch Dogs había sido construido originalmente para Driver, aunque la realidad parece ser mucho más que solo esto.
Via: IGN