Review – LawBreakers

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Todos queriendo ser esport

Podríamos decir que los videojuegos son el medio de entretenimiento que más rápido cambia en todo el mundo, pues en su corta historia, ha pasado por un sin fin de etapas que no se vieron en cosas como la literatura o el cine. Actualmente nos encontramos en medio de la primavera de los deportes electrónicos, tendencia que estamos seguros, ha llegado para quedarse. Lo anterior viene con un montón de implicaciones como por ejemplo, que cientos de estudios en todo el mundo estén intentando crear el siguiente gran éxito de los llamados esports. En esta ocasión nos llega LawBreakers, juego desarrollado y diseñado por Cliff Bleszinski, mejor conocido por haber sido el creador de Gears of War. Desafortunadamente, la nueva obra de esta personalidad de la industria se siente sin alma ni esencia propia a pesar de tener intenciones interesantes, asunto que seguramente lo condenarán al olvido en poco tiempo.

Se entiende que todo el mundo quiera un pedazo del pastel llamado esports que está generando varios cientos de millones de dólares, pero creo que algunos estudios empiezan a perder perspectiva de cómo es que esto se puede lograr. Lo primero que hay que entender es que simplemente no se puede crear un juego competitivo de este tipo cada dos o tres meses, pues sería como si constantemente estuviéramos viendo el nacimiento de nuevos deportes convencionales que tuvieran ligas profesionales generando mucho dinero. El segundo inconveniente es que para lograr éxito en comunidades tan divididas, tu idea debe ser verdaderamente original pero sobre todo, funcional tanto para quien lo juega, como para quien lo consume del lado del espectador. LawBreakers es un título que claramente tiene el objetivo de tener éxito instantáneo haciendo poco esfuerzo, pues básicamente se agarra de todo lo que logró Overwatch y otros FPS de arena, sin proponer algo verdaderamente cautivador para su género.

Difícil no compararlo

De manera bastante concreta, podemos decir que LawBreakers es un clon de Overwatch que toma elementos de cosas como Quake y le agrega un par de ingredientes propios que buscan sin éxito darle personalidad propia como por ejemplo, un pobre diseño de personajes y un universo con el que difícilmente encontrarás conexión. Uno de los pensamientos que constantemente me pasaban por la mente durante mis primeras horas con este título era el de “¿por qué alguien que ya juega Overwatch o Quake Champions, decidiría darle una oportunidad a esto?” Lo que te quiero decir con lo anterior es como si de la nada, alguien saliera con una copia casi idéntica del Futbol y esperara que en un par de meses las masas lo consumieran como si nada.

LawBreakers es un juego completamente enfocado al multiplayer online, en donde equipos de cinco contra cinco, se enfrentan en distintas arenas y tipos de juego para alcanzar ciertos objetivos específicos y así, conseguir la victoria. El juego sí tiene un costo de entrada justo como pasó con Overwatch, pero su modelo de negocio más bien está orientado a que sus usuarios gasten cientos de dólares en cosas como loot boxes que agregan diferentes elementos que sirven para personalizar a los personajes que se pueden elegir para la batalla.

El verdadero éxito de estos juegos que exclusivamente ofrecen una experiencia multiplayer, recae justamente en los personajes que le deja elegir a sus jugadores y cómo es que éstos interactuan con el mundo que los rodea. El éxito de por ejemplo, League of Legends, está basado en buena parte en la conexión que sus usuarios han creado con sus campeones. Desgraciadamente, creo que una de las cosas que terminarán sepultando los intentos de LawBreakers es lo mala que es su dirección de arte y diseño de personajes. La verdad es que me cuesta algo de trabajo describirla, pues por un lado muestra una cara alejada de lo realista y por el otro, por momentos presenta a estos seres “badass” sedientos de sangre que le dan otra perspectiva al juego. Creo que nunca se terminaron por decidir qué estilo es el que iban a tener.

Estoy completamente seguro de que cualquiera que le ponga las manos encima a LawBreakers, inmediatamente empezará a encontrar similitudes con los juegos que te mencioné, incluso podrás detectar que ciertos personajes son calcas exactas de otros que ya habíamos visto. ¿Un héroe que se puede teletransportar tres veces y que utiliza una pistola en cada mano? ¿dónde habremos visto eso ya? La verdad es que tener juegos como éste aportan nada, pues a pesar de que sus mecánicas están ejecutadas de manera decente, se quedan muy lejos de los títulos de los que las tomaron.

La movilidad lo es todo

Cada uno de los personajes de LawBreakers funciona de maneras un tanto distintas, aunque definitivamente faltó algo de creatividad con algunos de ellos. Al igual que en Overwatch, tenemos un arma principal que es la base de nuestros ataques o defensa. De ahí se desprenden dos habilidades secundarias, así como un poder especial que se carga después de determinado tiempo. Además, algunos de los héroes cuentan con un arma extra que normalmente va en su mano izquierda. Las variaciones son sin duda alguna amplias, sin embargo, en poco tiempo te puedes dar cuenta de que más de uno cuenta con el poder de correr rápido o de dar un salto doble, lo cual les resta personalidad.

El tema del balance siempre será muy complicado en todo juego competitivo, pues básicamente de este elemento depende que la experiencia sea disfrutable y que haga sentido como deporte electrónico. La verdad es que puede ser aún muy temprano para hablar de esto en un juego como LawBreakers que cuenta con 18 personajes distintos que se dividen en nueve roles. Sí, al inicio es verdaderamente complicado decidir si es mejor ser un assassin, un gunslinger o un harrier, sobre todo porque el nombre de muchas de estas clases te dicen poco sobre sus funciones. Claro que un Battle Medic hará las veces de un healer, pero con el resto, tienes que probarlos para darte una mejor idea de cuál es su papel dentro del campo de batalla.

Lo anterior nos lleva a varios de los grandes problemas de todos los juegos en los que debemos de trabajar en equipo. El primero es que con tantas opciones sobre la mesa, la decisión de qué composición debe llevar nuestro grupo, es verdaderamente complicada. Con tan poco tiempo en el mercado, me topé que en la gran mayoría de las partidas que jugué, nadie tenía ni idea de a qué personajes usar para sacar ventaja. Seguro que con el paso del tiempo lo anterior se asentará y la comunidad entenderá mejor qué decisiones tomar, sin embargo, me preocupa que lo poco intuitivas que son la mayoría de las clases, terminen causando que algunas de ellas no se usen.

LawBreakers es un juego verdaderamente rápido en el que la movilidad es crucial para poder salir con la ventaja en cada una de las partidas, sobre todo por el diseño que presentan los nueve escenarios en los que puedes jugar actualmente. Además de que la mayoría de los personajes cuentan con habilidades totalmente centradas en hacer que sus movimientos sean más ágiles, tenemos que los mapas cuentan con zonas centrales en las que la gravedad baja y que evidentemente, modifica por completo la manera en la que entras en batalla. Entrar a cualquiera de estas secciones es verdaderamente caótico, pues los competidores se encuentra volando por todos lados, causando que el daño muchas veces llegue sin que te des cuenta.

Hablando de diseño de niveles, podemos decir que este aspecto es uno de lo aciertos de LawBreakers, pues cada uno de sus mapas está pensado para que las diferentes clases los exploten de distintas maneras, esto claro, con la intención de tener combates más dinámicos. Algo que me gusta es que la mayoría de ellos son simétricos, por lo que memorizarlos, no cuesta tanto trabajo, además de que consiguen que la acción siempre esté concentrada gracias a que su tamaño es el justo. De la parte estética no se hizo un gran trabajo, pues creo que algunos están faltos de identidad, sin embargo, esto es lo de menos dentro de un título competitivo que más bien requiere de arenas que se adaptan a las mecánicas base y por supuesto, a los distintos modos de juego.

Me queda claro que la intención de Boss Key Productions desde que inició la planeación de LawBreakers, era la de tener un juego que fuera funcional tanto en sus mecánicas centrales, como en su diseño niveles, asunto que probablemente los llevó por un camino en el que innovación e ideas propias, no tuvieran tanto espacio para desarrollarlas. De primera instancia te podría decir que veo a un título que no será sobresaliente de ninguna forma, pues a pesar de que en su ADN está todo lo que debe de componer a un esport, la realidad es que actualmente ya existen experiencias muy similares y mucho más sólidas en todo sentido que no tienen por qué perder el lugar que ostentan. Por supuesto que al final, sólo el tiempo y el público dirán qué destino tenga este juego.

Complicaciones técnicas

Al ser juegos en los que los reflejos y la precisión lo es todo, cualquier tropiezo de frame rate o en general complicación técnica, sí afecta de manera directa a la experiencia que estemos teniendo, esto sin importar si estamos jugando de manera casual, y ni qué decir si hay un premio de por medio. Desgraciadamente, al menos la primera versión de LawBreakers, presenta este tipo de problemas de manera constante y sistemática, haciendo que su funcionamiento y pocas buenas ideas, salgan volando por la ventana. Me parece increíble que un juego de este tipo haya sido lanzando con estas deficiencias.

Sobre todo cuando las partidas inician, es muy común toparte con saltos en la cámara causados por violentas caídas en el frame rate, al menos en la versión para PlayStation 4. Lo anterior podría ser un problema menor si es que no volviera ha aparecer durante el combate, no obstante, en repetidas ocasiones me encontré que en medio de toda la acción, mi personaje se empezaba a comportar de maneras muy extrañas por el bajo rendimiento que el juego estaba teniendo, asunto que evidentemente causa una enorme frustración en cualquiera que esté buscando más o menos salir adelante en estos enfrentamientos.

Además de lo anterior, también me topé con un par de bugs en los que la física de algunos personajes se comportaba de maneras extrañas, causando efectos bastante chuscos durante la partida. La cosa es que este tipo de elementos sí te llegan a distraer bastante de lo que estás haciendo en cierto momento, además de que no sabes bien cómo atacar a un modelo de un héroe que no está respetando las reglas bajo las cuales se rige el juego. Te repito que me parece inaceptable que Boss Key Productions como desarrollador y Nexon como publisher, hayan decidido lanzar su juego sabiendo que tenía estos problemas y que evidentemente, todo el mundo notará de manera inmediata, sobre todo por la forma tan directa en la que impactan a la experiencia.

Siguiendo el conocido modelo

Como te había comentado hace unos párrafos, LawBreakers es un juego que sí pide que desembolses dinero para poder entrar a él. $30 dólares es el costo de la licencia del juego, sin embargo, es importante mencionar que la verdadera tirada de monetización sigue un modelo que se ha probado en muchísimos otros juegos. Además de contar con una moneda in-game que te dan por completar partidas, también puedes utilizar dinero real para comprar loot boxes que te otorgan toda clase de ítems estéticos para hacer que tu campeón favorito luzca justo como tu quieres.

El costo de las loot boxes de LawBreakers van desde $2 dólares por dos de ellas, hasta pagar por cincuenta, $40 dólares, por lo que podríamos decir que hasta en el tema de los precios, Boss Key Productions siguió con este modelo de negocio que tan buenos resultados han dado en muchos títulos que actualmente siguen vigentes. Al final, dependerá de qué tipo de usuario seas para decidir si vale o no la pena invertir en este tipo de cosas. Te comento que al inicio es bastante simple sacar estas cajas sin dinero real, pero conforme progresas, esto se va complicando.

Una de las claves para que un título se pueda convertir en esport, es que sus modos de juego sean pocos y muy fáciles de entender, por lo que LawBreakers también se fue por ese camino. Lo nuevo de Cliff Bleszinski cuenta con cuatro modalidades diferentes, mismas que no vienen a revolucionar de ninguna manera lo que ya habíamos visto. Cosas como capturar zonas o pelear por el control de un objeto, es a lo que se reducen los objetivos dentro de las partidas de este juego. Cada uno de ellos es funcional y divertido, pero como te comentaba, nada demasiado destacado o que venga a cambiar la manera en la que vemos al género.

Juego que dificilmente trascenderá

Una y otra vez hemos comentado que la industria de los videojuegos se ha vuelto una de las más competidas de todo el entretenimiento, por lo que sobresalir de cualquier manera es un reto enorme sin importar cómo te llames. La realidad es que por lo menos actualmente, no existe una fórmula para conseguir éxito, pues muchas veces juramos que cierto título será un fenómeno y de la nada, pasa al olvido en poco tiempo (Evolve). De igual forma tenemos obras que no prometen demasiado y de pronto, son todo un suceso. Con todo y el renombre de sus creadores, LawBreakers ha mantenido un perfil bastante mesurado, por lo que las expectativas que todos teníamos de él, tampoco eran tan altas y al final, podríamos decir que justamente se quedó como un título de talla mediana que gustará a algunos mientras que seguramente, la mayoría lo pasará por alto.

LawBreakers es un juego que al inicio parece tener objetivos bastante claros, pero cuando pasas un tiempo con él, te das cuenta de que en algún punto de su desarrollo, no se supo bien sobre qué camino ponerlo para que alcanzara sus metas. Sin duda alguna estamos frente a un título que no es malo ni mucho menos y que incluso, llega a tener momentos de brillantez muy marcados, pero su falta de innovación y de personalidad en general, creo que desgraciadamente lo condenarán al olvido en poco tiempo aunque claro, sólo el tiempo dirá si lo anterior se hará realidad o no, pues las comunidades suelen ser impredecibles y en una de esas, termina siendo todo un éxito.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!