Probablemente inFAMOUS Second Son sea mi juego favorito del PlayStation 4 hasta ahora.
Pocos videojuegos han capturado la esencia de un superhéroe como lo ha hecho Sucker Punch con su serie de inFAMOUS, lo que empezó como un americanísimo cómic de Marvel hecho videojuego en los primeros inFAMOUS, se convirtió en una película de un cómic de Marvel hecho videojuego con Second Son. Una impecable presentación que debatiblemente es lo mejor que hemos visto hasta hoy en esta nueva generación, con tonos de rebeldía y coolness Delsin Rowe tenía la fórmula perfecta para tener la simpatía del público netflixero al que iba dirigido.
Second Son es un poco más “sencillo” (por no decir simplón) que las entregas del PlayStation 3 pero su fuerte más allá de ser un juego que se ve muy bien, es que es un título que siempre te da la opción de resolver las cosas a tu manera, aún cuando el juego es increíblemente repetitivo, los combates con algunos de los enemigos se convierten en verdaderas peleas tipo Dragon Ball Z en una ciudad contemporánea.
Los combates se convierten en peleas tipo Dragon Ball Z en una ciudad contemporánea.
Second Son era un título para lucirse, un vanidoso y egocéntrico ejercicio en el que podías dar todo un espectáculo a quienes te estaban viendo o inclusive a ti mismo. Repito, el mayor logro de Second Son fueron las opciones, podías ser Superman, podías ser Pyro y hasta podías ser Quicksilver entre otros superhéroes.
Second Son era un título para lucirse, un vanidoso y egocéntrico ejercicio en el que podías dar todo un espectáculo a quienes te estaban viendo.
Cuando anunciaron que habría un stand-alone para Second Son al igual que inFAMOUS 2 tuvo el breve pero divertidísimo Festival of Blood (que en mi opinión es aún mejor que el segundo juego), de inmediato me entró la duda de si realmente sería una buena idea cambiar de personaje, ya que si bien en ocasiones Abigail mejor conocida como “Fetch” puede ser encantadora, de ninguna manera le llega a los talones al carisma de Delsin Rowe. Es indiscutible que Fetch es un personaje mucho más insípido que Delsin (personaje al que Troy Baker (Booker DeWitt, Joel) dió cara y voz). Los motivos de Fetch se limitan a un secuestro y una venganza de un hermano drogadicto, temas con los cuales esta expansión jamás hace partícipe a quienes lo jugamos y por lo tanto jamás existe simpatía o motivación, al punto donde en ningún momento sentí que las consecuencias de mis acciones serían para mejorar o afectar alguna situación. Todo el tiempo sentí que de tener éxito Fetch simplemente se escaparía de Seattle en un barco, con bolsas llenas de dinero para seguirse drogando con su hermano mientras les alcanzara el dinero lo cual no creo que sea motivación para nadie.
Ajeno al tema de la historia y situación de los personajes, First Light nos queda a deber, que su precio sea de $15 dólares no debería ser justificación ni consuelo para nadie. Fetch cuenta únicamente con un poder (neón) y aún cuando sus opciones en este departamento son más que las que Delsin le robó en Second Son, no deja de sentirse como un mundo parchado para funcionar con un sólo poder cuando realmente está creado para más. Lo anterior llega al punto en que Sucker Punch creyó que sería necesario dejar boosts regados por toda la ciudad para que los jugadores “no se aburran” de navegar por la parte de Seattle disponible en esta “expansión”; contrario a sentirse como un mayor reto por las limitantes, se siente como si uno de los botones de nuestro control no sirviera y lo solucionaramos con un código de GameShark para saltar más alto o causar más daño.
El progreso del juego salta entre dos momentos de la vida de Fetch, en uno jugamos dos años antes de los hechos de Second Son, en la ciudad de Seattle. En el otro jugamos encerrados en la prisión para conduits de Brooke Augustine, lugar en el que el juego se limita a darte una serie de pruebas en las que de manera inexplicable y sin sentido. Fetch decide mostrarle sus poderes a Augustine a cuenta gotas, una especie de tutorial intermitente que en la tercera ocasión comienza a convertirse en algo que el jugador arrastra en lugar de disfrutar.
First Light dura alrededor de cuatro horas de ir de punto A a punto B, matar a un sinfín de enemigos (los primeros son unos cholos que parecieran haber salido de Saint’s Row y posteriormente te enfrentas a enemigos conduits mucho más interesantes), subirte al techo de una camioneta matando todo lo que se pone en tu camino (al más puro estilo inFAMOUS 2) y por último, sniperear para defender a quien secuestró a tu hermano (no, no es broma).
De manera opcional podrás al igual que en Second Son, graffitear las paredes (ahora con Neón), podrás jugar carreritas con unas lucecitas azules llamadas Lumens y también tratar de recolectar otras estáticas al más puro estilo de Crackdown (que en mi opinión es lo más divertido del título). Todo esto te dará puntos para upgradear a Fetch y así tener más poderes.
Todo First Light se siente como en fast forward…
Todo First Light se siente como en fast forward, al punto en que la “expansión” jamás te permite detenerte a disfrutar del playground y sus hermosos visuales a menos que te pongas a tomarle fotos a Fetch tal y como yo lo hice para las imágenes de esta reseña. Cuando todos los inFAMOUS se han sentido como como una mezcla de parkour con súper poderes, First Light se siente como un botón que presionas y el jugador se limita a direccionar sin barrera ni obstáculo, quitándole todo el sentido a cualquier playground que Sucker Punch haya diseñado.
Sin hacer spoilers, al final del título hay una desafortunada sección con tonos de Uncharted que me hacen preguntarme en qué estaban pensando en Sucker Punch al diseñarla y contrario a Second Son donde tus pocas decisiones durante el juego cambiaban el destino del personaje. First Light te forza al final a tomar una decisión sin sentido en la que te limitan a presionar un botón para darte la ilusión de haber decidido o cambiado algo.
Al final del día podemos decir que aunque sí hubo momentos que disfruté ver a Fetch, es una lástima que al parecer todo su alrededor la detenía de ser un personaje que hiciera click con el jugador. Si bien la fuente era bastante repetitiva, mutilar la experiencia original definitivamente no fué la mejor idea. El desarrollo de todo lo que tenga que ver Second Son ha terminado en Sucker Punch y me quedo con un mal sabor de boca al saber que pudo haber existido el equivalente a Festival of Blood para Second Son.
