Los videojuegos son especiales por un montón de razones, sin embargo, podemos decir que el elemento que de verdad los separa de cualquier otra forma de entretenimiento o expresión artística es la interacción directa que tenemos con ellos, la cual, se da por medio de mecánicas de juego, así como por un diseño específico de controles. Este conjunto de cosas es conocido como Jugabilidad o Gameplay, y es el que nos permite comunicarnos directa e íntimamente con cierta obra y de esa manera, hacernos participes activos de cómo es que ésta se va desarrollando. A continuación te presentamos a los nominados y ganador a Mejor Gameplay, sin duda alguna, una de las categorías más importantes de nuestros premios.
Los nominados son…
_ Bloodstained: Ritual of the Night
_ Fire Emblem: Three Houses
_ Sekiro: Shadows Die Twice
_ Death Stranding
_ Star Wars Jedi: Fallen Order
_ Astral Chain
_ Luigi’s Mansion 3
_ Devil May Cry 5
Y el ganador es…
¡Sekiro: Shadows Die Twice!
Hidetaka Miyazaki se ha convertido en uno de los directores más influyentes e importantes de los últimos años, asunto que se ha venido construyendo con el tiempo y con grandísimas obras completamente basadas en un gameplay dinámico y revolucionario que seguirá haciendo eco. A pesar de que muchos consideraban que FromSoftware seguiría la línea de sus Dark Souls por un muy buen rato, se decidió sorprendernos bastante al darle un importante giro con todo lo que representa Sekiro: Shadows Die Twice, juego que bien podría ser considerado como una secuela espiritual de Tenchu pero que en realidad, tiene otros objetivos y prioridades.
Si bien, en un inicio podríamos considerar que solo estamos frente a un Dark Souls con ninjas y samurais, la realidad es que Sekiro: Shadows Die Twice se juega de una forma completamente distinta. Tomando como base la mecánica del esgrima, FromSoftware creó un sistema de combate con espadas como nunca antes lo habíamos visto, el cual, utiliza elementos como la postura y el timing de ataque y defensa para darle vida a una de las jugabilidades más adictivas y divertidas que nos haya tocado experimentar en mucho tiempo. Sumado a lo anterior, tenemos controles precisos increíblemente bien logrados, así como una dificultad retadora, pero en ningún momento es injusta. De nueva cuenta, Miyazaki deja claro que suele estar un paso adelante de cualquiera de sus imitadores, creando un videojuego que ha quedado para la posteridad y que en cuestión de meses, ya comenzó a influenciar trabajos de terceros.
