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XBOX SERIES X
Beethoven & Dinosaur
Annapurna Interactive
09/09/2021
La industria del gaming vive momentos verdaderamente interesantes. Por un lado está toda la revolución que representan nuevos modelos de negocio de suscripción y los llamados free-to-play, y por el otro sigue la forma tradicional de vender videojuegos bastante firme. En medio de toda esta turbulencia está la escena independiente, la cual, luego de su boom en 2005, busca encontrar un estado de madurez mucho más importante. Dicho asunto ha venido en aumento gracias a que una serie de compañías, han decidido concentrar todos sus esfuerzos en buscar y cazar a desarrolladores que estén arrancando para darles todos los recursos necesarios y así, convertir su visión en realidad. Devolver Digital, Team 17 y claro, Annapurna Interactive, son ejemplos de publishers especializados en encontrar a estos grandes Indies para darles una mucho mayor exposición. Como parte de toda esta muy loable práctica, los también publicadores de cosas como What Remains of Edith Finch, Outer Wilds y más recientemente, Twelve Minutes, nos llega The Artful Escape, una impresionante experiencia audiovisual que creemos, te va a encantar.
El ojo de los caza talentos de Annapurna Interactive es sumamente especial. Normalmente apuestan por experiencias sumamente atractivas en la parte de dirección artística y musical, pero no siempre se arriesgan al momento de hablar de mecánicas de juego como tal. The Artful Escape entra perfectamente en este apartado, pues a pesar de ser todo un deleite visual, auditivo y narrativo, poco propone a nivel de mecánicas de juego. Lo interesante aquí es que la poca interacción que tenemos con el mundo que recorremos, es suficiente para transmitir sentimientos e ideas de los propios autores. Los últimos días me he estado rompiendo la cabeza para darle nombre a esta interacción que no es una mecánica de juego tradicional, pero que sí logra hacerte sentir algo -acepto sugerencias para nombrar a este elemento tan moderno del gaming-. La buena noticia acá es que el trabajo de los llamados Beethoven & Dinosaur, logra prácticamente todo lo que se propone.
Los videojuegos para nada son lo que solían ser hace 10, 15 ó 20 años. Los temas que se tratan dentro de estas obras cada vez alcanzan nuevos niveles de profundidad, metiéndose con asuntos de todo tipo que muchas veces, nos definen como seres humanos. Nuestra identidad o personalidad, es uno de los aspectos más complejos con los que nos podemos topar, por lo que verlo ilustrado dentro de un juego, no es algo que se dé de manera cotidiana. En The Artful Escape se hace un importante esfuerzo por contarnos un relato que por momentos podría no parecer tener sentido gracias a la fuerte carga de metáforas y paralelismos que usa, pero que al final, deja un mensaje bastante importante y hasta bonito del cual vale mucho la pena hablar.
En The Artful Escape tomamos el control de Francis Vendetti, joven que habita en el pueblo ficticio de Calypso, Colorado y que se encuentra en un punto bastante complicado de su vida gracias a que su identidad cada vez se siente más difusa. Lo anterior está fuertemente agravado debido a que nuestro protagonista es el sobrino de Johnson Vendetti, famoso músico folclórico que es venerado en su locación y que hace un tiempo pasó a mejor vida. Durante el comienzo de nuestra aventura, nos encontramos en medio del inicio de un festival especial que busca celebrar el 20 aniversario de un exitoso álbum de nuestro tío, y como plato principal, el propio Francis interpretará varios de los éxitos para todos los fanáticos.
Aquí es donde se comienza a presentar el conflicto de toda la trama de The Artful Escape. Francis ama la música pero no es tan asiduo al género que su tío solía interpretar, por lo que a lo largo de su vida, básicamente ha tenido que crear una personalidad alterna que haga juego con el legado de su familia. Por supuesto, este hecho comienza a generar algunos estragos en su estado de ánimo y salud mental en general, hasta que de pronto se topa con una misteriosa mujer llamada Violetta, la cual, justamente pone en entredicho su situación. Por razones que mejor no te revelaré, esa misma noche, el héroe de nuestra historia es visitado por un extraño alinígena que lo invita a ser el acto de apertura de un importante evento que según prometen, te dejará ser quien tu quieres ser. Sin más, Francis acepta e inicia con su aventura cósmica.
A partir de ese momento, el título de Annapurna básicamente se suelta por completo el cabello y se deja ir con todo tipo de alocadas ideas, en donde visitamos una nave repleta de extraterrestres, así como una variedad de alocados planetas en donde tendremos la misión de forjar una personalidad e identidad propia que le permita a Francis finalmente toparse con su verdadero Yo. ¿Te suena alocado todo esto? Me sorprendería si no. Como te contaba hace unos momentos, The Artful Escape utiliza todos estos conceptos de ciencia ficción y fantasía para representar complejos conceptos como el Súper Yo y demás aspectos de la personalidad humana, esto para dar un claro mensaje: “está perfecto que quieras forjar una identidad propia, pero ten cuidado de no perderte en el camino y negar lo que en realidad siempre has sido”. Sí, asunto profundo que podría tomarnos horas de platica para analizarlo por completo.
Lo interesante de cómo es que está escrito el guión de The Artful Escape y que muy probablemente le genere ruido a más de uno, es que por momentos, se siente un poco perdido en la propia ficción que se nos está contando. En más de una ocasión te toparás con hechos que suceden sin mayor explicación ni razón de ser. Seguramente su autor me podía dar una clara explicación de por qué pasa tal o cual cosa, pero te puedo decir que en más de una ocasión me sentí completamente perdido por lo que se me estaba presentando. La buena noticia es que retomar el hilo es bastante sencillo, pero estoy completamente seguro de que en esos espacios en donde me perdí un poco, se quedaron cosas importantes que debí entender. The Artful Escape es un juego tremendamente de autor, al punto de que en ciertas ocasiones, solo el propio autor siento que entiende cuál es el mensaje que se quería dar. La buena noticia es que al final, la propia historia del juego se reencuentra consigo mismo y como ya te lo expresaba, deja un importante mensaje que creo, aplica para cualquier ser humano ligeramente pensante.
Hablar de gameplay en cualquier juego de Annapurna Interactive normalmente puede ser complicado. El publisher suele apostar por experiencias interactivas muy inclinadas por las artes audiovisuales, más que por mecánicas de juego tradicionales. No me mal interpretes, no estoy diciendo que estas obras no puedan ser consideradas videojuegos ni mucho menos. Lo que quiero decir es que sus formas de interacción pueden ser tan pasivas, pero a la vez, tan emotivas, que creo yo, nos hace falta un nuevo término dentro del medio para poder definirlas pues como ya te lo comento, no son mecánicas de juego tradicionales. Piensa en lo que hizo Journey de ThatGameCompany para que entiendas un poco mejor de lo que hablo.
Estas “interacciones artísticas” -por llamarlas de algún modo-, son parte esencial de la experiencia que representa The Artful Escape. ¿Dónde clasificaría a este juego si no tuviera más opción? Pues diría que estamos frente a una especie de platformer 2D con algunos elementos de point and click y de juego de ritmo. Esta supuesta mezcla de géneros que te menciono podría hacerte pensar que en realidad, el juego está repleto de mecánicas de juego, pero la realidad es que no. La mayor parte del tiempo, solo tendrás que hacer que Francis camine de un lado de la pantalla hacia el otro mientras de manera casi automática, todo un show audiovisual se va desplegando frente a tus ojos. Sí, hay momentos en los que tienes que superar algunos obstáculos saltando y tocando tu guitarra para extender la distancia de tu propio salto, pero no mucho más.
La música es parte muy importante de The Artful Escape y justamente, tocar la guitarra eléctrica es probablemente, la mayor interacción que tenemos con el juego. Además de causar que el escenario cambie con nuestros requintos y que nuestro salto sea un poco más largo, habrá momentos en los que ciertos personajes nos presentarán una secuencia que debemos replicar. Esto se reduce a apretar los botones del control de Xbox en cierta sucesión para seguir la melodía. ¿Esto es una mecánica de juego? Creo que podríamos decir que sí, pero es una sumamente sencilla y que en realidad, más bien se traduce en nuestras llamadas “interacciones artísticas” en donde se transmiten diferentes sentimientos a través de nuestros ojos, oídos y claro, dedos por cómo es que estamos siendo participes de la experiencia que es The Artful Escape, lo cual, hace que justamente una mecánica que podría ser simplona y sin chiste, se transforme en una “interacción artística” muy, pero muy disfrutable.
¿Es The Artful Escape un juego divertido? Creo que aquí nos tendríamos con meter con ¿qué quiere decir que un juego sea o no divertido? Si con divertido te refieres a la forma más tradicional de hacer mecánicas de juego, la respuesta sería un rotundo no. Si estás esperando un sofisticado sistema de combate o avanzando diseño de plataformas, aquí no lo vas a encontrar. Así como muchos otros intentos independientes, lo nuevo de Annapurna busca redefinir el término “divertido” dentro del medio, apostando por mis llamadas “interacciones artísticas” -creo que le empiezo a tomar gusto al término- para justamente entretener. Al menos yo, las poco más de cuatro horas que me tomó completar la historia, las disfruté enormemente gracias al buen uso de todos los recursos que el estudio desarrollador tenía a la mano. Repito, no esperes una experiencia tradicional en ningún momento.
Llevar en tu título una palabra como “Artful” puede ser una fuerte responsabilidad que incluso, hasta pretencioso podría sonar. En su traducción más literal podemos colocar a la palabra “Artful” como “Ingenioso” o “Astuto”, pero claramente, Beethoven & Dinosaur echan mano del propio juego de palabras para resaltar la parte del “Art”. Sí, The Artful Escape es juego muy artístico por un montón de razones, varias de las cuales, ya te describí en esta reseña pero ¿qué hay del sentido más literal de lo artístico? Pues bien, creo que es ahí donde la gran mayoría de los esfuerzos del equipo desarrollador se concentraron, pues se nos presenta un verdadero deleite visual y sonoro que me atrevería a decir, son elementos tan buenos que solo por ellos, vale la pena que le des una oportunidad a esta propuesta.
Creo que nos estaríamos quedando cortos al decir que The Artful Escape es un juego colorido. El trabajo de dirección artística es brutalmente bueno y el uso de colores es sumamente destacado. La inspiración que el autor toma de trabajos de directores de cine como Wes Anderson, se ve claramente plasmado en pantalla. Igualmente, diría que mucho del trabajo de arte pop de Andy Warhol fue fuente de inspiración para la creación de este título. Es impresionante saber que una vez más, se hecha mano de Unreal Engine 4 para crear las gráficas de un juego de este tipo, mismas que se ven hechas a mano gracias a la forma tan plana y a la vez, detallada que tiene. De verdad, con cada nuevo escenario, tu quijada tocará el pisto al ver esta auténticas pinturas en movimiento que se nos presentan.
El diseñador principal de The Artful Escape es un sujeto llamado Johnny Galvatron, quien antes de aventurarse en el diseño de videojuegos, tenía una banda medianamente conocida como The Galvatrons, asunto que se ve fuertemente plasmado en el soundtrack del juego. Melodías épicas que parecen salidas de una película de Stanley Kubrick, enmarcarán los preciosos escenarios que recorres, además, encima de estos elementos, tenemos el tema de que casi en cualquier momento, puedes hacer que Francis saque su guitarra y comience a tocar requintos para interactuar con el mundo. Lo interesante es escuchar cómo es que estos sonidos, se van mezclando perfectamente con la música predeterminada que tenemos el fondo para crear una autentica opera espacial digna de una gran concierto. Sí, el sonido de The Artful Escape es simplemente espectacular.
Desgraciadamente, no podemos decir que The Artful Escape sea una experiencia limpia en lo técnico por más hermoso que se vea en 4K corriendo en un Xbox Series X. Por momentos y sin razón aparente, el framerate presenta caídas un tanto dramáticas que sí rompen un poco con la ilusión que se nos está presentando. Por otro lado, habrá momentos en los que la actuación de voz de los personajes se irá por completo en pedazos de diálogos. Es bien extraño que de pronto, un personaje deje de hablar para solo presentar texto, más cuando tenemos un trabajo de actuación de voz tan bien logrado como el de este juego. Esperemos que con un parche estos problemas se puedan arreglar.
Salirse de lo convencional siempre es refrescante, aunque creo, lo debemos tomar con cautela. Me encantan estas aproximaciones tan modernas que Annapurna Interactive suele apoyar, pero creo sigo firme en el que verdadero futuro del medio se encuentra en seguir sofisticando lo que tradicionalmente conocemos como “mecánicas de juego”. Por supuesto, también estaríamos pecando de retrogradas al no reconocer que estas nuevas visiones y formas de diseño también merecen un lugar dentro del medio, pues por más complicado que sea definir, explicar y analizar las “interacciones artísticas” de las que te habló, resulta innegable lo disfrutables que son y el valor de entretenimiento que tienen. The Artful Escape representa todo esto y a pesar de que en efecto, sigue siendo parte de un tipo de juego que no es para todos, logra la mayoría de sus objetivos.
Si en algún punto de esta reseña sentiste empatía por la forma en la que te describo The Artful Escape, lo más probable es que sea una experiencia que definitivamente resonará contigo. También entiendo perfectamente a quien estas maneras tan “vanguardistas” de hacer videojuegos, simplemente no les genera nada. La buena noticia acá es que estamos hablando de un juego que está disponible a través de Game Pass. Sí, Microsoft sigue formando este tipo de alianzas, pues el juego no solo está en el servicio que te menciono, sino que se estás lanzando como una exclusiva en consolas dentro del ecosistema de Xbox, justo como pasó con Twelve Minutes haces unas semanas.