5 razones por las que Mass Effect es tan especial

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La generación pasada de consolas será recordada para siempre, pues en ella, vimos el nacimiento de varias sagas que se convirtieron en todos unos clásicos del medio. El nombre de Mass Effect tiene gran culpa de lo anterior, esto después de habernos entregado una trilogía memorable en todo sentido. Ahora que su nuevo título está tan cerca, nos pareció importante puntuar razones muy concretas por las que creemos, la franquicia de BioWare es sumamente especial.

Un profundo lore

Para muchos, el nombre de Mass Effect representa el pináculo de la ciencia ficción dentro de los videojuegos, incluso se le llega a comparar con cosas como Star Wars y Star Trek. Esto se debe al grandísimo lore y universo creado por BioWare, en donde no sólo tenemos a especies y razas de extraterrestres que lucen sensacionales, sino que cada una cuenta con una rica historia llena de implicaciones sociales, políticas y militares de todo tipo. No cualquiera entiende todo lo que esta franquicia tiene que dar, y gracias a su universo expandido, tenemos un sin fin de material de estudio que ha generado a verdaderos nerds de este maravilloso universo.

Personajes entrañables

De la mano del punto anterior, tenemos que cada una de las entregas de Mass Effect cuenta con un guión sumamente destacado. No importa a qué ser de la Vía Láctea y más allá conozcas, éste siempre tendrá algo interesante qué decirte. Nos cuesta trabajo pensar en una serie de videojuegos que cuente con personajes tan entrañables como los de estas historias y con los que hayamos formado lazos tan importantes. Gracias a todo esto es que cuando por alguna razón, alguno de ellos moría por cualquier circunstancia, genuinamente nos sentíamos mal y resentíamos su perdida a lo largo de toda la aventura.  ¿Recuerdas lo mortificante que fue el final de Mass Effect 2 en el que solo veíamos como caían nuestros compañeros por nuestras decisiones?

Gran sentimiento de exploración

El espacio exterior es el más grande misterio de la humanidad. Como dicen en Star Trek, es la última frontera. Debido a esto, la exploración fuera de nuestro planeta puede ser la cosa más apasionante y hasta mística del mundo. Nos queda claro que en BioWare existe una enorme pasión por lo anterior, pues en Mass Effect se retrató a la perfección el sentimiento de estar descubriendo nuevos mundos que se encuentran a varios años luz de la Tierra. A muchos de nosotros jamás se nos olvidará ese momento en el que luego de un rato de estar explorando la superficie lunar, nuestro bello planeta azul llena el firmamento… simplemente épico.

Sofisticado combate

Antes que cualquier otra cosa, Mass Effect es una serie de videojuegos y como tal, debe de contar con buenas mecánicas de juego. Una de las razones por las que esta franquicia nunca ha sido efímera es que además de contar con un aderezo delicioso, tiene una sustancia que es igual de buena. Conforme cada una de sus entregas fueron saliendo, el sistema de combate de este RPG de acción se fue sofisticando hasta tener un concepto sumamente funcional y muy reconocible. La idea de estar combinando todo tipo de poderes con mecánicas básicas de un shooter en tercera persona muy bien logrado, ha tenido resultados sumamente destacados.

Sistema de decisiones

La ilusión de que nosotros somos los que estamos construyendo nuestra propia historia dentro de un videojuegos es una idea que se ha explorado muchísimas veces dentro del medio, algunas de ellas sin tanto éxito. El tema de tomar una decisión jamás había tenido la fuerza e importancia que vimos en la trilogía de Mass Effect, pues aquí, literalmente cambiábamos el rumbo de las cosas al decidir hacer tal o cual cosa. Lo mejor de todo es que las decisiones que se tomaban en la primera entrega de la serie, afectaban en la tercera si importabas tu save file. Sin lugar a dudas, esto se convirtió en un sello característico de la serie y por supuesto, en un gran tema de conversación entre quienes la disfrutamos.

 

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!