Review – Wonder Boy: The Dragon’s Trap

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Aunque no es una industria tan vieja, en la actualidad una práctica muy común entre los videojuegos es la de volver a publicar títulos que por alguna razón hayan sido aclamados en su plataforma original, o quizá que no tuvieron el impacto que merecieron en su tiempo y merecen una segunda oportunidad. La mayor parte de las veces es el dinero el que mueve este tipo de publicaciones si se considera que quizá no es tan complicado adaptar un juego en lugar de hacer algo completamente nuevo, más en los casos que se trata únicamente de un port en lugar de una remasterización o un remake.

Ya que hemos tocado todos esos términos, suele haber una confusión tremenda entre los que son cada uno de ellos, recordándoles un poco a qué nos referimos con cada una de esas palabras hay que recordar que port es sólo una adaptación de un producto que se lleva prácticamente idéntico a una nueva plataforma, una remasterización respeta en gran medida el trabajo original pero mejora algunos de los elementos del juego para que aproveche la plataforma más potente en que se publica y finalmente el remake sí es prácticamente volver a hacer el juego completamente inspirándose en una obra preexistente.

El caso que revisamos el día de hoy es muy curioso porque se nota que sobre la oportunidad de hacer negocio, el equipo que hizo el remake del clásico de culto Wonder Boy III: Dragon’s Trap proveniente del Sega Master System tuvo la intención de hacer un verdadero tributo al juego. El estudio francés Lizard Cube liderado por Omar Cornut (Tearaway, Dreams, Pixeljunk Shooter) y por Ben Fiquet (animador) se vio completamente comprometido a hacer un producto que reimagina Wonder Boy III en un producto que sorprende por lo bien que luce en la pantalla, sin importar la plataforma en que lo juegues.

Me parece que lo más sorprendente en Wonder Boy: The Dragon’s Trap de Lizard Cube es que transformando por completo los apartados visual y sonoro del clásico es increíblemente fiel al mismo, conservando una jugabilidad idéntica, de manera que por primera vez en uno de estos remakes de juegos clásicos tenemos la sorprendente capacidad de oprimir un botón para pasar en tiempo real al juego clásico en sus gráficos o su audio.

Vamos pues a revisar lo que el juego nos ofrece.

Un clásico sorprendente al momento de su lanzamiento

En 1989 el Sega Master System recibió un juego que fue secuela directa para el juego Wonder Boy in Monsterland, desarrollado por Weston como parte de la serie Wonder Boy de Sega. El juego nos presentó una mezcla entre los juegos de plataforma, los juegos de acción y los RPG único en su época.

Tomas el papel de un chico que luego de enfrentarse a un Mecha-Dragon es transformado en un Lagarto, lo que lo lleva a una aventura en la que tendrá que explorar un mundo abierto en búsqueda de otros dragones.

A lo largo del juego te vas topando con una serie de transformaciones que cambian por completo tus habilidades, mientras que el lagarto arroja bolas de fuego, más adelante te puedes convertir en ratón que escala las paredes o en un anfibio que puede nadar libremente bajo el agua, sólo por poner unos ejemplos de las seis habilidades que tendrás que conocer y dominar para llegar al final del juego. En este sentido el juego tiene una exploración que para los que nunca lo jugaron podríamos decirles que nos puede recordar títulos clásicos como Metroid o The Legend of Zelda, siendo que el factor de las transformaciones le da un toque especial en el que la exploración sin ningún tipo de pista y el uso de las habilidades específicas para progresar se convierten en ese factor que te hace regresar al juego si estás acostumbrado al formato de estos títulos clásicos o que te alejará si lo que buscas es una experiencia más condescendiente.

Wonder Boy: The Dragon’s Trap es un juego difícil en el que su carencia de checkpoints es quizá el factor que más podría llegar a desesperar a usuarios contemporáneos que no están muy acostumbrados a los retos clásicos; el juego parte de un pequeño pueblo al que regresarás siempre que mueras y aunque no pierdes el dinero que has ganado, sí tendrás que volver a pasar todo el largo trecho que habrá entre el punto de partida y el área en la que te encontrabas, por lo que es muy recomendable que compres pociones que te revivan o que te armes con las mejores piezas de equipo que encuentres con vendedores en las tiendas para asegurarte de que no te maten lejos del punto de partida sin haber encontrado al dragón que ibas a cazar y que te otorgaría nuevos poderes.

El remake, un ejemplo de cómo deben tratarse los juegos clásicos

Como mencionaba al inicio, Wonder Boy: Dragon’s Trap es uno de los mejores ejemplo de la manera en que se deben hacer los remakes de juegos clásicos y es que es realmente un homenaje al juego de Sega Master System.

El equipo de Lizard Cube reimaginó cómo se hubiera visto todo ese rico universo y lo plasmó en un remake que incluye bellísimas animaciones hechas a mano, hermosos fondos y un soundtrack inspirado en la obra original de Shinichi Sakamoto pero reimaginado y grabado con instrumentos clásicos.

Eso sí, el remake respeta absolutamente todos los elementos del juego original, incluso algunas dificultades que con el paso de los años se le criticaron a Wonder Boy III en cuanto a su diseño como juego de plataformas y el enfrentamiento a enemigos que una vez que te aprendes su manera de comportarse podrían ser sentirse un poco sencillos de derrotar.

Es tan fiel el remake al juego original que oprimir un botón te permitirá cambiar en tiempo real de los gráficos nuevos a los clásicos y oprimir otro botón te permitirá cambiar la banda sonora o los efectos de sonido de la misma manera, de forma que tengas la oportunidad de combinar esas tres variables para jugar como más te guste.

¿Recuerdas haber guardado tus passwords del clásico original? Pues, podrás utilizarlos también dentro de esta nueva versión de Wonder Boy para que sigas la partida que dejaste incompleta en los noventa o te aproveches de aquellos códigos que te dejaban el personaje con la mejor armadura o mucho dinero para poderlo gastar a tu antojo.

Comentarios Finales, un imperdible para los fans del clásico de Westone

Luego de ver lo bien que luce Wonder Boy: Dragon’s Trap en la pantalla del Switch –o cualquier otra pantalla de la plataforma que elijan–, no podemos más que desear que nuestros clásicos favoritos tuvieran un tratamiento premium como este verdadero homenaje que hizo el equipo de Lizard Cube con el juego clásico de Master System.

¿Es necesario cambiar o mejorar el juego en un remake? Seguro muchos de ustedes podrían hacerse esa pregunta, en el caso de este título se decidió respetar lo bueno y lo malo del clásico dejándolo prácticamente intacto, de manera que habrá quienes pudieran sentir que no envejeció de la mejor manera en cuestión de gameplay y los años le duelen principalmente para los nuevos jugadores que vean en su carencia de checkpoints y pistas de lo que tienes que hacer un error en lugar de un reto. En este caso, a mi no me afectó toparme con un juego idéntico al clásico en su jugabilidad que se conserva incluso en su formato modernizado, pero podría advertir a nuevos jugadores que no encontrarán en este paquete más que el juego de 1989 con todas sus ventajas y debilidades.

Definitivamente es un juego que podemos recomendar de forma amplia y no nos queda más que ver lo que seguirá para Lizard Cube pues con este remake nos conquistaron sus bellísimas animaciones y música .

¿Quieres saber más de la historia de Wonder Boy y en específico del clásico Wonder Boy III: The Dragon’s Trap? Entonces no te puedes perder nuestro episodio de Atomix Legacy en el que revisitamos varios títulos de esta serie de Sega, incluyendo el del que hoy reseñamos su remake.

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Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg