Los mejores jefes de The Legend of Zelda

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Los elementos que hacen a The Legend of Zelda una de las series de videojuegos más importantes de todos los tiempos son por demás variados. Cosas como un refinado gameplay, puzzles que nos volaron la mente y música memorable, hacen que cada vez que recordemos alguna de estas aventuras, nuestra piel se ponga de gallina. Además de todo lo anterior, existen puntos muy específicos que le dan sabor a la franquicia estrella de Nintendo, como por ejemplo, los épicos enfrentamientos que hemos tenido con los distintos jefes de calabozos y templos.

Desde dinosaurios y monstruos que son decenas de veces más grandes que Link, hasta locas creaciones que parecen haber sido sacadas del mismísimo infierno, cada uno de los choques con estos enemigos especiales se ha grabado en nuestra memoria para siempre. Ahora que la fiebre por The Legend of Zelda está a todo lo que da, nos pareció un más que excelente momento para recordar a los jefes que más nos han impactado a lo largo de todos los juegos de dicha saga. Te comentamos que los de Breath of the Wild fueron puestos de lado para evitar los famosos spoilers. Y también evitamos poner a Ganon,


Dodongo (The Legend of Zelda)

Como muchos juegos de Nintendo los enemigos a los que se enfrenta el protagonista regresan una y otra vez con cada entrega. En el caso de los Dodongos estos han aparecido varias veces a lo largo de la serie. Y uno de los jefes más emblemáticos del primer juego es justamente este monstruo-dinosaurio que podía ser derrotado con nuestras bombas. ¿Recuerdan cuando volvió en Ocarina of Time?

Link’s Shadow (The Adventure of Link)

Muchos están acostumbrados a pensar en enemigos colosales cuando recuerdan algún jefe de The Legend of Zelda. Éste es justo lo contrario; se trata de la reflexión oscura del protagonista que pelea con sus mismos movimientos y puede llegar a convertirse en un verdadero dolor de cabeza. De algún modo representaba la última prueba del héroe que se enfrenta a sí mismo.

Facade (Link’s Awakening)

Hay varios jefes entrañables en la primera aventura de Link en una consola portátil. Pero nuestro favorito es Facade, aquel rostro que aparecía sobre el suelo y arrojaba objetos al protagonista. De hecho más de uno lo recuerda con cierto temor. Y la pelea no era nada sencilla, teníamos que estar esquivando todo lo que nos arrojaba. Sin duda un jefe distinto a los que habíamos podido conocer hasta ese entonces.

Trinexx (A Link to the Past)

Elegir al mejor jefe del maravilloso The Legend of Zelda: A Link to the Past, fue una tarea sumamente complicada, pero por su complejidad y épico diseño, nos tuvimos que quedar con el guardián de Turtle Rock. Para estas alturas del juego, muchos considerábamos que ya lo habíamos visto todo y que estábamos listos para cualquier reto que el título nos lanzara, sin embargo, el famoso Trinexx nos puso en nuestro lugar. Seguramente recuerdas lo complicado que era estar cambiando entre el Ice y Fire Rod para dañar a dos de sus tres cabezas. Verlo caer ante nuestros pies es uno de los momentos más épicos de toda la historia de esta serie.

Bongo Bongo (Ocarina of Time)

La saga de Zelda tiene jefes extraños y Bongo Bongo. El enemigo final del Shadow Temple es un espíritu oscuro con manos sin miembros y un ojo  de color rojo. Entre todos los villanos de Ocarina of Time es el que más resistencia tiene por lo que muchos lo recuerdan como el más difícil. A muchos les tomó mucho tiempo descubrir que necesitábamos usar los Lens of Truth para encontrarlo pero luchar sobre un tambor le agregaba una complicación más.

Majora Mask (Majora’s Mask)

Si hablamos de villanos retorcidos la Máscara de Majora se distingue por ser la maldad en su versión más pura e irracional. Sus dos versiones posteriores se iban haciendo cada vez más extrañas y difíciles de derrotar. Al final bastaba ir bien equipado con flechas de luz para resolver los problemas y trabar al jefe, aunque en caso de no usarlas el duelo contra la versión definitiva podría ser verdaderamente molesta.

Manhandla (Oracle of Seasons)

Este gran villano-planta lleva apareciendo en la serie de Zelda desde la primera entrega. ¿Por qué la elegimos hasta la versión de Oracle of Seasons? Quizá por la combinación visual y del escenario. El manual japonés del primer Zelda decía que era una “Piranha Plant”, así es, la planta icónica de Super Mario Bros. y es aquí cuando por fin le encontramos parecido. Por lo demás, pelear en la arena era bastante complicado.

Vaati (Four Swords)

La incursión de Zelda al multijugador llegó para portátiles. E introdujo un nuevo villano: Vaati. Si recuerdan el primer Four Swords sabrán que es un juego más bien corto y su mejor jefe posiblemente era el final en donde necesitábamos tener el timing más preciso al momento de atacarlo con nuestras bombas. Posteriormente el trabajo en equipo se volvía fundamental al momento de tener que rebotar sus ataques hasta sellarlo por fin. Posteriormente volvió con mecánicas de combate similares por lo que dejamos su primera aparición como la más emblemática.

Helmaroc King (The Wind Waker)

Los momentos épicos de The Legend of Zelda: The Wind Waker son incontables. Esta obra maestra de Eiji Aonuma es una de las páginas más doradas en toda la historia del gaming. Hablando de jefes, tenemos que decir que uno de los más impresionantes fue Helmaroc King, ese pájaro gigante que vimos desde el inicio de nuestra aventura y que de alguna manera, sabíamos que lo enfrentaríamos en algún momento. Cuando ese punto llegó en la parte más alta de Forsaken Fortress, nuestros corazones se aceleraron como pocas veces lo han hecho. Usar el martillo de calavera para destruir su máscara, es uno de los sentimientos más placenteros que hemos tenido en un Zelda.

Stallord (Twilight Princess)

La serie de Zelda nos ha acostumbrado a que el item que obtenemos durante el dungeon es el que nos ayudará a enfrentar al jefe en cuestión. Si ustedes recuerdan a Arbiter’s Grounds posiblemente les venga a la mente el Spinner/Aerodisco, aquel trompo/patineta bastante cool pero que tristemente no fue muy utilizado después de aquel nivel y de aquella batalla. En cuanto al duelo éste se dividía en dos, primero intentando romperle la columna y luego luchando contra su cabeza a toda velocidad mientras íbamos saltando entre rieles. Uno de los combates más vertiginosos que recordamos.

Dharkstare (A Link Between Worlds)

The Legend of Zelda: A Link Between Worlds es uno de los grandes de la franquicia que por alguna extraña razón, muy pocos disfrutaron. Una de sus características además de servir como secuela directa a A Link to the Past tenía que ver con después de superar su primera mitad, se nos daba completa libertad de completar sus calabozos en el orden en el que quisiéramos. El Ice Temple es uno de los que recordamos con más cariño y odio a la vez, pues su intrincado diseño lo convirtieron en todo un reto. Para rematar lo anterior, nos tuvimos que medir con el temido Dharkstare, monstruo congelado que era todo un problema, pues se encontraba sobre una plataforma resbalosa de la que te podías caer fácilmente.

Koloktos (Skyward Sword)

Sabemos muy bien que The Legend of Zelda: Skyward Sword es un juego que pecó de siempre llevarnos de la mano de contar con un mundo que no era interesante de explorar, sin embargo, lo elaborados que eran sus puzzles y lo bien logradas de sus mecánicas, lo convirtieron en un juego muy digno de Link y compañía. La Ancient Cistern es un de los templos que siempre se recordarán en la historia de Zelda gracias a su más que loco diseño, el cual, se vio coronado por Koloktos, jefe al que nunca olvidaremos. Usar el látigo para desmembrar a esta especie de estatua con espadas, era una de las cosas más disfrutables del mundo ¿recuerdas que por alguna razón tenía voz de niño?