Feature – Recordando los 30 años de Final Fantasy

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Imaginen la situación. Eres un desarrollador japonés de una empresa llamada Square y tu último juego (uno de carreras) no pegó para nada en Japón. Al estudio solo le queda dinero para realizar un solo título y todo recae en tí. ¿Qué hacer para poder irte con la frente en alto?  Eso fue lo que le ocurrió a Hironobu Sakaguchi, un programador de Square quién pensando que este sería su último juego se atrevió a llamarlo Final Fantasy, su fantasía final.

Inspirándose en un juego que en aquellos tiempos era un éxito, Dragon Quest, Sakaguchi decidió mejorar la fórmula dando una historia profunda y gráficamente, veríamos a nuestros personajes atacar a los enemigos. El futuro había llegado y Final Fantasy fue todo un éxito de ventas, haciendo que Square obtuviera dinero para sobrevivir y seguir haciendo títulos

Esa es la historia de como Final Fantasy surgió, vino a agregar algo más al género del RPG (que en aquel entonces era dominado por Dragon Quest de Enix) y puso en la mira al pequeño estudio que con un solo juego habían logrado hacer una gran diferencia. Desde entonces, Final Fantasy nos ha brindado una gran cantidad de títulos, continuaciones y spin-offs que enmarcar aquí sería kilométrico. Pero es verdad que nos ha ofrecido joyas increíbles durante el paso del tiempo. Es por eso que les voy a platicar un poco más de los mejores juegos de Final Fantasy y qué los hace tan especiales.

Antes de empezar, les aclaro que usaré la numeración de Japón, ya que antes Final Fantasy VI era para nosotros en nuestro continente Final Fantasy 3 y se hizo todo un relajo. Además, creo que la mayoría conoce a los juegos por esta numeración.

Cegado por la luz

Los primeros títulos de Final Fantasy siempre trataban una situación que involucraba unos cristales elementales que existían en el mundo y cómo se perdía el balance gracias a la destrucción o robo de alguno de estos (normalmente, el cristal del viento). El destino seleccionaba a los que serían los guerreros de la luz, que volverían a traer de vuelta la paz y el orden al mundo. Así, los primeros dos títulos no tenían personajes con nombres, nosotros les dábamos uno y no tenían una historia desarrollada. Desde el principio, la revolución sucedió cuando por fin podíamos ver cómo eran nuestros personajes en pantalla y sobre todo, cómo atacaban o lanzaban poderes mágicos, diferenciándolo de Dragon Quest en donde todo era a base de texto y poco movimiento, además de que solo veíamos a nuestro personaje cuando estábamos fuera de batalla.

Con cada entrega, la historia se hacía un poco más compleja. Cada FF no tenía que ver uno con el otro, pero compartían similitudes en nombres de armas y objetos, además de que no ocurrían en el mismo mundo, haciendo que cada juego fuera una historia distinta que se podía disfrutar sin necesidad de haber jugado los anteriores títulos de la saga. Los 3 primeros juegos de Final Fantasy habían sido un éxito en Japón y para la NES. Cada título era musicalizado por Nobuo Uematsu, que dotaba a cada entrega con una calidad musical sin precedentes, además de agregar melodías que serían clásicas para cada juego pero con variantes, como la música clásica que sale en cada ending de Final Fantasy o la fanfarria de victoria después de cada batalla.

Mis manos

Los siguientes tres juegos aparecieron en SNES, llevando los gráficos a un nuevo nivel y mejorando con cada entrega, además de entregarnos historias un poco más maduras, tristes y hasta con toques de crueldad que nos hacían realmente querer ayudar a las personas de los reinos, o nos veíamos envueltos en la caída de un extraño meteorito y la ruptura del cristal del viento. O peor aún: un mundo dominado por un imperio y en donde la magia dejó de existir. Eran historias que cada vez comenzaban a tener más y más peso sus personajes, sus motivaciones y su misma existencia. Creábamos vínculos con ellos y nos ofrecieron momentos inolvidables en nuestros corazones.

Uno de esos momentos épicos por ejemplo, es cuando en Final Fantasy VI tenemos que ayudar a Celes en la opera. Era una secuencia increíble que parecía tener voces en los cantos y que además nos contaban otra historia dentro de la misma historia. La música, el ramo de flores, y todo lo que hay en esa parte del juego, lo han transformado en la favorita de muchos fans de antaño. También ese mismo juego, tenía una cantidad muy grande de personajes principales (algunos tenías que encontrarlos o buscar la manera de que aparecieran) pero no estaban de relleno: cada uno tenía su propia motivación para seguir en la batalla. También nos dió a uno de los mejores malos de la franquicia: Kefka, quién disfrutaba tanto ver a la gente sufrir y morir, que envenena el río de un pueblo solo por pura diversión.

Los tiempos estaban cambiando y la franquicia principal de Final Fantasy seguía su camino. En Game Boy tuvimos los juegos de Final Fantasy Legends, que como dato, eran las versiones de Seiken Densetsu (mejor conocido como Legend of Mana). El Nintendo 64 había aparecido y con él, rumores de un nuevo Final Fantasy en 3D. Recuerdo que las revistas comenzaban a publicar imágenes de como serían los personajes y Final Fantasy 64 se estaba volviendo una realidad.

Melodías de la vida

Hay muchas leyendas. Unos dicen que fue un descontento entre los jefes de Nintendo y Square, otros más dicen que no les alcanzó el espacio en cartuchos y otros que Sony pagó mucho dinero para que la franquicia estrenará en su consola. Cualquiera que haya sido el caso, Final Fantasy VII llegó a PlayStation en 3 flamantes CD´s. Los modelos de los personajes eran increíbles (más al verlos en una batalla) junto con la música, la historia y los protagonistas. Todo estaba finamente realizado para  ser un éxito en la consola. Y así sucedió, Final Fantasy VII se convertiría en un éxito en ventas de inmediato y fue el primer Final Fantasy para muchos que apenas comenzaban a conocer las consolas por medio de PlayStation. Las materias, la muerte de una de las protagonistas, el poderoso Sephirot (de donde nuestro valedor el Hardcore Gamer sacó su alias). Las invocaciones y la batalla final era sorprendente. Después (o antes) podíamos pelear contra los poderosos Weapons ¿Alguno de ustedes logró vencerlos?

Después vendría Final Fantasy VIII, el cual nos presentaba un intro que a muchos nos sigue emocionando y un cambio gráfico muy notorio: Mientras en FFVII los modelos cambiaban entre pequeños o chibi mientras estabas en el mundo y adultos en las batallas, FFVIII mantuvo su estilo de personajes adultos todo el tiempo, cosa que a los fans les encantó. Teníamos una nueva forma de adquirir magias, por medio del comando Draw y teníamos a la mano el complejo sistema Junction, el cual, si lo sabíamos utilizar bien y teníamos las magias necesarias, podíamos volvernos más fuertes. El juego nos dejaba pelear contra enemigos muy poderosos. Omega Weapon apareció como el reto perfecto para aquellos que eran hábiles con el Junction. Los Limit Breaks también se volvieron más elaborados y la batalla final contra Ultimecia era algo gratificante (si es que llegabas hasta su última transformación). Para muchos FFVII y FFVIII fueron y son los juegos de Final Fantasy definitivos y que mucha gente conoce un poco más que los demás por el éxito en nuestro país, pero vendría el PlayStation 2 estaba a la vuelta de la esquina y era momento de decir adiós a la franquicia de Final Fantasy en PlayStation One.

Final Fantasy IX salió al mercado haciendo una especie de tributo a todos los títulos anteriores de la franquicia. Desde el regreso de los Jobs, hasta los gráficos que eran una combinación entre los modelos adultos y chibis, como haciendo tributo de los primeros juegos en donde los gráficos se veían así. La historia es casi en su totalidad, una de amor entre el actor/ ladrón / secuestrador Zidane (conocido en las versiones españolas como Yitan, para evitar conflictos con el jugador de fútbol). El juego era una gran aventura en la cual iríamos conociendo más a fondo las motivaciones de los personajes y terminaríamos encariñándonos con ellos. El juego era una carta de amor a los fans de Square Enix y la canción de salida, Melodies of Life, sigue haciendo llorar a muchas personas que jugaron el juego.

Ojos en mí

A raíz del éxito de los juegos, Square Enix decide hacer una película totalmente hecha en CGI (que en aquellos tiempos, hacer algo así y que se viera tan bien, era toda una proeza) y mientras se encontraban en producción y estreno, en PlayStation 2 saldría uno de los Final Fantasy que lo cambiaría todo: Final Fantasy X (diez, no equis). Cuando se comenzaron a revelar los trailers, no podíamos creer lo que veíamos: los gráficos sobrepasaban lo que habíamos visto en PlayStation 1. Podíamos ver los sentimientos de los personajes en su rostro, pero además ¡Tenía voces! Algo bueno estaba a punto de pasar con un juego así dirigido por Hironobu Sakaguchi (que no paraba en ideas) y Nobuo Uematsu quién componía toda la música del juego.

Final Fantasy X fue un éxito. Toda la producción con la que contaba era espectacular, elevando los límites de producción del juego. Es verdad que algunas cosas se cambiaron y otras dejaron de existir (como los niveles en los personajes) pero en general el título gozó de una buena aceptación por parte de la crítica y de los jugadores a nivel general. Mientras esto ocurría, la película de Final Fantasy ya había salido y no fue el éxito que Square esperaba. Esto provocó la salida de Hironobu Sakaguchi de Square y de Nobuo Uematsu de la compañía. La fantasía parecía haber terminado.

Supimos después que Final Fantasy XI sería el primer juego de la franquicia en ser Online. Por otro lado, el proyecto de Final Fantasy X-2 se comenzaba a cocinar. Esta sería la primera continuación directa de algún título de Final Fantasy. La idea era interesante, sin embargo el juego no estaba tan bien pulido como el X lo que provocó las quejas de los fans. Sin embargo, nunca terminó de agradar tanto a la gente. Final Fantasy XI por otro lado, comenzó a hacerse de fans alrededor del mundo y siguió su propio camino. Tiempo después apareció Final Fantasy XII, el cual vino a combinar un poco el sistema de combate que habíamos visto en los juegos online con mecánicas propias de la franquicia. Era el primer juego de Final Fantasy sin Sakaguchi y Uematsu. Se sentía diferente, pero era un cambio que ayudó a que el juego fuera bien valorado y uno de los Final Fantasy más buscados del PlayStation 2 con el cual, se despedirán de la consola. para dar paso al PS3.

1000 palabras

Final Fantasy XIII había llegado y se había transformado en el Final Fantasy para una nueva generación. La batuta prácticamente había sido pasada a Tetsuya Nomura (que desde Final 5 o 6 había estado ayudando y conociendo la franquicia) y que además había tenido muy buenos números con Kingdom Hearts.

Así, Final Fantasy XIII nos presentó una nueva historia, una protagonista única y momentos asombrosos en el juego. Se tuvo tanta fama con el juego que tuvieron dos entregas más al igual que ocurrió con Final Fantasy X teniendo XIII-2 y XIII-3. También durante este tiempo, apareció Final Fantasy XIV que también sería en linea y que hasta la fecha sigue vigente.

Final Fantasy XV en un principio iba a ser parte de Final Fantasy XIII, sin embargo se decidió al final que el juego fuera la décimo quinta entrega de la franquicia y fue recibido con muy buenas críticas por su cambio de juego a un mundo abierto y un sistema de peleas que se ha ido puliendo con el tiempo gracias a actualizaciones. Además de tener una historia bastante buena que ha hecho llorar a más de uno. Y a pesar de que Nomura no estuvo involucrado en el proceso final del juego (le tocó a Hajime Tabata terminarlo), los cambios que se le hicieron de último minuto parece que fueron ideales y hasta la fecha, seguimos recibiendo contenido adicional para el juego, lo cual hace que el tiempo de juego se extienda mucho más de lo planeado.

No estás solo

Hemos hablado de los juegos principales, pero hay muchos otros que podemos mencionar como los que han aparecido en celulares, que a pesar de no ser tan buenos como los de consolas (exceptuando el increíble Final Fantasy Dimensions) vale la pena que les des un vistazo. Incluso los que han aparecido para consolas portátiles como los de los juegos de Game Boy con Final Fantasy Legends o la serie Dissidia en PSP (y pronto otras entregas en distintas consolas).

Final Fantasy está lejos de tener un “final” y mientras los juegos sigan saliendo, no importa en la consola o dispositivo que sea, nosotros seguiremos soñando con las aventuras que nos entregan.