PS4, SWITCH, PC
PS4
Safari Games
SNK
16/11/2013
Es innegable. The King of Fighters XIII fue un parteaguas para esta serie de peleas donde se reúnen los personajes estelares de SNK en el género. No sólo se trató de una edición de la saga que terminó el arco argumental de Ash Crimson, sino que además coincidió con el boom de los fighting games competitivos y su consagración como deporte electrónico. Además, esas grandes batallas se dieron con un gameplay renovado, gráficos que tomaron la estafeta de una entrega anterior adelantada a su tiempo y una experiencia competitiva que rompió el molde, dejando combates para la posteridad.
Cierto, se le acusa a la comunidad de The King of Fighters de no dejar atrás los títulos de antaño. The King of Fighters 98 y, sobre todo, 2002 siguen siendo esenciales. Tanto o hasta más jugados aún que las entregas recientes. Sin embargo, SNK no deja de lado a esa fanaticada que aún sigue echando la reta en dichos títulos o que compite a su alrededor, buscando replicar o maximizar la experiencia en remasterizaciones o ports especiales. Incluso la versión 97, aclamada más por su cierre narrativo en la saga de Orochi que por su gameplay, ya recibió este tratamiento.
¿Qué novedades ofrece esta revisión en The King of Fighters XIII: Global Match? ¿Qué motivación puede tener un fan de antaño o un explorador de la saga? Estamos por verlo, aunque debemos entender qué hizo valioso el título original y cómo se puede refrescar una experiencia de juego ya más que celebrada.
La franquicia KOF, en 2010, no se encontró en su mejor momento. Es verdad que el lanzamiento de Street Fighter IV despertó de su letargo al género de peleas, motivando lanzamientos posteriores de diversas series que revitalizarían la competencia. Sin embargo, fuera de América Latina y Asia, la saga había perdido aliento y popularidad. No ayudo mucho que su entrega XII, un experimento visual, no estuviera a la altura como experiencia de juego.
SNK, entonces aún parte de Playmore, aprendió de sus errores. No sólo pulió los bellos sprites en dos dimensiones que son, hasta hoy, lo más avanzado que el género ha entregado en dicho estilo visual. Sino que también se trabajo en expandir de forma importante el róster de personajes y, lo más relevante, el apartado jugable se hizo mucho más dinámico e intenso.
¿El resultado? Un juego que, como espectador y como jugador, apasiona. Verás, The King of Fighters como serie ya es una saga de gameplay relativamente profundo. Hay varios tipos de saltos: saltos regulares, saltos cortos, así como versiones, digamos, potenciadas de ambos. A eso hay que añadir giros para esquivar. Este tipo de movimientos ayudan mucho a enriquecer la movilidad, así como a establecer la distancia más adecuada respecto a tu oponente.
Suma a esto a que cuentas con diversas variedades de habilidades. Desde los poderes especiales, que llenan la barra de poder, a los súper especiales que te gastan un nivel de la misma. Incluye, ahora, las versiones EX de los especiales regulares (con mayor velocidad y daño generado), así como los vistosos y destructivos NEO MAX que te cuestan de dos a tres barras. Añade las posibilidades del medidor Hyper Drive (HD), el cual al activarse facilita encadenar movimientos al cancelarlos, al tiempo que reduce el costo para los ataques NEO MAX.
Sí, parece a este punto que es mucho por comprender para una experiencia óptima. No te culpamos si la curva de aprendizaje te parece escarpada, pues incluso para ciertas escenas de los fighting games así resulta. Sin embargo, aún no acabamos: el juego tradicional involucra a equipos de tres contra tres, por orden. Por lo tanto, no sólo te empuja a dominar los movimientos de tres personajes, sino a conocer contra qué oponentes tienen fortalezas o debilidades e, incluso, si conviene empezar o cerrar el combate con algún peleador en particular. Es una experiencia muy rica cuando tienes ya noción de sus posibilidades, aunque para ello se necesitan recorrer muchos rounds.
La Global Match no sólo respeta estas posibilidades. Sino que ha dejado intacto el juego como lo dejó SNK al final de su ciclo de desarrollo. Los mismos balances y las mismas mañas. Kim sigue siendo un demonio, así como Takuma. Aún puedes ir a buscar ponerte la capa de héroe nacional con Clark y mover a Iori al infame ritmo de la cumbia de las rekkas. Esto tiene un fin: recrear la experiencia de origen. Sí, para muchos este detalle puede ser positivo o negativo, pero recordemos que ya tiene una fanaticada bien establecida que lo que menos quiere es justamente verse obligada a adaptarse a una nueva jugabilidad después de tantos años.
Esta entrega, por lo que puedes notar, empuja a un juego técnico y, sobre todo, muy ofensivo. No es raro encontrar que un peleador arrincone a su oponente en una serie larga de ataques, buscando la apertura de la guardia (o romperla al agotar su medidor) para generar un daño extenso. Dicho enfoque ha sido apreciado por los veteranos y seguramente será del agrado de quienes sean recién llegados al título.
El juego tiene un elenco extenso. 10 equipos y tres personajes individuales (dos ocultos) que dan como resultado 33 peleadores, cada uno con su propio set de habilidades. A esto añade las versiones alternativas de Iori (con flamas), Kyo (versión 2000) y Takuma (Mr. Karate), quienes cuentan con movimientos bastante diferentes a sus encarnaciones regulares. Vale la pena recordar estos últimos eran DLC y que, si bien es un buen gesto su inclusión, es algo de esperar en este tipo de relanzamientos.
Los juegos más importantes del fighting están en manos de empresas japonesas. Sin embargo, estos desarrolladores están acostumbrados a trabajar de forma muy diferente al resto del mundo. El netcode no es la excepción. Originalmente implementan el código conocido como delay based, el cual busca nivelar los retrasos en los inputs. Funciona muy bien con las conexiones en Japón, así como en distancias más cortas entre jugadores. Pero cuando el duelo es entre jugadores muy alejados entre sí o con conexiones irregulares la cosa se complica enormemente.
Antes de la pandemia este tema no era tan relevante, con los torneos y las experiencias competitivas enfocándose en la modalidad presencial. Sin embargo, el aislamiento por el COVID-19 y los esfuerzos por mantener la escena de torneos online exhibieron las complicaciones que brindaba el delay based netcode. Al punto de que, en una mesa redonda, los principales creativos nipones de estos juegos se vieron obligados a admitir que no estaban acostumbrados a trabajar de otra manera.
A raíz de esto diversos juegos trabajaron en ofrecer rollback netcode, un código de red basado en la predicción de inputs y que funciona mejor con conexiones inestables. Otros más al menos asumieron ese compromiso. Bueno, pues esto es lo que representa casi enteramente Global Match: la implementación de esta función.
Safari Games se encargo de realizar un port a PlayStation 4 y Nintendo Switch. La misión era, básicamente, recuperar la experiencia original de juego y entregar una vivencia estable en lo que a juego online se refiere, refrescando el ciclo de vida de un título cuyo estreno original fue hace casi quince años. Bueno, lograron sus objetivos principales.
De entrada se incluyeron nuevos lobbies, los cuales permiten hasta nueve jugadores simultáneos para realizar retas y combates dependiendo de la necesidad de los jugadores. Sumado a esto se suma un modo espectador más intuitivo, algo crucial cuando quieres transmitir por Twitch un torneo o una sesión de juego en línea. Estas adiciones, por supuesto, corresponden con las principales exigencias de la comunidad.
El netcode incluso cuenta con un menú a través del cual se puede calibrar, al definir cuántos cuadros por segundo considera el código como retraso para activarse. Así se puede aplicar para funcionar de manera más adecuada dependiendo de las necesidades del jugador en cuanto a su conexión refiere.
¿Y la experiencia de juego? Bueno, nos encontramos con bastante tiempo en hallar rivales. El título ya tiene un tiempo en el mercado, así que su furor de inmediatez ya no está presente. Sin embargo, al encontrar oponentes el juego era bastante responsivo, con pantallas de carga reducidas. Los obstáculos para un juego fluido fueron nulos, lo cual seguramente será del agrado de aquellos que buscar revivir tiempos míticos echando la reta o buscar la corona en una competencia con aquellos rivales que se encuentran lejos.
Esto, por supuesto, representa el primer contra de dicha edición: fuera de esta modalidad con novedades, no hay más adiciones de peso en este port. La jugabilidad y los modos son los mismos, así como la experiencia de juego competitiva. Si no estás interesado en recrear o experimentar el mismo juego de 2010, aunque en otra consola y con posibilidades renovadas de desafío online, es claro que el presente paquete no es para ti.
The King of Fighters XIII ya era robusto en sus modalidades, así como en sus posibilidades, por lo que Global Match entrega esta profundidad. De entrada, cuenta con un modo de historia que en su momento fue revolucionario para la serie. No se trata de la jugabilidad arcade en la cual los duelos cuentan una historia, sino de una novela visual bastante rica en contenido que además te deja explorar el camino de diversos participantes en la trama y el torneo. Obviamente, fuera de los momentos en donde hay enfrentamiento, no cuentas con diálogos de los personajes. Aunque esto no limita lo mucho por conocer.
El modo arcade te permite jugar de modo tradicional, enfrentando un combate tras otro para encarar a nuevos rivales y avanzar en una trama particular. Esto sumado a varios retos dentro de cada round, así como el desafío para alcanzar un mínimo de puntaje que te permita descubrir el verdadero final. Hemos de decir que, al igual que en la versión original, la inteligencia artificial es menos desafiante de lo que acostumbra SNK en sus juegos, así que no nos sorprendería que te vieras en el interés de aumentar la dificultad en las opciones. En tanto, el versus es un combate local que puede ser en equipo o hasta de uno contra uno.
¿Se te está complicando la dificultad del gameplay? Puedes ir al tutorial, una extensa serie de consejos que te enseñará a manejar lo básico e incluso algunos aspectos avanzados del juego. Si sientes que ya dominas a tus personajes, puedes completar los desafíos que presenta el juego en dicho modo. Muchos de ellos un auténtico reto incluso para aquellos quienes han hecho de la serie y de los juegos de pelea su modo de vida.
Si no te basta, puedes personalizar la paleta de colores en los sprites de los personajes o desbloquear elementos artísticos del desarrollo en el título en una galería. Vaya, hay mucho por jugar si terminas atrapado por lo que este torneo del Rey de los Peleadores tiene para ofrecer.
Sí, The King of Fighters XIII de origen ya era un gran juego. Se respetó esa calidad y se entregó intacta en esta entrega. Por eso la actual versión tiene un puntaje relativamente alto: se juega muy bien, presenta un reto profundo y su contenido es extenso para lo que el género es incluso en la actualidad. Se ve bellísimo e incluso la música no deja de ser tan especial como lo ha sido siempre en la franquicia.
El netcode funciona muy bien, aunque recomendamos ya tener amigos interesados en el juego porque tarda un poco en hallar rivales. Los lobbies añadidos representan una mejora importante a dicha experiencia en línea y su desarollo es casi prístino. Por lo que, lo más probable, es que jugar en línea no te represente problemas.
¿Qué podría quitarle puntos? La falta de novedades. No hay más personajes, no hay rebalanceo, no hay nuevos escenarios más allá de los que fueron adicionales en su momento. Las versiones adicionales de personaje que fueron DLC están presentes pero, como mencionamos arriba, es más parte de lo mínimo que se espera y no necesariamente un punto a resaltar.
The King of Fighters XIII: Global Match es un buen port de un juego, con el cual puedes entrenar para emular las hazañas de BALA, Violent Kain, Huevo, Romance, Khanibalito, Tokido, XiaoHai o MadKOF. Es un título que aún tiene su nicho competitivo y, por tanto, en esta entrega aquello que esos jugadores exigieron en un momento complicado. Aunque, por desgracia, no más que eso. Está en tus manos decidir si lo necesita.