La industria vive momentos verdaderamente interesantes y hasta extraños, los cuales, complican hacer cualquier lectura de lo que podría ser su futuro. Por un lado, tuvimos a Google finalmente lanzado a Stadia en medio de bastantes problemas y por el otro, está Microsoft y su Xbox Games Pass que gracias a sus actuales políticas totalmente pro usuario, nos tienen en medio de una especie de Luna de Miel de la que muchos no quieren despertar, pero ¿es sostenible que por una suscripción tan barata estemos recibiendo tanto contenido incluidos estrenos AAA de la marca? ¿de qué manera se podrían ver afectados los desarrolladores? ¿qué tan efímero se podría volver el consumidor al poder cambiar de juego fácilmente sin perder nada?
Actualmente es posible comprar tres meses de suscripción a Xbox Game Pass por la ridícula cantidad de $10 pesos mexicanos, es decir, alrededor de 50 centavos de dólar estadounidense. Por supuesto, dicho precio es algo completamente simbólico, pues más bien se nos está dando una extensa prueba gratuita para probar el servicio. Sí, por ese precio, puedes tener acceso a grandísimos juegos recientemente lanzados como The Outer Worlds, Gears 5, Rage 2 o a la Master Chief Collection. Claro que si el periodo termina y no renuevas la suscripción, no podrás seguir gozando de estos juegos por más que estén descargados en tu Xbox One o PC.
Con más de 200 juegos disponibles actualmente, la verdad es que Xbox Game Pass sí se ha convertido en este servicio de “Come todo lo que puedas” y al cual, se ve muy complicado que alguien le pueda competir, pero ¿cómo es posible que se nos estén dando tantos juegos por tan poco dinero? Aquí hay dos vertientes posibles que podemos inferir, y digo inferir porque cuando he tenido la oportunidad de charlar con representantes de Xbox, son muy reservados al momento de hablar del modelo de negocios que se está siguiendo. El primero y más probable es el subsidio. Prácticamente desde que Xbox nació como marca a inicios de la década pasada, Microsoft ha estado perdiendo dinero con el objetivo de construir un nuevo pilar para su empresa, proceso que a lo largo de toda esta generación de consolas, ha tenido un fuerte estancamiento por el regular paso del Xbox One.
En efecto, los números simplemente no dan. No hay manera de que Microsoft esté haciendo un solo dólar al vender Gears 5 a $10 pesos, pues recordemos que con el estreno de dicho juego, la suscripciones a Game Pass se dispararon porque justamente, la mayoría de los consumidores vieron esto como pagar $10 pesos en lugar de $60 dólares por un juego AAA de estreno. Claro que aquí el objetivo de la marca era usar esto como anzuelo para que nos quedáramos en el servicio renovando la suscripción. Pero aquí me viene a la mente la pregunta de ¿cuántos van a cancelar en cuanto terminen todo lo que querían hacer de Gears 5? Por supuesto que hay otras decenas de grandes juegos disponibles en Game Pass, pero creo que este juego como ejemplo, sirve bastante, sobre todo por cómo se comporta el público en nuestra región.
La segunda vertiente sobre el modelo de negocios de Game Pass tiene que ver con cómo es que se estará distribuyendo el poco dinero que entra, es decir, qué cantidad se va para Microsoft y qué tanto se va a manos de los publishers y desarrolladores que están poniendo sus juegos ahí. Si me lo preguntas, apostaría a que con el subsidio del que te hablo, se le está pagando a las compañías que ponen sus juegos en Game Pass. No veo cómo una compañía desarrolladora se arriesgaría a no ganar dinero con sus títulos solo por estar en el servicio, es decir, Microsoft está absorbiendo ese riesgo y ese gasto con tal de seguir ampliando la oferta de su servicio, misma que hay que mencionar, tiene rotación. Sí, puede que un día el juego que estabas jugando deje de estar disponible de la nada y sin previo aviso.
Otra de las preocupaciones de tanta abundancia es la de lo efímero que se puede volver el consumidor. Claro que Xbox está bajo este discurso de que lo fácil que es saltar entre juegos dentro de Game Pass, generará que más jugadores se animen a probar géneros que nunca habían tocado, visión romántica y muy optimista… demasiado optimista para mi gusto. Yo me inclino más por lo desechables que se podrían volver los juegos para algunas personas justamente gracias a lo sencillo que es quitarlos de tu Xbox One para bajar otro. Sí, así como pasaba en la era de la piratería en la que a todos nos tocó ver a ese amigo con un altero de juegos por los que pagó nada, sacando un título tras otro sin darles ningún tipo de importancia ni de valor. Creo que escondido, hay un peligro inherente para el medio si este tipo de prácticas de consumo se empiezan a dar de manera regular y sistemática.
Las Lunas de Miel siempre llegan a un final y la realidad hace acto de presencia nos guste o no. Xbox Game Pass podrá seguir siendo este servicio súper atractivo con una gran oferta de contenido, pero las políticas tan pro usuario que estamos viviendo actualmente lucen insostenibles en la parte financiera, incluso para una empresa como Microsoft que no se hizo así de rica regalando juegos. Se debe de buscar un justo balance. ¿Hasta qué punto están dispuestos a llegar con todo esto? Pues solo ellos lo saben, pero te repito que si de algo podemos estar seguros es que esos precios de suscripción tan ridículamente bajos, no se podrán sostener para siempre.