PS4, XBOX ONE, PC
PS4
Infinity Ward
Activision
04/11/2016
Por más que tengas a tres o cuatro estudios trabajando en ella, lanzar un juego anual de una misma franquicia tiene ciertas consecuencias no tan positivas entre el público entusiasta de algo como los videojuegos, sobre todo si el concepto que has presentado durante los últimos años, se siente sumamente desgastado y hasta fuera de control en ciertos puntos. Lo anterior generó una enorme cantidad de prejuicios -por no decir odio- cuando Call of Duty: Infinite Warfare fue revelado, asunto que se potenció con el movimiento supuestamente innovador de su más cercano competidor (Battlefield 1) y que seguramente, frenará a muchos de disfrutar de una de las mejores entregas de esta saga en bastante tiempo.
Sí, podríamos decir que en efecto, a Activision y a sus estudios se les terminaron las ideas al ponernos frente a un Call of Duty que según parece, ha perdido por completo el rumbo, llevándonos literalmente a las estrellas en busca de nuevos horizontes no tan claros; no obstante, te puedo decir que la gran mayoría de las ideas que llegan con Infinite Warfare, funcionan de muy buena forma, incluso podría decir que se convertirán en estándar para la franquicia, esto claro, sin ser una revolución ni mucho menos para un género que a pesar de todo lo que se le critica, siegue siendo de los que más vende y que para fortuna de los que lo seguimos, ha tenido un 2016 sumamente destacado si de calidad hablamos.
El tema y contexto en el que nos pone Call of Duty: Infinite Warfare está completamente centrado en temas de ciencia ficción; no obstante y a pesar de que en un inicio podría parecer que se nos contará una historia sin pies ni cabeza que tocará temas un tanto locos como pasó con Black Ops III, te podría decir que esta nueva entrega de Infinity Ward se siente sumamente fiel a cómo es que han funcionando la mayor parte de sus antecesores, tanto narrativamente, como en la parte de gameplay, con todo y que en este último apartado que te menciono, se introducen un par de ideas sumamente interesantes que te detallaré un poco más adelante.
La inspiración de Call of Duty: Infinite Warfare está directamente tomada de varios clásicos del cine de ciencia ficción y sus subgéneros. Por ejemplo, claramente vemos elementos de cosas como Star Trek, Aliens, Gravity o hasta de Starship Troopers, esto sobre una historia bastante simple que lamentablemente, no dejaron listo el terreno para seguir con lo que bien podría haber sido una trilogía completamente nueva que tomara la fuerza de algo como Modern Warfare… o al menos ese fue el sabor que me dejó la campaña después de haberla terminado.
Este nuevo Call of Duty nos pone en los zapatos de Nick Reyes, piloto de la Special Combat Air Recon, mejor conocida como SCAR, quien después de ciertos eventos, termina siendo el comandante del Retribution, uno de los cruceros militares de la United Nations Space Alliance (UNSA). Después de un ataque que me recordó mucho a Pearl Harbor, las Naciones Unidas se ven la desesperada necesidad de iniciar con una campaña militar contra la Settlement Defense Front (SDF), grupo de radicales que se ha levantado desde la sombras en un intento por tomar todas las colonias terrestres esparcidas por el sistema solar que sirven como minas de recursos para la humanidad.
Como seguramente te estás imaginando, estamos frente a una historia más de ciencia ficción que en realidad, no viene a aportar gran cosa. A pesar de lo anterior, te puedo decir que el guión de Taylor Kurosaki (Uncharted 2) tiene una fuerza y esencia bastante especial que le da mucha personalidad a todo el contexto en el cual se nos pone, esto claro, sin dejar los clichés y muletillas dignas de un género que muchas veces no se sabe como explicar ni ejecutar adecuadamente.
A lo largo de nuestra aventura con Nick Reyes, visitamos prácticamente todo el sistema solar, incluso llegamos a bajar a algunos de los planetas en los que la humanidad se ha asentado. La verdad es que la atmósfera en general del juego está muy bien lograda, pues sumada a actuaciones bastante decentes, tenemos elementos muy emocionantes como caminatas espaciales o exploración de estos mundos alienígenas llenos de peligro que sí consiguen hacernos sentir como parte de una guerra cósmica que se está saliendo de control.
A pesar de que llegamos a conocer a personajes verdaderamente geniales como Ethan, por ejemplo, un robot que nos acompaña a lo largo de toda la campaña y que cuenta líneas muy bien escritas y hasta divertidas por momentos, también tenemos a un villano plano y sin alma completamente olvidable, con todo y que fue interpretado por Kit Harington, quien recientemente se hizo famoso por hacer a Jon Snow en Game of Thrones.
Como era de esperarse, Call of Duty: Infinite Warfare no viene a convertirse en un nuevo bastión de la ciencia ficción ni mucho menos, sin embargo, creo que gracias a lo bien logrado que está el contexto en el que busca sumergirnos, lo podríamos catalogar como un muy bonito tributo que seguramente todos los fanáticos del género sabrán apreciar de alguna u otra manera.
Creo que a diferencia de lo que pasa con cosas como Battlefield o Titanfall, en Call of Duty, el tema de la campaña para un sólo jugador sigue siendo de suma importancia, al menos al mismo nivel que el multiplayer. Lo que quiero decir es que en Infinite Warfare, este apartado no se siente como un mero complemento o extra de la experiencia, sino que cuenta con una enorme personalidad que muy probablemente, la conviertan en una razón para hacerte del título y dejar el resto del contenido por un lado.
La estructura de la campaña de Infinite Warfare es bastante tradicional, aunque al igual que en Black Ops III, busca hacerle algunos ajustes en un intento por hacernos creer que estamos en mayor control de la situación. Como te comentaba, en este juego interpretamos a Nick Reyes, comandante del Retribution. Dicha nave sirve como hub principal del juego, pues cuenta con un par de cuartos que podemos explorar y en los que se nos deja convivir con algunos personajes y revisar información. Es algo como una versión muy rebajada de lo que hacíamos dentro del Normandy en Mass Effect.
Después de superar una introducción muy a la Call of Duty con bastante drama y aún más destrucción, se nos permite tomar un poco el control de cómo es que será nuestro progreso a lo largo de la aventura espacial. Al interior del cuarto de comando del Retribution, tenemos una consola que nos muestra todo el mapa del sistema solar y los planetas que lo componen. Ahí, además de poder ver información real los cuerpos celestes y sus alrededores, podemos seleccionar la misión que queremos hacer a continuación. Al igual que pasa con un RPG o juego de mundo abierto, en Infinite Warfare tenemos misiones primarias y secundarias que podemos hacer en el orden que queramos, asunto que no te voy a mentir, en un inicio me preocupó mucho.
Al comienzo no pude evitar sentir que un intento por alargar la vida del juego de manera artificial, se habían agregado estas misiones secundarias y que tan sólo serían paja inútil. Vaya sorpresa que me llevé al ver que casi cada una de ellas, cuenta con personalidad propia, esto gracias a que además de que no se nos pone a hacer lo mismo una y otra vez, los eventos que en ellas ocurren sí afectan a la historia que se nos está contando, por lo que antes de hacer las principales, te recomiendo ampliamente completar estos niveles.
Claro que tenemos un par de ellas que en efecto, se sienten como mero relleno para ganar algo de tiempo, pero como te comento, la gran mayoría de estas misiones secundarias valen completamente la pena.
En cuanto a la estructura de las misiones que debemos completar, puedes esperar los ya clásicos pasillos que siguen una coreografía muy bien estructurada de todo Call of Duty y que en mi opinión, Black Ops III arruinó poniendo estas arenas de combate que se sentían genéricas y sin personalidad. Si bien Infinite Warfare se esfuerza por hacernos creer que tenemos un poco más de libertad, la realidad es que sólo es una ilusión que se rompe fácilmente. Algo que me pareció un tanto molesto fue que cada vez que haces una misión secundaria, tienes que pasar por estas escenas en las que eliges tu equipo y después ves por enésima vez la secuencia en la que despegas en tu caza.
Si decides poner en la dificultad Hardened desde un inicio el modo en solitario de Call of Duty: Infinite Warfare, y haces cada una de las misiones “extra”, la campaña bien te puede durar entre ocho y nueve horas, tiempo que por supuesto supera el promedio de cinco o seis horas que normalmente viven en estos apartados dentro de un FPS moderno. Otro punto interesante es que en ningún momento vemos pantallas de loading aunque a veces, sí se va a negros. El juego normalmente usa cinemáticos para cargar el siguiente nivel, asunto que se agradece bastante.
La campaña de Call of Duty: Infinite Warfare no viene a revolucionar ni a cambiar nada dentro de la franquicia: si nunca te ha gustado la serie, este juego no hará que cambies de parecer. A pesar de lo anterior, te puedo decir que es la que más he disfrutado tal vez desde Modern Warfare 3, esto gracias al gran contexto en el que nos pone y cómo es que va llevando todos sus eventos para sí hacernos sentir que estamos explorando el sistema solar en medio de un conflicto militar. Tal vez hubiera sido genial que por momentos, el juego se tomara su tiempo para alejarnos un poco de los balazos y las explosiones para dejarnos contemplar su belleza natural con momentos un poco más íntimos que reflejaran lo misterioso e imponente que es el espacio exterior.
Pasando a temas de gameplay, control y hasta diseño de niveles, te puedo decir que Call of Duty: Infinite Warfare es un shooter en primera persona sumamente sólido que mantiene sus valores de producción en niveles bastante sanos, esto con el principal objetivo de dejar satisfechos a quienes siguen a la serie año con año.
Como FPS, hay muy poco qué criticarle a este juego, pues mantiene sus impecables controles sosteniendo mecánicas que vimos en entregas pasadas como el wall jump o el salto doble. Además, se nos presentan nuevas granadas como las que invierten la gravedad o las que crean un campo electromagnético. Interesantes la mayoría de ellas pero ninguna cambia de manera radical el cómo es que siempre han funcionado estos explosivos en los juegos de disparos. El gadget para hackear robots enemigos es sumamente divertido de utilizar, aunque creo que nunca sacó a relucir su verdadero potencial.
En términos de mecánicas de juego, podemos decir que Call of Duty: Infinite Warfare es un juego de la serie sumamente tradicional, asunto que no lo frenaron de introducir un par de ideas sumamente interesantes. Creo que la más importante es la del Dogfight y todo lo que tiene que ver con estar arriba de un Jackal, nave caza que vimos desde el primer tráiler y que muchos no nos imaginábamos que iba a ser una parte tan importante de este título.
Casi la mitad del tiempo dentro de la campaña de este juego, está compuesta por escenas en la que debemos de pilotar el Jackal. Los controles y mecánica en general de este vehículo se pueden sentir un poco extrañas al inicio, pero la verdad es que no tardas mucho tiempo en entender cómo es que funciona todo. La nave cuenta con diferentes modalidades. La primera es la de Hover, la cual, te deja flotar en un mismo punto para moverte en la dirección que quieras, tipo como funciona un helicóptero. Esto principalmente sirve para atacar objetivos de mayor tamaño mientras giramos en un eje disparando balas, misiles o flares para defendernos de agresiones enemigas.
La segunda modalidad es la de Flight o vuelo normal, en la que el Jackal se comporta como un avión de combate convencional para entrar en Dogfights muy a la Ace Combat o Top Gun con cazas enemigos. Aquí, contamos un lock on que se activa con el gatillo izquierdo que fija nuestras miras en cierto objetivo, poniendo la nave en una especie de piloto automático para que nosotros sólo nos concentremos en disparar. Cuando entras en una de estas escenas, todo siente sumamente emocionante, pues vas a toda velocidad esquivando obstáculos hasta acabar con los enemigos.
Te puedo decir que esta nueva mecánica de juego funciona de muy buena forma con todo y que defenderte, puede no ser tan natural. En un inicio pensé que el manejar una de estas naves sería sólo un par de escenas dentro de la campaña, sin embargo, me quedó claro que Infinity Ward se enamoró de su idea para convertirla en parte central de toda la experiencia. Puede que con más trabajo, bien se podría hacerse de las piernas suficientes para que un juego entero estuviera basado en ella.
Además de todo lo que te acabo de describir, Call of Duty: Infinite Warfare usó el tema del espacio para continuar con una mecánica de juego con la que coqueteó en Ghosts hace unos años. El combate en cero gravedad es otra de las partes fundamentales del juego y gracias a ella, vemos un diseño de niveles bastante interesante que se siente fresco y hasta innovador en cierto punto.
A lo largo de nuestra aventura dentro del Sistema Solar, habrá escenas en las que la gravedad no estará presente, cosa que cambia bastante la forma en la que nos movemos. Para agilizar esto, se nos dio un gancho a la Batman para jalarnos de paredes o cualquier objeto que esté flotando. Lo interesante de este punto es que además de servir para moverte de manera más rápida en el escenario, puede cambiar la manera en la que ves las cosas. Por ejemplo, si una plataforma está muy inclinada y nos adherimos con este gancho a una de sus caras, puede que quedemos de cabeza por la posición en la que ésta se encontraba, por lo que lo que hay que tener bastante cuidado de cómo usar esta nueva herramienta.
Como te comentaba, el diseño de niveles en estas secciones también cambiar bastante, pues nuestro movimiento es casi completamente libre. Resulta un poco extraño tener que cubrirte del fuego enemigo con objetos que están flotando de maneras impredecibles, pues además de que debes de tomar en cuenta el eje horizontal para moverte, también tienes que estar al pendiente de la altura a la que te encuentras. Sin lugar a dudas, estas secciones son las de que más valor tienen por la forma en la que explotan estas adiciones a las mecánicas núcleo de Call of Duty: Infinite Warfare.
Otro nivel que me encantó por la forma en la que juega con el tema de la gravedad, se desarrolla en un asteroide que debemos de abordar muy a la Armageddon que va rotando cerca del sol. Debido a las altísimas temperaturas fuera de la sombra, tenemos que evitar que la luz solar nos toque, la cual, va cambiando constantemente por la manera en la manera en la que el cuerpo celeste en el que nos encontramos, va girando. Si a esto le sumas el combate tradicional de la serie, tienes un nivel sumamente interesante que por alguna razón, no fue explotado más allá de unos cuantos minutos.
Si bien podríamos decir que Call of Duty: Infinite Warfare es un juego que se mantiene fiel a las raíces de la serie, también podemos asegurar que aprovecha bastante el contexto en el que nos pone para presentar ideas propias sumamente interesantes que la mayor parte del tiempo hacen todo el sentido el mundo. El asunto aquí es que estas mecánicas que no habíamos visto antes siendo desarrolladas de esta forma, justamente encajan perfectamente con lo que es este juego como FPS, por lo que difícilmente serán razón suficiente para que los detractores de la franquicia cambien de parecer.
Al ser un juego Triple A que se está lanzado en consolas de actual generación, así como en la PC, todos esperábamos que una vez más, el apartado visual brillara de maneras muy importantes. Sin lugar a dudas, Call of Duty: Infinite Warfare es algo que cumple con creces en el apartado gráfico, además, creo que podemos decir que es uno de los más destacados en la historia de la saga, esto gracias a una espectacular dirección de arte que lo llevó a niveles sumamente interesantes.
La inspiración en el cine de ciencia ficción del que te hablaba, no se limitó al plano contextual, sino al visual también. A pesar de que Call of Duty: Infinite Warfare nos pone en medio de un futuro bastante lejano, buena parte de su dirección artística tomó elementos que se sienten como parte de las películas que vimos en los ochenta de este género; es decir, en muchas ocasiones ves estos pasillos llenos de tubos industriales o compuertas que cierran a presión gracias a botones gigantes.
Los momentos en los que el apartado gráfico de este juego te dejarán con la boca abierta, es cuando te encuentras haciendo una caminata espacial cerca de cosas magnificentes como los anillos de Saturno por ejemplo o de un cielo invadido por el colosal tamaño de Jupiter. Mención honorífica a la misión en la que bajamos a Titan, luna en la que se demostró de qué es capaz el motor gráfico de Call of Duty: Infinite Warfare si hablamos de iluminación. Vale la pena destacar que a lo largo de todo mi camino con este título, no me topé con ningún bug, textura de baja calidad o caída de framerate a pesar de que el juego correr a una resolución nativa de 1080p.
Mi única queja en el apartado visual tiene que ver con que una vez más, los cinemáticos no están en tiempo real. Imagino que la decisión de usar full motion video para estas secciones, tiene que ver con ahorrar recursos y si bien, éstos no contrastan de manera tan fuerte con el gameplay en tiempo real del juego como pasaba terriblemente con Battlefield 1, sí son notorios los cambios estéticos que se nos ponen en pantalla.
La mezcla de sonido es decente y adecuada, pero no llega a ser un punto que valga la pena destacar de Call of Duty: Infinite Warfare, asunto que la verdad me extraña, pues al menos en Advanced Warfare, Sledge Hammer sí hizo un espectacular trabajo en este apartado. La música puede presentar tonadas sensacionales por momentos que van muy acorde con la ciencia ficción que se está intentando ilustrar, pero en otras ocasiones, cae en esta melodías genéricas que constantemente escuchamos en los FPS modernos.
Siguiendo con el tema auditivo, creo que le faltó algo de profundidad a cómo es que suenan las armas que utilizamos, las cuales, sí lucen un gran diseño futurista, pero al momento de activarlas, creo que se pierde un poco ese sentimiento de gran poder que sí se consiguió en algo como Titanfall 2, por ejemplo.
En cuanto a sus valores de producción estéticos y auditivos, podemos decir que Call of Duty: Infinite Warfare cumple sus objetivos sin ninguna clase de problema, incluso consigue cosas verdaderamente especiales en lo visual, con todo que en la parte sonora se queda un poco por debajo de lo que la mayoría de nosotros estaba esperando.
Desde hace un par de entregas de esta serie, Activision y sus estudios decidieron implementar una fórmula definitiva que les sirviera para ganar un puesto de honor dentro del más que competido mercado de los esports que tanto ha dado de qué hablar en el último par de años. Call of Duty: Infinite Warfare no le da tantas vueltas al asunto y nos presenta la misma base de multiplayer que llevó a Black Ops III a convertirse en este título increíblemente hardcore que en efecto, se comienza a ganar un lugar muy importante en la escena competitiva profesional.
El multijugador de Call of Duty: Infinite Warfare cuenta con seis diferentes clases para elegir, cada una con sus características especiales que tienen como objetivo cumplir con un rol específico dentro de un equipo bien coordinado. Debajo de los llamados Combat Rigs, tenemos varias capas de personalización que permiten un montón de posibilidades y estilos de juego que seguramente hicieron que el tema del balance fuera un verdadero infierno para Infinity Ward, asunto que vale la pena decir, sí se consiguió.
Sumado a lo anterior, tenemos un montón de nuevos mapas que buscan expandir las posibilidades de las mecánicas modernas de un Call of Duty competitivo, mientras que el par de nuevos modos de juego, siguen una línea muy segura para no arruinar el balance que tanto trabajo ha costado alcanzar.
Te puedo decir que en efecto, el multiplayer de Call of Duty: Infinite Warfare puede ser sumamente discriminante para quienes nunca le han dado una oportunidad. Pues además de contar con una las comunidades más tóxicas de los videojuegos, está completamente pensada para que la escena competitiva siga creciendo.
Desde sus complicados menús llenos de opciones con explicaciones que muchas veces no te dicen gran cosa, hasta un sistema de progresión poco intuitivo y la velocidad a la que se juegan cada una de sus partidas, hacen que el modo online de este título no sea para todos.
Por supuesto que lo anterior no le hacen malo ni mucho menos. El punto aquí es que está totalmente diseñado para atender a quienes justamente buscan una experiencia sumamente competitiva que se llega a sentir rebuscada para quienes no solemos tomarnos tan en serio lo que es jugar con otras personas a través de internet.
En caso de que quieras saber mucho más sobre el multiplayer de Call of Duty: Infinite Warfare, te recomiendo dar click aquí mismo para checar todos sus detalles del Hands On previo que tuvimos la oportunidad de disfrutar hace unos meses durante el Call of Duty XP celebrado en Los Angeles. Recuerdo que antes de dejarnos jugar, se nos dio una charla con uno de los desarrolladores, el cual, arrancó diciendo que lo que estábamos a punto de escuchar sería como una clase de escuela… sí, así de clavado está este asunto, por lo que si eres de los que está considerando entrar por primera vez a este mundo, te diría que te armes de paciencia, pues la curva de aprendizaje se ha vuelto sumamente violenta.
Hace ya varios años gracias a Call of Duty: World at War, supimos que los muertos vivientes tenían mucho potencial dentro de la serie. Después de varios intentos de diferentes tipos, podemos decir que esta modalidad se encuentra completamente estancada, pues a pesar de que Call of Duty: Infinite Warfare intenta darle un refresco, la verdad es que todo se queda completamente igual, muy probablemente con el objetivo de no dejar desatendidos a quienes sí disfrutan de esta modalidad.
Para serte muy sincero, los zombies dentro de Call of Duty siempre me parecieron como un relleno poco atractivo que en materia de gameplay aportaba nada. En esta nueva entrega, dicha modalidad regresa con un concepto llamado Zombies In Spaceland, el cual, estéticamente es sumamente divertido pero que en su núcleo, no ofrece nada nuevo a quienes creemos, todo este tema necesita de un cambio urgente.
Una vez más, se nos coloca en zonas cerradas con un grupo de amigos a tener que resistir oleadas de muertos vivientes, esto mientras recolectamos recursos para obtener mejores armas y abrir otras zonas del parque temático en donde ahora se desarrolla la acción. Las Fate and Fortune Cards son básicamente los mismos poderes que vimos en Black Ops III que llevaban por nombre Gobblegums, sólo que ahora, tienen todo este tema de feria.
Algo que vale la pena destacar de Zombies in Spaceland es que sí hay un claro esfuerzo por hacerse más accesible para los nuevos jugadores, pues ahora, los puntos se comparten entre todos los miembros del equipos. Asunto que le gustará a algunos pero que seguramente, no será del agrado de muchas otras personas.
La realidad es que la modalidad de Zombies dentro de Call of Duty necesita de un cambio radical o de un descanso, pues sus mecánicas y concepto en general, sí se sienten sumamente desgastadas y aburridas. Es una pena que cosas bastante más interesantes como las Special Ops que vimos siendo presentadas en Modern Warfare 2, hayan desparecido para que todo esto de los come cerebros pudiera seguir existiendo. Sin lugar a dudas, este es uno de los puntos bajos de Call of Duty: Infinite Warfare.
La realidad virtual es algo que ya no puede ser considerado como el futuro, sino como el presente del gaming y de toda la industria del entretenimiento a pesar de todo el trabajo y desarrollo que tiene por delante. Al ser uno de los publishers más importantes del mundo, Activision tenía la obligación de estrenar esta tecnología aunque fuera de manera ligera. Call of Duty: Infinite Warfare llega acompañado por Jackal Assault VR Experience, una especie de tech demo que todos los usuarios del PlayStation VR pueden experimentar sin costo alguno.
Como su nombre lo indica, este mini juego nos pone dentro de la cabina de un Jackal para aprovechar las posibilidades del visor de PlayStation. Casi al igual que pasa con cualquier juego que corre en esta plataforma, el primer momento dentro de Jackal Assault VR Experience es impresionante, pues sí te hace sentir dentro de una de estas naves espaciales de combate a pesar del claro bajón gráfico y de resolución si se le compara con Infinite Warfare.
Luego de un emocionante despegue, sales al espacio exterior en donde se nos da un breve tutorial de cómo es que funcionan los controles. Con los sticks controlamos al Jackal de manera normal, sólo que ahora, usamos nuestra cabeza para apuntar a los objetivos y uno de los gatillos para disparar, justo como funciona el sistema de armas de un F-22 actual. La precisión es bastante buena y en poco tiempo entiendes este esquema.
Posteriormente es momento de entrar en combate y es aquí cuando las cosas se ponen sumamente interesantes. Ir volando a toda velocidad mientras persigues a un caza enemigo, es un verdadero deleite, sobre todo porque puedes voltear hacia cualquier parte girando tu cuello para apuntar. La adrenalina de estar siendo perseguido por un enemigo al que puedes ver en cierto momento si volteas hacia arriba de tu cabina o hacia un lado, es algo que sólo un visor de realidad virtual moderno puede conseguir.
Jackal Assault VR Experience es un pequeño tech demo de lo que Activision y sus estudios pueden hacer con esta nueva tecnología, pues su duración no supera la hora. Como sea, es algo que disfruté muchísimo y que creo yo, es un gran complemento para toda la experiencia de Call of Duty: Infinite Warfare. Te lo recomiendo si es que ya cuentas con un PlayStation VR, pues se puede descargar sin costo alguno a pesar de que no tengas el juego completo.
Sabemos bien que al ser la franquicia de videojuegos más exitosa comercialmente hablando de los últimos 15 años, Call of Duty siempre será blanco de ataques de todo tipo, unos con fundamentos sumamente interesantes y otros completamente fuera de lugar. En mi opinión, Call of Duty: Infinite Warfare no merece todos los prejuicios que se le pusieron desde su revelación, pues si lo comparamos con sus competidores que sí fueron aceptados, la diferencia entre uno y otro es bastante borrosa.
Se vale si eres de los detractores de esta serie y te aseguro que algo como Call of Duty: Infinite Warfare no te hará cambiar de parecer, pues en efecto, sigue una tradición que lleva ya bastante tiempo dominando los mercados. Lo que sí te puedo decir es que este juego dista totalmente del desastre que algunos anticipaban luego de haber visto sólo un avance en video, incluso te puedo decir que es una de las entregas más sólidas de esta saga. Una campaña muy bien llevada con grandes momentos de todo tipo, nuevas ideas de gameplay, visuales espectaculares y un multiplayer sumamente hardcore pensado para sus fanáticos más apasionados, hacen de este juego una experiencia que vale totalmente la pena si es que estás buscando un buen FPS para este fin de año.