TRENDING
Hace unos cuantos años, la industria de los videojuegos terminó sucumbiendo a la tendencia impuesta en internet por tener que estar interactuando con otras personas la mayor cantidad de tiempo posible, esto gracias al boom de las famosas redes sociales. Debido a esto, prácticamente todos los títulos importantes que se lanzan, deben de contar con un modo multiplayer, sin importar si el tipo de juego se presta o no para que esto funcione.
Meter con calzador un modo para más de un jugador en ciertos juegos ha tenido resultados bastante bizarros que vale la pena recordar. A continuación te presentamos 10 juegos a los que les sobraba por completo el multiplayer. Esperamos tus comentarios al respecto. ¿Recuerdas algún otro de este tipo?.
Sin lugar a dudas, uno de los juegos más infravalorados de los últimos años es Batman: Arkham Origins, pues a pesar de sus grandes ideas y propuestas, muchos lo pasaron completamente por alto al no tratarse de un desarrollo de Rocksteady. Junto con su gran campaña para un jugador, este título venía con un modo multiplayer que prácticamente nadie tocó. En él, debíamos competir con otro jugador por ver quién acababa más rápido con las bandas de Joker o Bane. La verdad es que el concepto era bastante simplón y sin chiste, por lo que se sentía como algo que nunca debió existir en primer lugar.
La filosofía de Nintendo siempre ha tenido muy en cuenta lo importante que es poder compartir un videojuego con alguien que esté a tu lado, sin embargo, no todas las experiencias se prestan para que esto pueda funcionar. Una de ellas es Super Mario Galaxy, considerado por muchos como el mejor platformer 3D de todos los tiempos. Esta verdadera joya contaba con la peculiaridad de que otro jugador se podía unir a la aventura, la cosa era que su tarea se reducía a mover el Wii Remote en la pantalla para recolectar estrellas de colores. Una idea sosa que prácticamente nadie disfrutó, pues solo se sentía como un gimmick inútil.
Los juegos de terror se basan en muchos elementos que al final, les dan su esencia. Uno de los más importante tiene que ver con la idea de soledad y vulnerabilidad en un ambiente hostil, por lo que el concepto de multiplayer dentro del género era completamente impensable… hasta Dead Space 2. En un inicio, la idea de Visceral Games sonaba un tanto atractiva, pues parecía que había capturado lo que hacía tan bueno al juego para después adaptarlo a un modo para varios jugadores. En la práctica, la cosa no salió tan bien, pues la verdad es que manejar a los necromorphs no fue tan divertido como pensábamos y ni qué decir de cuando nos tocaba ser los ingenieros que debían sobrevivir a las oleadas de monstruos.
Assassin’s Creed ha sido una de las series más explotadas de los últimos años, pues desde que nació en 2009, Ubisoft simplemente no le ha dejado descansar. La verdad es que resulta sorprendente que no fue sino hasta Brotherhood que se haya decidido meterle un modo multiplayer, el cual, a pesar de sonar bastante bien cuando se presentó, la realidad es que nunca funcionó. Sí, las primeras dos veces estuvo divertido actuar como NPC para que nuestros competidores no nos detectaran, sin embargo, diferentes tácticas de los jugadores terminaron rompiendo la modalidad para convertirla en algo que nunca debió haber visto la luz del día.
Pikmin es de esas series que desde su nacimiento, ha hecho un grandioso trabajo para diferenciarse de todo lo que hay en el medio. En su segunda entrega vimos el primer intento por hacer que un modo multiplayer funcionara bajo sus reglas de juego de estrategia, y a pesar de que el resultado no fue malo, se quedó lejos de ser algo verdaderamente trascendente. Para la entrega de Wii U se volvió a probar suerte, esta vez con ideas más claras y mejor ejecutadas, sin embargo, la propia naturaleza de la serie nos demostró que este tipo de experiencias simplemente no sirven para que dos o más jugadores estén compitiendo.
God of War siempre ha sido una serie que se apoya bastante en su historia y narrativa, es decir, muchas personas encuentran valiosos estos títulos por las grandes historias que nos han contado y por supuesto, a lo bien que funciona como videojuego para un solo jugador. Con la llegada de Ascension, se decidió que era buen momento de probar suerte con un multiplayer, el cual, a pesar de tener cierta personalidad, la verdad es que solo se sintió como un brawler bastante mediocre que no tardó mucho tiempo en pasar completamente al olvido.
Desafortunadamente para muchos de nosotros, los platformers 2D han quedado relegados casi por completo a la escena independiente. A pesar de esto, de vez en cuando vemos uno u otro proyecto de mayor envergadura. El último de este tipo fue el más que sensacional Donkey Kong Country: Tropical Freeze para el Wii U, juego que por seguir una tendencia, agregó un modo multiplayer completamente inútil. Jugar este complicado título con un acompañante resultaba imposible, pues cada uno de los niveles estaba solo pensado para que un personaje lo recorriera.
BioWare tiene ya un buen rato siendo uno de los mayores exponentes del RPG en occidente. Su más reciente obra fue el aclamado Dragon Age: Inquisition, título brillante sin importar desde donde se le viera. La verdad es que este juego fue de esos en los que era más fácil enlistar qué le sobraba a qué le faltaba. Sin duda alguna, uno de sus excedentes más importantes tenía que ver con su modo para un jugador, el cual, solo nos limitaba a recorrer calabozos con alguien más sin que lo que hiciéramos en estas zonas tuviera un verdadero impacto en la aventura principal.
Retro Studios asombró al mundo cuando consiguió hacer que una de las series más amadas de Nintendo pasara al 3D de manera magistral. Al sensacional Metroid Prime, se le hizo una secuela igual o aún más genial bajo el nombre de Metroid Prime 2: Echoes. Esta obscura aventura de Samus contaba con la peculiaridad de tener un modo multiplayer, intentando emular lo que los FPS de su época hacían al dividir una pantalla. Por la misma naturaleza del juego, la cual estaba basada en una mecánica de hacer lock on a nuestros objetivos, intentar competir para eliminar a otro jugador humano resultó ser una actividad verdaderamente tonta y sin sentido.
Desde que esta serie debutó siendo una exclusiva temporal del Xbox 360, nos dejó bien claro que sus esfuerzos siempre estarían concentrados en la parte narrativa, por lo que cuando se anunció que Bioshock 2 contendría multiplayer, más de uno no pudimos evitar sentirnos incrédulos. Sí, las primeras horas del modo de varios jugadores dentro de este título fueron divertidas, pero no tardamos mucho tiempo en darnos cuenta de que si queríamos jugar un FPS competitivo en línea, había un millón de opciones que hacían un mucho mejor trabajo.