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Housemarque
Housemarque
20/06/2017
Luchando contra corriente en un mercado en el que sus productos no son precisamente lo que buscan la mayoría de los jugadores, Housemarque se sigue aferrando a un género del que son apasionados y lo hacen tan bien que quienes disfrutamos de este tipo de juegos agradecemos que todo ese amor por un género se siga materializando en buenos productos.
El estudio independiente finlandés Housemarque demostró al momento en que se lanzó el PS4 que un juego descargable, Resogun, fue capaz de colocarse en la cima de los juegos si los clasificábamos por su puntaje con la crítica, y eso sólo nos recordó que difícilmente falla la experiencia de uno de los estudios más talentosos del mundo en el género de los dualstick shooters, que también nos conquistó con otras de sus obras como la serie Super Stardust, Dead Nation y Alienation.
La tarea para Housemarque no es sencilla con Nex Machina, el proyecto que integrara al veterano de la industria Eugene Jarvis como consultor creativo es una fantasía hecha realidad para los amantes de los juegos de disparos de la década de los ochenta, y cómo no hacerlo si Resogun se sintiera en su momento como un sucesor espiritual de Defender y ahora Nex Machina fuera un sucesor espiritual de Robotron 2048 supervisado por su mismo creador en persona.
Algo importante para Nex Machina es que, aunque se queda como exclusivo en consolas del PS4 ahora no es publicado por Sony sino por el estudio mismo que también está llevando el juego a computadoras.
Vamos pues a revisar lo que Nex Machina nos ofrece.
Como lo mencionaba en el párrafo anterior, Nex Machina es a Robotron 2048 lo que Resogun fue a Defender, y quizá recordar aquel juego de arcades de Williams de principios de los ochenta creado por Eugene Jarvis es la mejor manera de describir la base sobre la que se cimenta.
Nex Machina es un juego de disparos con dos sticks análogos que nos presenta en una vista aérea a un personaje que se puede mover libremente con un stick análogo en los escenarios delimitados que se le presentan, y por otro lado puede disparar con el otro stick análogo en 360º para defenderse de las abundantes amenazas que lo asechan por todos lados.
La partida progresa en niveles cuidadosamente diseñados en los que luego de librarte de todos los enemigos de cada ronda serás teletransportado a una nueva área del mismo mundo en unos cuantos segundos hasta que luego de librar una batalla contra un jefe das por terminado el mundo y con ello llega una pequeña pausa a la partida en lo que te preparas para el mundo que sigue.
Lo más importante como en cualquier juego arcade es tu puntuación, para ello contarás con una serie de multiplicadores que irás aumentando cuando haces bien las cosas. Además de sobrevivir y pasar sus más de 100 mini-niveles tendrás otras tareas como rescatar humanos en cada nivel antes de que sean devorados por las amenazas y en general también tendrás que dispararle a cualquier anomalía en el nivel pues habrá montones de secretos incluyendo humanos adicionales ocultos, vidas extra y puertas de entrada a niveles secretos.
Para multiplicar tus puntos y ser el héroe de todos los humanos tendrás tus respectivas asistencias, éstas en forma de potenciadores que irán incrementando el rango y dispersión de tu disparo, diferentes armas secundarias que puedes lanzar para tener más oportunidades de sobrevivir (lanzacohetes, espada, disparo cargado, láser, etc) o mejoras a tu desplazamiento como la ampliación de las cantidades que puedes usar tu dash –esquivada– de forma continua.
Con todo lo anterior el ritmo de cada partida se concentra en los elementos básicos de casi todos los juegos que Housemarque nos ha presentado como algunos de los mejores shooters contemporáneos: no pares de moverte, no pares de disparar, usa tu dash cada que puedas para alejarte del peligro y administra muy bien tu arma secundaria para librarte de situaciones que parecieran imposibles.
Lo que nos deja también la combinación de los elementos que hemos descrito es un juego con acción desenfrenada en el que se sintiera que incluso un parpadeo hace la diferencia entre sobrevivir o morir, entre alcanzar la cima de los marcadores o perder el multiplicador. No pararás de ver disparos por todos lados, enemigos corriendo hacia ti y montones de explosiones coloridas llenas de partículas por todos lados que le dan mucha vida al juego.
Algo que me gustó de propuestas como Resogun es que aunque existía la salida fácil de muchos juegos del género que únciamente ponen un algoritmo sobre la mesa para que sobrevivas a oleadas aleatorias de enemigos –los famosos juegos procedurales–, se esmeran todavía en entregarnos un buen diseño de niveles, de ese en el que los jugadores más entusiastas terminan memorizando los patrones en los que aparecen los enemigos, los mejores espacios en el nivel repleto de amenazantes balas para cubrirse, y en general las mejores técnicas para obtener las más altas puntuaciones.
Reiniciar una y otra vez al fallar llegando a conocer cada centímetro de niveles cuidadosamente diseñados es la clave en una competencia muy justa en la que los amantes de las tablas de líderes encontramos una dulce adicción en la que una partida de 15 minutos puede convertirse en horas de estar reintentando una y otra vez aquella sección que más trabajo nos cuesta para llegar a la cima entre nuestros amigos, región o el mundo entero.
Me alegra que con Nex Machina tengamos una vez más la decisión de Housemarque de entregarle al jugador un producto en el que cada uno de los niveles en sus cinco mundos tienen un diseño predeterminado que funciona bien desde cada uno de sus espacios en sus arenas, el tipo y cantidad de enemigos que aparecen, los patrones de ataque que siguen y el reto creciente que va llevando al jugador en una curva de aprendizaje que si bien no es para todos, le cae de maravilla al amante del género.
En Nex Machina no tenemos espacios tan abiertos o libres como aquellas esferas de Super Stardust o el cilindro de Resogun, más bien tenemos arenas geométricas que suelen ser estrechas para aumentar aún más la tensión de estar siendo amenazado por decenas de enemigos o un jefe que llega a cubrir casi en su totalidad el espacio con uno solo de sus disparos que se esparce en una cantidad exagerada de balas que te exigen precisión milimétrica para progresar. Me gusta el ritmo que toma el juego al tener esos mini-niveles en los que hay muchos secretos y al mismo tiempo esa necesidad de progresar rápido salvando a todos los humanos; te encontrarás en el dilema de explorar un poco más o simplemente salvar tu vida, tu multiplicador y los civiles que encuentras en cada uno de esos escenarios que durarán un par de minutos de pura acción desenfrenada.
Es positivo para la variedad del juego no sólo una sucesión de arenas sino también otras tareas como ir esquivando láseres en pasillos, ir perseguidos por una roca gigante o tener además de los enemigos otras amenazas constantes como rayos y ondas expansivas que le te exigirán aún más concentración para poder progresar hasta enfrentarte a los jefes.
Ya que hablamos de los jefes podemos decir que no decepcionan y evolucionan muy bien en cada uno de los cinco mundos que el juego presenta, mismo caso para el tipo de enemigos convencionales con los que te toparás a lo largo de toda la aventura que podemos calificar como adecuados. Quizá la única queja sería que cada que mueres dejarás tirado en el lugar alguno de tus potenciadores, de manera que cuando pierdes varias vidas frente a alguno de los jefes más difíciles puedes quedar completamente desprotegido haciendo que la tarea de vencerlo sea realmente complicada, la pregunta aquí sería ¿pudo idearse alguna otra estrategia en el sistema de progresión/castigo aplicable a los niveles de dificultad medios y bajos?
En primer lugar vencer la campaña en cuatro niveles de dificultad, ya desde el segundo de ellos nos encontramos ante un reto elevado y podemos decir que pocos serán los que dominen el juego como para dejar su huella en los marcadores del nivel más elevado. En cuanto a su extensión con sus más de 100 mini-niveles en 5 mundos esperen una cantidad de contenido comparable a la que nos ofreció Resogun, quizá un poco más extenso pero no de forma dramática. Entre mayor sea el nivel de dificultad los enemigos serán más rápidos y tú menos poderoso, también se disminuirán de forma dramática los créditos que se te proporcionan para poder continuar la partida una vez que has agotado tus vidas.
En segundo lugar tenemos una serie de misiones que nos fijan un objetivo en algunos de los escenarios de la campaña como conquistar una puntuación alta en un mundo en específico, sobrevivir a una partida todavía más rápida de lo normal, entre otros curiosos retos.
En tercer lugar estaría poder disfrutar del juego completamente en modo cooperativo local que le añade un sabor distinto y también disfrutable a la experiencia general.
Finalmente también está la cacería de trofeos que es mucho más intensa y complicada que la de otros juegos recientes del estudio al tener una gran variedad de objetivos en cada mundo, más allá de simplemente rescatar a todos los humanos estará el reto de encontrar todos los secretos, destruir algunas estructuras y acabar con ciertos tipos de enemigos, todo eso al mismo tiempo si quieres quedarte con los mayores puntajes.
Jugué en un PS4 convencional y aunque el juego saca partido de las capacidades de un PS4 Pro o una buena PC si dispones de ella, me encontré con un juego sin errores técnicos ni complicaciones de ningún tipo, por el contrario, una agradable sorpresa en su apartado visual y técnico que al igual que otros proyectos del equipo finlandés lucirá vistosas explosiones y montones de vibrantes colores neón por todos lados. El diseño de los mundos y enemigos llenos de cables por todos lados en los que se demuestra un dominio de las vidas artificiales también le sienta bien a la apariencia general de Nex Machina.
Un juego de acción desenfrenada también necesita un gran soundtrack por lo que no podía fallar la música de este título que con su ritmo y sus beats incrementará la emoción de cada disparo, cada enemigo que te amenaza y las épicas batallas contra jefes.
Desde aquel momento en que lo probé el año pasado en PS Experience me gustó su ritmo, sus cambios de cámara y su desafiante gameplay; con la beta cerrada descubrí mucho más de lo bien diseñados que están sus niveles que fomentan la adicción a los marcadores y se convierten en una experiencia rejugable, finalmente con esta versión completa del juego me doy cuenta que realmente se combina todo lo que sabe hacer Housemarque con una gran maestría que se condensa en uno de sus mejores títulos.
Nex Machina es perfección arcade con acción desenfrenada, controles precisos, gran diseño de niveles y altas dosis de desafío. Si alguna vez te gustó alguno de los productos de su desarrollador o los juegos arcade en que se inspiran sus obras –como los juegos del legendario Eugene Jarvis involucrado en este proyecto– no dudes en adquirirlo para tu PS4 o PC.