Review – Neon City Riders

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Review Neon City RidersLa nostalgia es un arma bastante terrorífica. Hemos visto como varias compañías, grandes y chicas, han empleado nuestra memoria colectiva de los 80’s y 90’s para vendernos un recuerdo. Dentro de esta práctica encontramos ejemplos de buenos productos que no se quedan en un nivel básico de sólo señalar un caricatura o banda, sino que trabajan con estos estereotipos y lugares comunes para darles un mejor trasfondo. La primera temporada de Stranger Things, el género musical del vaporwave y Shovel Knight son grandes ejemplos de nostalgia empleada de gran manera.

Sin embargo, los casos contrarios, en donde sólo se toma una referencia y no se ofrece un comentario o una nueva perspectiva, son más abundantes. La tercera temporada de Stranger Things, Ready Player One y Mighty No. 9 son simples señalamientos que son tan atractivos como los que podemos encontrar a la mitad de la carretera. Ya no es 2012, una mirada al pasado debe ser crítica, o al menos ofrecer algo más que sólo un vistazo a la infancia y adolescencia de muchos. 

A pesar de esto, las masas consumen referencias, así que las compañías están más enfocadas en ofrecer una simple imagen, en lugar de un discurso decente. Kickstarter es una de las principales fuentes de todo esto. En esta plataforma podemos encontrar cientos de proyectos enfocados en ofrecernos algún juego independiente que, de alguna forma, trata de utilizar elementos del pasado en juegos modernos. Las historias de fracasos son más que las de éxito, pero esto no significa que la contribución de las personas no produzca contenido de calidad.

De esta forma llegamos a Neon City Riders. Este título es el primer juego del estudio mexicano Mecha Studios, y fue publicado por Bromio, famosos por Pato Box. El principal punto de venta de este trabajo es la nostalgia, no sólo estéticamente, sino en diseño de niveles y gameplay también. Sin embargo ¿es algo más que sólo una serie de referencias? ¿Neon City Riders logra elevar la posición de México en la industria de videojuegos? Descubre la respuesta a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.

Ciudad futurista, corazón del pasado

Neon City Riders nos pone en los pies de Rick un adolescente que vive en Neon City en el año 2075. Lamentablemente, nuestro protagonista ha perdido a su familia, lo cual lo obliga a ponerse una máscara de hockey y agarrar un tubo de desagüe (muy a la Casey Jones) para buscar a sus seres queridos. Con la ayuda de un viejo mentor, Rick se embarca en un viaje en donde tendrá que enfrentarse contra cuatro facciones diferentes y en el camino buscar la forma de traer paz a su sociedad. Nada nuevo. 

La narrativa toca lugares muy comunes. Incluso su desenlace termina usando “el poder de la amistad” para restaurar el orden establecido. Sin embargo, este es uno de los puntos más fuertes de Neon City Riders. Sí, la historia es bastante simple, pero logra balancearse al ofrecer un trasfondo de la sociedad bastante interesante. Conceptos post apocalípticos y del cyberpunk son empleados para proporcionar una crítica a la nostalgia. 

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Tal vez no sea el mejor mensaje, ni llega a tener un nivel de profundidad como obras de autores tipo William Gibson o Pat Cadigan, pero al menos ofrece algo más que sólo “derrota a los malos porque son malos”. Los cuatro jefes de las diferentes facciones cuentan con una historia trágica, y al final se dan cuenta que sus acciones no lograran recuperar el pasado perdido. Es el conflicto entre sus deseos y la realidad lo que los transforma, y no se dan cuenta de sus errores a simples golpes. 

De igual forma, el mundo de Neon City Riders cuenta con un poco trasfondo y contexto, pero no tanto como el que me hubiera gustado ver. El juego ofrece una pequeña línea de tiempo que detalla cómo es que la ciudad Neon llegó a la decadencia. Abarcando desde el auge de esta población, pasando por un revolución de robots, hasta el surgimiento de una sociedad de súper humanos. 

De igual forma, es bastante agradable no ver tantos tropos en la narrativa. Fácilmente el equipo en Mecha Studios pudo hacer una amalgama de Blade Runner con Volver al Futuro II lleno de referencias a la cultura actual o de los 80’s. Por fortuna, optaron por un camino más original que utiliza conceptos bastante amigables. Es decir, los ingredientes son conocidos, pero el resultado final logra tener su propia esencia.

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En general, la historia logra cumplir con su prometido de crear un mundo bastante interesante, pero sólo a medias. Todo lo relevante sucede antes de que dé inicio nuestra aventura. La revolución de robots y el surgimientos de las diferentes facciones son elementos con un gran potencial que son limitados a sólo un párrafo de texto. Aunque esta sección no tiene el mayor peso en Neon City Riders, es la mejor. Lo cual habla sobre la calidad del resto de los departamentos. 

Neón, alcantarillas, bosques y edificios

Visualmente, Neon City Riders no rompe el molde. Es una historia de una sociedad distópica, post-apocalíptica, un mundo cyberpunk hecho y derecho. Sin embargo, las diferentes locaciones no se limitan a la típica ciudad llena de anuncios neón. Sí, la zona central del juego es una representación digital de la portada del álbum 2814 de 新しい日の誕生. Pero también contamos con un bosque lleno de gente gótica, un laboratorio secreto, un bosque congelado, un basurero, una área suburbana y una serie de tuberías y alcantarillas llenas de desechos tóxicos.

Extrañamente, sólo las alcantarillas tóxicas y el basurero cuentan con una razón dentro de la historia para existir. El resto de las zonas simplemente fueron diseñadas con el objetivo de ofrecerle un espacio al jugador. A pesar de esto, cada área es bastante única. No sólo cuentan con enemigos y una paleta de colores base distintiva, sino que presenta sus propios retos creados por el ambiente, algo que en algunas ocasiones se logra implementar bien en el gameplay y diseño de niveles, pero en otras ocasiones no. 

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A pesar de que cada área cuenta con las suficientes diferencias para ser considerada única a un nivel macro, una vez que miramos desde una perspectiva micro, la situación cambia drásticamente. Cada pequeña pantalla es lo mismo y no cuenta con las suficientes locaciones o puntos de referencias para distinguir la zona uno de la siete. 

Esto provoca que las primeras horas del juego sean un gran problema, porque constantemente estarás perdido, y no hay una forma clara de saber en dónde estás y hacia dónde te diriges, y el mapa que ofrece el juego no es lo suficientemente práctico. Las cosas mejoran un poco al final, cuando ya tienes un mejor conocimiento del mundo, pero, sin lugar hay dudas, hay espacio para mejorar en una posible secuela, o en futuros trabajos de Mecha Studios.

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Neon City Riders no toca terreno nuevo en este departamento. Prácticamente trabaja bajo el pensamiento de “si no esta roto, no lo arregles”, algo que funciona en algunas áreas, pero afecta a otras.

Música que deja mucho a desear

¿Saben a qué suena el cyberpunk? Bueno, Neon City Riders trata de ofrecer una respuesta, ya que nos presenta grandes tonadas de chiptune combinadas con música electrónica y algo de EDM. Desafortunadamente, las composiciones son bastante cortas, y no contamos con una selección sustancial para evitar caer en la monotonía, lo cual eventualmente llega a hartar.

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El soundtrack no carece de calidad, pero el hecho de que pasarás horas en una área que sólo cuenta con una canción que entra en loop cada minuto es bastante cansado. En el único lugar en donde esto no es un problema, es con lo jefes, debido a que cada tonada es llevada al máximo en estos enfrentamientos. Es una lástima que un departamento con tanto potencial sea arruinado por la simplicidad y la monotonía.

Todo y nada al mismo tiempo

Hasta el momento, Neon City Riders suena como un buen juego. Nada espectacular, pero con una buena historia y decente presentación visual y sonora. Sin embargo, el gameplay y el diseño de niveles transforman esta experiencia en algo que nunca deseó volver a experimentar en mi vida.

Neon City Riders es un juego de acción con una perspectiva top down, combate y exploración similar a A Link to the Past, y un sistema de progresión que me recuerda a Castlevania: Symphony of the Night y a Metroid Prime. NCR trata de ser todos tus juegos de la infancia al mismo tiempo, y termina por no hacerle honor a alguno. En los primeros minutos, el juego te muestra todo lo que puedes hacer con Rick y en ningún momento logras obtener nuevas habilidades que logren revitalizar el gameplay.

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Rápidamente el tutorial introduce cuatro movimientos especiales que puedes utilizar tanto dentro y fuera del combate. Sin embargo, en cuanto acabas esta sección, eres despojado de tus poderes, te quedas con un sistema de combate muy simple y nada extraordinario por las primeras horas del juego.

En los primeros momentos del juego, el ritmo del combate es dictado por los enemigos, los cual presenta una dinámica interesante que rara vez vemos en otros juegos. Una vez que recuperas tus cuatro habilidades especiales, el tablero cambia, y ahora tú dominas cada entrenamiento. Justo cuando el combate se vuelve repetitivo y cansado, el juego no introduce nuevas mecánicas o movimientos únicos, dejando que uno de los aspectos con más potencial de esta experiencia, simplemente muera lentamente. 

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Una de las mayores características de Neon City Riders, es la libertad de ir hacia donde tu quieras… en teoría. Aunque es cierto que puedes elegir tu camino durante las primeras horas de la aventura, rápidamente te das cuenta que necesitas ciertas habilidades para acceder a nuevas áreas. Por lo tanto, casi todo el juego se reduce a ir de norte a sur y de este a oeste buscando un camino en el que puedas avanzar en tu estado actual.

Este problema está presente durante prácticamente la mitad del juego. Debido a que cada subjefe resguarda una de las habilidades especiales de Rick, la segunda mitad logra acercarse de mejor forma a la libertad que tanto promete Neon City Riders, aunque aún logra caer un callejones sin salida en algunas ocasiones.

El hecho de que las diferentes zonas sean gigantescas no ayuda mucho. A pesar de que existe la habilidad de usar fast travel sigue siendo bastante pesado recorrer áreas enormes llenas de enemigos y obstáculos que simplemente son difíciles por el hecho de ser difíciles. 

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Aunque las diferentes zonas, estéticamente hablando, sean un aspecto positivo del juego, son una pesadilla en cuanto al diseño de niveles. Cada sección es un área infestada de enemigos, o presenta una serie de obstáculos que te matan de un solo golpe. No hay ningún momento en donde la exploración y los puzzles están relacionados con el combate, lo cual limita las posibilidades de zonas interesantes y memorables.

Cada zona nos ofrece un concepto que es usada hasta la muerte. Nos presenta con la clásica fórmula de los tres actos, en donde una idea es introducida en un ambiente bastante seguro para el jugador, y eventualmente es escalado hasta ofrecer un desafío complicado, generalmente este proceso se repite tres veces. Sin embargo, en Neon City Riders te toparás con los mismos puzzles seis, siete o hasta ocho veces seguidas, quitándole cualquier gramo de entretenimiento que pueden ofrecer. 

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Lo cual es una lastima porque algunas zonas presentan retos bastante entretenidos. Las alcantarillas introducen un gas venenoso que invierte tus controles, de esta forma, el reto es más sobre cómo logras establecer una nueva conexión entre tu cerebro y el control, y no tanto sobre el ambiente. Pero por cada buena idea, dos o tres malas son introducidas. No hay un claro balance. 

Neon City Riders tiene un buen potencial, pero no está distribuido equitativamente. Algunas de las decisiones referentes a la exploración y combate pueden llegar a sonar bastante lógicas para un desarrollador, pero no logran comunicarse de manera efectiva con el jugador. Una verdadera lástima.

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El primer juego de Mecha Studios es una mirada al pasado sin algún tipo de crítica. ¿Qué ofrece Neon City Riders a la exploración que A Link to the Past o Hyper Light Drifter no proporcionen? Nada. ¿Acaso la progresión está a la par de Symphony of the Night? No. En donde la historia trata de hacer una pequeña crítica a la nostalgia, el gameplay es una contradicción y simplemente nos muestra algo que ya hemos visto un sin fin de veces, pero peor.

Injugable en PlayStation 4

Ahora, jugué Neon City Riders en un PlayStation 4 y les recomiendo que eviten esta versión a toda costa. Por lo que escuchado e investigado, esta es la peor versión del juego. Aunque no cuenta con la caída de frames que posee la edición de PC, en PS4 el juego constantemente es injugable porque el título se crashea constantemente. Hubo ocasiones en donde el juego se cerró por si solo cinco veces seguidas en un lapso de 10 minutos. Es imperdonable la horrible optimización en la que se encuentra esta versión.

Es inaceptable que el hecho de abrir el mapa del juego logre romper el juego. Afortunadamente, Neon City Riders cuenta con autograbado cada vez que entras a una nueva pantallas, pero aún así, esto es un terrible inconveniente, que espero sea resulto tan pronto como se posible.

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Aunado a esto, el juego cuenta con un par de glitches que pueden sacarte de la experiencia. Desde personajes flotando en el aire, pasando por enemigos que no se logran mover, diálogo que sale de la caja de texto, hasta erradicar la funcionalidad de los drones. Estos pequeños robots voladores, en teoría, ofrecen soporte, pero en un momento, dejaron de funcionar y siguen sin ser de ayuda alguna.

Mecha Studios, aprende de tus errores

atomix-score-60Neon City Riders no es un mal juegos, pero tampoco es uno bueno. La decente historia, presentación visual y sonora, son opacadas por un terrible diseño de niveles, dificultad artificial y un aburrido sistema de combate y exploración que, junto a un horrible desempeño lleno de glitches, no amerita comprar el juego a su precio estándar.

Se que puedo sonar bastante duro, pero, en el fondo de mi corazón, deseo que Mecha Studio aprenda de sus errores, logren ofrecernos otro juego que carezca de todos los errores de Neon City Riders, eviten usar la nostalgia como un punto de venta, y nos ofrezca algo del nivel de Mulaka o Pato Box, juegos mexicanos de gran calidad. Simplemente no puedo recomendar este juego. 

Sebastian Quiroz
27 años. Editor en Atomix.vg. Consumidor de la cultura pop.