Opinión: The Last Tiger, el cuarto capítulo de las historias de guerra de Battlefield V

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A finales del mes de noviembre del año pasado, aquellos que amamos los FPS estábamos más que alegres por el regreso de Battlefield al la segunda guerra mundial con Battlefield V. El juego, como es costumbre, incluye un asombroso modo multijugador y su buena cantidad de carnita en el apartado de un sólo jugador con las llamadas historias de guerra que, aunque no tan entrañables, resultaron un ejercicio muy interesante que invita a revisar todo lo que no conocemos sobre la segunda gran guerra.

Si bien recuerdan, el equipo de DICE se tomó su tiempo para terminar el último capítulo de las historias de guerra, The Last Tiger, una historia en la que el jugador toma el control de Peter Müller, comandante del tanque Tiger 237, quien tiene que combatir en los últimos días del Tercer Reich. Más de uno teníamos altas expectativas con respecto a este capítulo, así que cuando por fin pudimos descargarlo, en el mes de diciembre, muchos de nosotros lo devoramos de una sola mordida pero, ¿realmente valió la pena esperar tanto por este capítulo? Pues aquí abajo te contamos más al respecto.

Luchar hasta la última bala

The Last Tiger se desarrolla en la agonizante Alemania del Tercer Reich, en la que los ejércitos de la Unión Soviética y Estados Unidos, estaban por adentrarse en el corazón de la Alemania Nazi. Los soldados alemanes habían recibido la orden de defender su patria hasta la última bala, sin rendición, por lo que todo soldado alemán que cediera las armas sería tratado como un desertor, un cobarde. De eso trata The Last Tiger, de la forma en la que los alemanes tuvieron que vivir la derrota.

No quiero decir mucho sobre la trama, porque es muy fácil contarles el final –después de todo, este capítulo sólo dura alrededor de 50 minutos–, sin embargo, les puedo comentar que de todos las historias de guerra de BFV, ésta fue la que más me agradó. Tiene un desarrollo emocionante y un desenlace que te dejará reflexionando sobre qué es lo que muchos solados nazi pensaban al final de la guerra, cuando su país estaba siendo invadido por lo que se les había hecho creer era un enemigo inferior.

La desesperanza y el infierno que desató la guerra en el pueblo alemán se puede percibir en cada momento del capítulo y los personajes son memorables, sobre todo los que aparentemente no tienen un papel importante durante el desarrollo de la trama y que al final terminaron por dar una sorpresa.

El chico temido del barrio, el tanque Tiger

Como es de esperar, el gameplay del último capítulo no tiene grandes cambios. Una vez más, podremos hacer uso de una buena variedad de armas y explosivos que se manejan exactamente igual que en el resto de la campaña. Lo que hace a este capítulo diferente, es que la mayor parte de él se desarrolla utilizando el tanque Tiger, esa bestia de acero que hacía que los sherman americanos parecieran simples baratijas. Arrollar soldados, disparar el cañón principal y hasta utilizar la ametralladora es instintivo y no creo que alguien tenga problemas para hacer “galopar” a la bestia.

Triler de Battlefield V muestra todos los mapas iniciales

Lo que me gustó mucho fue el desafío de enfrentar a más de un tanque enemigo a la vez. Si recibes mucho daños, evidentemente el tranque explotará, por lo que debes detenerte un momento para realizar reparaciones. Mientras lo haces, no podrás moverte ni disparar, así que tendrás que pensar muy bien en qué momento decides reponer la barra de salud de tu bestia acorazada. Créeme que, por no prestar la suficiente atención, explote en más de una ocasión. En todo momento te sentirás rodeado de enemigos y tendrás que disparar a los edificios para hacerlos polvo y así, acabar con todos los enemigos.

Ir en el tanque o atacar alguna posición enemiga a pie, hacen que The Last Tiger sea muy vigorizante para el jugador, rompiendo con la estructura de la que les hable en la reseña de BFV.

Unidos somos fuertes

En general, The Last Tiger es un capítulo que disfruté muchísimo. Es la historia de guerra que más llamó mi atención y que invita a la reflexión. Atacar al enemigo a pie y manejar el tanque es muy divertido e intuitivo, por lo que no creo que alguien tenga algún problema en acabar el juego en una hora.

Por último, debo destacar el gran trabajo que se hizo en el apartado estético. Los edificios colapsados, la ciudad en llamas y los diálogos en alemán, le dan un toque de verosimilitud fantástico.