Creer en lo que las empresas nos venden en grandes eventos cada vez es más complicado, sobre todo si hablamos de proyectos de estudios supuestamente independientes, pues en más de una ocasión se nos ha dicho que estamos frente a la siguiente gran revolución del medio y al final, el título en cuestión se queda corto en todo sentido o simplemente nunca ve la luz del día. En E3 de 2014 Xbox salió a presentar un juego llamado Cuphead, el cual, nos enamoró a todos a primera vista gracias a sus gráficos sin igual que nos recordaban a las caricaturas de los años treinta que hicieron tanta historia. Pasaban los meses, después los años y seguíamos sin saber gran cosa de esta propuesta de los hermanos Moldenhauer, más allá de un par de demos que no hicieron más que levantar dudas hasta que por fin, éste recibió fecha oficial de estreno.
Entiendo perfectamente que el interés por Cuphead se haya desvanecido de una manera tan marcada. La poca información que habíamos estado recibiendo de él, sumada a todas las complicaciones que sufrió durante su desarrollo, a muchos nos hizo pensar que volvería a ser una promesa sin fundamentos que en poco tiempo se nos olvidaría; sin embargo, nos encontramos a tan sólo unos días de su lanzamiento para Xbox One y PC, y Atomix tuvo la oportunidad de probarlo de manera anticipada y por un muy buen rato durante el showcase especial de Microsoft celebró hace un par de semanas en San Francisco, California. Te puedo decir que los miedos que teníamos sobre este título han salido volando por la ventana, al punto de que estoy seguro de que será uno de los grandes aclamados del año, incluso en este 2017 que está siendo tan genial para el medio.
De lo que seguramente todo el mundo estará hablando es del estilo visual de Cuphead. Como te comentaba, StudioMDHR Entertainment tomó total inspiración de la animación que vimos a inicios del siglo pasado como por ejemplo, lo que Disney estaba haciendo en sus inicios. De manera mucho más concreta, los desarrolladores han declarado que su principal fuente fueron las locas animaciones que Fleischer Studios hacía en aquellos tiempos, como el siempre legendario y extraño corto, Bimbo’s Initiation, el cual nos muestra una cara entre tierna pero con toques aterradores que dan un resultado sumamente especial.
La versión que tuvimos la oportunidad de probar de Cuphead nos indica que el juego ha dejado atrás todos los problemas técnicos que había estado mostrando en los últimos meses, sobre todo de frame rate. El título corre de manera totalmente suave y sin problemas a 60 cuadros por segundo, haciendo que todo el maravilloso trabajo de animación que se hizo, luzca espectacularmente bien, y logre justamente su cometido: hacernos sentir que estamos jugando dentro de una caricatura hecha en los años treinta por los autores que te acabo de mencionar.
Unity es un motor que se ha convertido en estándar dentro del medio no sólo por lo accesible que es para los desarrolladores, sino por lo increíblemente versátil que puede ser. Sigo impactado de que una tecnología que por muchos es considerada como simple o de mero entrenamiento para primerizos, sea capaz de convertirse en una herramienta para que los desarrolladores construyan cosas del nivel visual de Cuphead, asunto que al menos en mi caso, pensaba que sólo motores dedicados como el UbiArt Framework, por ejemplo, podían lograr. No encuentro bien las palabras para expresarte lo espectacular que luce este título corriendo en tiempo real y cómo es que justamente capturó toda la esencia de cómo es que se hacían caricaturas hace casi 90 años.
Cada uno de los assets de Cuphead luce perfectamente bien delineado. Los niveles están absurdamente detallados con fondos que se sienten vivos y que contribuyen a la experiencia en general. Los efectos de explosiones, enemigos muriendo y absolutamente todo lo que ves en pantalla, fue cuidado hasta el último detalle para entregar un videojuego que se ve como ningún otro que me haya tocado experimentar. De igual forma su música y efectos de sonido tomaron inspiración de la animación de los treinta que tanta influencia tuvo en lo que se hizo dentro de la industria en los años venideros.
Espero que con los párrafos anteriores te haya transmitido un poco de lo que es Cuphead en la parte visual y técnica, sin embargo, todo esto serviría de muy poco si como videojuego, no cumpliera con lo que debe. Antes que nada me gustaría aclararte ante qué tipo de experiencia estamos, pues me parece que siguen existiendo dudas al respecto.
De manera bastante simple podemos decir que Cuphead es un Run & Gun muy al estilo de los Mega Man clásicos, con algunos elementos de shooter horizontal y bullet hell. Nuestro personaje cuenta con distintos tipos de disparo que podemos cambiar a placer, así como un especial que se va cargando poco a poco y que cuenta con distintos niveles. Entre más esperes, mayor será el poder que desates una vez activada esta habilidad. Por supuesto que las plataformas son elemento crucial del juego, incluso me atrevería a decir que son la principal mecánica de juego, o al menos en la sección que probamos así pasó.
La estructura de Cuphead también parece ser bastante sencilla. Tenemos un precioso overworld que vemos desde una perspectiva de vista área desde el que podemos acceder a sus distintos niveles. Esta zona es un verdadero deleite, sobre todo para los fanáticos de los parques temáticos, pues básicamente es una representación de los primeros días de algo como Disneyland, con sus tierras, atracciónes y ambientado por una sensacional música estilo Bluegrass.
Una de las cosas que se decía de Cuphead es que en realidad no cuenta con niveles, y que se trataba de una experiencia compuesta por puras peleas contra jefes. Esto es mitad cierto y mitad falso. La gran mayoría de los niveles a los que entré, en efecto, eran encuentros directos y sin preámbulos contra enemigos especiales de gran tamaño que tenían que ser acabados en tres etapas distintas; no obstante, hubo uno en el que sí tenía que ir avanzando por un nivel sobre un plano 2D lleno de obstáculos y peligros, justo como pasa en cualquier título del género que ya hayamos visto.
La dificultad de Cuphead es verdaderamente alta. Al inicio de cada nivel o enfrentamiento cuentas con cuatro oportunidades para que los enemigos te hagan daño. Una vez muerto, tendrás que repetir todo desde un inicio. Así es, nada de checkpoints ni ayudas. El sentimiento de reto que transmite el juego es impresionante, haciendo que el famoso “una y ya” difícilmente se dé. Todo se trata de reflejos ojo-mano y de reconocer patrones como pasaba en los primeros Mega Man o Contra, por ejemplo. Estoy seguro de que quienes vivieron la época dorada de los Run & Gun hace ya tantos años, apreciarán mucho este título.
Un control que se siente sumamente preciso y responsivo, gran diseño de niveles y enemigos, mecánicas que son sólidas y hasta innovadoras, y demás elementos, hacen que Cuphead sea mucho más que una cara bonita. Se nota perfectamente que estos hermanos canadienses de StudioMDHR Entertainment saben del negocio y entienden qué es lo que un videojuego necesita para poder ser divertido. Una vez más, creo que me hacen falta palabras para transmitirte la genialidad ante la que estamos si de jugabilidad y gameplay hablamos.
Cuphead perdió por completo los reflectores en los que estaba y me parece que fue para bien. Todo indica que a pesar de la necesidad de exclusivas del Xbox One, Microsoft dejó que estos independientes trabajaran a su ritmo para entregar un juego que funcionara y que cumpliera con todo lo que había estado prometiendo. La impresión que me ha dejado este título es tan bueno que estoy seguro, será uno de los que aparezcan en la lista de los mejores de este competido 2017, esto gracias a que en realidad, no le encontré defectos marcados que puedan arruinar la experiencia. Obviamente nos falta tener la versión final para poder dar una opinión más precisa, pero de primera instancia, me parece que es algo que definitivamente tienes que estar esperando.
Cuphead se lanza el siguiente 29 de septiembre en Xbox One y PC.