PS VITA, 3DS
3DS
Omega Force
Koei Tecmo
30/06/2015
Después de jugar un puñado de juegos de la serie Musou -Warriors en Occidente- al año, debo decir que me costó mucho entenderlos completamente. He llegado al punto en que los disfruto, puesto que me cuentan historias interesantes y me presentan mecánicas de juego que casi no vemos en títulos desarrollados en nuestro continente.
2015 no le es ajeno a esta exitosa franquicia de Koei Tecmo, ya que tienen en su catálogo varios títulos preparándose para arribar a consolas de nueva generación, incluso veremos a algunos de ellos combinarse con otras famosas propiedades intelectuales como Dragon Quest o One Piece. En esta ocasión, tocó el turno a Samurai Warriors: Chronicles 3 de llegar tanto a Nintendo 3DS como a PlayStation Vita, y aunque al final de cuentas se trate de una especie de abstracción de la experiencia completa para consolas de sobremesa (Samurai Warriors 4), tiene algunos elementos defenderse por sí solo.
Este juego viene en el marco del décimo aniversario de la serie, misma que comenzó en PlayStation 2. Además, la sub-serie Chronicles regresa a Occidente después de su ausencia con el segundo juego, mismo que fue exclusivo de Japón. Otra de las cosas que celebramos es que por primera vez llega a Nintendo 3DS, aprovechando características únicas como la pantalla táctil, el C-Stick o el Circle Pad Pro y por supuesto, el 3D estereoscópico.
Como dije anteriormente, este juego traslada de manera ambiciosa la experiencia de Samurai Warriors 4, contando básicamente la misma historia en su modo de campaña y adoptando elementos conocidos como la profunda personalización de nuestro protagonista y los ataques Hyper y Rage.
Una de las diferencias clave es que en Chronicles no encarnaremos a los distintos generales que conforman la historia Sengoku, misma que cubre partes del siglo XVI en Japón y que son contadas en cada iteración de la franquicia. En esta ocasión, lo primero que sucede es que el juego nos obliga a crear un personaje para vivir a través de él la historia de las guerras del Japón feudal.
En vez de vivir las distintas caras de la misma guerra, seguimos de cerca al clan Oda y su plan por unificar el país asiático. A través de aproximadamente 10 horas, recorreremos distintas facetas de la narrativa que nos llevarán a conocer otros clanes a través de escenas cinemáticas completamente dobladas en japonés, además de las batallas clave que le darán progreso a la historia.
Un aspecto fuerte que diferencia a este título de los demás, es la posibilidad de vivir historias alternativas una vez que avanzamos en la principal. Por primera vez podremos ver qué pasaría si determinado general domina un territorio en vez de perderlo, o si cierto personaje es rescatado en vez de asesinado. Aunque no se trate de una narrativa canónica, logra alargar durante más horas nuestra experiencia.
La manera de completar el juego también tiene que ver con la re jugabilidad. Regresar a misiones que ya hayamos hecho con determinados generales podrá desbloquear nuevos objetivos, además de que podremos subir nuestro nivel de amistad con distintos personajes para incorporarlos a nuestro elenco seleccionable. Esto último puede lograrse de distintas maneras, como llevándolos a pelear junto a nosotros o simplemente invitarlos a una fiesta de té que organicemos entre batalla y batalla, todo bajo un costo monetario.
La jugabilidad permanece básicamente igual a la de los títulos homólogos de consolas caseras. Nos enfrentamos a un hack and slash un tanto genérico en el que el machacar un par de botones nos abrirá el paso entre decenas de enemigos. No obstante, existen ciertos elementos que le dan variedad al combate. Uno de ellos son las War Arts, condicionamientos especiales que designamos antes de cada batalla y que al activarlos otorgan mejoras temporales al personaje seleccionado. Gracias a ellas podemos evitar que nos dañen durante 15 segundos, potenciar nuestros ataques por 30 segundos o evitar que nuestros aliados huyan durante 30 segundos, por ejemplo.
Otros elementos tomados de Samurai Warriors 4 los conforman el Rage Mode y los Hyper Attacks. Con el primero entraremos en un modo de ira en el que nuestros ataques serán más devastadores, además podremos combinar este estado con un Musou Attack para realizar nuestro movimiento especial de una manera más letal. El segundo nos permitirá navegar en el escenario entre oleadas de enemigos genéricos más eficientemente, ya que se tratan de ataques de área que nos impulsan hacia adelante. La desventaja es que en cuanto nos topemos con un general, los ataques dejarán de funcionar inmediatamente.
También de Samurai Warriors 4 se incorpora la posibilidad de cambiar de personaje en tiempo real en una batalla, solo que en esta ocasión nos permiten elegir entre hasta cuatro personajes al mismo tiempo en vez de dos. Con sólo tocar la pantalla táctil del Nintendo 3DS podremos cambiar de protagonista instantáneamente. Así, completar objetivos como derrotar a determinado general en cierta cantidad de tiempo será más fácil, ya que no tendremos que correr de un extremo del mapa a otro.
Además, gracias a la pantalla táctil -o al menú de pausa si no queremos usarla- tenemos otras posibilidades como asignar órdenes y revisar nuestros objetivos de batalla, mismos que se irán actualizando en tiempo real conforme avance la partida. Algunos serán bastante difíciles, obligándonos a detener a un general de escapar del mapa o eliminar a determinado enemigo con un general específico. Si no subimos de nivel a nuestros personajes, algunos objetivos se tornarán casi imposibles.
De manera secundaria al modo historia, el Challenge Mode nos permitirá vivir partidas tipo Arcade dentro de distintos castillos. En ellos tendremos un contador de tiempo que irá descendiendo hasta cero, terminando así la partida. Nuestra misión es completar el mayor número de objetivos posibles, para así obtener más tiempo y alcanzar eventualmente los retos más difíciles.
Samurai Warriors Chronicles 3 es un título que innova en algunos aspectos mientras que al mismo tiempo descuida por completo otros. Por el lado bueno, vemos una buena utilización del StreetPass y el SpotPass para recibir armas, objetos o comparar nuestros puntajes a través de internet. Además, tomando como inspiración Puzzle Swap del Nintendo 3DS, tendremos la posibilidad de desbloquear paneles con arte clave del juego a través de la compleción de objetivos.
Por el lado de la historia, el juego nos ofrece múltiples finales y la oportunidad de adentrarnos a la narrativa de Samurai Warriors sin necesidad de estar familiarizados con los personajes, ya que todo lo viviremos desde la perspectiva del soldado que creemos al principio de nuestra aventura.
No obstante, el título ejecuta terriblemente el aspecto gráfico. Si de por si el último título de la serie para consolas de mesa fallaba al momento de mostrar una variada paleta de colores y texturas a la altura de la nueva generación de consolas, la abstracción de esa experiencia en la portátil de Nintendo deja mucho qué desear. En muchas ocasiones veremos texturas aparecer bruscamente a partir de la nada, además de que toda nuestra aventura se desarrollará en escenarios de tonos grisáceos y cafés.
La música se ejecuta decentemente, ofreciéndonos las conocidas melodías que combinan lo instrumental japonés con techno. No obstante, este apartado no brilla por ningún mérito específico, ya que ni siquiera nos permiten escuchar la banda sonora con la consola cerrada como ocurre con otros juegos como Super Smash Bros. o Theathrythm Final Fantasy: Curtain Call.
Finalmente, se agradece que todo el juego esté completamente doblado con voces en japonés, pues esto le da realismo a la experiencia. Lamentablemente, se pierde la inmersión después de un par de escenas cinemáticas, ya que los personajes ni siquiera se mueven, pareciendo simplemente marionetas paradas una en frente de la otra con una bocina.
Samurai Warriors Chronicles 3 es una experiencia decente para alguien que quiera decenas de horas de jugabilidad, centenares de objetivos por completar y una gran galería de coleccionables. Fácilmente diría que es la mejor manera de aprender algo de la narrativa del Japón feudal que la franquicia ofrece, además de que está basada en eventos y personajes reales. Tal vez hubiera sido mejor una abstracción de la experiencia mejor adaptada para portátiles que una simple reducción de aspectos técnicos para lograr que un juego así de ambicioso cupiera en un cartucho de Nintendo 3DS.