Review – Tiny Trax

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Futurlab nos ha demostrado con el paso de los años que definitivamente se encuentran en una posición alta entre los desarrolladores independientes, Velocity fue el mejor juego en la categoría “Minis” de la PlayStation Store, evolucionó para convertirse en el emblemático Velocity Ultra del PS Vita y culminó con el excelente Velocity 2X que conquistó varias plataformas.

Quizá no muchos nos vimos entusiasmados cuando supimos que el nuevo juego de Futurlab sería para aprovechar el PlayStation VR, pero la verdad es que luego de jugar Tiny Trax nos hemos dado cuenta que una vez más el estudio independiente ha tenido un gran logro digno de celebrarse en esta plataforma en la que la mayoría de propuestas siguen sintiéndose completamente experimentales.

A diferencia de sus propuestas más populares anteriores, Tiny Trax se sale un poco de lo que nos tiene acostumbrados Futurlab. No es un shooter ni un juego de plataformas, más bien ahora le apuestan a las carreras pero tampoco a un simulador sino a una experiencia arcade que más bien nos recuerda la manera en que jugábamos con nuestros cochecitos de juguete.

Tiny Trax se inspira en aquellas pistas eléctricas con las que jugábamos hace unas décadas, esas en las que colocabas el coche sobre un riel y tenías un control con un botón único que te permitía controlar la corriente que le daba impulso al vehículo. En aquel juguete únicamente tenías que controlar que tu velocidad no fuera muy alta en las curvas para evitar que el coche se descarrilara, ciertamente las cosas en el nuevo juego de Futurlab son mucho más complejas, vamos pues a revisar lo que nos ofrece.

Mecánica simple, funcional, original y muy desafiante

Tiny Trax es mucho más que simplemente controlar la velocidad del vehículo con un botón como en las pistas eléctricas de juguete, efectivamente tienes un botón para acelerar pero además de ello hay otros dos elementos básicos de su gameplay que son simples pero a la vez también muy originales.

En las curvas tienes que inclinar un poco el stick análogo para tomarlas de forma perfecta, tienes un indicador en forma circular alrededor de tu vehículo que te indica el punto exacto al que debes mantener la vuelta pero deberá ser en el punto exacto, sin pasarte ni quedarte corto pues en esos casos tu vehículo quedará atorado.

Tomar las curvas perfectas también es la única forma de cargar una barra de turbo que más que parecer un impulso adicional en la carrera es de vital importancia al tener rivales muy duros que todo el tiempo están aprovechándolo. De esta manera debes ser cuidadoso de no perder la oportunidad de acumular turbo siempre que sea posible y aprovecharlo en las mejores secciones de la pista como las rectas y los saltos donde es necesario llevar velocidad para no caer al vacío.

Finalmente tenemos un botón que nos permite cambiar entre los carriles de la pista, eso te permitirá tomar ventaja principalmente en las curvas cerradas; afortunadamente no hay colisiones entre los cuatro vehículos participantes, esa variable sin lugar a dudas complicaría las cosas en un juego que ya es, de entrada, muy frenético.

En general, el gameplay de Tiny Trax es simple pero también desafiante, la precisión que necesitas al mover el stick análogo únicamente en el momento adecuado y en la posición correcta es algo que no solemos ver tan seguido. Concentrarte en sus pequeñas variables es lo suficientemente divertido para pasar un buen rato y además difícil de dominar en un juego que seguro te tomará tiempo para conquistarlo en su totalidad.

Pistas retorcidas y con acertado uso de la realidad virtual

Aunque Tiny Trax es un juego que podría vivir casi en cualquier formato, la verdad es que se siente muy especial precisamente por estar presentado en realidad virtual. El juego te sitúa en un punto medio donde tienes buen dominio visual de las pistas que prácticamente te envuelven, no es tampoco como que alcances a ver toda la pista y más bien tendrás que mover tu cabeza para seguir los cochecitos en los distintos segmentos de las pistas.

Siempre que hablamos de una experiencia de realidad virtual es muy difícil describir algo que descubres hasta que lo estás viviendo, pero realmente el ambiente envolvente que se logra por los vibrantes escenarios de Futurlab es sumamente agradable. El sonido tridimensional es de gran ayuda y la manera en que están diseñados cada uno de los escenarios realmente te hacen sentir la emoción de ver a los mini vehículos corriendo a toda velocidad por las pistas llenas de alocados elementos.

Correr en vertical o invertido, meterse al agua, ver los coches a lo lejos o escucharlos pasándote prácticamente frente a la cara combinan a la perfección con el estilo artístico lleno de color que además luce muy bien con el contraste de la pantalla OLED del PS VR.

El diseño de las pistas es bueno y si bien no tenemos una gran variedad, me agradó la forma en que van evolucionando para enseñarnos a jugar; las primeras pistas son simples a nivel general y conforme van avanzando comienza el enredo de los giros, la conducción de cabeza y algunos circuitos tan intrincados que terminan siendo muy extensos.

En general tenemos 12 pistas originales divididas en copas de 4 carreras inspiradas en clima tropical (Paradise Adventure), clima nevado (Frozen Forgeway), el espacio (Galactic Odyssey) y finalmente una cuarta copa llamada All-Star que consiste de 6 carreras que combinan dos circuitos de cada una de las anteriores.

Lo bueno y lo malo

Nos gustó que a pesar de su apariencia muy simple Tiny Trax es mucho más profundo de lo que imaginas con la combinación de las tres mecánicas que describimos anteriormente, eso podemos combinarlo con el buen diseño de las pistas, el exquisito soundtrack de Joris de Man (Velocity 2X, Horizon Zero Dawn), sus vibrantes colores y el agregado de la experiencia VR para tener uno de los juegos con los que mejor la he pasado en este mercado que se sigue sintiendo experimental.

Además de poder disfrutar las copas contra las inteligencias artificiales puedes disfrutar de partidas en línea, aunque como le sucede a muchos de los juegos de PS VR realmente es difícil encontrar una partida a menos que te pongas de acuerdo en grupos a través de otros canales de comunicación.

El juego incluye un tutorial básico, aunque dado que su mecánica de cargar turbo en las curvas es poco convencional y cuesta un poco de trabajo acostumbrarse a la misma, se hubiera agradecido un selector de dificultad para no alejar a los nuevos jugadores y por otro lado para también ofrecer un reto adicional para los que se conviertan en expertos.

Como la mayoría de los juegos de PS VR, Tiny Trax no se salva de sentirse un juego pequeño y no muy ambicioso en sus alcances, eso sí, la verdad es que el contenido que incluye al menos es de alta calidad y sumamente recomendable.

Comentarios Finales

Los juegos desarrollados en específico para jugar con realidad virtual siguen sintiéndose en una etapa de aprendizaje, pero puedo decirles que entre lo poco que he probado de este universo definitivamente Tiny Trax es uno de esos lugares virtuales favoritos en que me gusta estar. La primera vez que lo jugué me sentí asombrado por lo increíbles que lucen sus circuitos intrincados a tu alrededor, esa misma sensación de asombro la percibí en mis compañeros al ver que no es necesario estar en una perspectiva en primera persona para disfrutar de un producto de realidad tan inmersivo y bien diseñado como lo es Tiny Trax.

Por su jugabilidad, el diseño de sus niveles y convertirse en ese pequeño paraíso para los amantes de las pistas y los vehículos de juguete, podemos darle el sello de aprobación a este nuevo juego de Futurlab que una vez más no nos ha fallado.

 

NOTA IMPORTANTE: Un parche lanzado la primer semana agregó una dificultad más accesible para la primer copa, de manera que se compensa un poco el hecho del que les comentábamos respecto a que el juego tenía una curva de aprendizaje abrupta.

 

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg