30 años de Metal Gear

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La historia de los videojuegos comienza a tomar nuevas formas. Después de haber pasado por distintas etapas en las que se buscaba darle un rostro reconocible al medio, al fin comenzamos a pasar a etapas en las que nos encontramos lo suficientemente lejos de ciertos hechos para poder analizarlos de mucho mejor manera. Claro que gracias a la masificación de la industria tenemos a un sin fin de ramas de la misma que la hacen aún más complicada de desmenuzar, sin embargo, aún existe una línea de diseño que podríamos considerar como la que le dio vida a todas estas obras contemporáneas que tantos esfuerzos invierten por entregar experiencias que expresen sentimientos o ideas complejas, justo como pasa con cualquier trabajo que se hace llamar arte. Una de las sagas que han sido parte de toda esta evolución es Metal Gear, la cual, se encuentra festejando tres décadas de existencia.

Un día como hoy 13 de julio pero de 1987, un joven y hasta ese momento casi desconocido Hideo Kojima, por fin lograba sacar a la luz Metal Gear, título de acción y sigilo que fue estrenado en la MSX2, plataforma creada por Microsoft que marcas como Sony, Philips, Mitsubishi, Toshiba, Yamaha y muchas otras más, utilizaron para crear computadoras personales capaces de correr videojuegos, entre otras tareas, esto a pesar de sus fuertes limitaciones técnicas propias de la época como por ejemplo, sólo contar con 64 Kb de RAM y procesadores Zilog Z80A de 3.58 MHz en algunos casos.

La idea original de Konami era crear un videojuego de acción inspirado en las cintas del mismo género hollywoodenses que tanto auge estaban teniendo a finales de los años ochenta, sin embargo, durante la etapa de preproducción, Kojima y su equipo se dieron cuenta de que el poco poder de las MSX2 de aquel entonces, simplemente no les iba a ser suficiente para ejecutar correctamente todas las ideas que tenían, por lo que decidieron darle vuelta al asunto con un cambio radical de las mecánicas de juego bajo las cuales se regiría Metal Gear. El concepto de tener a un héroe de acción que salvara al mundo se mantuvo, no obstante, se tomó la determinación de que se nos pondría en control de un espía sigiloso que no debiera ser detectado por los enemigos, esto claro, para ahorrar recursos del hardware y así, entregar la experiencia más apegada a lo cinemático que el director tenía en mente.

Así fue cómo es que para muchos nació el género de los juegos stealth o de sigilo, justo cuando en una de las escenas iniciales del juego, se nos pide evitar enfrentamientos con el enemigo a como dé lugar, dándonos el consejo de mantener un perfil bajo para alcanzar nuestros objetivos. De alguna manera, el esquema de controles y mecánicas en general, a pesar de haber sido bastante complejos, terminaron funcionando de una gran manera por lo divertido que era “jugar a escondernos”. Lo anterior en combinación con la gran historia que se nos contó y personajes memorables que se nos presentaron, causaron que naciera un verdadero clásico que poco a poco se fue contagiando entre todos los entusiastas de la época.

Después de que Metal Gear 2: Solid Snake ampliara todo lo que Snake’s Revenge y el título que lo inició todo consiguieron, llegó un periodo de completa sequía que terminó en 1998 con Metal Gear Solid, juego que además de hacer la transición al 3D de manera casi perfecta (claro que buena parte de su gameplay en realidad estaba en planos 2D) dio inicio con una nueva saga que en muy poco tiempo se afianzaría como una de las más aclamadas de todos los tiempos, dándole vida a verdaderas obras de arte del tamaño de Metal Gear Solid 3: Snake Eater y por supuesto, a varios spin-offs bastante interesantes que le dieron vida a nuevas líneas de la compleja historia que se nos ha venido contando.

Al igual que pasa con muchas de las series más famosas de videojuegos, Metal Gear cuenta con fanáticos muy apasionados y vocales que en ciertos momentos, pueden hacer pensar que la franquicia es mucho más exitosa en lo comercial de lo que en realidad fue. En números muy fríos sabemos que esta saga ha vendido poco más de 44 millones de copias físicas en todo el mundo, esto si consideras todas las versiones de todos los juegos que se han publicado con este nombre, tanto de la serie principal, como de los spin-offs. La cifra no está nada mal, sin embargo, si uno piensa en que algo como Grand Theft Auto V lleva más unidades vendidas que todo Metal Gear, te das cuenta de la realidad en la que ha vivido la serie de Konami. Un dato curioso es que el juego más vendido de Snake es Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty, el cual colocó en manos de usuarios más de seis millones de copias.

Si nos vamos a cómo es que los Metal Gear han sido recibidos por la crítica especializada a través de los años, también tenemos un par de cosas bastante interesantes. A pesar de que la creencia general es que Metal Gear Solid 3: Snake Eater es el favorito de los fans, Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty es el juego de la serie que ostenta la calificación promedio más alta con 96, quedando incluso por encima del 95 de The Phantom Pain, mientas que el peor calificado es Metal Gear Solid V: Ground Zeroes con un 75.

Por supuesto que al hablar de Metal Gear tenemos que mencionar a gente clave como Kenichiro Imaizumi y Yoji Shinkawa, los cuales fueron igual de importantes que el propio Hideo Kojima para que la serie se convirtiera en lo que es actualmente. Claro que la celebración de este 30 aniversario no llega en el mejor momento del mundo, pues además de que su creador salió bastante peleado de las filas de Konami recientemente, tenemos el hecho de que algo como Metal Gear Survive ha levantado la furia de todos los fanáticos. Como sea, era de suma importancia recordar un poco de dónde es que Snake y compañía nacieron, esto para formar un gigantesco legado que probablemente nunca pasará de moda. La idea de un nuevo juego canónico se antoja complicado, pero al final, todo puede pasar. ¡Feliz cumpleaños, Snake!

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!