Este martes 17 de marzo, Battlefield: Hardline llegará a nuestras manos con la principal promesa de darle un verdadero refresco a esta serie que comenzó su andar en 2002. La saga de Electronic Arts ha sido trabajada por distintos equipos a lo largo de sus 13 años de vida, teniendo sus altibajos, pero también siendo responsable de una buena cantidad de innovación en uno de los géneros más populares de toda la historia.
Entre juegos principales y expansiones, Battlefield ha sido un autentico conejillo de indias para probar nuevas versiones de motores gráficos como el Refractor y el bien conocido Frostbite. Los estilos y objetivos perseguidos por cada una de las entregas de esta franquicia son muy variados, por lo que vale mucho la pena darle un vistazo a cómo es que ha sido esta evolución a través de los años.
Para finales de la década de los años noventa, los FPS militares, principalmente ambientados en la Segunda Guerra Mundial, eran toda una realidad, incluso se comenzaban a expandir hacia las consolas caseras. Sabiendo lo anterior, EA decidió entrar a la competencia, creando una franquicia completamente nueva. Battlefield 1942 fue el nombre que se le dio al primer juego de la serie, siendo desarrollado Digital Illusions CE, un estudio sueco que posteriormente se convertiría en uno de los más importantes. A pesar de contar con una campaña sólida en todo sentido, se nos dejó claro que el verdadero enfoque de todo estaba en el multiplayer. The Road to Rome y Secret Weapons of WWII, fueron sus dos expansiones.
El crecimiento del género simplemente no se detenía y seguía subiendo como la espuma, por lo que Activision no tardó en responder. Call of Duty fue lo que se puso sobre la mesa en 2003 para comenzar a competir, por lo que EA decidió darle un giro a su recién nacida serie con Battlefield Vietnam. Dejando de lado los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, este juego nos metía de lleno en el sangriento conflicto selvático. Para infortunio de la compañía, la respuesta del público hacia este título desarrollado por Digital Illusions en Canadá, fue muy pobre.
La búsqueda de una identidad propia de Battlefield seguía en el aire, pues sus competidores, sobre todo Call of Duty, comenzaba a convertirse en todo un fenómeno cultural. La segunda entrega de la serie abandonaba la parte histórica para apostar por un escenario de guerra actual, bastante antes de la llegada del primer Modern Warfare. Este juego se iba por un camino mucho más a la Counter Strike, en donde se puso especial énfasis en crear una atmósfera adecuada para que el multiplayer competitivo a través de internet, se desempañara sin problemas. El título agradó de manera importante, por lo que cuatro paquetes de expansión fueron lanzados: Modern Combat, Special Forces, Euro Force y Armored Fury.
Parecía que luego del éxito de la segunda entrega, EA había encontrado el camino que su franquicia debía seguir, por lo que Battlefield 2142 se convirtió en la nueva entrega. Dicho juego completamente enfocado al multijugador, nos ponía en un escenario varios años en el futuro, en donde los vehículos de guerra convencionales, fueron cambiados por modernos mechas. A pesar de lo prometedor de lo anterior, nos quedó claro que para ese momento, el mercado y la industria en general, simplemente no estaba lista para este tipo de juegos, pues sus ventas fueron considerablemente bajas.
Era momento de tomar una decisión más importante y hasta drástica, pues el mercado de la PC, cada vez era más y más complicado de convencer. Además de hacer que Battlefield: Bad Company saliera para el PlayStation 3 y Xbox 360, se intentó darle frescura a la cara de la IP. Para empezar, se estrenó un motor gráfico completamente nuevo, mismo que prometía convertirse en el nuevo estándar para desarrollar juegos de acción. Frostbite lucía bellas gráficas, sin embargo, lo que más se nos presumió fue la posibilidad de destruir prácticamente todo lo que veíamos en el escenario. Este título casi supera las tres millones de copias vendidas, por lo que el rumbo fue retomado.
La idea de poner un Battlefield al alcance de todos, combinado con el recién descubierto modelo Free to play, provocaron que EA lanzara Heroes, un juego que de nueva cuenta, solo se enfocaba en la parte del multiplayer. Una de las primeras cosas que saltó a la vista cuando este título fue mostrado por primera vez, fue su look gráfico, el cual, dejaba de lado el realismo que se había buscado en pasadas entregas. La aceptación de este divertido título fue bastante decente, por lo que no tardaríamos en ver algo del estilo.
Por supuesto que todo el concepto de Heroes no podía quedarse encerrado dentro de la PC, por lo que se decidió lanzar Battlefield 1943 para Xbox 360 y PS3. A diferencia de lo que vimos en 1942, este juego no contaba con campaña y nos ubicaba en medio del océano pacífico. Además, se le añadió un poco más de profundidad al tema de los vehículos, pues se nos permitía volar aviones de la época a través de sus mapas. Una verdadera maravilla de la que se habló bastante en su tiempo a pesar de lo genérico que podría parecer de primera instancia.
Evidentemente, la buena aceptación que hubo por el primer Bad Company, debía tener una secuela. Sobre una nueva versión de Frostbite, esta segunda entrega de la sub saga, presentaba visuales verdaderamente sobresalientes, mismos que ayudaban a resaltar su muy bien ejecutada campaña y su sólido multiplayer. Dicho juego brilló de manera intensa en la parte comercial, colocando en manos de los jugadores casi seis millones de copias. Un verdadero éxito en todo sentido para Electronic Arts.
Ya con Medal of Honor casi completamente fuera de la ecuación, EA sabía que debía seguir haciendo dinero como pudiera a través de Battlefield, por lo que decidió hacer una nueva apuesta en los juegos free to play. Battlefield Play4Free fue desarrollado pro DICE en muy poco tiempo sobre el Reactor 2, un motor ya un poco viejo para su tiempo. La recepción fue decente, sin embargo, se sentía como algo que simplemente no podía competir ante el casi dominio absoluto del mercado que Call of Duty tenía.
Era momento de dar un fuerte golpe de autoridad para demostrar que Battlefield seguía muy presente en la carrera por tener al mejor FPS militar del mercado. Prácticamente desechando todo lo hecho en los últimos siete años, Electronic Arts decidió que una tercera entrega canónica era más que ideal para presumir las capacidades de su Frostbite 2. Cuando este título fue mostrado por primera vez corriendo en una PC high end, los ojos del mundo se pusieron sobre él, pues el realismo alcanzado en materia visual y auditiva, simplemente sorprendían hasta al más incrédulo. Casi 15 millones de copias fueron vendidas de todas sus versiones, demostrando que la saga estaba más viva que nunca.
Lo hecho por la tercera entrega dejó claro que Electronic Arts debía concentrarse al cien por ciento en entregar juegos que buscaran acercarse a la realidad de un conflicto bélico lo más que se pudiera. Battlefield 4 se mantuvo en esa línea, siendo el título para que una vez más, se nos demostrara el poder de Frostbite, esta vez en su tercera versión. A pesar de todos los problemas que siguen habiendo con el multiplayer online del juego, se vendieron más de 12 millones de copias en todo el mundo, incluidas las versiones de Xbox One y PlayStation 4.
Después de un 2014 sin juegos de la serie, este 2015 nos entrega una nueva propuesta. Battlefield Hardline hace a un lado el tema de militarismo, esto para presentarnos un concepto de ladrones y policías. Aún es muy temprano para emitir un juicio justo sobre cómo es que todo esto ha resultado, sin embargo, tenemos que reconocer que EA es bastante valiente en experimentar de esta forma con una de sus sagas más exitosas de todos los tiempos. Visceral Games fue el estudio elegido para coordinar todo lo anterior, pues DICE se encuentra con las manos muy ocupadas trabajando en lo que será el nuevo Star Wars: Battlefront.
Sin importar el rumbo que tome la saga con Battlefield 5, la realidad es que estos juegos nos han regalado cientos y cientos de horas de diversión. Su éxito comercial es verdaderamente considerable, pues combinados, se han vendido más de 40 millones de juegos en todo el mundo, un número por demás impresionante. Cuéntanos, ¿cuál de todos ellos es tu favorito?, ¿ya estás disfrutando de Hardline?.
