La NFL, como liga profesional, está muy lejos de cualquier otra competición. No sólo es la que más dinero genera en el planeta, sino la que mayor cuidado pone en sus fanáticos y jugadores. Tiene en sus manos la capacidad de cambiar el deporte para mayor seguridad de sus atletas y establecer mecanismos comerciales que acerquen una disciplina tan local como la NFL a aficionados nuevos en sitios muy distantes. Madden NFL 15, por ello, no sólo debe estar a la altura de tan grandes ambiciones. También debe estar a la par del mercado que más ganancias genera en la industria.
La nueva generación ya está establecida y, por tanto, ya no es válido el upgrade de un juego para los sistemas anteriores como lo fue Madden 25 en PS4 y Xbox One. Se trata ahora de incursionar con un motor como IGNITE mostrando sus posibilidades, mientras se marca la pauta para los próximos juegos. Como podemos ver, la más reciente entrega de la serie creada por EA Sports tiene amplios desafíos por cumplir. Lo interesante es descubrir si esta apuesta logra sortear el reto para el cual se le concibió.
Se ha hablado mucho en los tráilers anteriores al lanzamiento acerca de la renovación en los controles defensivos. Dichos cambios existen, pero hay un factor mucho más notorio e importante: el juego es mucho más accesible. Si piensas que estamos hablando de una jugabilidad más fácil, pues no se trata de eso.
El futbol americano es un deporte muy distinto en el campo de juego a como lo vemos en televisión. Es muy probable que los aficionados más jóvenes o menos sumergidos en una disciplina como el futbol americano se apasionen por las tacleadas, las carreras, recepciones y golpazos que por la esencia estratégica y atlética del juego. Por ello, es muy probable que se vean abrumados al encontrarse con un juego como Madden, en el que existen desde libros de jugadas complejas hasta factores como el rendimiento físico o las habilidades naturales de cada jugador.
Basta ver la disposición del libro de jugadas para darnos una idea de que el acomodo ha sido simplificado. Además, la pizarra muestra con mayor tamaño los movimientos de cada jugador para hacerlos más explícitos. Es más fácil analizar cada movimiento y decidir mejor cómo vas a intentar ganar yardas o de qué forma vas a pelear por echar atrás la línea ofensiva de tu rival.
Si eres muy novato (o te da flojera pensar en este ajedrez táctico), las recomendaciones han sido mejoradas. Ahora es la comunidad la que te recomienda una jugada en especial. Lo mejor de todo es que te explican por qué te la recomiendan: ya sea porque el equipo rival suele actuar de manera específica en la situación en la que estás, o la probabilidad de éxito es mayor cuando realizas dicho movimiento.
Incluso los ajustes en la línea de golpeo se han facilitado. Están disponibles aún los ajustes manuales que conocemos de cada juego de Madden. Sin embargo, puedes mover el stick derecho para detectar debilidades en el equipo rival y decidir si la explotas, si cubres con mayor prioridad a un jugador estrella o realizas alguna jugada específica como contener al mariscal de campo o fatigar a los linieros rivales. Cierto, al aprender a utilizar los cambios manuales podrás sacarle mayor provecho a cada jugador. Pero por lo menos podrás aprender de manera más sencilla los fundamentos del juego.
Además, el tutorial y las sesiones de entrenamiento han sido ampliadas. No sólo podrás practicar los pases, los acarreos y la manera de bloquear. También tendrás la oportunidad de aprender las diversas formas de realizar cada jugada y las manera en la cuales puedes contrarrestarlas.
Normalmente las mejoras en el juego se realizaban en las áreas ofensivas y en las tacleadas. Es natural pues, seamos sinceros, ¿qué es más atractivo en este deporte que los touchdowns y los trancazos? (sí, ya sé que las porristas). Sin embargo, no fue una progresión justa por lo que era necesario meterle mano a la defensiva y balancear un poco la situación.
De entrada, las líneas pueden reaccionar de mejor forma ante cada jugada. Acéptalo, es más fácil controlar a un liniero que a un esquinero, en especial contra un core de categoría como Tom Brady o Peyton Manning. Bueno, ahora puedes presionar el gatillo justo al terminar el conteo para salir con ventaja a la caza de mariscal de campo o el corredor.
Ahora, la ofensiva tenía ciertas ventajas al momento de moverse. Podía echar mano de ciertos movimientos para librarse camino. Ahora como defensivo puedes hacerlo, pues al momento de ser bloqueado puedes liberarte y ganar terreno al presionar un botón en el momento preciso. Incluso se da aviso para saber el momento más preciso para hacer una tacleada, detalle del cual necesitas estar al pendiente o perderás semejante oportunidad.
Visualmente se nota la potencia del motor Ignite. A diferencia del anterior título, cuya distancia frente a la pasada generación se reducía a cascos más brillantes y tela más realista, el título presenta una distancia enorme en cuanto a texturas, animación y diseño visual. Sobre todo, es visible el compromiso por emular tanto como sea posible la experiencia televisiva.
El título recrea detalles como los ángulos de cámara, las repeticiones instantáneas, el resumen al medio tiempo, y hasta los cortes comerciales de manera muy similar a como se manejan las emisiones deportivas en las unión americana. Con dichos ángulos de cámara luce más la animación de los atletas, los efectos de iluminación y hasta el diseño de los estadios. Del mismo modo, durante el juego podemos cambiar fácilmente de cámara para acomodar la vista y tener una experiencia más confortable o espectacular.
Se agradece el esfuerzo por acercar la experiencia mediática al usuario. Sin embargo, los comentarios y recursos terminan por volverse repetitivos. Además, no sólo se ha hecho antes, se ha hecho mejor. El análisis y la espectacularidad se quedan un tanto cortos a lo que vemos en NBA 2K, por ejemplo.
Mientras tanto, el público sigue viéndose acartonado, los jugadores suplentes aún no pueden mirarse realmente vivos fuera de cinemáticas especiales y, además, las posibilidades de creación son limitadas. A esto hay que sumarle que persisten ligeros fallos en la física del juego que hacen menos realistas las colisiones de lo que se esperaría. Pese a ello, gráficamente luce espectacular y se retrata la intensidad de cada partido.
Al hablar de los modos de juego, quizá debamos empezar por el más novedoso de todos: Gauntlet. Durante los entrenamientos de futbol americano los retos son cosa de todos los días, al punto de que es parte de la práctica. Esa es la esencia de la modalidad, desafiarte en el control de cada jugador, de cada posición, colocarte en situaciones extremas y hacer que aprendas mientras luchas por salir victorioso.
Así, puedes luchar por ganar la yarda, detener a un jugador o cumplir otros retos similares que te harán subir tu score y, de paso, aprender a controlar mejor a tus atletas con vistas a los duelos reales.
El modo Ultimate Team llegó para quedarse, en especial por el potencial de negocio y competitivo que representa. Armar un equipo de futbol americano, con posiciones muy específicas, puede llegar a ser más complejo de lo esperado. Por ello, se ha facilitado la navegación entre las tarjetas que tienes y la perspectiva de detalles como la química o lo oportuno que resulta poner a cada jugador en el emparrillado.
El modo Franquicia tiene más detalles nuevos. En especial como coach o como dueño. Como entrenador ahora cuentas con aspectos preparativos previos a cada juego, como el análisis del equipo o el estudio del rival. El utilizarlos podrá brindar confianza a tus jugadores o aumentar sus puntos de experiencia. En tanto, la opción de dueño te dará mayor control sobre los gastos e ingresos del equipo. Por desgracia, la interfaz (en especial cuando juegas como propietario) aún debe ser optimizada dado que aún es muy complejo navegar en esta modalidad y tomar la decisión correcta. Eso sin contar lo limitadísima que es la creación de personajes, al grado que como Coach sólo puedes ser caucásico o afroamericano, pero no latino. No es una queja de racismo, sino una muestra de las limitantes.
No hay duda de que estamos ante la edición más avanzada de Madden NFL. No sólo cuenta con mejoras gráficas notorias, también sirve para expandir la afición y comprensión del futbol americano a nuevos públicos. Se ha simplificado el control y se explica, de mejor manera, el funcionamiento y ritmo del juego al emular su ambiente televisivo.
Los fans del futbol americano, recientes o veteranos, encontrarán una experiencia más que agradable. Sin embargo, se siente que pudo cocinarse mucho más y mejor. Hace falta trabajar detalles en la física, resolver cuestiones en la inteligencia artificial (en especial de los esquineros) o pulir interfaces como la del modo carrera. Además hay que sumar que, si bien la experiencia televisiva es muy buena, se queda corta con la que entregan otras series como la mencionada NBA 2K.
Madden, como serie, tiene potencial para alcanzar un nivel más alto y esta entrega lo muestra. Quizá la falta de competencia ha limitado los esfuerzos por alcanzar esas alturas. Por ahora, la máxima experiencia de futbol americano en consolas de nueva generación está aquí. Y es una mucho más que recomendable, en especial si te gusta ver el americano pero, como todos, tienes ganas de aprender más.