Desde hace ya varios años, los FPS han sido un género dominante dentro de la industria de los videojuegos, asunto que por supuesto, ha producido algo de odio para todos los títulos de este tipo. Dejando de lado lo anterior, tenemos que aceptar que 2016 ha sido espectacular para los que amamos experiencias de esta clase, asunto por el cual, nos pareció interesante recordar a las más grandes entregas que hemos visto en los últimos meses.
Sin temor a equivocarnos, podríamos decir que Blizzard es uno de los publishers y estudios más destacados en toda la historia del gaming. Gracias a su manera tan especial de trabajar, es que cada que esta marca lanza algo nuevo, la industria entera se detiene por completo. Este año fuimos testigos del nacimiento de una franquicia completamente original que en pocos meses se convirtió en todo un fenómeno gracias su más que sofisticado gameplay. Overwatch es brillante por muchas cosas, sin embargo, podríamos decir que la razón más importante de su éxito tiene que ver con que de alguna manera, se logró hacer un juego casual que puede ser abordado por cualquiera, y a la vez tan hardcore que rápidamente se ganó un lugar dentro de los famosos esports.
Para los más pesimistas, la industria de los videojuegos está completamente viciada por diferentes aspectos comerciales que no la han dejado crecer en mucho tiempo. A pesar de que en efecto, existen fuertes argumentos para sostener lo anterior, también tenemos a títulos como DOOM que nos hacen pensar que las cosas no están tan mal como dicen. El logro que este nuevo id Software tuvo con lo que bien podría ser considerado como un reboot entero la franquicia, es más que sobresaliente en todos sus aspectos, desde lo técnico, hasta lo artístico. Nos resulta verdaderamente espectacular que un FPS haya conseguido combinar de tan buena forma conceptos clásicos del género, con todos los avances que se han tenidos a través de los años.
La competencia por ver quién será el FPS del año siempre es muy fuerte e incluso comienza desde que los dos más importantes en términos comerciales lanzan su tráiler de revelación. A diferencia de lo que pasó con su más cercano competidor, la idea de Battlefield 1 fue aceptada por el público en general desde el inicio. En esta ocasión, DICE y EA decidieron hacer de lado el tema de las guerras futuristas para volver a escenarios históricos. En esta ocasión vivimos dentro de los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial, mismos que gracias a la última versión de Frostbite, fueron recreados de una manera espectacular. Además de contar con una emotiva campaña, este título brilla intensamente gracias a su más que pulido multiplayer.
Después de haber vivido un verdadero drama por su salida de Activision, Vince Zampella fundó Respawn Entertainment para seguir con su visión de los FPS modernos. Apoyada por EA, este estudio arrancó con un IP completamente nueva bajo el nombre de Titanfall, la cual, por cosas como ser una exclusiva del Xbox One y no contar con campaña, no terminó por despegar como muchos esperábamos. Dejando el tema de exclusividad, Titanfall 2 apareció como una de las mejores propuestas de este año, pues además de ahora sí tener un sensacional modo historia, amplió de manera muy importante todas las geniales ideas de multiplayer que vimos en su antecesor.
Internet es una gran herramienta para un montón de cosas, no obstante, también cuenta con una habilidad de destruir sumamente poderosa, pues como dicen por ahí, nos encanta subirnos al Tren del Odio en cuanto se nos da la oportunidad. Siguiendo con la tendencia de la serie, Call of Duty: Infinite Warfare nos pone en un contexto futurista con muchos elementos de ciencia ficción mayormente bien logrados. Su increíble campaña y multiplayer fiel a lo que los fanáticos esperan, hacen de este juego un FPS completamente digno que de ninguna manera merece todo el odio que ha recibido principalmente de quienes nunca lo han jugado.
