TRENDING
PC, PS5
PS5
Luminous Productions
Square Enix
24/01/2023
En E3 de 2012, Square Enix nos presentó un demo conocido como Agni’s Philosophy. Esta demostración de poco más de tres minutos fue una prometedora mirada a un nuevo motor por parte de la compañía, conocido como Luminous Engine, el cual fue concebido con el objetivo de ofrecer un estilo visual similar al de las cinemáticas CGI, pero en tiempo real. Pese al largo tiempo de espera, esto se logró con el lanzamiento de Final Fantasy XV. Sin embargo, tras una complicada historia de desarrollo con la entrega numérica en la aclamada serie de RPG, y la salida de Hajime Tabata de la empresa japonesa, las luces del recién creado Luminous Productions, estudio enfocado por completo en crear experiencias con este engine en mente, se habían apagado. No fue sino hasta la presentación del PlayStation 5 en 2020, que tuvimos nueva información sobre los responsables de la aventura de Noctis y, para la sorpresa de muchos, parecía que Agni’s Philosophy iba a convertirse en un juego completo.
Originalmente conocido como Project Athia, Forspoken es el segundo juego por parte de Luminous Productions, el cual se presentó como una experiencia de mundo abierto que sería la culminación de la filosofía del estudio. Aunque la revelación inicial fue positiva, ya que se trata de una nueva IP de fantasía por parte de Square Enix, también hubo aquellos que no estaban convencidos por esta propuesta. Final Fantasy XV no fue la experiencia que muchos esperaban, y los múltiples retrasos que sufrió el título levantaron más de una sospecha sobre la calidad del producto. A esto hay que sumarle la salida de Tabata de la compañía, y el hecho de que el estudio podría llegar a su fin si las expectativas no son alcanzadas.
Conforme herramientas como el Unreal Engine se vuelven más y más comunes, diversas compañías han optado por abandonar sus propios motores, por algo mucho más accesible. Esto es algo que ya vimos con Final Fantasy VII Remake, el cual hace uso del software de Epic Games. De esta forma, no se descarta la posibilidad de que Forspoken pueda ser el último trabajo de Luminous Productions. Mientras esperamos por ver qué sucederá en un futuro, este juego está a nada de llegar al público en general, y ya tuvimos la oportunidad de disfrutar por completo de esta experiencia. ¿Forspoken cumple con todo lo que se prometió? ¿El Luminous Engine logra sorprender? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
Al igual que muchos animes, Forspoken es un isekai, es decir, una aventura en donde la protagonista proviene de nuestro mundo, pero por cuestiones del destino, es teletransportado a un universo lleno de magia, en donde descubre que es la elegida, y posee un poder descomunal. Sword Art Online y Mushoku Tensei son ejemplos perfectos de este caso. Sin embargo, cuando hablamos de videojuegos, no hay muchos casos destacables, ya que algunos de los tropos del género pueden ser difíciles de usar en este medio, o simplemente serían un inconveniente para el gameplay. Es así que el trabajo de Luminous Productions cae en un punto medio.
Nuestra aventura comienza el 24 de diciembre en Nueva York. Tomamos el control de Frey Holland, interpretado por Ella Balinska, una joven huérfana que pasa sus días tratando de escapar de la violencia de las calles, y de las autoridades. Sin embargo, cuando por fin tuvo la motivación para mejorar su situación, un extraño brazalete la transporta a Athia, un mundo medieval que se ve azotado por una plaga conocida como el Break. Afortunadamente, al llegar a este mundo descubre una serie de poderes mágicos que no solo la ayudan a sobrevivir en este entorno hostil, sino que también son la clave para descifrar su pasado y salvar a los poco humanos que aún sobreviven. Para lograr este objetivo, Frey tiene que derrotar a cuatro poderosas brujas, las cuales gobiernan con puño de hierro, y parece que son el origen de la calamidad que atormenta este reino.
Aunque la trama principal es algo que ya hemos visto en múltiples ocasiones, lo que resalta en Forspoken es Frey. Nuestra protagonista fue criada en las calles de Nueva York, alejada de cualquier cariño que un padre o una madre pueden otorgar. Como resultado, ella es desconfiada, agresiva, distante, y dudosa ante cualquier afecto que alguien le podría otorgar. En este sentido, la narrativa adopta al pie de la letra el Viaje del Héroe de Joseph Campbell, claro, con sus pequeñas desviaciones y variaciones que le dan un toque único a este relato. Junto a esto, el juego hace buen uso de los elementos clásicos del género para crear un claro, y divertido, contraste entre este mundo y nuestra protagonista.
Aquí es donde el guion de Forspoken logra resaltar y ser memorable. Al provenir de otro mundo, Frey cuenta con una actitud que, si bien en algunas ocasiones se usa para explicar situaciones y conceptos al jugador de una forma natural, también es empleada en momentos cómicos. Junto a nuestra protagonista, también pasamos todo el juego junto a Cuff, un brazalete mágico que solo nosotros podemos escuchar. Esto da como resultado una serie de interacciones irreverentes, en donde los dos personajes constantemente se están burlando el uno del otro. A diferencia de otros acompañantes, los cuales son usados como herramientas de exposición y ayudan en todo momento, este accesorio parlante es todo lo contrario. En más de una ocasión no paré de reír cuando ambos se estaban insultando. Los dos se encuentran en una situación en la que no desearían estar, y lo dejan en claro en todo momento.
Esto no solo se limita a las interacciones entre Frey y Cuff, la actitud de nuestra protagonista es algo que también resalta en las conversaciones con el resto del elenco. El contraste entre el diálogo alto de la fantasía medieval al que estamos acostumbrados, con una serie de modismos, insultos y expresiones modernas, puede sonar como un elemento que pierde su impacto después de un par de minutos, pero no. Debido a que el guion se toma de manera sería esta dualidad, son raros los momentos en donde esta dinámica se convierte en algo tedioso, o en un impedimento para sumergirte en el mundo a Athia.
De igual forma, Frey es un personaje bien construido, con una clara motivación para avanzar la trama, y cada una de las decisiones que toma están bien justificadas. No hay un solo momento en donde la historia trate de dirigirse por un camino que no sea justo para ella. Nuestra protagonista comienza como alguien fría y distante, incluso para el jugador, pero conforme va descubriendo más sobre Athia, abre su corazón a sus habitantes de una forma natural. Si bien la trama nunca llega a sorprender, y es probable que desde el primer instante tengas una idea de para dónde va esta aventura, el viaje siempre es entretenido.
En este sentido, el mayor problema que presenta Forspoken en este apartado, es no tomar un riesgo y la poca originalidad. Esta es una historia que hemos vivido en múltiples ocasiones, y si bien Frey es un personaje sumamente divertido de ver, tampoco rompe terreno nuevo en este tipo de relatos. Junto a esto, mucho de lo que hace interesante a Athia, es relegado a documentos opcionales que probablemente muchos ignoren, y es una lástima, ya que estas notas pintan un pasado muy interesante, pero poco explorado, de este mundo. Es algo lamentable que un juego con una serie de ideas tan buenas en su apartado de gameplay, algo que discutiremos en unos momentos, carezca de una propuesta refrescante en su narrativa. No es algo malo, pero es probable que muchos se olviden de los eventos que transcurren aquí de una forma rápida.
Desde su revelación, Forspoken llamó mucho la atención por su estilo visual. Hace poco más de 10 años se presentó el demo de Agni’s Philosophy, y desde entonces la industria ha evolucionado al grado de que la promesa del Luminous Engine es algo común hoy en día. De esta forma, el enfoque del juego no solo está en crear un aspecto visual llamativo, algo que logra efectivamente gracias a su dirección de arte, que combina de buena forma diseños realistas, con una serie de elementos mágicos, sino que también está orientado en presentar una serie de opciones visuales para todos los jugadores.
Comenzado con los estilos visuales, Forspoken cuenta con tres modos. El primero de estos está enfocado en los Gráficos, el cual nos ofrece una resolución 4K a 30fps, los cuales se mantienen estables durante el 80% de la aventura. Esto quiere decir que sí hay varios momentos en donde puedes notar este número caer, al grado de que algunas secciones pueden ser incómodas para más de una persona. Por otro lado, tenemos el aspecto de Rendimiento, en donde se nos presenta una resolución de 1440p y 60fps. Si bien se hace un sacrificio, el frame rate es mucho más estable, y en ningún momento me encontré con algún problema de este tipo al usar esta opción.
Por último, pero no menos importante, tenemos el modo de Ray-Tracing. Aquí se nos ofrecen una serie de mejoras enfocadas en la iluminación, sombras, oclusión ambiental y detalles adicionales. Sin embargo, la resolución no llega al nivel de lo visto en la opción de Gráficos, y el frame rate tampoco alcanza los 60fps. Es decir, este es un punto medio que, en más de una ocasión, se puede llegar a sentir incompleto. Aunque a primera instancia parece que Forspoken no logra cumplir con las altas demandas de los jugadores en este apartado, en práctica tenemos frente a nosotros un hermoso mundo que pide ser explorado de pies a cabeza.
Mi recomendación es el modo Gráfico. Sí, es algo lamentable que los 30fps no sean sólidos en todo momento, pero esta sigue siendo una gran experiencia. El mundo de Athia es hermoso, grande y con una buena variedad de biomas. Aunque el mundo está dividido en cuatro zonas generales, cada con tema principal, como el bosque, desierto y el lago, la forma en la que el mapa está construido, logra transmitir a la perfección a la idea de que estamos explorando una tierra medieval que se encuentra en sus últimos días. Aquí no recorremos ciudades llenas de habitantes, sino ruinas infestadas de monstruos. Viejos monumentos dan la impresión de un esplendor que se ha perdido. Carretas abandonadas a la mitad del camino cuentan tristes historias sobre todos aquellos que no lograron escapar de la plaga del Break.
Sin embargo, no todo es caos. Al igual que otros juegos de mundo abierto, Forspoken logra capturar de gran forma la sensación de subir al pico más alto de una montaña, ver a la distancia, y simplemente sorprenderse por lo vasto y hermoso que es el mundo. El único detalle que rompe la inmersión, y es bastante raro, es el hecho de que no hay un ciclo de día y noche. En todo momento el sol está sobre nosotros. Aunque hay un par de secciones que cambian la iluminación por algo más oscuro, esto solo es temporal, por lo que es imposible apreciar un amanecer, o un atardecer, lo cual es un crimen, considerando que el Luminous Engine está enfocado en la iluminación.
Más allá de su mundo, también cabe destacar el diseño de personajes. Si bien los NPC dejan que desear en cuanto a sus animaciones, Frey y nuestros acompañantes fueron creados usando a sus actores. Junto a esto, Cipal, la única ciudad en pie que encontramos en Athia, es impresionante. Esta zona está dividida entre la clase alta y la baja, en donde los pobres viven en casas de madera junto a un basurero, pero al subir unas escaleras, somos testigos de gigantes estructuras de mármol que claramente fueron inspiradas en la arquitectura de Grecia y Roma.
Forspoken hace un fantástico uso del Luminous Engine, gracias a una iluminación que nunca te dejará de sorpender mientras recorres el mapa. El mundo de Athia es hermoso y peligroso al mismo tiempo. Cada estructura cuenta una historia triste, y deja en claro los riesgos si fallamos en nuestra misión. Los diferentes modos visuales, aunque con sus propias fallas, son capaces de ofrecer una experiencia de buen nivel. Si bien las cuatro zonas caen en lugares comunes, cada una es tan extensa que cuentan con diferentes estructuras, y fomentan la exploración tanto vertical como horizontal. Es una gran experiencia que, al igual que la misión secundaria que nos pide tomar fotos de locaciones interesantes, no dudo que muchos pasen horas y horas en el modo fotográfico.
Al diferencia de otros juegos de mundo abierto, Forspoken opta por tomar un camino poco común al momento de ofrecer una propuesta sonora. Athia es un lugar desolado, plagado por monstruos de todo tipo, dejando en claro que Frey no es bienvenida, y para reforzar este sentimiento, la música es hostil y misteriosa durante la mayor parte del tiempo. En lugar de contar con una serie de composiciones que inciten a la exploración y recompensen al jugador con un par de tonadas energéticas al descubrir un punto de interés, parece que en todo momento somos perseguidos por una criatura que no podemos ver.
Esto no es necesariamente malo, pero es algo atípico para el género. La hostilidad musical hacia el jugador no es un problema, pero sí lo es la monotonía del soundtrack. La exploración no es tan atractiva como lo podría ser, ya que las mismas composiciones se repiten una y otra vez, por lo que recorrer el mapa durante horas llega a cansar en más de un sentido. Afortunadamente, este no es un problema que se presenta al momento de entrar en combate. Aquí se nos ofrecen tonadas energéticas, las cuales dejan en claro el tipo de reto frente a nosotros, pero siempre con una sensación de que sin importar qué tan grande sea al enemigo al que te enfrentas, puedes salir adelante. Lamentablemente, la música que se creó para todos los enfrentamientos se ahoga en más de una ocasión ante las constantes explosiones mágicas y las diversas conversaciones que tiene Frey con Cuff y los enemigos.
Frey y Cuff nunca cierran la boca. Aunque esto seguramente será un inconveniente para más de uno, fuera de un par de bromas que se repiten constantemente al recorrer el mundo, es un deleite escuchar a estos dos. Nuestra protagonista obtiene su voz por parte de Ella Balinska, quien actúa a la perfección. La joven es capaz de dar el 100% en cada una de sus escenas, sin importar si se trata de un pequeño chiste, o una escena dramática que define las acciones del personaje. Por su parte, Jonathan Cake se encarga del brazalete parlante, quien en todo momento suena como una persona que simplemente no quiere estar en la situación en la que se encuentra.
El dúo tiene una fantástica química, y si bien es probable que los dos actores no estuvieron presentes al mismo tiempo para grabar sus líneas, esto es algo que nunca pasa por tu cabeza al momento de jugar. El resto del elenco no hace un mal trabajo, ya que Keala Settle, como Johedy, y Monica Barbaro, en papel de Auden, son dos grandes acompañantes que también cuentan con momentos específicos en donde se les da el espacio para brillar en escenas dramáticas que ponen en perspectiva la situación de Frey.
Si bien el guion hace un buen trabajo al crear estos momentos de diversión y tensión que tanto caracterizan al viaje, son los actores quienes les dan vida. Sin ellos, incluso el mejor intercambio de insultos entre Frey y Cuff se sentiría tosco. Cada uno hace un trabajo fenomenal, y si bien algunos NPC secundarios dejan que desear, los puntos positivos son más grandes que los negativos. Sin embargo, la música pudo ser mejor, ya que nunca alcanza los niveles necesarios para sobresalir, y no fortalece el sentimiento de exploración, sino que incluso puede llegar a ser contraproducente para más de uno.
Hasta el momento, Forspoken suena como un juego que tal vez no cumplió con las expectativas del público. Si bien la historia, así como el apartado visual y sonoro tienen puntos positivos, también hay varios negativos que logran entorpecer la experiencia. Afortunadamente, al momento de hablar del gameplay, este no es el caso, ya que aquí se nos presentan un combate y sistema de exploración sumamente satisfactorios, los cuales hacen que separarse del control sea una tarea titánica.
La experiencia de Forspoken está construida sobre dos pilares. El primero de estos es la exploración de Athia, y la forma en la que recorres este mundo. Para comenzar, el mapa es completamente sistemático. Esto quiere decir que en todo momento sabes qué te depara al recorrer cierta zona. No solo tienes la oportunidad de obtener la información necesaria al momento de avanzar por un área, sino que también existen torres que revelan los puntos de interés a tu alrededor. Esto no es necesariamente malo. Juegos como Horizon Forbidden West han demostrado que aún con un sin fin de iconos a tu alrededor, lo que importa es la calidad del contenido adicional.
En este sentido, el trabajo de Luminous Productions toma un camino seguro. Si bien en Athia hay una enorme cantidad de actividades, no hay una tarea estilo los Koroks de Breath of The Wild, y la variedad es decente. Unos niños en Cipal quieren conocer el mundo más allá de los muros, por lo que te piden tomarle fotos a las locaciones que visitas. Antiguas torres esconden secretos que expanden tu conocimiento de este mundo. Laberintos subterráneos resguardan una nueva capa que mejora las estadísticas de Frey. Torres de recuerdos nos dejan revivir los primeros días del Break y tratar de cambiar la historia. Pueblos destruidos pueden ser el hogar de bestias formidables, esconden información importante, o simplemente te exigen resolver un acertijo que te recompensa con algún ítem.
Es así que los retos en la aventura se pueden dividir en tres. Aquellos que simplemente te piden explorar una zona y encontrar información importante; pequeños acertijos que pueden ir desde ridículamente fáciles, hasta aquellos que te tentarán a usar un atajo por lo complicados que pueden ser; y aquellos que están enfocados en el combate. Hasta aquí todo suena muy tradicional para un juego de mundo abierto, y lo es. En este sentido, Forspoken no decide innovar en el género, y las recompensas en más de una ocasión no valen la pena todo el trabajo que tienes que hacer. Sin embargo, en donde el título resalta, es en su forma de atravesar su mundo.
Athia es enorme. A lo largo de la aventura, el juego te pide visitar cerca del 70% de lo que este mundo tiene para nosotros y, en ese lapso de tiempo, incluso es posible sentir que no has visto mucho. Una de las razones por las cuales la exploración es satisfactoria, es por la movilidad de Frey. El título implementa algo que se llama Parkour Mágico. Al presionar el botón indicado, nuestra protagonista es capaz de saltar, escalar y correr de una forma extraordinaria. Esto hace que sea posible recorrer grandes distancias en poco tiempo, evadir enemigos con todo el estilo posible, y desafiar la gravedad en más de una ocasión.
Si bien al principio Frey está limitada por una barra de estamina, así como una serie de movimientos sencillos, eventualmente será capaz de hacer triples saltos en el aire, columpiarse, surfear, subir al pico más alto de una montaña sin siquiera tocar el piso, y llevar a cabo un brinco que, al ejecutarlo de la forma correcta, las limitantes de la resistencia son anuladas por completo. Lo mejor de todo, es que el DualSense está vibrando en todo momento. Ya sea que sientas las pisadas al caminar por una pradera, o las rocas en los pies cuando subes una colina, es una muy buena implementación de esta tecnología.
Todo esto da como resultado un sistema de exploración satisfactorio que constantemente te incita a experimentar con las posibilidades del movimiento de Frey y, al obtener nuevas habilidades, recontextualiza tu relación con el mundo de Athia. Zonas que antes eran imposible de acceder se convierten en un parque de diversiones en donde detenerse es imposible. Junto a esto, el Parkour Mágico es algo que también se usa en los combates, los cuales son mucho más complejos de lo que uno podría llegar a pensar.
El segundo gran pilar de Forspoken es su sistema de combate. Tomando las bases de Final Fantasy XV, Luminous Productions expandió sustancialmente lo que es posible hacer en un RPG de acción. En lugar de tener múltiples armas, cada una con una velocidad y combos diferentes, Frey es capaz de hacer uso de una selección variada de magia. En total hay cuatro elementos a nuestra disposición: tierra, agua, fuego y electricidad. Junto a esto, cada una de estas tiene sus propios movimientos ofensivos y de soporte. Los primeros se usan con el trigger derecho, y pueden ir desde un disparo rápido de rocas, pasando por espadas de magma, hasta tormentas eléctricas. Siempre hay opciones para golpear a corta y larga distancia, para grupos de enemigos, o para un solo objetivo, y gracias a una buena variedad de contrincantes, cada uno con sus propias debilidades y fortalezas, siempre estás modificando tu aproximamiento, y el juego te pide reaccionar de forma rápida y efectiva para ganar.
Por otro lado, la magia de soporte se activa con el trigger izquierdo, y aquí se nos ofrece una extensa lista de habilidades que pueden proporcionar un escudo, crear bombas, envenenar enemigos, curar a Frey, convocar ayudantes elementales, y mucho, pero mucho más. Junto a esto, todo lo que está a nuestra disposición se puede mejorar al realizar una serie de retos, obligándote así a experimentar y dominar todo lo que este sistema de combate tiene para nosotros. Al subir de nivel, Frey obtiene mana, la cual también se puede encontrar esparcida en el mundo, y así desbloquear nuevos movimientos en distintos árboles de habilidad.
Gracias a que no existe una barrera entre el combate y el mundo que podemos explorar, es decir, todo se lleva a cabo de forma natural y no hay encuentros inesperados, no solo puedes emplear el Parkour Mágico para salir corriendo o ignorar por completo un enfrentamiento, sino que también se usa para evadir ataques enemigos, y escalar las estructuras a tu alrededor, y así posicionarte de una mejor forma. Todo está integrado de una forma magnífica que hace que cada enfrentamiento, especialmente en la dificultad más alta, sea espectacular. Es muy divertido saltar sobre un contrincante y atacarlo por arriba con tu espada de fuego, para después plantar una bomba de tierra, alejar a tus contrincantes con un muro de agua, y todo esto mientras la electricidad te cura. Por si fuera poco, cada elemento también tiene un ataque definitivo que causa una gran cantidad de daño en una zona determinada.
Al igual que con el Parkour Mágico, Frey comienza con solo un par de habilidades, pero eventualmente se convertirá en una bruja de primer nivel con un repertorio casi interminable de poderes a su disposición. Junto a esto, el DualSense también está muy bien implementado en este apartado. Dependiendo de la acción que lleves a cabo, los triggers tendrán una resistencia diferente. Por ejemplo, al usar la ametralladora de tierra, el gatillo constantemente está saltando, mientras que si usas un espada de fuego, es posible sentir una mayor oposición, algo que es más ligero si usas ataques eléctricos rápidos.
Por último, pero no menos importante, Frey también puede equipar una capa, collar y dos diferentes pares de uñas. Cada pieza no solo mejora las estadísticas de vida, defensa y magia, sino que es posible agregar una serie de habilidades de soporte que se crean al tener los recursos necesarios. Así es, también hay crafting, aunque uno muy sencillo. De esta forma, constantemente estás experimentando con las posibilidades de nuestra protagonista, y la progresión es algo que constantemente es palpable.
Forspoken puede ser una experiencia que tiene buenas ideas, pero no las ejecuta de la mejor forma posible en sus otros apartados, pero este no es el caso con el gameplay. El Parkour Mágico es uno de los mejores elementos del juego, y hace que recorrer cada pequeño rincón de Athia sea sumamente divertido, pero no simpre vale la pena lo que encontrarás. El combate es magnífico de principio a fin, adictivo en cada momento y, en la dificultad correcta, los enfrentamientos presentan el reto necesario para obligarte a hacer uso de todas las habilidades a tu disposición. Por si fuera poco, estos dos elementos se complementan de una forma que hace difícil dejar el control.
Está claro que Forspoken es una experiencia con un par de grietas. La historia, pese a contar con una protagonista y un acompañante interesantes, con una dinámica refrescante que es capaz de sacar una risa en más de una ocasión, algo que es respaldado por fantásticas actuaciones por parte del elenco principal, carece de una trama lo suficiente interesante para retener la atención del jugador durante toda su duración. Junto a esto, las limitantes de su mundo y la existencia del Break, ocasionan que la escala de la aventura no sea tan grande como su mundo lo merece.
El Luminous Engine ha logrado demostrar que aún tiene cabida en una industria en donde casi todos han optado por usar el Unreal Engine. Athia es un mundo sumamente bello y lo suficientemente enorme para perderse por horas y horas recorriendo todos los biomas que aquí se nos presentan. Lamentablemente, todas las opciones visuales carecen de algún elemento que deje en claro la mejor forma de jugar. Al elegir la opción de 4K, los 30fps se caen en más de una ocasión, y al optar por 60fps, el mundo sí pierde algo de su belleza.
Sin embargo, el sistema de combate y el Parkour Mágico como forma de recorrer el mundo, son elementos que fueron ejecutados perfectamente. Cada uno presenta ideas interesantes para los RPG de acción, así como los juegos de mundo de abierto, y lo mejor es que todo su potencial logra cumplirse, al grado de que aun cuando acabas la historia principal, es muy difícil no seguir recorriendo Athia para visitar hasta el último rincón, y vencer hasta el último enemigo posible.
¿Es Forspoken el juego que habíamos esperado? Sí y no. Claramente, el trabajo de Luminous Productions logra cumplir con muchas de sus propuestas, pero también deja a desear en otras. No falla, pero tampoco es capaz de ser tan memorable como muchos lo esperaban.