PS3, PS4, PS VITA
Dynamighty
Sony Computer Entertainment
19/08/2014
La guerra fría ha sido inspiración de múltiples productos de entretenimiento,y las historias de espionaje han sido cautivantes para varias generaciones. De la mano del estudio independiente Dynamighty llegó Counterspy a PS3, PS4 y PS Vita, ofreciendo un juego de acción, disparos e infiltración que presenta el concepto de una experiencia fresca cada que lo juegas gracias a que sus niveles son generados de forma completamente aleatoria.
Counterspy es parte de una oleada veraniega de juegos independientes fuertemente promocionados por Sony que pretenden ofrecer una experiencia similar en las tres plataformas de la marca con la oferta especial de que los compras una sola vez y los descargas en todas tus consolas si así lo deseas.
[Las capturas de pantalla aquí que ilustran nuestra reseña fueron tomadas de la versión de PS Vita, el juego en PS4 tiene mucho mejor resolución]
En Counterspy eres un espía de C.O.U.N.T.E.R, una organización que no pertenece ni a los Imperialistas (Estados Unidos), ni a los Socialistas (U.R.S.S.) en tiempos de la Guerra Fría. Al estar en dicho punto, te tendrás que infiltrar en bases de ambos países bajo tu criterio; tú eliges viajar a Norteamérica o la Unión Soviética, ambos te ofrecerán básicamente lo mismo pero con diferente skin gracias a que los niveles se generan de forma aleatoria.
Cada que entras a uno de los niveles el objetivo será el mismo en cada uno de ellos:
1) Explorar todos los cuartos generados de forma aleatoria en sus niveles.
2) Encontrar dinero en cajas fuertes, planos para mejorar tus armas, y documentos que te contarán más de la historia del juego.
3) Encontrar los planes de guerra de la facción en cuya base te estás infiltrando para detener el ataque nuclear que se realizará.
4) Terminar la partida desactivando el lanzamiento de misiles en una máquina de control central.
Inicialmente puede parecer simple, lineal, repetitivo y hasta aburrido, con el paso de las misiones irá incrementando la dificultad así como el número de enemigos en pantalla y con ello la diversión del juego. Quizá el clímax en el gameplay del juego se alcanza poco después de la mitad de las aleatorias misiones principales de la campaña, mientras que las primeras te van sirviendo como un tutorial para pasar el tipo de niveles que ofrece el juego.
Hablando un poco más de cómo se juega este título podemos señalar que Counterspy es un juego de acción y disparos en dos dimensiones. Todo el juego irás recorriendo un nivel plano con ciertas capas de profundidad que parecerían un adorno; en cada cuarto hay puntos específicos en los que te puedes cubrir, es en ese momento que la perspectiva cambia de 2D a 3D fijo e interactuarás con esas capas profundas donde suele haber enemigos a los que dispararás con todo tu arsenal de armas de espía. Todo en Counterspy es ese juego de perspectivas. Puedes disparar sobre la marcha mientras vas caminando en dos dimensiones, pero lo más recomendable es hacer un alto y cubrirte para poder apuntar con precisión a los múltiples guardias que vigilan sus respectivas bases.
Al ser un juego de espionaje, el sigilo es importante. No es tan radical como en Metal Gear Solid en donde si te detectan prácticamente todo se vuelve en tu contra, y más bien da un poco de flexibilidad a la acción, al menos en sus niveles de dificultad básicos. Será importante que seas discreto, pues al ser identificado por cámaras o por guardias que reporten tu presencia con radios, irá bajando un reloj de cuenta regresiva que si llega a cero acabará con tu partida y tu esperanza de salvar al mundo de la guerra nuclear. Si por algo te equivocaste y quitaste algunos niveles al peligroso reloj nuclear, puedes recuperarlos amenazando a personajes concretos del juego sin matarlos.
En general el gameplay y el sistema de cobertura y disparo funciona bien, no obstante, pude resultar incómodo y conflictivo en algunos momentos, lo que no nos deja describirlo como algo óptimo.
Sin dejar a un lado la experiencia social, el juego te motiva a ser mejor que tus amigos o que desconocidos con una tabla de líderes. Cuenta con un sistema de puntajes que funciona muy bien y antes de comenzar las misiones te pone retos de superar a amigos específicos o desconocidos que tienen un nivel de juego similar al tuyo.
Las misiones de la campaña de Counterspy las pasas rápidamente, si sólo das una vuelta al juego lo puedes terminar en poco más de tres horas, sin embargo, la apuesta de este título es ofrecer un juego fresco cada vez que quieres disfrutar de una partida. Agregando varios niveles de dificultad se puede multiplicar es por tres el tiempo que invertirás para pasar el juego.
El hecho de que sea un juego aleatorio es un arma de dos filos, efectivamente le dan más vida útil al título considerando que puedes regresar muchas veces y lo sentirás distinto pero por otro lado tenemos que con el paso de las horas podrás sentirlo muy repetitivo.
En términos generales el sistema de generación de niveles de forma aleatoria funciona bien; cuando comencé el juego ni siquiera me di cuenta de que los niveles estaban generados de forma aleatoria de lo bien que me sentía en ellos. Sin embargo, es con el paso de las horas que ves que llega un punto donde en el juego sientes varias veces un déjà vu cuando se repiten partes en los niveles, y si los sigues jugando podrías sentirlo repetitivo y aburrido.
Quitando los problemas de su gameplay y lo repetitivo de sus niveles aleatorios, lo que más destaca de Counterspy es su arte, tanto visual como auditivo. En todos sentidos, este juego es un homenaje a los juegos, historias, películas y libros clásicos referentes al espionaje y a la Guerra Fría.
Gráficamente el juego luce muy bello tanto en consola casera como en la portátil, y aunque tiene algunos problemas de framerate en PlayStation Vita, podemos decir que su arte es de lo mejor que hemos visto en juegos independientes de la temporada.
Las bases de los Imperialistas y los Socialistas están llenas de detalle, máquinas, artículos de oficina y bellísmos pósters con propaganda que hace parodia a la publicidad militar de la época. Lo que logró Dynamighty con el motor Unity y un extenso trabajo artístico que atendió hasta los más mínimos detalles hacen que consideremos a su apariencia como uno de los puntos más fuertes del juego.
En el apartado sonoro, tenemos también una grata sorpresa. La música compuesta por Jesse Harlin nos transporta a una película de espionaje tipo James Bond que nos recuerda piezas clásicas de compositores como Lalo Schifrin que en cuanto las escuchamos nos transportan a la acción sigilosa de los espías más famosos del mundo y del cine.
Por su arte y su música reiteramos que Counterspy es un bello tributo al espionaje dentro del entretenimiento, y disfrutamos mucho de él en este sentido tanto en la televisión como en el PS Vita.
Counterspy me deja un sabor agridulce al haber sido un juego que esperaba mucho desde que comencé a ver sus tráilers y su gameplay. Aunque artística y auditivamente el juego es un deleite, problemas en la ejecución de su gameplay y en lo repetitvo que se vuelven sus niveles aleatorios nos dejan frente a un juego regular que pudo haber sido brillante por sus propuestas.
-Artísticamente impecable, un bello homenaje al espionaje dentro de los medios de entretenimiento con mucha atención a los detalles.
.Aunque en ocasiones resultan incómodos, los cambios de perspectiva son una buena sorpresa.
-Buena variedad de armas.
-Los retos sociales y las tablas de líderes te harán regresar varias veces al juego a superarte.
-Banda sonora destacable y completamente adecuada al ambiente que acompaña.
-Divertido cuando hay suficientes enemigos en pantalla y con un buen nivel de dificultad si así lo desea el usuario.
-Aunque ciertamente hay cierto grado de rejugabilidad gracias a sus niveles aleatorios, puede sentirse repetitivo, lineal y aburrido con el paso del tiempo.
-La versión de PS Vita tiene algunos problemas de framerate y tiempos de carga muy largos acompañados de uno que otro bug gráfico.
-Cuando no te detienes a cubrirte, disparar puede ser muy incómodo.
Counterspy es un ejemplo de que una presentación impecable y una buena dirección de arte no lo son todo, quedándose con falta de profundidad y mucha repetición en su gameplay y niveles aleatorios que lo podrán convertir en un juego al que no regreses mucho.
Ciertamente cumple ofreciendo una experiencia divertida y disfrutable en cualquiera de sus tres formatos pero nuestras expectativas que lo ponían como quizá uno de los mejores indies de la temporada no se vieron totalmente cumplidas cuando notamos que, aunque es aleatorio, pasas una y otra vez por los mismos lugares.