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Teniendo al Nintendo 64 como plataforma contemporánea sumamente cerrada, los publishers Third Party tuvieron que voltear hacia otro lado en búsqueda de una atmósfera mucho más fértil para sus proyectos. Para su fortuna, Sony se levantó con el PlayStation One, una consola moderna que adoptaba a los CDs como formato para que prácticamente cualquiera pudiera publicar juegos.
Como parte de nuestros festejaos de la #PSWeek, nos dimos a la tarea de recordar algunos de los juegos que a pesar de no haber sido publicados por Sony, terminaron siendo insignias de esta marca que hasta nuestros días, representan una enorme importancia para la industria en general.
1998 es uno de los años más memorables en la historia de los videojuegos, pues después de lo duro que fue dejar el 2D atrás, por fin tuvimos títulos en 3D verdaderamente sobresalientes. A pesar de que para esa época, Metal Gear ya era una franquicia bastante conocida, fue justo en el PlayStation One cuando la obra de Hideo Kojima se volvió una autentica leyenda.
Metal Gear Solid representa un verdadero logro en prácticamente todo sentido, pues además de deleitarnos con un fino gameplay basado en mecánicas stealth jamás vistas en el pasado, se tenía una atmósfera insuperables que nos hacía sentir como un verdadero espía infiltrado. Sumado a todo lo anterior, Konami logró romper la cuarta pared como nadie lo había conseguido, asunto que se veía apoyado por batallas con jefes más que memorables.
Dentro de todos los aportes de PlayStation, podemos decir que uno de los más importantes fue el impulso hacia la popularidad que le dio al survival horror. Si hay una serie que representa toda la esencia de este género, ese es Silent Hill. Team Silent se encargó de crear una de las experiencias más terroríficas en la historia del entretenimiento.
Fuera de apostar por el clásico horror de occidente, en donde los sustos repentinos eran el principal recurso explotado, Silent Hill nos presenta un nivel de horror psicológico verdaderamente pertubador, mismo que se veía apoyado por una atmósfera insuperable. Como seguramente muchos de ustedes ya saben, la famosa neblina del pueblo surgió como una necesidad técnica debido a que la consola no podía dibujar grandes distancias de los escenarios.
Justo cuando todo el mundo se encontraba completamente enfocado en aprender a trabajar de mejor manera con juegos en 3D, Koji Igarashi y su equipo decidieron irse por el camino que mejor conocían para entregarnos el maravilloso Castlevania: Symphony of the Night, juego que vino a reafirmar el famoso género Metroidvania que nos había presentando Super Metroid años antes.
El trabajo de sprites, combinado con algunos efectos 3D, convirtieron a este juego en uno de los más bellos de todos los tiempos. Sumado a lo anterior, se nos maravilló con un diseño de niveles verdaderamente sofisticado y una cantidad de secretos por descubrir inmensa. Te recomendamos probar el que para muchos, es el mejor título de toda la serie.
El uso de gráficas prerendereadas se encontraba en pleno auge a mediados de los 90. Esta técnica para fabricar escenarios y personajes permitían un look mucho más realista y a la vez, ahorrar recursos. Teniendo el CD como formato, se podían insertar full motion videos. Todos estos beneficios del PlayStation fueron explotados de manera importante por el icónico Resident Evil.
A diferencia de lo hecho por Silent Hill, la franquicia de Capcom se fue por una interpretación mucho más occidental y de película de zombies serie B. La introducción de muchas mecánicas que se convirtieron en canon del género, fueron creadas por el primer Resident Evil, saga que hasta nuestros días y a pesar de los múltiples tropiezos que ha tenido, es una de las más importantes en términos comerciales.
Luego de haber roto relaciones con Nintendo por la diferencia de ideologías, Square encontró una nueva casa en PlayStation. A pesar de que Final Fantasy ya era una insignia de los JRPG, la realidad es que el verdadero boom de popularidad no se dio sino hasta la séptima entrega que vimos en la consola de Sony.
Con un estilo cyberpunk que se veía apoyado por todos los beneficios del PlayStation One, como el full motion video y los escenarios prerendereados, muchos de los ahora fanáticos más apasionados de la saga, llegaron con Final Fantasy VII, juego que nos cautivó con una bella historia y un score más que memorable.
Muchos podrán argumentar que la verdadera casa de Tomb Raider es la PC, sin embargo, y como sigue pasando en la actualidad, algunos usuarios no tienen acceso a computadoras tan potentes, por lo que todas las experiencias se tiene que dar en una consola. Este tipo de casos se dio mucho con el PlayStation One y Lara Croft, heroína que se terminó convirtiendo en todo ícono de la máquina de Sony.
A pesar de que en la actualidad, los controles de Tomb Raider nos podrían parecer la cosa más arcaica del mundo, la realidad es que durante su tiempo, más de uno quedamos maravillados con sus extensos escenarios y actividades por hacer, esto sin mencionar el famoso busto cónico de la protagonista.
Hasta 1995, los simuladores de aviación eran prácticamente exclusivos de la PC, no obstante, Air Combat apareció para cambiarlo todo en este género, pues lo puso al alcance de prácticamente todos los jugadores. A pesar de apostar por una experiencia realista, este título resultó ser verdaderamente divertido.
Para nuestra fortuna, esta nueva saga se convirtió en todo un éxito, sobre todo en Japón, pues el mismo PlayStation One, recibió dos juegos más de combate aéreo ya bajo el nombre de Ace Combat. Ace Combat 3: Electrosphere es uno de los más queridos de la serie, pues introducía cosas mucho más fantásticas y de ciencia ficción.
Como parte de la respuesta a los juegos de carrera, Electronic Arts decidió lanzar Need For Speed, título que apostaba por una experiencia completamente arcade y muy frenética. Lo divertido de su gameplay y gran variedad de autos para seleccionar, lo convirtieron en todo un fenómeno de su tiempo.
Muy probablemente, EA no tenía pensado lo increíblemente popular que se volvería su nueva franquicia, misma que hasta este año, era una entrega anual. A pesar de haber tenido sus altibajos en todo este tiempo, la realidad es que casi siempre, Need For Speed es sinónimo de diversión.
La discusión sobre qué consola tenía los mejores visuales estaba a todo lo que daba hasta la llegada de Oddworld: Abe’s Oddysee, uno de los primeros juegos verdaderamente importantes en el PlayStation One, pues sus gráficas y bellas animaciones, le llenaban el ojo a cualquiera que lo tuviera enfrente.
Oddworld no solo destacó en la parte antes mencionada, pues todos los problemas y situaciones que teníamos que resolver para mantener a Abe con vida, tenían una fineza a nivel gameplay digna de destacar. Si no le has dado una oportunidad, hace poco se lanzó un remake que está disponible en Steam y PS4 muy bueno.
Con su enorme crecimiento y expansión, Ubisoft se dio cuenta que necesitaba de una mascota para poder refrendar su identidad como compañía. Michel Ancel fue el encargado de crear al fantástico Rayman, platformer en 2D que nos mostraba una versión europea de este popular género.
A diferencia de sus contemporáneos, Rayman presentaba un gameplay muy rápido en el que el instinto y reflejos eran cruciales para salir victorioso, asunto que vimos replicado más tarde en Origins y Legends. Por supuesto que este personaje no tardaría en dar el salto al 3D, teniendo cosas grandiosas como Rayman 2: The Great Escape.
Como parte de todos los géneros que vieron la luz en el PlayStation One, Activision decidió explotar la moda de las patinetas y toda la cultura que se estaba creando alrededor de este deporte. Tony Hawk fue la personalidad elegida para protagonizar este nuevo género que cautivó incluso a los que no jugaban regularmente.
Neversoft entregó un juego por demás sobresaliente en todo sentido, pues además de haber conseguido capturar toda la esencia del skating, desarrolló profundas mecánicas de gameplay que eran muy complicadas de dominar, todo esto muy bien aderezado con un soundtrack que a muchos nos remite a nuestra adolescencia.
Namco no se quedaría con los brazos cruzados ante la oleada de juegos de carrera, por lo que decidió que su querido Ridge Racer debía llegar a las consolas para alcanzar a un público mucho más amplio, experimento que fue todo un éxito, pues la serie de carreras cobró una enorme popularidad.
Tomando un camino completamente diferente al de cosas como Gran Turismo, Ridge Race nos demostró que no es necesario tener gráficas tan realistas o un gameplay complejo para entregar una experiencia divertida y sólida.
Una asociación entre Crystal Dynamics y Silicon Knights difícilmente podría salir mal. Gracias a esto, se nos entregó el maravilloso Legacy of Kain, título de acción y aventura que en cuanto a formato de juego, a veces nos recordaba cosas como la afamada saga de The Legend of Zelda.
Debido a la gran aceptación que tuvo la primera entrega, se decidió hacer un secuela que llevó por título Legacy of Kain: Soul River, juego que expandió bastante las bases construidas por su predecesor. Si no has tenido la oportunidad de probar ninguno de estos dos grandes títulos, te recomendamos que lo hagas en cuanto tengas la oportunidad.
De esta manera terminamos con nuestro listado de juegos en los que Sony no tuvo nada que ver, pero que al final, se terminaron convirtiendo en autenticas insignias del PlayStation One y de toda la marca en general. Cuéntanos, ¿cuáles son tus mejores recuerdos con estos títulos?, ¿qué otro crees que grita PlayStation?.