Entrevista: Lourdes Torres Arruti “No es quitarle derechos a otros, es estar en un balance”

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Un trabajo que usualmente no es tan reconocido dentro de esta industria, es el doblaje. La mayoría de las personas no se percatan del arduo trabajo que implica la traducción y el doblaje de un videojuego actualmente. Lejos han quedado los días en donde los grandes títulos AAA sólo contaban con los idiomas de inglés y japonés. Ahora encontrarás hasta 10 lenguajes diferentes en una gran producción. Lo cual demuestra el nivel de compromiso que tiene una compañía con su público y el deseo que tienen de llevar su producto a la mayor cantidad de personas posibles.

En el marco del Día de la Mujer tuvimos la oportunidad de hablar con Lourdes Torres Arruti, quien a primera instancia tal vez no reconozcan, pero cuentan con una larga trayectoria que abarca películas, series animadas, teatro y videojuegos. No sólo ha participado dándole vida a cientos personajes, sino que también ha contribuido a la industria del doblaje en español en el ámbito de la dirección, traducción y adaptación.

Posiblemente la reconozcas más su trabajo en Overwatch, en donde participa como la voz de Sombra, un personaje mexicano que obtiene una nueva vida gracias a las aportaciones de Lourdes, o Lulú, como le dicen sus amigos. En nuestra plática hablamos sobre su larga trayectoria en los diferentes ámbitos de la actuación y doblaje en México; así como su papel en Overwatch y la importancia de la representación cultural de este título de Blizzard; y el papel de la mujer, tanto en la industria de los videojuegos, como en la sociedad actual.

Ponerle una cara a la voz

Antes de que Lulú se convirtiera en la talentosa y reconocida actriz de doblaje que es hoy en día, fue una estudiante como cualquier otra persona con sueños y aspiraciones, pero sobre todo, con el deseo de darle una cara a todas las voces que escuchaba constantemente. “Definitivamente el doblaje siempre me llamó la atención, siempre me pareció curioso que un personaje tuviere la misma voz que otros. Y ponerle una cara y nombre a esa voz que está detrás siempre me pareció interesante y me llamó la atención. Después de estudiar decidí entrar a este mundo”.

Antes de entrar de lleno al mundo del doblaje, Lulú exploró las opciones que ofrece el mundo del teatro bajo la tutela de un reconocido director y maestro del arte en México. “Yo estudié teatro musical y actuación especializada en doblaje en PROART. Con base en eso empecé a ver las diferentes ramas y hacía dónde podría ir. Una vez terminado la escuela trabaje en el teatro. Junto a Gerardo Quiroz me fui de gira por la República haciendo teatro musical, pero al final del día me hallé más en el doblaje”.

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Sin embargo, ella no estuvo satisfecha con sólo encontrarse de un lado de la cabina. Con el paso del tiempo la curiosidad creció más y más, hasta el momento en que decidió de recibir trabajo, a ofrecerlo.

“Se van dando las cosas, no existe un proceso para entrar al mundo de la dirección, traducción y adaptación. [Entrar a] la traducción fue sencillo, se me da bien el inglés y conozco el lenguaje que se tiene que usar en el doblaje, eso me ayudó, y a muchas empresas les gusta como trabajo, y me empezaron a llamar. En dirección, es lo mismo, vas agarrando experiencia. Llevo 10 años trabajando en esto, y con base en eso vas buscando como aportar un poco más a la industria. Se me presentó la oportunidad de dirigir unos proyectos y la sensación es genial”.

Al tener tantas opciones a su disposición, parece que Lulú puede ser bastante imparcial en su trabajo, pero al final del día sabe que sólo una rama de esta industria puede robarse su corazón. “Actuar, todas tienen los suyo, pero al final de cuentas soy una actriz . Aunque dirigir tiene la hermosa sensación de seleccionar a tu elenco, saber qué y hasta dónde puedes pedirle a tus actores gracias a tus conocimiento previos y qué puedes aportar a un proyecto”.

En sus más de 10 años de trayectoria, Lourdes Torres Arruti ha trabajado en cientos de proyectos, desde papeles principales, hasta un par de voces adicionales en otros. A pesar no hay un sólo papel que sea su preferido sobre todos, recuerda con emoción el trabajo que hizo junto a Blizzard para Sombra.

“No hay uno en específico. Sin embargo, Sombra es uno de los personajes que más he disfrutado en toda la vida. Ella es un personaje mexicano y yo soy mexicana, y recuerdo que justo cuando la estábamos grabando, Blizzard nos dio el permiso de jugar un poco, meterle jiribilla, experimenta con las frases, emplear el barrio. Por ejemplo, mientras estábamos grabando, me dieron la oportunidad de decir una frase en donde Sombra se burla de Reaper, el cual tiene el nombre de Gabriel, y en uno de los ensayos se me ocurre decirle Gabrielito, y a Blizzard le encantó y se quedó. Es genial poder identificarse con un personaje por su nacionalidad, como en el caso de Sombra”.

A pesar de la libertad que le ofreció Blizzard en su momento, hay que dejar en claro que no todas las producciones son tan abiertas a la improvisación, debido a que se corren riesgos de que un país de América Latina no logre comprender el lenguaje empleado. “Se puede improvisar, aunque es complicado, debido a que el doblaje se hace para toda latinoamericana. Por la cuestión de cómo interpreta cada país una frase o palabra, de repente no se puede jugar con los modismos o mexicanismos. Aunque si se presta la situación, y si el cliente lo quiere, porque depende de quién decide, jugar y darle un toque especial a cada personaje es muy padre”.

Sombra al estilo México

A pesar de que Lulú ha participado en otros proyectos de videojuegos, como en la dirección de doblaje de Destiny 2, Overwatch le ha dado un mayor reconocimiento para los latinoamericanos que disfrutan de este título competitivo. A diferencia de otros trabajos, su selección para Sombra fue distinta. “En videojuegos, lo que hacen las empresas, es que tienen una base de datos de todos su actores. El cliente envía los requerimientos del personaje al director, y con base en eso, el director envía muestras de voz para que el cliente elija. Ese fue mi proceso, y tuve la suerte de que me eligieron”.

Aunque podría parecer simple identificarse con Sombra debido a que ambas son mexicanas, Lulú siente una fuerte relación con ella que va más allá de la nacionalidad. “No me identifico con su villanes, pero me encanta que pueda hackear el sistema. Que un personaje tenga esa capacidad es padre”.

Sombra es mexicana, pero hay más que eso. Debido a que Blizzard nunca específico de donde proviene esta villana, Lulú le asignó un Estado que sin duda concuerda con su acento. “Me lo manejaron que era del centro de México. Por eso también pudimos jugar con los acentos chilangos. Mi frase favorita es: ‘Asustame panteon’. Muy de reto y muy mexicano”.

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Overwatch es un juego con un basto catálogo de personajes. Esto no se limita solamente a la jugabilidad de cada uno, sino que abarca varios elementos culturales, sociales y de orienta sexual, aspectos que han sido reconocidos a nivel mundial. Lulú considera esto como uno de los factores más importantes de este juego.

“De pronto a los jugadores les cuesta entender cómo son las cosas. Cuando se anunció que Tracer y Soldier 76 son gays, habia jugadores que ya no quieren usarlos sólo por su orientación sexual. Cuando yo juego Overwatch, elijo a un personaje por sus habilidades, y no tanto porque sea hombre o mujer. Eso es lo increíble de Overwatch, no importa la raza u orientación, lo que importa es que juegues bien, y que lo disfrutes. Entonces es absurdo que algunas personas tengan opiniones tan extremistas, debido a que la tendencia del juego y del mundo es esa. Me parece maravilloso que los juegos tengan mensajes de que no importa tu orientación o raza, sino que tus habilidades y comportamiento son lo importante”.

La pasión de Lulú por los videojuegos no termina con Sombra. A pesar de que no puede compartir detalles sobre sus futuros proyectos en esta industria, sí nos ha compartido quién es su personaje favorito de todos los videojuegos. “Tifa Lockhart de Final Fantasy VII. Siempre me ha encantado desde la primera vez que jugué FFVII. Me encanta que sea muy protectora, amorosa, aguerrida, y dispuesta a luchar por las personas que le importan. Que no sea solamente la representación de un personaje bonito, sino que tenga trasfondo”.

La representación de la mujer aún tiene un largo camino que recorrer

Es necesario admitirlo, la industria de los videojuegos es machista. A pesar de esto, Lulú se ha dado cuenta que, poco a poco, se está abriendo un camino para una mayor inclusión de mujeres en este medio.

“No sé en qué momento se tenía la idea de que los videojuegos eran sólo para hombres. Pero existió esta concepción por un tiempo, en ese contexto era difícil ver a una mujer que no fuera una damisela en peligro. Ver poco a poco a la industria abrirse a contar historia con mujeres protagonistas reales que no caigan en un cliché, y abrirle la puerta a mujeres escritoras, diseñadoras y desarrolladoras que conocen perfectamente el medio, es increíble. Corresponde a lo que vivimos en la actualidad, una apertura en donde podemos ver que la mujer puede hacer más cosas de la que se creían hace 20 o más años. Es bueno ver que la industria no se cierra a esta evolución.

Por otro lado, en la experiencia de Lulú, no se puede decir al 100% lo mismo en la industria del doblaje en México, aunque los cimientos ya existen. “Sí se está viendo un cambio poco a poco. Aún existe una cuestión sobre quién elige los proyectos y cómo se manejan, aún hay una cuestión machista en ese sentido. Pero la tendencia a nivel mundial es abrir campo hacia las mujeres porque poco a poco se ha visto que somos capaces”.

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La situación que vive México en la actualidad no es buena. Lulú sabe perfectamente que los movimientos que hemos visto en los los últimos días y meses no están enfocados a quitarle derechos a ciertas personas, sino a ofrecer un balance.

“Se están intentando cosas con los movimientos y marchas. Se está buscan ser escuchadas de muchas formas que algunas estarán de acuerdo, y otros no. Se están buscando porque ya se llegó a un horrible límite. Es una cuestión de empatía. Todos deben aprender a empatizar, es decir: ‘son seres humanos que merecen respeto’. Lo que estamos pidiendo no es por capricho, son derechos, y las mismas posibilidades de un hombre. Desde salir a la calle sin miedo a ser violadas, hasta tener el mismo salario, y que no me juzguen por ser mujer.  No es quitarle derechos a otros, es estar en un balance”.

Antes de terminar nuestra plática, Lulú se despide ofreciendole un consejo a todas las personas que buscan recorrer un camino similar al que ella ha llevado. “Les recomiendo que estudien actuación. Y tener mucha tolerancia a la frustración. Como la actuación es picar piedra, entonces puede ser difícil, pero si tienen una meta clara y se preparan constantemente, resultará más fácil”.

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Vía: Atomix

Sebastian Quiroz
27 años. Editor en Atomix.vg. Consumidor de la cultura pop.