
La semana pasada la Cámara de Diputados en México aprobó el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, el cual afecta a productos como los cigarrillos, las bebidas alcohólicas y los videojuegos. Esto, como era de esperarse, causó indignación entre la comunidad nacional. Afortunadamente, los usuarios no fueron los únicos que se opusieron, ya que diputados como Irais Virginia Reyes también se unieron a estas protestas.
El pasado 16 de octubre, Irais Virginia Reyes, diputada de Movimiento Ciudadano, subió al podio principal de la Cámara de Diputados con una pancarta con el siguiente mensaje: “Game Over a la censura. No a los impuestos absurdos”. Seguido de esto, criticó la reforma al impuesto a los videojuegos, señalando que no tiene sentido comprar a este tipo de entretenimiento con el alcohol o las apuestas. Esto fue lo que comentó al respecto:
“Subo a esta tribuna para proponer eliminar uno de los mayores absurdos contenidos en este dictamen. Según este gobierno, jugar un videojuego se equipara a tomarse una cerveza, fumar un cigarro, apostar en un casino o beber un litro de refresco. Eso es lo que plantea la reforma: tratar a un videojuego igual que a productos que sí tienen efectos comprobados sobre la salud.
Como si la violencia de este país viniera de las consolas y los gamers fueran potenciales delincuentes. Pero jugar no es una enfermedad. Plantear lo contrario es una falta de respeto, una visión conservadora y moralista.
No hay evidencia seria de que jugar videojuegos causen violencia real. La propia Asociación Americana de Psicología lo ha señalado: no existe una relación causal entre los videojuegos violentos y las actitudes violentas.
Si esa lógica fuera cierta, Japón o Corea —donde más se consumen videojuegos en el mundo— serían los países más violentos. Nadie se hace violento por jugar, nadie se vuelve criminal por sobrevivir al apocalipsis en The Last of Us, nadie termina en la delincuencia por lanzar un Fatality en Mortal Kombat, y nadie se convierte en narco por atrapar criaturas en Pokémon”.
Una visión del pasado
Notablemente, muchos han señalado que los estudios en los que se basa la decisión para imponer un impuesto del 8% a los videojuegos violentos en México son anticuados. Aquí no se toma en cuenta todo el trabajo académico de los últimos años en donde se mencionan los beneficios de este medio de entretenimiento.
Junto a esto, hay múltiples estudios en donde se menciona que los videojuegos no causan respuestas violentas por parte de los jugadores. De esta forma, se le acusa de arcaico a este impuesto, y personas como Irais Virginia Reyes han dejado en claro que la violencia en México no está ligada con jugar Call of Duty.
¿Una última esperanza?
Aunque la Cámara de Diputados ya aprobó este impuesto, el aumento de precios aún no entra en acción. Primero es necesario que la reforma sea publicada en el Diario Oficial de la Federación, algo que se espera suceda hasta el siguiente año. De esta forma, aún hay tiempo para modificar o ratificar lo que aquí encontramos, incluyendo el aumento a los videojuegos.
De esta forma, algunos esperan que voces como la de Irais Virginia Reyes tengan el impacto suficiente para eliminar o cambiar este impuesto a los videojuegos. En temas relacionados, puedes conocer más sobre este impuesto aquí. De igual forma, esto es lo que llegarían a costar los videojuegos con este aumento.
Nota del Autor:
Es algo ridículo que el impuesto a los videojuegos tenga como base estudios obsoletos que no toman en consideración todas las investigaciones que se han llevado a cabo en los últimos años. Tener a los videojuegos al mismo nivel que el consumo de alcohol o las apuestas también es algo que nos muestra una perspectiva arcaica por parte de la Cámara de Diputados.
Vía: Irais Virginia Reyes