PS VITA
PS VITA
Laughing Jackal
Laughing Jackal
10/03/2015
Un juego de los años ochentas para computadora llamado Rogue inició toda una tradición de juegos a los que se les conoce como roguelike, títulos por lo general con alta dificultad y niveles generados de forma aleatoria distribuidos a manera de calabozos. Ejemplos contemporáneos de títulos de este género serían Spelunky, The Binding of Isaac, incluso hasta Don’t Starve.
El estudio británico Laughing Jackal –pequeño equipo de tan solo diez personas– ha desarrollado desde 2005 juegos para consolas PlayStation bajo la categoría “Minis”, pequeños títulos que se ofrecían a reducidos precios y por lo general eran multiplataforma (PS3/PSP). Finalmente publicaron juegos para PS Vita, iOS y PC, su más reciente lanzamiento es una exclusiva de PS Vita que no dudamos que pudiera llegar a otras plataformas, sobre todo porque es un título bastante interesante.
Estamos frente a Flame Over, un juego de acción con vista isométrica que te pone en el papel del bombero Blaze Carruthers, quien tendrá que sacar toda su valentía para apagar un incendio en la torre de Infernal Industries, un edificio de 16 pisos en los que rescatará a los supervivientes y acabará con el fuego.
Su nombre viene de un juego de palabras que hace alusión a “Game Over”, la pantalla que verás una y otra vez ante su fuerte dificultad.
Mis primeros pasos con Flame Over no fueron placenteros, el juego sólo me dejó en el primer piso de la torre de Infernal Industries y me dijo que tenía que apagar el fuego y rescatar a los supervivientes. No hubo tutoriales, sólo unos cuantos globos de texto cuando encontraba algo nuevo que no conocía o para indicarme que las flamas se apagaban con agua mientras que el humo negro que salía de los electrónicos requería de ser apagado con un extintor. Busqué dentro del manual del juego y lo único que se explicaba eran los controles del mismo, donde supe que tenía más cosas por hacer de las que conocía, pero que el juego no me explicó.
En gran medida me gustó esta actitud del juego, difícil desde el primer momento, pero me puse a pensar en la gran cantidad de usuarios que finalmente terminarán botando el título sin ni siquiera saber bien cómo se juega.
Tardé poco más de media hora y una docena de desastrosas partidas para saber cómo se juega Flame Over, una vez que lo dominé me fue más sencillo avanzar, pero no por ello tuve el control total sobre un juego que requiere realmente semanas para poderse dominar en su totalidad.
Una vez que aprendí las mecánicas del juego regresé al concepto base del título, el objetivo principal era apagarlos incendios. Los controles fueron sencillos, consistieron básicamente en desplazarme, apuntar con el stick derecho con mi personaje visto desde una perspectiva isométrica y usar dos botones para apagar las llamas, uno para arrojar agua y el otro para usar el extintor, ambos con su propia barra de recarga.
Al apagar el fuego tienes que estar al pendiente de que tengas suficiente agua o carga del extintor para combatir las llamas, mismos que puedes recargar en varios puntos del piso o en su totalidad en una estación ubicada junto a la salida. Al ser un humano eres sensible a las quemaduras por lo que tienes sólo unos segundos para estar frente a las llamas mismos que se indican en una barra que si llega a su máximo nivel te descuenta uno de tus corazones de vida.
El fuego es dinámico por lo que es fácil encontrarte con situaciones en las que si no apagaste algo se vuelva a encender, que explote una puerta quemada si no la apagaste o que las flamas te arrojen llamaradas que vuelvan a prender lo que ya estaba tranquilo o te calcinen rápidamente hasta que se agoten tus corazones y mueras. Sólo tienes una vida, si mueres se acabó el juego y tienes que comenzar desde el principio.
La batalla contra el humo y las llamas es una verdadera batalla porque el fuego se comporta de forma muy impredecible, sobre todo en las habitaciones extensas serán una verdadera pesadilla en la que te llegas a quedar sin agua y cuando regresas con más, ya se ha encendido todo de nuevo y la guerra comienza otra vez.
A tu camino no todo será destrucción, encontrarás supervivientes que tendrás que rescatar, lo primero será protegerlos del fuego antes de que mueran para posteriormente poderlos escoltar hasta la salida. Cada humano rescatado te dará un minuto adicional de tiempo; también habrá gatitos, cada uno de ellos te otorgará un corazón adicional para tu vida.
Algunos supervivientes también te darán misiones como recoger algún objeto que perdieron o activar switches; éstos no se moverán hasta que completes la misión pero de hacerlo te darán una buena cantidad de tiempo adicional y la satisfacción de completar retos adicionales.
Todo esto es opcional, puedes hacer speedrun, preocuparte sólo del fuego y avanzar en los diferentes pisos sin rescatar a los supervivientes o dejándolos simplemente calcinarse entre las llamas.
El juego cuenta con cuatro zonas distintas con cuatro niveles cada una, lo que da un total de 16 pisos que componen el juego. Cada uno es un dolor de cabeza por lo que pasarlos en una sola partida es una misión muy complicada.
Un elemento del juego que te ayuda mucho en tu misión es un mapa de cada uno de esos pisos que siempre son diferentes gracias a que el juego los genera de forma aleatoria. Será tu misión analizarlo antes de comenzar a limpiar cada zona para identificar cómo lo harás de forma ágil y al mismo tiempo reconocer elementos que te ayudan a hacerlo de forma más sencilla, ejemplo de ello es la estación eléctrica que de ser apagada a tiempo evitará incendios provocados por aparatos electrónicos que se prenden solos una y otra vez.
Depende mucho de tu análisis espacial de cada zona y de tu estrategia para abordarla el triunfo en el juego.
Lo que más te mete presión al iniciar la partida es que tienes un reloj en cuenta regresiva de tan solo cinco minutos. Para alimentarlo y evitar que llegue a cero tendrás que rescatar personas, cumplir misiones o simplemente encontrar relojes en tiendas o escondidos en los diferentes pisos. Si el reloj se agota una muerte comenzará a volar hacia ti, si te toca todo se acabó sin importar qué tan avanzada lleves tu partida.
Esta variable funciona de forma similar a Spelunky sólo que es mucho más agresiva al ser muy poco tiempo para actuar y pisos muy extensos por limpiar. Incluso si pasas un piso con éxito tu reloj tal y como se quedó se conservará, por lo que el tiempo te irá atormentando cada vez de forma más fuerte conforme avance la partida.
Para hacerte la vida más fácil tenemos varios potenciadores. Por cada flama apagada te darán monedas, mismas que puedes gastar en tiendas distribuidas en algunos pisos. Podrás adquirir desde bombas de agua y relojes con tiempo adicional hasta desfibriladores para revivir a los supervivientes caídos; dependerá mucho de tu estrategia y tu administración de recursos cómo tomes en cuenta estas variables.
También cada que cumples una misión, los supervivientes te otorgan medallas, mismas con las que puedes comprar mejoras para el inicio de la partida que a cambio de monedas en cada una de ellas te darán un empujón inicial que puede hacer la diferencia en el curso de toda la partida.
Como en todos los juegos roguelike no hay checkpoints, las partidas constan de una sola vida y tienes que comenzar desde cero, sin embargo al pasar cuatro pisos y avanzar de zona, tendrás la ventaja de que la siguiente partida ya podrás iniciarla desde la zona en que te quedaste en lugar del inicio.
¿Esto hace el juego más fácil? Para nada, pasar cuatro zonas es ya un reto muy grande, es una medida que hace simplemente para que el juego sea más accesible y para que más personas puedan acabarlo.
Flame Over es tan difícil que a casi dos semanas de su lanzamiento, de acuerdo a las tablas de líderes, sólo 17 personas han logrado pasar el juego de principio a fin en una sola partida que dura desde 20 minutos hasta más de una hora y media. Al ver estos números nos hace sentido que de alguna manera se guarden esos checkpoints por zonas para permitir que el usuario tenga más aspiraciones a completar el juego.
Seas o no un cazador de trofeos, en Flame Over tenemos retos muy difíciles; si logras conseguir su platino tienes todo derecho de presumir de tus increíbles habilidades. Retos como pasar todo el juego en menos de media hora, completarlo todo en una partida sin dejar atrás a los supervivientes y completando todas las misiones te mantendrán atado por semanas y le dan mucha rejugabilidad a un juego que en cada ocasión es diferente gracias a su generación aleatoria de niveles.
Mucho depende también de la suerte, el generador de niveles en ocasiones te puede favorecer o dejarte en una pesadilla en la que no sobrevivas un par de minutos.
Para quien logre perseverar en este juego, se puede convertir en una experiencia muy adictiva, les confieso que inicialmente me alienó un poco su dificultad pero conforme me di cuenta que cada vez la experiencia me hacía llegar más lejos, se convirtió en uno de esos juegos difíciles de dejar en los que ante la frustración terminarás diciendo “una partida más” que desemboca en horas seguidas intentando superarte a ti mismo y por fin lograr acabar el juego. Es de esos juegos en los que pasan las horas ante ti y no te das cuenta de ello por el reto que suponen.
El juego se ve bien en la consola –“a secas”–, nada que nos haga resaltar su presentación, pero por lo menos corre de forma correcta a buena resolución y sin problemas técnicos como bugs, glitches o problemas gráficos. Aunque luce agradable y nos agradó mucho su arte, puede llegar a sentirse “genérico” –en menús, fuentes de los textos, etc.– como si se tratase de uno de muchos juegos de móviles que a diario llegan a la App Store de iOS, lo que podría alejar a muchos usuarios potenciales que piensen que es un juego más del montón.
Durante las partidas nos acompañan melodías inspiradas en el jazz, las primeras veces se escuchan muy bien pero con el paso de los minutos se convierten en algo muy tedioso ante su excesiva repetición. El equipo de Laughing Jackal no tuvo ese acierto que Mossmouth (Derek Yu) logró con Spelunky al otorgarnos un soundtrack magistral que lejos de sentirse repetitivo entre la frustración de su dificultad se disfruta de principio a fin; en su lugar terminaron con melodías que nos llegan a desesperar al grado de seguir jugando con el audio apagado desde el menú de opciones.
Mi experiencia con Flame Over fue de menos a más, por lo que es un juego que no recomendaría a cualquier usuario. Mis primeras horas fueron frustrantes y en momentos hasta aburridas y repetitivas al no saber muy bien cómo funcionaba el juego con todo y las ligeras ayudas que me proporcionaba. Todos los jugadores que tomen el juego y se queden en esa etapa pueden pasarla muy mal con este título convirtiéndose en una experiencia desagradable.
No obstante, con el paso de las horas y una vez que me acostumbré a sus mecánicas, logró despertar en mi ese sentimiento adictivo que lograron otros juegos roguelike como Spelunky. Descubrí que mecánicas como la administración de recursos, y carreras contra el reloj que me hacían sentir presionado y sobre todo muy desafiado, lo que se tradujo en horas de estar intentando una y otra vez completar el juego.
Si eres amante del género y los retos difíciles, consideramos que Flame Over es un juego adecuado a su precio no tan excesivo –similar al de otros indie “medianos” de la PS Store– y podría resultarte en una experiencia muy adictiva, pero sobre todo desafiante no sólo para completar el juego, sino para tratar de cumplir con todos sus retos.
El juego no está exento de errores, problemas de precisión en sus controles y en el campo visual que te permite apreciar una cámara que no siempre es tan fácil de controlar, pueden volver frustrante una experiencia que, de entrada ya es muy difícil. Si a lo anterior sumamos que se puede convertir en una experiencia repetitiva en la que no hay mucho balance entre el esfuerzo y la recompensa –sobre todo para aquellos que no tengan la paciencia de sobrevivir a sus primeras horas de intenso aprendizaje– ,nos dejan un juego que es muy bueno, pero se queda corto frente a la excelencia de otros exponentes del género.
A favor…
-Difícil y retador.
-Funciona muy bien en la portátil sin forzar funciones como el uso de sus paneles táctiles.
-Con mucho replay value gracias a sus niveles aleatorios y su gran cantidad de desafíos.
-Divertido y muy adictivo. Adecuado a su precio.
En contra…
-Música repetitiva.
-Poco informativo en un inicio, lo que alejará a muchos jugadores.
-Con todo y sus retos, se puede volver repetitivo, sobre todo para los que no se preocupen por cumplir todos los retos.
-Algunas misiones secundarias pueden sentirse tediosas.
Flame Over es un juego recomendable sobre todo para los más entusiastas del género que ante la perseverancia pueden descubrir su mayor potencial que no está en las primeras horas de aprendizaje. Si descartamos algunos ligeros problemas, tenemos frente a nosotros una agradable sorpresa entre el catálogo de la portátil, una experiencia difícil, frustrante y muy adictiva.