La conclusión por la que esperamos 12 años

Dicen que la paciencia es una virtud. Pero si eso lo trasladamos al mundo de los videojuegos, entonces podemos decir que los fans de Kingdom Hearts son personas muy virtuosas. Y no es para menos ya que todos ellos han estado esperando más de 12 años por Kingdom Hearts 3, esa entrega de la serie que que sabían debía suceder pero que, por alguna u otra razón, se resistía a salir.

No es como si durante ese tiempo no hayamos recibido algún título adicional con el cual saciar nuestra sed por más aventuras junto a Sora, Riku y compañía. De hecho, en ese mismo lapso se lanzaron cinco títulos más (así como varias colecciones y reediciones) que sirvieron para ir profundizando en la historia de la saga y expandir aún más su mágico universo. Sin embargo, resulta imposible no sentir que todas ellas aumentaron por igual el dolor por la espera del tan ansiado tercer capítulo principal de la serie, el mismo con el que sabíamos llegaría a su conclusión todo.

Pero como dicen, no hay plazo que no se cumpla y, ahora, llegó el momento de adentrarnos a Kingdom Hearts 3. Sin duda alguna estamos ante un suceso tan importante por el que millones estuvieron aguardando tan fervientemente y, por esa misma razón, llegó la hora de cuestionarnos, ¿en verdad valió la pena ser tan pacientes por esta tercera entrega? Aún más importante, ¿ésta consigue resolver toda esa maraña en la que se ha convertido historia y logra darle una conclusión digna a las aventuras de Sora, Donald, Goofy y compañía?

El punto en el que las historias convergen

Kingdom Hearts es infamemente conocida en la industria por ser una de las series más rebuscadas de los videojuegos, lo cual no resulta tan extraño cuando vemos lo complejo que son las tramas de cada juego y a lo desfasados que fueron saliendo respecto a su cronología oficial. Kingdom Hearts 3 no es la excepción a esta regla ya que, de igual manera, nos narra una historia con cierta complejidad, aunque en su defensa podemos decir que en éste convergen todas las ideas y conceptos vistos a lo largo de la serie y se le da solución a muchas de sis incógnitas que volvieron tan enredado todo.

La historia del juego comienza exactamente tras los sucesos de Kingdom Hearts: Dream Drop Distance, juego que originalmente vimos en 3DS. Luego de haber fallado en su examen para convertirse en un Keyblade Master y de que prácticamente perdió todos sus poderes tras caer en la trampa que le tendió el oscuro maestro Xehanort, Sora y sus amigos Donald y Goofy se lanzan en un nuevo viaje en el que intentará recuperar sus poderes mientras ayudan a Riku (ahora convertido en un Keyblade Master) y al rey Mickey en su búsqueda por hallar al resto de los siete guardianes de la luz. Obviamente esto lo realizarán con la intención de formar un grupo con el cual puedan hacerle frente a la Organización XIII que comanda Xehanort, quien se encuentra más que cerca de lograr su cometido de desatar una nueva guerra con la que pueda invocar de nuevo al Kingdom Hearts y traer así un nuevo balance entre las fuerzas de la luz y la oscuridad.

Podría ahondar más en la historia, pero creo que esto es innecesario ya que resulta demasiado compleja de explicar. De hecho ese es precisamente uno de los defectos que considero tiene el juego, que su narrativa es poco amigable y que prácticamente requiere de haber jugado los títulos previos (o de al menos haber investigado un poco sobre el contexto más básico) para así entender su complicada historia. No es como si ésta fuera imposible de entender si no acudimos con un poco de información previa, pero en definitiva te estarás perdiendo de una buena cantidad de elementos, referencias y alusiones que enriquecen aún más a la trama.

Curiosamente, siento que este último fallo también se traslada hacia el resto de los mundos de Disney que visitamos en el juego; en este caso los de cintas como Hercules, Tangled, Frozen, Toy Story, Monster Inc., Big Hero Six y Pirates of the Caribbean: At World’s End. Como seguramente muchos jugadores veteranos saben, las pequeñas historias que se desenvuelven en cada uno de estos mundos pueden tanto recrear la misma premisa que vimos en las películas o, en su defecto mostrarnos una aventura original derivada del contexto de éstas. Aunque no dudo que muchos de quienes jueguen el título ya habrán visto las películas mencionadas, debo decir que si éste no es tu caso entonces te estarás perdiendo de mucho contenido.

Para ilustrar mejor este punto, en mi caso el mundo de Pirates of the Caribbean fue el que menos disfruté debido a que esa fue la única película presente en el juego que no he visto. Obviamente esto último no fue impedimento alguno para que entendiera todo lo que aconteció durante mi aventura en el mundo del Caribe, pero en definitiva el explorarlo sin tener un contexto previo le resto a mi experiencia enorme impacto ya que no pude sentir esa “magia” que el mundo buscaba transmitir. Y no, con esto no quiero decir que el mundo habitado por Jack Sparrow sea el peor de todos (de hecho es uno de los que más me fascinó), pero sí que no pude disfrutarlo a plenitud. Eso sin mencionar que ya me arruiné la película al verla en un formato que simplemente sintetiza todo lo que acontece en ella.

Otra falla que presente en este rubro es el ritmo narrativo. Por lo general éste tiende a ser inconsistente ya que inicia de manera un tanto lenta y cuenta con varias subidas y bajadas que pueden llegar a confundir a quienes no estén familiarizados con su lore. Pese a ello, la historia despega drásticamente en la parte final de la campaña y se vuelve toda una marea de emociones cuando nos acercamos rumbo al último arco de la trama. Creo que por mucho ésta será la parte que todos más disfrutarán.

Dicho todo lo anterior, recomiendo ampliamente que éste no sea el primer juego con el que se inicien en la serie sino el último y con el cual concluyan a su travesía con Sora y compañía. No me queda de que para que puedan disfrutarlo a plenitud lo mejor sea que jueguen todos los juegos previos e, incluso, vean las películas de Disney. Sólo así estarán garantizando vivir plenamente la experiencia que el título ofrece, lo cual es algo que en verdad vale muchísimo la pena.

Pero dejando de lado el tema de los primerizos y viéndolo desde la perspectiva de los fans, puedo adelantarles que la historia de Kingdom Hearts 3 cumple con todas las expectativas que se tenían sobre éste. El juego resuelve muchas de las incógnitas que se generaron en los títulos hasta ahora (o al menos las más importantes)  y le da un final más que digno a la travesía de Sora. Ten por seguro que éste será un viaje en el que te reirás, conmoverás y hasta llorarás por todo lo que acontece. A todo esto, la campaña tiene una duración de entre 30 y 35 horas, un poco menos si vas directo al grano y ya tienes experiencia previa o mucho más si decides ponerte a realizar todas las actividades o misiones alternas.

El KH más refinado que hay

Pasando a su gameplay, Kingdom Hearts 3 retoma su ya tradicional fórmula de controles que combina la jugabilidad de un título de acción con varios elementos de un RPG, aunque la complementa con varios aspectos y funciones, tanto nuevas como provenientes de otras entregas anteriores, que hacen de su jugabilidad algo muy divertido.

Al ya conocido menú de comandos en el que podemos seleccionar en tiempo real nuestros ataques, magias o ítems, se suman varios tipos de ataque muy vistosos. El primero y más llamativo de todos son las Atraction Flow, ataques temporales en equipo coloridos y luminosos que están basadas en varias de las atracciones de los parques de Disney y con el potencial necesario para causar enorme daño. Junto a ellos y en la misma sintonía tenemos los Links, que vienen siendo invocaciones de personajes de Disney que acudirán a nuestro llamado para ayudarnos con sus poderes y con ataques que de igual manera lucen espectaculares.

Otra mecánica retornante es la del Shotlock, el breve periodo en el que podemos enfocar a múltiples enemigos para así dispararles con ráfagas de ataque, movimiento que resulta ideal cuando nos vemos invadidos por muchos enemigos en pantalla. No obstante, éste también fue modificado para permitirnos apuntar y desplazarnos velozmente hacia ciertos puntos, lo cual resulta práctico tanto al momento de explorar los escenarios como en las afrentas.

Una importante implementación recae en las Keyblades, nuestras armas principales. Ahora todas éstas cuentan con la habilidad de cambiar su forma y transformarse en oro tipo de arma (como martillos, taladros, báculos o dagas) durante los combates tras encestar un número determinados de golpes en los enemigos y, cuando lo hacen, nos brindan desde habilidades especiales temporales que aumentan nuestros poderes  como ataques finales con gran fuerza devastadora. Esté último es sin duda la función de la que más sacarás provecho durante las peleas.

Las adiciones al esquema de combates no sólo se limitan a nuestros personajes. Ahora los escenarios mismos también pueden convertirse en un aliado durante los enfrentamientos gracias al Flowmotion, movimientos que sacan provecho de los entornos interactivos y que pueden derivar tanto en combos más extensos como en agresiones que abarcan mayor espacio y, por ende, que pueden dañar a más enemigos simultáneamente.

Obviamente todo esto se ve complementado de apartados de mejora de armas y/o equipamiento, así como de personalización tanto de habilidades disponibles como de menús de acceso rápido. Vaya, lo típico dentro de cualquier juego de rol.

Toda la combinación de los elementos mencionados hacen que la jugabilidad de Kingdom Hearts 3 sea demasiado frenética, explosiva y alegre. Aunque pudiera parecer que tenemos un exceso de acciones y comandos a nuestra disposición, todas ellas se acoplan a la perfección en un esquema de controles que se siente natural, trabaja de forma fluida y del que es fácil agarrar el hilo. En cuestión de minutos te acostumbrarás rápidamente a todo lo que los controles pueden ofrecer.

Pero combatir no es lo único que se hace en el juego. Como se esperaría, hay una amplia gama de actividades adicionales esparcidas por todos los mundos que nos mantendrán ocupados por un buen rato. La más importante de todas recae en la querida Gummi Ship, la  nave en la que viajan nuestros protagonistas y en la que podremos ir a explorar todo el cosmos para así encontrar nuevos mundos, tesoros, constelaciones y hasta combatir Heartless al más puro estilo de un juego shooter de naves.

Minijuegos también los hay por montones: desde algunos de baile (o ritmo) o de cocina en el que creamos platillos con los que es posible mejorar los stats de los personajes, hasta otros de carreras contra el tiempo o de puzzle. Pero de todos ellos los que más sorprende es el Classic Kingdom, una colección de juegos retro – que habremos de ir descubriendo y desbloqueando mientras jugamos y/o exploramos los mundos – con un estilo semejante al de consolas de antaño con pantalla LCD y que están basadas en muchas de las cintas clásicas de Mickey Mouse y sus amigos.

Hasta este punto podría parecer que el gameplay de Kingdom Hearts 3 funciona de maravilla y que está excento de fallas. Tristemente esto no es así debido a una pequeña cantidad de errores que, aunque son menos que las virtudes del título, terminan por manchar la experiencia.

El más nefasto de los errores lo hallamos en su cámara, la cual tiende a colocarse de vez en cuando en puntos incómodos que complican la visión. Esto sale a relucir especialmente cuando nos encontramos en secciones más cerradas o enclaustradas o combatimos en áreas con muchos elementos que pueden estorbar la perspectiva como lo son árboles o edificios. Pero irónicamente, esta imperfección también se percibe en secciones en las que en teoría no debería presentarse como lo son las abiertas ya que, al estar delimitadas por barreras invisibles que evitan que nos salgamos de los escenarios, obligan a la cámara a moverse a lugares molestos. Simplemente habrá momentos en los que batallarás de más con tal de ajustar tu vista.

Y ya que hablamos de la delimitación de los escenarios, el segundo gran error del título lo encontramos en el propio diseño de los mundos. Pese a que hay varias secciones abiertas dentro de los mundos, por lo general muchos de éstos se conforman con enormes pasillos o áreas en las que prácticamente se nos indica siempre el camino que debemos de tomar, lo cual reduce enormemente la sensación de exploración y de libertad. Asimismo, las partes abiertas cuentan con muy pocos secretos y cosas por descubrir y, en algunos casos, se postran como áreas vacías son mucho por hacer.

Un desperfecto más, aunque menor y que se puede solucionar rápidamente, está en el apartado de equipamiento de habilidades para Sora. Entiendo a la perfección que hay destrezas especiales que debamos de activar en el personaje ya que nos brindan cierta ventaja y ayuda en los combates (como hacer combos más largos, extender a duración de ataques como los Atraction Flow o Link, facilitar el parrying de loas agresiones enemigas, etc.) pero, aún así, me sorprende que haya algunas que sean tan básicas para la jugabilidad (como esquivar, el salro doble o recuperarse en el aire) y que aún así debamos de activar por separado. Es decir, ¿no podían haber implementado estás al propio movimiento natural del personaje?

En cuanto a su dificultad, Kingdom Hearts 3 pude ser tan retador como tú lo permitas. Por un lado, desde el inicio se nos pregunta el nivel de dificultad en el que queremos jugar y que va desde fácil hasta difícil. Pero como si esto no bastara, también contamos con la opción para inhibir el aumento de nivel en los personajes. Vaya, los jugadores veteranos no tendrán excusa alguna decir que el juego no puso a prueba toda sus habilidades que llevan practicando desde hace ya muchos años.

Tan mágico como lo son Disney y Square Enix 

Al ser éste el capítulo final de la saga de Sora, Tetsuya Nomura y su equipo sabían que el juego debía contar con una presentación impecable. Previamente nos dieron una pequeña probadita de cómo luciría el título con Kingdom Hearts 0.2: Birth by Sleep – A Fragmentary Passage, el episodio especial que venía incluido en la KH HD 2.8 Final Chapter Prologue. Tras verlo y jugarlo sabíamos que KH3 sería un título que se vería asombroso, pero jamás imaginé lo increíble que sería el resultado final.

Gráficamente hablando, Kingdom Hearts 3 luce impecable. Sorprende la manera en la que el juego se muestra siempre fabuloso mientras respeta ese toque colorido y alegre que le ha distinguido siempre a la serie. Aún más genial resulta apreciar la forma en la que los personajes se acoplan y convergen con cada uno de los mundos de Disney que vistamos al adoptar diseño que se asemejen y apeguen a la personalidad de cada una de ellos.

Lo mismo ocurre con cada una de sus interfaces y menús. Todos lucen alegres, están decorados al por mayor y son en extremo simples y fáciles de navegar. La presentación general, como un todo es excelsa. Y por cierto, el juego también cuenta con subtítulos al español.

Las cinemáticas por igual son dignas de mencionarse.  lo largo del juego la historia se nos va narrando a través de cinemáticas como de secuencias realizadas completamente con el motorl del título (Unrel Engine 4). Pero sin importar el tipo de las que veas, todas están tan altamente detalladas que simplemente resulta imposible no quedar maravillados con ellas.

Y de la banda sonora, ¿qué les puedo decir? ¡Es majestuosa! De nueva cuenta, Yoko Shimomura regresó para trabajar en la composición de una banda sonora conformada de varias melodías, tanto originales como arreglos de temas clásicos, que transmiten todo lo que buscan evocar en el jugador. En definitiva cuenta con todo para plasmarse en tu memoria

Valió muchísimo la pena la espera

Decir que Kingdom Hearts 3 es solamente el capítulo final de la aventura sería poco. Éste es la consolidación de la fórmula de la franquicia y una entrega que demuestra la maduración por la que ha pasado la serie en sus casi dos décadas de existencia. Sus controles son simples pero profundos, fáciles de entender, fluidos, dinámicos y, sobre todo, divertidos. Además, la amplia gama de actividades extras que ofrece, en conjunto a su genial campaña, lo hacen un título que te mantendrá pegado por horas.

Sobre su historia, creo que no está demás rectificar que es fabulosa y que logra su cometido de resolver todas esas dudas e incógnitas que hasta ahora había, todo al tiempo que ofrece un final digno para la travesía mágica de Sora y sus amigos. Lo único malo de ésta es que, reitero, no es la más adecuada para iniciarse en el universo de KH por la inmensa cantidad de elementos, términos y trasfondo sobre el que se erige su narrativa. De ahí que te recomiende ampliamente que lo dejes para el final ya que así lograrás disfrutarlo en su máximo esplendor.

Si eres fan de la serie, es obvio que Kingdom Hearts 3 tiene que ser tu prioridad absoluta, así de simple. Por el contrario y si apenas te inicias en ella o no has terminado lo juegos previos, entonces es un título que si bien puedes pasar por el momento, en definitiva debes contemplar de añadir a tu colección en el futuro.

La espera por KH3 fue muy larga, pero créeme cuando te digo que en verdad valió muchísimo la pena.