Review – Dissidia Final Fantasy NT

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La disidia fantástica llega al PS4

El PSP fue una consola increíble que se llenó de juegos fantásticos y de series nuevas – tanto de Sony como de terceros – que la marcaron y le dieron esa personalidad tan especial. Sin embargo, nadie puede negar que de todas, la de Dissidia Final Fantasy fue una de las más importantes y que dejaron huella en la portátil. Y no es para menos, ya que en su momento ésta se consagró por ser una que no sólo se limitó a celebrar los 20 años de la mágica saga de Square Enix sino que además cristalizó el sueño de millones de fans por ver chocar en aguerridos enfrentamientos a los personajes más emblemáticos de la serie.

Pese a su éxito, la subserie de combates de Final Fantasy pronto pasó a situarse en un letargo tras la salida de su segundo juego, mismo que se extendió por más de cinco años. A sabiendas de su tremenda aceptación y de que ésta simplemente no podía quedarse guardada indefinidamente, Square Enix optó por retomarla para así crear una nueva entrega. Dicha propuesta es Dissidia Final Fantasy NT, juego que originalmente se concibió para las arcades en 2015 y que ahora por fin da el salto a consolas. A primera vista, el juego parecería ser simplemente un juego más que intenta revivir a la saga y recrear la experiencia que conocimos en la portátil de Sony pero dentro de una plataforma más poderosa, pero en realidad ésta es mucho más que eso; se trata de un juego con el que sus desarrolladores intentaron hacer varios experimentos con los que pudieran brindarle bríos de frescura y una nueva perspectiva a un proyecto que, en su momento, muchos consideraron había alcanzado su límite.

Ahora y tras probarla, podemos decir que dicha apuesta les quedó bastante bien, aunque sin evitar que tuviera algunos desperfectos notorios, siendo incluso algunos desastrosos.

Donde pelean dos, pelean seis

Dissidia Final Fantasy NT es un juego que retoma buena parte del esquema de controles de los dos títulos anteriores y lo utiliza para forjar uno con enfoque diferente inclinado hacia el multijugador. Pero antes de ahondar en sus novedades, empecemos por lo básico.

Los controles se mantienen casi intactos respecto a sus predecesores. Las peleas en Dissidia NT consisten de combates en arenas en 3D en las que podemos tomar el control de uno de varios personajes de Final Fantasy y desplazarlos a cualquier dirección, incluso sobre el aire o hasta las paredes o árboles. Asimismo y al igual que todo buen juego de peleas, aquí el principal objetivo consiste en someter al oponente y vaciar su barra de vida por medio de diversos tipos de ataques que, aunque parecerían complejos, no son tan difíciles de hacer.

Como tal el juego se rige por solamente dos ataques que van muy de la mano pero que tienen una utilidad determinada. El primero de éstos es el ataque de Bravery, agresión que no causa daño en la vida del oponente pero que sirve para vaciar los puntos homónimos del adversario, los cuales vendrían a ser el equivalente al nivel de fuerza que tiene cada personaje. Conforme más hagamos este tipo de golpes, iremos robando los puntos de Bravery del oponente y aumentando los nuestros.

Pero, ¿para qué sirven dichos puntos de Bravery? Bueno, de éstos se deriva el nivel de fuerza que tendrán nuestros ataques de HP, el segundo tipo de golpe que, como su nombre deja entrever, se utiliza para bajar la vida del adversario. Dado que ambos tipo de embates se complementan entre sí, resultará fundamental aprender a combinarlos para así sacarles el mayor provecho posible; entre más puntos de Bravery tengamos, mayor será la fuerza de nuestros ataques de HP y, por consiguiente, mayor el daño que causaremos.

Junto a estos dos simples ataques contamos con otro tipo de agresiones y habilidades que complementan al esquema de juego. Unos de ellos son las Ex Skills, movimientos que pueden ser equipados en cada peleador y que tienen múltiples funciones que van desde mejorar y aumentar los stats de nuestros personajes o empeorar y reducir los del adversario, hasta causar daño o algún tipo de efecto negativo en los rivales. En total, cada personaje puede tener tres de estas aptitudes, siendo una de ellas propia y única de cada guerrero mientras que las dos restantes son personalizables.

Otro elemento que comprende al gameplay es el de los Summons, las tradicionales invocaciones de las míticas bestias del universo de Final Fantasy. Como ya te podrás imaginar, éstas aparecerán para ayudarnos durante las batallas con sus variadas habilidades y poderes, aunque su llamado solamente podrá realizarse tras llenar una barra dedicada que se va saturando con cada golpe que hagamos y recibamos o, en su defecto, con la energía que liberan uno cristales situados en las arenas de combate y que podemos romper.

Estos son los elementos que se retoman de la fórmula original de la serie Dissidia y que seguramente le resultarán muy familiares a los veteranos, pero como ya dije, el juego fue dotado con otros aspectos con los que se le otorga una aproximación distinta. El principal y más evidente recae en la estructuración de las peleas ya que ahora éstas se realizan entre dos equipos de tres integrantes que comparten una barra de vida seccionada en tres partes. Para obtener la victoria habremos de eliminar en tres ocasiones a cualquiera de los oponentes, pero será posible que cualquiera vuelva a la pelea siempre y cuando haya vida grupal de sobra.

También hay una variante de pelea en el que el objetivo cambia a defender un cristal en equipo y destruir el del adversario. Fuera de esto último y de que las muertes de los integrantes no afectan al resultado, las demás mecánicas de juego se mantienen iguales.

Junto al aumento en el número de participantes también se incluyeron cuatro clases distintas para los personajes que determinan en buena medida el estilo de combate que tendrán. Estas son Vanguard, que se especializan en causar daño y fungir como tanques; Assassins, peleadores veloces que pueden atacar rápidamente pero que no tienen tanta fuerza física; Marksman, por lo general hechiceros que combaten a distancia; y Specialists, que tienen habilidades especiales y únicas, así como un estilo que combina algunos aspectos de las otras clases.

Gracias a esta clasificación de personajes el juego adquiere cierto nivel de estrategia, propio de un título MOBA. Aunque es posible unirse al duelo con cualquier personaje, parte del éxito al que aspiremos puede derivar de la combinación de guerreros que nos acompañen en el equipo y del desempeño que todos ellos tengan en el terreno de combate. No es como si un bando conformado por puros asesinos o hechiceros no pueda llegar a ganar, pero en definitiva éstos se verán ampliamente beneficiados de contar con alguien que pueda cubrirlos y apoyarlos con ataques más fuertes o que abarquen más distancia.

El juego tiene una inclinación más que clara hacia la acción y el frenesí, pero esto vino a consecuencia de algunos sacrificios como lo son los apartados de RPG que distinguían a los Dissidia previos. En sí, todos los personajes aún pueden ir subiendo de nivel conforme más los usemos y desbloqueando algunas pocas habilidades más, pero la influencia que éstas tienen ya no es tan importante o notoria. Por cierto, el elenco de personajes se conforma de 28 guerreros.

Un desperfecto que se deriva de esta aproximación es todo el caos que, para bien o para mal, se genera de la inclusión de más personajes en las afrentas. Ver una pelea de Dissidia NT es algo frenético ya que en todo momento aparecen luces, explosiones, rayos y demás efectos que atiborran la pantalla. Lo malo es que aunque mucho de éstos – incluso los que hacemos para entorpecer o dañar a los rivales – terminan por afectarnos a nosotros mismos al bloquear o entorpecer nuestra visión y dificultar nuestras acciones. A veces, incluir a más personas a la fiesta no siempre conlleva a más diversión.

Por lo mismo de que ahora hay más elementos en pantalla, la cámara también se ve afectada notablemente. Apuntar a cualquiera de los oponentes es algo de lo más básico básico y fundamental que haremos dentro del juego pero, desgraciadamente y como producto de todo el conjunto de cosas que invaden el monitor, las mismas puede derivar en perspectivas incómodas que a la postre acaban por perjudicarnos. Si esto no fuera algo tan recurrente no sería un problema tan grave y hasta tolerable, pero créeme, será más común de lo que te imaginas que experimentes fallas con la cámara.

Todos los elementos en conjunto hacen un esquema de controles básico pero muy funcional; jugar Dissidia Final Fantasy NT es más fácil de lo que podrías imaginar, aún y pese a la imagen compleja que aparenta. No obstante, éste dista mucho de la perfección debido a cosas que acaban perjudicando la experiencia. Por mencionar algunos están lo tardado que llegan a ser unos ataques y que nos dejan a merced de los rivales, la lentitud con la que nos recuperamos tras ciertas agresiones, lo fácil que puede ser que nos “atoren” entre dos adversarios, o lo poderoso que son algunos golpes. Vaya, el juego funciona y se disfruta bastante, pero los controles podrían pulirse aún más.

Un Dissidia con perspectiva multiplayer

Pasando a sus modos de juego, Dissidia Final Fantasy NT cuenta con dos opciones de juego con sus respectivas modalidades. Comenzando por las que están disponibles localmente (sin conexión a Internet) tenemos los modos de entrenamiento en el que es posible aprender todas las bases y mecánicas básicas del juego así como unas cuantas avanzados que serán de ayuda al momento de crear nuestras estrategias; el Gauntlet Mode, que viene a ser el equivalente del modo Arcade con algunas variantes en el que participamos en un número determinado de combates para así conseguir premios y una puntuación alta; y el Sparring Match, pelea simple y en la que podemos poner nuestras propias reglas.

Dissidia NT tiene los modos de juego offline más básicos que se esperaría de un título de este tipo. Lamentablemente y salvo por el de entrenamiento, todos ellos se sienten demasiado parecidos entre sí o con algunas ligeras diferencias que no son tan significativas. Para hacer esto aún mas negativo, ninguna de ellas cuenta con opción de multiplayer local y fueron diseñadas para que un jugador se enfrente siempre a la computadora. Entiendo que quizá esto último haya sido complicado dada la manera en la que se diseñó originalmente el juego (para arcades con conexión online) pero, en definitiva, la ausencia de un multijugador local es algo que se reciente enormemente, sobre todo cuando notamos que éste es un título que, precisamente, busca explotar dicho lado aunque desde una perspectiva online.

A todo esto también hay un modo historia, pero de ese hablaré en breve.

Pasando a sus lado en línea, las cosas no cambian mucho respecto al offline. De nueva cuenta éste se conforma de tres modos demasiado básicos que se asemejan mucho entre sí. A saber, éstas son las Ranked Match en solitario, peleas en las que nos aventuramos a jugar con cualquier persona alrededor del mundo en peleas básicas; las Ranked Match de equipo, que nos dejan unirnos con hasta otros dos compañeros para así retar al mundo; y las Custom Match, o afrentas más casuales y libres en las que creamos nuestras salas de juego con reglas particulares y dejamos que más usuarios se nos unan para así disfrutar de las peleas.

El apartado online es por mucho el mejor y más adictivo que ofrece el juego, lo cual no es de extrañar si consideramos que el título fue originalmente pensado para explotar al máximo este apartado. No obstante, su ambivalente desempeño y desbalanceado diseño terminan por mermarlo en reiteradas ocasiones. Por un lado y de manera más que irónica, encontrar partidas puede ser tan sencillo como complicado ya que habrá ocasiones en las que no tendrás problema alguno para unirte a peleas como otras en las que, de plano, nunca agarrarás nada. Desconocemos a que se deba esta situación pero, basándonos en nuestra experiencia, creemos que es cuestión de suerte.

La enorme diferencia existente entre los jugadores conectados es otro punto que también afecta la experiencia de juego. Como en todo buen título de peleas online, te llegarás a topar con usuarios experimentados que ya dominan los controles y sus personajes y que no tienen piedad alguna por destrozar a quien se les ponga enfrente. Si bien esto es algo presente en cualquier juego con conexión a Internet, en verdad resulta desconcertante que, aún y con todas las limitantes y requisitos que podamos poner al momento de buscar duelos, sea demasiado común toparte con varios jugadores “rotos” o que termines participando peleas totalmente desbalanceadas en las que haces equipo con gente de menor experiencia y enfrentando a otros que no se tentarán el corazón en ningún momento. Por tal motivo, te sugerimos que vengas bien mentalizado y preparado para la frutración.

Dissidia NT tampoco se salva de sufrir de momentos de lag, especialmente si lo jugamos conectados vía WiFi. Dicho esto y si piensas entrarle de lleno al online, te recomendamos ampliamente que lo hagas con conexión alámbrica a Internet ya que así reducirás notablemente los periodos en los que todo se hace más lento o congela la imagen.

El bien vs. el mal, Round 2

Fiel a sus precursores, Dissidia Final Fantasy NT también tiene un modo de historia que sigue un esquema parecido al de los juegos previos… o algo parecido.

De nueva cuenta ésta se centra en un nuevo conflicto entre las fuerzas del bien y el mal representados por Materia y Spiritus, los dioses respectivos de la protección y la destrucción y herederos del legado de las deidades que conocimos previamente, Cosmos y Chaos. Para hacerle frente a esta guerra venidera, ambos formarán su propio bando de guerreros que los representarán y que consisten de los principales héroes y villanos de las entregas principales de Final Fantasy. Todos ellos se lanzarán al combate aunque, durante el mismo, irán descubriendo las verdaderas causas que la originaron.

Pese de todo el fanservice que significa ver aliarse a héroes icónicos como Cloud, Squall, Lightning o hasta Noctis o a villanos como Kefka, Sephirot o Ultimecia dentro de una historia plagada de referencias de los juegos de Final Fantasy, la historia no cuenta con una profundidad notable; de hecho, se podría decir que ésta no tiene justificación alguna y se convierte más en una mera escusa por reunir a todos estos personajes. Sin embargo y por más absurdo que parece o a lo débil que llega a ser su narrativa, ésta es disfrutable y muestra algunos momentos que, aunque intrascendentes, serán del agrado de todos los seguidores de la serie de Square Enix.

Toda esta premisa se nos va narrando a través del modo historia que, más que ser una modalidad per se,  se asemeja más a galería. Estructurada a manera de diagrama – similar a un árbol de habilidades de un RPG -, ésta se conforma de diversos nodos con recuerdos y peleas preestablecidas que vamos desbloqueando con puntos que conseguimos de otras modalidades como lo son los combates en línea y/o locales.

Esta aproximación resulta por demás curiosa ya que en sí es poco lo que jugamos aquí y la manera en la que se progresa en ella se ve directamente ligada a lo que hagamos en las otras opciones de juego. Personalmente no siento que sea mala, pero no dudo que a muchos esto podría causarles malestar ya que la hacen sentir demasiado impersonal y limitada, sobre todo en cuanto a opciones de juego se refiere.

Visualmente, sin queja alguna

La presentación del juego es otro apartado que, al igual que el gameplay, da buena pinta pero no se salva de tener fallas. Las interfaces del juego son muy vistosas y logran darle enorme personalidad al juego. Infortunadamente, algunos de los menús llegan a ser más complejos de lo que deberían y complican acciones relativamente sencillas: cambiar de arma, seleccionar a un personaje previo a un duelo o personalizar las habilidades y apariencia de éstos son ejemplos de cosas que simplemente no tendrían que darnos problema alguno y, sin embargo, lo hacen.

En donde si no ponemos queja alguna es en el apartado visual. Dissidia Final Fantasy luce increíble en todo momento, tanto al interior de los combates como en sus cinemáticas (de pelea, Summons o de historia) y hasta en sus menús. De hecho, resulta imposible no maravillarse por lo bien que están diseñados cada uno de los personajes y arenas de pelea, y todo por los detalles con los que fueron dotados. Sobra decir que los fans de la franquicia quedarán asombrado enormemente por lo que verán en sus pantallas.

Musicalmente hablando, el juego cumple con ofrecernos una amplia gama de melodías y composiciones memorables provenientes de cada uno de los juegos de Final Fantasy que se dan cita en este crossover. Puede que algunos arreglos no sean tan llamativos como otros y que todos ellos intenten transmitir una sensación de emoción y acción – incluso los que se supone son calmados -, pero eso no es impedimento alguno para sentirse satisfecho de lo que aquí escucharás.

Este juego es exclusivo de PS4.×

Para ser un experimento, Dissidia Final Fantasy NT es un juego que le salió bastante bien a Square Enix, quizá no de la forma más optima, pero que cumple al fin y al cabo. Llevar la fórmula que se consagró en PSP a una consola de actual generación como el PS4 y con algunos cambios drásticos como su perspectiva hacia el multiplayer online fue algo que parecía complejo pero que, por suerte, terminó llenando las expectativas.

Dissidia Final Fantasy NT es un juego divertido y fácil de jugar, uno al que no es necesario acercarse con algo de conocimiento previo y que puede disfrutarse por cualquier tipo de persona. Eso sí, está pensado para complacer en enorme medida a los fanáticos de la querida franquicia de Square Enix a través de su enorme fanservice que se ve plasmado en todas esas referencias y elementos retomados de su legado de más de 30 años. Eso sin mencionar que sus gráficos son algo que en definitiva maravillarán a quien sea que lo juegue.

Aunque el juego luce fabuloso, se juega bastante bien y tiene tremendas dosis de material para fans, no se salva de tener terribles fallos que simplemente lo merman innecesariamente. Sus limitados modos de juego y la carencia de un más que necesario multiplayer local, el ambivalente desempeño y lo desbalanceado que llega a ser su modalidad online, lo extraño de algunas de sus físicas, la complejidad de ciertos menús y la peculiar estructuración de su “campaña”, son sólo algunos de esos elementos que acaban por dañar a este Dissidia experimental.

En resumen, Dissidia Final Fantasy NT es un título que funciona y que tiene el potencial para llenarle el ojo a todos aquellos que lo esperaban ansiosamente, en especial a los fans de la serie. Por desgracia no es perfecto y sus fallos son puntos que, no dudo, acabarán por alejar a varios jugadores. Fuera de ello y si tienes interés por él, recomiendo que le des una oportunidad; si lo haces, puede que a la larga termines por pasar por alto varios de sus desperfectos.