Dejemos de lado lo que pienses acerca de la lucha libre, wrestling, puroresu o como quieras llamarle. No me corresponde decirte si lo que ves sobre el ring es real o no. Lo que es auténtico es el legado de color, pasión y narrativa que generaciones de estetas han dejado a lo largo de los años. Una apasionante, que siempre encuentra en la juventud un revulsivo para evolucionar y, además, han generado una huella indeleble en la cultura popular de diversas naciones.
El vínculo entre la lucha y los videojuegos es evidente. Desde la época del Atari 2600 ya teníamos en nuestras consolas títulos dedicados a recrear el espectáculo físico del wrestling. Poco a poco, estos fueron evolucionando a la par de los sistemas y, como siempre, hemos tenido joyas, bodrios y proyectos mediocres. Algunos son verdaderos tesoros como la serie Fire Pro, otros son simples máquinas de hacer dinero como la saga WWE 2K en ciertas entregas y, por supuesto, la curiosidad mexicana de Lucha Libre AAA: Héroes del Ring (que a mí me parece una maravilla para su contexto, pero te acepto sin discusión que puede pasar por un fraude).
A eso sumemos que videojuegos de diversos géneros se han nutrido de la lucha libre, en sus diversas facetas, para darle un poco de sabor, variedad, elementos y personajes. Sin André El Gigante, Ivan Koloff, Hulk Hogan, Súper Astro (con todo y su restaurante, como El Fuerte), entre otros, Street Fighter hubiera perdido grandes personajes. A Fray Tormenta y Tiger Mask les debemos King de Tekken (y sumemos el vínculo de Tekken 7 con New Japan Pro Wrestling, con todo y playeras del Bullet Club). Kirby tenía la habilidad de hacer suplexes y martinetes en Kirby Super Star. Guacamelee debe parte de su encanto al arte del pancracio. Y así nos podríamos ir todo el día.
Sin embargo, los videojuegos también han inspirado a los atletas de todo el mundo a involucrarse en la Lucha Libre. Principalmente a las generaciones más recientes, que ven en los pixeles ídolos a seguir. Las proezas del mundo virtual buscan ser recreadas sobre el rombo de batalla. A veces, sólo a veces, se trata de combinar dos pasiones coloridas que, al final, terminan por ser complementarias.
Apolo Valdés es analista y periodista de Lucha Libre en el portal MedioTiempo.com. En la prensa luchística es reconocido como uno de los principales especialistas a nivel nacional, lo cual le ha permitido tener un contacto muy cercano con los máximos representantes de la disciplina en el país y en el extranjero. Por ello, le preguntamos acerca de cómo los estetas mexicanos viven la pasión por los videojuegos.
La Lucha Libre es un espectáculo viajero. No sólo en México, sino en todo el mundo. Por ello, ir de ciudad en ciudad o a países como Estados Unidos, Puerto Rico y Japón es muy común para los atletas de nuestro país. Por ello, nos cuenta Apolo, la afición por los videojuegos se deja ver principalmente cuando los luchadores se llevan sus portátiles para jugar durante las travesías.
“Yo he visto que juegan mucho Grand Theft Auto, que juegan muchos títulos de peleas (Street Fighter, Marvel vs Capcom). Últimamente han estado jugando mucho con el Nintendo Switch, el Mario Kart. Principalmente son como juegos rápidos, no son tanto de juegos con historia porque quieren algo breve”, nos comentó el analista.
Juegos como Street Fighter son, para el especialista, los que más han influenciado a los luchadores mexicanos para integrarse en este mundo. Sin embargo, reconoce que los casos no son tan frecuentes como uno pensaría. Especialmente en cuanto a juegos de lucha libre, ya que en el mercado mexicano llegan muy pocos.
Esto no evita que la pasión por los videojuegos sea una muy extendida entre los estetas locales. Especialmente entre quienes apenas se integran en este mundo.
“En el ámbito independiente hay muchos chavos a quienes les gustan los videojuegos. Como muchos son muy jóvenes, no pasan de los 25 años, pues hasta se juntan a jugar. Por ejemplo, los de la familia Alvarado (Psycho Clown, Máximo, La Máscara) en la casa de uno tienen hasta arcades. Entonces cuando son reuniones familiares se reúnen para jugar”, nos contó Valdés.
Luchadores en México como Konamy (sí, con Y) o Jago deben su nombre a los videojuegos. Sin embargo, aún no es tan habitual encontrar enlaces con el entretenimiento digital como sucede en otros países. Por ejemplo, en Japón, donde tanto el Puroresu (la manera en que llevan a cabo la lucha libre) y los videojuegos son parte de su cultura.
Japón es un país único. La manera en que viven su entretenimiento es más formal y apasionada de lo que podríamos imaginar. Por ello, no extraña que hayan sido de los primeros en generar un vínculo entre el anime, el manga, los videojuegos y la lucha libre. No podemos olvidar que Tiger Mask, un personaje crucial de la lucha libre a nivel mundial, nació de un manga y ha sido encarnado por auténticas leyendas, como Satoru Sayama. Inmortales como Eddie Guerrero, mientras tanto, fueron los responsables de dar vida en el ring a su rival, Black Tiger.
Mientras tanto, incluso las leyendas del deporte en Japón se han declarado fans de los videojuegos. Como ejemplo podemos tomar al fallecido Mitsuharu Misawa, quien murió a consecuencia de las lesiones en una lucha a los 46 años. Este atleta, reconocido como uno de los mayores estelares en el Puroresu nipón, había dicho a la revista Famitsu que era fan de juegos como Super Mario, Dragon Quest, Final Fantasy y Fire Emblem.
Los videojuegos en Japón, a su vez, han echado mano de los luchadores para dar vida a personajes. En Yakuza 6, por ejemplo, estetas como Tetsuya Naito (miembro de Los Ingobernables de Japón), Satoshi Kojima, Toru Yano, Kazuchika Okada (el Rain Maker) y Hiroshi Tanahashi participaron para retratar a los miembros de una de las pandillas. En otra colaboración, como ya dijimos, New Japan Pro Wrestling dio elementos de sus atletas como vestuario para personalizar el look de diversos peleadores en Tekken 7.
A diferencia de México, en Japón los videojuegos de lucha libre son realmente comunes. Algunos llegaron a América con skins de WWE, por ejemplo. Esto llevó a muchos chicos en las islas del Sol Naciente a inspirarse al tomar la acción entre sus manos. Se sabe, por ejemplo, que el mismo Rain Maker decidió convertirse en luchador luego de jugar un videojuego de New Japan. Este año la revista Pro Wrestling Illustrated lo nombró el mejor exponente del deporte en el planeta.
Sin embargo, uno de los casos más notables es el de Kenny Omega. Cierto, es canadiense y no japonés. Pero ha hecho su carrera principalmente en Japón, además que le debe a la cultura de dicho país gran parte de su personaje. De entrada, su nombre en el ring proviene de Mega Man y la Omega Weapon de Final Fantasy. Durante un tiempo entró al cuadrilátero con un remix del tema del Doctor Wily, aunque ahora lo hace con una melodía a la usanza de Nobuo Uematsu.
Omega es un ávido jugador de títulos de pelea que ha participado en eventos de la Fighting Game Community como CEO, aunque en matches de exhibición. Sus movimientos tienen nombres como V-Trigger o One Winged Angel, toda vez que incluso llega a hacer un Hadoken en las luchas. Ha imitado los movimientos de Zangief y su vestuario, actualmente, está basado en la apariencia de Sephiroth y Wesker.
Es claro que en el país del Sol Naciente los videojuegos y el Puroresu son entretenimientos muy ligados. Pero queda ver escenarios como la compañía de lucha más dominante en el planeta: World Wrestling Entertainment. No sólo es la más vista, sino que además la que más videojuegos vende. ¿Existe esa relación?
Sí, y de una manera más evidente de lo que uno podría pensar.
La actual generación de estetas de WWE, la compañía de videojuegos más importante del planeta, creció con los videojuegos. El actual campeón de Smackdown, AJ Styles, se ha declarado adicto a dicho entretenimiento. No sólo tiene una colección amplia de juegos y consolas retro, las cuales disfrutar. También estamos hablando de alguien que llevó durante mucho tiempo en sus viajes su Xbox 360. Eso sí, si le preguntas (como lo hizo tu servidor un día) te contestará que es un fan de Mario. Uno de la vieja escuela.
Kevin Owens es otro de los luchadores que crecieron con los videojuegos. Cierto, admite que no tiene el tiempo para disfrutarlos como antes. Pero a nosotros nos contó que es fan de Sonic, además de que comparte dicho entretenimiento con su hijo, quien también gusta del Erizo Azul. No es que su personaje en el ring sea precisamente el más influenciado por el gaming, pero es claro que lo disfruta mucho.
Sasha Banks y otras divas como Becky Lynch o Bayley han aparecido en streams y videos de YouTube jugando diversos títulos, entre los que se cuenta el reciente Marvel vs Capcom Infinite. Banks, por ejemplo, nos contó que fue muy fan de Perfect Dark en el Nintendo 64 y que Joanna Dark es su personaje favorito.
La que se lleva las palmas en esta afición, en cuanto a las chicas se refiere, es Asuka. Esta atleta, una de las más populares y dominantes de la actualidad, tiene una colección que supera los 5 mil títulos que van desde la era del Famicom hasta algunos sistemas de Arcade. Incluso fue, a la par de su trabajo como luchadora, periodista de videojuegos freelance en su natal Japón. De hecho llegó a ser patrocinada por Xbox.
Sin embargo quien destaca en este divertimento es Xavier Woods, conocido como Austin Creed en YouTube. Tiene un canal en dicha plataforma de videos conocido como Up Up Down Down. Allí, no sólo arma la reta con otras superestrellas de la WWE. También nos deja ver sus títulos preferidos, en conjunto con los otros miembros de la facción The New Day.
Woods es, a su vez, un entusiasta de los juegos de pelea. Ha participado en competencias como EVO y ha llegado a tener retas directas con gente como Kenny Omega. Todo esto en un pique memorable que, explotando la teatralidad de la lucha, es increíble de ver.
Otro personaje es el filipino-americano TJ Perkins, cuya personalidad en el ring está muy marcada por los videojuegos. Se le presenta como una versión viva de un protagonista de juego, con todo y tema de entrada en chiptune. Perkins, por supuesto, ha sido invitado especial en Up Up Down Down.
El wrestling independiente, mientras tanto, ha tenido varios personajes influenciados por los videojuegos. Es el caso de Player Uno y Player Dos, en un equipo alguna vez conocido como los Super Smash Bros.. Dichos personajes eran manejados como videojuegos vivientes e incluso llegaron a tener como parte de sus movimientos el botón de pausa. Vale la pena mencionar que esto fue principalmente en Chikara, una promoción independiente basada en el humor.
Como puedes ver, los ejemplos sobran. La lucha libre y los videojuegos parecerían mundos distantes. Pero al ser ambos combustible para diversas ilusiones y mucha magia, una generación completa las ha unido. Y dicho vínculo, al parecer, durará para siempre.