La primera película de las Tortugas Ninja que produjo Michael Bay me dejó un amargo sabor de boca. Aunque en su revelación mostré cierta emoción por saber que habría una nueva cinta de uno de los grupos de héroes favoritos de mi infancia, mis expectativas rápidamente decayeron después de ver la forma, el diseño y el estilo con el cual la realizaron. Pese a ello y como buen fanático de los cuatro hermanos del caparazón, le di una oportunidad al film y la vi con la esperanza de que ésta no terminara por convertirse en el bodrio que parecía ser. Para mi muy desagradable sorpresa, la ilusión rápidamente terminó por irse al drenaje.
¡¿Qué diablos estaban pensando Jonathan Liebesman y Bay cuando se sentaron a planear la cinta?! ¿Cómo era posible que, al tener un universo tan rico como el de las tortugas adolescentes mutante, hubiesen producido un film tan aberrante que parecía burlarse de todo ese legado de Kevin Eastman y Peter Laird? ¿Cómo diantres le hicieron para hacer que un film con una premisa tan simple como la de un grupo de héroes tortuga, acabase por convertirse en un proyecto sin pies ni cabeza? Eso es algo que todavía me sigo preguntando cada vez que volteo a verla.
Ahora y luego de algunos años de haber vivido esa decepción, Paramount Pictures y Nickelodeon Movies han decidido volver a apostar por la franquicia al traernos una secuela de esa cinta que nos dejó un agridulce sabor. El nombre de ésta es Las Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras y, por lo que ha dejado ver desde sus tráilers, intenta corregir esa lamentable imagen que creó su predecesora al incluir una inmensa cantidad de contenidos y elementos propios de la franquicia. ¿Lograron Bay y Liebesman salirse con la suya?
Advertencia: en la reseña abordaré ligeros spoilers (no muy grandes ni nada tan importante que te arruine la experiencia) de la película. Si no quieres arruinarte nada de ella en lo absoluto, entonces te sugiero des un paso atrás y regreses a leerla una vez que la hayas visto.
Las Tortugas Ninja 2: Fuera de las Sombras es una secuela directa a la primera cinta de las tortugas. Al decir esto lo digo en el sentido de que, para bien o para mal, ésta nos ofrece un acercamiento distinto al de su predecesora ya que da por hecho de que quienes la verán cuentan con un conocimiento previo de su universo y no requerirán de varias explicaciones sobre muchos aspectos de su mundo, tales el trasfondo de cada uno de los personajes o la las intenciones de cada uno de ellos. Si acudes a verla sin tener tan siquiera las bases de la serie (o cuando menos de haber visto la primera película), puede que encuentres todo lo que acontece en pantalla sin un sentido aparente.
En esta ocasión la cinta nos lleva a vivir una nueva aventura de las Tortugas Ninja quienes, tras haber detenido a Shredder en la película previa, se han convertido en una especie de vigilantes silenciosos de la ciudad de Nueva York. Aunque desde su heroico acto se han mantenido al margen de tener contacto con los humanos mientras prosiguen con su misión, de pronto surgirá el deseo de algunos miembros del escuadrón de verse reconocidos por la sociedad. Obviamente esto es algo que los hace entrar en conflicto en más de una ocasión durante la historia.
Mientras esto sucede el temible Shredder, quien fuese capturado por la policía, conseguirá escaparse e intentará volver a las andadas para conquistar al mundo y, aún peor, para vengarse de las tortugas. Para conseguir sus objetos el despiadado destructor unirá fuerzas con algunos otros criminales y villanos que comparten sus ideales y formará un equipo que pondrá de nueva cuenta en grave peligro tanto a Nueva York como al resto del planeta.
Como tal la trama de la película hace ver al film más como un episodio enorme de la serie que como una cinta en sí. Que esto sea así debe, más que nada, al hecho de que todos y cada uno de los sucesos que vemos en pantalla parecieran no tener gran trascendencia dentro de la historia o, en su defecto, que no le dan esa continuidad que se esperaría.
Por poner un simple ejemplo, en un punto de la cinta las tortugas deben de viajar a otro país para intentar detener los planes de Shredder pero, durante el trayecto, se verán interceptados por Bebop y Rocksteady, dos de los más emblemáticos villanos que debutan en el film. Si bien la pelea que sostienen con ellos resulta ser una de las más vistosas y geniales de la película, que la secuencia se haya salido de la locación principal como lo es Nueva York y que dure sólo unos momentos la hacen ver como una de las partes más forzadas que hay en todo el metraje. ¿Qué no hubiese sido mejor desarrollar todo en una sola locación?
Como éste existen otros ejemplos que, con todo y pese a que muchos se desarrollan en la gran manzana, terminan por complicar aún más la continuidad de la trama que, en apariencia, resultaba ser de lo más sencillo. Todavía sigo sin entender cómo es que Liebesman y su equipo se complicaron tanto en hacer una cinta que trata simplemente sobre un grupo de héroes que buscan detener a un grupo de villanos.
Aunque la cinta se complica más de lo que debería, si se compara con la película anterior ésta es llevada de mejor manera. Pese a toda la maraña de situaciones que hay en ella, hay que reconocer que en ningún momento se pierde el hilo de continuidad. Eso ya es una enorme ganancia para las audiencias que acuden a verla sin tener un dominio de las bases de la franquicia. Dicho de otra forma, le van a entender sin problemas.
Un punto fuerte a favor de la secuela es el desarrollo de varios personajes, aspecto que me hizo mejor abordado que en su predecesora. Mientras que en la primera cinta de las tortugas hicieron ver a los hermanos como un conjunto de héroes “cool” que al final se sentían como un grupo de bufones, aquí hay breves destellos que nos dejan ver la verdadera personalidad de cada ninja y que van acorde a lo que muchos fans recordamos. Leonardo ahora sí se siente como un verdadero líder; Donatello sigue demostrando ser el cerebrito del grupo; Rafael actúa como el rudo de los cuatro; y Miguel Angel, bueno, se excede en su papel de payaso pero, en definitiva, es el alma y el más cómico del equipo.
Por desgracia, la cinta no trata de la misma manera al resto de los personajes que como lo hace con los protagonistas. En cuanto a los personajes de soporte, April O’Neil (Megan fox) adquiere un rol mucho más participativo en esta ocasión pero, con todo y eso, se sigue viendo relegada a un segundo plano. Lo mismo ocurre con el maestro Splinter que, salvo por sus contadas apariciones, no aparece en prácticamente todo el film más que para decir dos o tres frases de gran importancia.
Quizá el caso peor llevado sea el de Casey Jones (Stephen Amell), el personaje que peor se sale de la esencia de su contraparte original. Dentro de los cómics se nos ilustraba a Casey como un vigilante muy “badass” que conseguía hacerles competencia a las propias tortugas. En Fuera de las sombras, en su lugar vemos a un agente de policía que ha decidido combatir al crimen más por el simple hecho de querer demostrar que es alguien capaz que por sus deseos de querer erradicar al mal por sus propios medios. Sí, es cierto que en ningún momento se siente como un personaje forzado o desaprovechado; de hecho, se le da su debida importancia dentro de la trama. Sin embargo eso de poco ayuda cuando el Jones de Amell se siente como todo menos al personaje que se supone debió haber encarnado.
Los villanos no estuvieron exentos de este desbalance de atención. Para la ocasión son cuatro los villanos a los cuales enfrentarán Leonardo, Rafael, Donatello y Miguel Angel: Shredder (otra vez), Bebop, Rocksteady y Krang. Si bien la alianza de este grupo parecería representar una verdadera amenaza, al final del día son solo un par de ellos los que consiguen sobresalir sobre los demás.
Por un lado Shredder, quien es el que lleva los hilos de todo el malévolo plan, termina por convertirse en alguien intrascendente. Krang, por su parte, se sintió más como un enemigo sacado de la manga y como un mero capricho de los productores por quererlo incluir en la película; con todo y pese a que es el enemigo final, sus intervenciones no justifican el hecho de que se le haya puesto como el “gran queso” de la cinta.
Bebop y Rocksteady son a quienes mejor les fue en ese sentido. De nueva cuenta y al igual que Krang, su inclusión parece más un capricho de los altos mandos de Paramount y Nickelodeon Movies que un verdadero motivo para desarrollar la historia. No obstante a ello, las secuencias que se les dieron a ambos terminaron por verse más fluidas y dinámicas que la de los otros dos villanos e hicieron verlos como un par de personajes con los que más simpatizaban los espectadores.
Visualmente hablando, Las Tortugas Ninja 2: Fuera de las sombras se ve ligeramente mejor. Por un lado el diseño de los personajes computarizados lucen más que en la cinta previa; las tortugas ya no se ven tanto como esa masa verde que fueron en la precuela y Bebop y Rocksteady sí se ven tan amenazantes e imponentes que como lucían sus contrapartes de las caricaturas o los cómics. Así mismo, la ciudad de Nueva York se siente más como esa metrópoli lúgubre de las series originales.
Antes de concluir quiero hacer un breve comentario sobre el doblaje de la cinta, porque sí, me tocó verla doblada al español. Visto como un todo, el doblaje cumple con lo que se esperaría de un proyecto como éste pero, aún así, pecó de algunos terribles desperfectos.
El elenco que prestó sus voces para las voces de las tortugas, personajes de apoyo y el temido Shredder cumplió al pie de la letra y consiguió brindarle la personalidad que debía a cada uno de los papeles que tenían asignados. Resulta casi imposible cuestionar o criticar un trabajo tan bien llevado como el de ellos en una cinta donde, al menos en el caso de América Latina, uno de sus principales fortalezas es su doblaje. ¡Muy bien ahí!
Por desgracia no se puede decir lo mismo de los tan mencionados Startalents que también participaron pues dejaron a deber en sus interpretaciones, con todo y pese a que sus apariciones eran mucho más limitadas y contadas. En el caso de Bebop y Rockesteady, al principio sus actuaciones resultan poco creíbles y sus voces no compaginaban por completo con la de los actores que representaban. No obstante, las cosas mejoran considerablemente cuando los villanos se transformaron y adquirieron tonos de voz más deformes. En definitiva la alteración de la voz de los personajes benefició bastante a la de por sí ya cuestionable actuación de ambos.
En lo que respecta a Krang, las buenas intenciones y esfuerzo de su artista intérprete no bastaron para hacer creíble al personaje. Krang se escucha mal, no pésimo ni horrible, pero sí mal al final de cuentas. En ningún momento el villano se oye tan malvado como lo que aparenta ser en pantalla y eso le resta puntos al personaje. Más que escuchar al malvado cerebro de la Dimensión X, oímos a alguien que intenta hacerse pasar por él pero que nunca consigue su cometido.
El hecho de que se llame a gente famosa para hacer algunos papeles en películas no es algo nuevo en la industria del doblaje latinoamericano. Por años se ha recurrido a estos movimientos con tal de asegurar que una mayor cantidad de gente acuda a las salas de cine para ver alguna producción. En el caso de las Tortugas Ninja 2, se entiende que se haya optado por hacer esto tras considerar las duras críticas que recibió la primera cinta de las tortugas. Sin embargo, adoptar estos movimientos hizo que la secuela se viera manchada por algunas voces que, en definitiva, pudieron haber sido interpretadas por alguien con mayor preparación dentro del gremio del doblaje.
Las tortugas Ninja 2: Fuera de las sombras superó en buena medida a su predecesora, lo cual no resultaba algo tan complicado de lograr si se analizaba de manera fría. La historia es mejor llevada, los personajes tienen un mejor desarrollo, las secuencias de acción cumplen, hay una gran cantidad de chistes que le sacarán una risa más de uno y se incluyeron mayores referencias a la serie que, seguramente, los fans disfrutarán.
Pese a lo anterior la cinta sigue dejando a deber, y mucho. La enorme cantidad de contenidos, secuencias y referencias que se intentaron incluir fueron tantas que, a la postre terminaron, por dañar a la película y la convirtieron en algo mucho más complejo y rebuscado de lo que debió haber sido. Así mismo, el hecho de que no se haya respetado por completo los elementos que se retomaron de la franquicia original y se les haya dado un cambio con tal de justificar lo que veíamos pantalla, fueron puntos que demeritaron el producto final.
Pongámoslo de eta manera: Si buscan ver una película “palomera” este fin de semana, Las Tortugas Ninja 2: Fuera de las sombras cumplirá su cometido y los hará pasar un rato ameno. Por el contrario si son fans de los cuatro hermanos mutantes y crecieron viendo las caricaturas y cómics originales, entonces ésta les dejará un sabor amargo. Sí, les divertirá ver y encontrar todos esos guiños y referencias a la serie pero, dada la pobre manera en la que se abordó todo el proyecto, sentirán que Michael Bay le volvió a faltar al respecto a la querida franquicia que ya ofendió una vez.
