Review – WWE 2K18

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Han quedado lejos los días en el que el wrestling estadounidense era una afición de unos cuantos que tenían la fortuna de contar con sistemas de cable. Los años de la Attitude Era (o incluso antes) en los canales de Multivisión y la WCW por vía satélite, sin contar los crossovers que hacía la AAA con la WWF (como el Royal Rumble de 1997) que llegaban a pasar en la televisión mexicana en cachitos. No sólo conocemos de sobra los productos de World Wrestling Entertainment. A la cultura popular se cuelan, incluso, detalles de la lucha libre independiente estadounidense o hasta del puroresu japonés (mira que exportar a los Ingobernables del CMLL a Japón o importar el Bullet Club no es logro menor).

Aún así, queda un tanto claro que WWE es una corporación con un amplio poder mediático, que en ciertos sectores de la población ha eclipsado la escena local. Para mucha gente en América Latina, pese a la tradición local de lucha en países como México o Puerto Rico, la lucha libre equivale a la WWE. Aunque sigue manteniendo su estilo histriónico y, a veces, un poco ridículo, se han armado con los mejores talentos del planeta en los últimos cinco años.

Han absorbido los mejores talentos de Ring of Honor (una generación que, para muchos, es la mejor de la historia: Samoa Joe, Seth Rollins, Daniel Bryan, Austin Aries, e incluso podríamos contar hasta Kevin Owens). Se han hecho de talento internacional que alcanzó el estrellato en Japón (desde el núcleo del Bullet Club hasta Shinsuke Nakamura). Incluso está cazando, uno por uno, estelares en México o en Europa. Así, al final del día, lo único que le compite a WWE es la misma WWE. Tiene tres marcas, cuatro shows a la semana, una cadena de televisión y, pues, nadie tiene tanto alcance.

El dominio de WWE es tal que alcanza a los videojuegos. Simple, desde los intentos fallidos de TNA o hasta la AAA de construir una competencia, no hay nadie que le haga sombra. Esto ha dejado que, durante los últimos cuatro años, Yuke’s, 2K Games y hasta Visual Concepts se duerman en sus laureles. La última entrega, si bien no fue desastrosa, si fue decepcionante. Hasta le cortaron modos de juego como el Showcase… para ofrecerlo luego como DLC. Sin contar la lenta evolución que la franquicia ha tenido, incluso tomando como referencia otros juegos de deportes que no se conocen precisamente por ser revolucionarios de una entrega a otra.

Sin competencia, pues, es como llega WWE 2K18 a nuestras consolas. Una apuesta segura, dirigida principalmente a los fans del wrestling y a varios curiosos en torno al pancracio. Es claro que este juego no es para todos pero ¿es una opción digna para disfrutar de los costalazos? Veamos.

It’s damn true!

¿Qué nos depara de nuevo WWE 2K18? En principio tenemos una jugabilidad fortalecida. Los movimientos son más fluidos que en el pasado, cuando los combates se hacían tediosos al tener una escasa capacidad de respuesta. Puedes hacer más daño en diversas posiciones, toda vez que la detección de impacto y movimiento está mejor manejada. Incluso puedes encadenar movimientos con una cadencia más natural, aunque no esperes combos. Si conoces la lucha, sabrás que cada movimiento tiene su momento.

Funciones como la calificación de los combates por estrellas regresan y a partir de ellos podrás obtener puntos para desbloquear nuevos luchadores, arenas y hasta campeonatos. Esta opción hace que no sólo se trate de aplastar a tus rivales, aunque en ciertos momentos esto es ampliamente recompensado. No olvidemos que se trata de un espectáculo y que, como tal, la gente quiere ver un duelo parejo. Por tanto, si trabajas para que luzca como tal tendrás más puntos.

El gameplay, como tal, no ha recibido amplia renovación a partir de lo que vimos el año pasado. Sin embargo, tiene novedades interesantes. La primera es la opción de cargar a tus oponentes, a través de cuatro posturas distintas. Podrás moverlos a placer, trasladarlos a otro punto del cuadrilátero y hasta aplicar el costalazo cuando sea debido. Esto abre muchas opciones el arsenal ofensivo, especialmente cuando juegas con tipos de alto poder físico y en modos de juego donde el lanzar a tus oponentes por los aires sea crucial. Además es una opción muy intuitiva de ejecutar y se contrarresta con un QTE muy sencillo. Eso sí, no esperes que un luchador ligero como Sami Zayn cargue a Braun Strowman.

Los relevos en los combates de equipo han sido despojados de animaciones tediosas, por lo que los cambios entre luchadores activos son más ágiles y oportunos. Es una bendición, especialmente cuando estás en problemas y necesitas que tu compañero entre al quite. También se ha hecho un ajuste a la fatiga, haciendo que el recuperarte de los golpes o de los movimientos realizados sea más acorde a la acción del ring y no tengas que hacer tanto tiempo de espera para subsanarlo.

Los combates ahora alcanzan hasta ocho jugadores al mismo tiempo. Es algo de llamar la atención, ya que es normalmente lo que vemos en pantalla actualmente al momento de realizarse combates con reglas tan peculiares como Dinero en el Banco. También es una opción atractiva para batallas reales, pero no todo es miel sobre hojuelas. Hay problemas muy particulares cuando hay muchos combatientes en escena.

Se nota que han mejorado el motor gráfico, con los luchadores luciendo más naturales y no tanto como figuras de acción. Bueno, la mayoría, que hay alguno que otro (especialmente las damas, como Nikki Cross o hasta Asuka) que no tienen el mejor modelado que quisiéramos. Aún así, siguen batallando con el cabello (el de Triple H en sus años mozos sigue luciendo como papel de China). Sin embargo, el frame rate y hasta la calidad de los modelos bajan de manera notoria cuando hay tres o más luchadores en pantalla. Cuando quieres llamar la atención poniendo hasta 8 personajes en pantalla.

La animación es más fluida y funciona muy bien con una biblioteca de movimientos de lucha que, de por sí, ya era memorable. Hay aún cuestiones de concordancia en la ubicación de los luchadores en su espacio y frente a los rivales, pero nada al estilo de los momentos en que el gameplay se rompía de manera literal. Han trabajado con esto y se agradece muchísimo, pues hacen un juego más disfrutable.

De cualquier manera, Yuke’s está lejos de entregar modelados al estilo de FIFA, PES o de la serie NBA 2K. Es interesante, ya que los wrestlers (bueno, los que actualmente trabajan con la compañía) están a disposición para un escaneo completo y un mejor modelado. Hay a veces que hasta héroes de antaño están mejor hechos que estrellas actuales. Aún así, estamos a mucha distancia de lo mejor en experiencia deportiva.

Los escenarios son un poco más grandes, pero no esperes mundos abiertos. Hay más espacio de backstage por descubrir y más armas y opciones alrededor del ring. Esto contrasta con detalles que bien podrían parecer irrelevantes, como el hecho de que es casi al azar que alguien ocupe la mesa de comentaristas (cuya única función en realidad es servir de spot para movimientos espectaculares). No es un incremento revolucionario, pero sí uno que se agradece. Más cuando tu estilo de juego es un tributo a la ECW y gustas de la violencia con objetos de todo tipo.

El róster de personajes es muy amplio. Más de 170 luchadores. Cierto, tienes a tres versiones diferentes de Triple H, tres de Stone Cold, a los diversos personajes de Mick Foley, a Finn Bálor humano y demonio y hasta a dos identidades de Kane como luchadores separados (porque sus habilidades son diferentes en la mayoría de los casos). Pero eso no evita que sea un elenco interesante, proveniente de diversas eras y lleno de leyendas. Si has seguido el wrestling desde hace tiempo, es muy probable que encuentres a tu luchador favorito. A menos que haya sido baneado por WWE por motivos judiciales, claro.

La narración es terrible. Eso es un problema incluso de la WWE en la vida real, con equipos de voces de chile, mole y pozole. A eso añádele que, en el juego, los comentarios llegan a ser meramente una frase suelta y desconectada tras otra. Teniendo a genios del asunto como Mauro Ranallo sin aprovechar, es triste que llegue a ser molesto y, después de un rato, lo prefieres ignorar.

Ahora, llama la atención que ya vamos para el 2018 y los juegos de WWE no tienen voces en español. Si fuera EA lo entenderíamos, pues Madden no las tiene. Si WWE no tuviera su equipo oficial de narradores para América Latina (independientemente de lo bien o mal que te caigan Marcelo Rodríguez y Carlos Cabrera), lo pasábamos. Pero estamos hablando de 2K, una compañía que dotó a NBA2K de narración en castellano y de una compañía con representación muy identificable para el público de habla hispana. Ojalá lo tomen en cuenta, sería interesante, aunque debería ser hasta obvio que los tuviera.

En contraste, la audiencia se siente más viva que nunca. Se escuchan los cánticos de los fans, los abucheos y la reacción natural del público a las frases típicas de los luchadores. Así que si sabes cómo responder a la manera en que sale un atleta al ring, sabes qué vas a escuchar. Eso le da un sabor especial al juego.

Es, en términos redondos, una iteración que se juega y se ve mejor que en la edición pasada. Sin embargo, no alcanza a lograr una revolución en términos de opciones o gameplay. Hay detalles que se han pulido, una experiencia que ha crecido ligeramente, pero no lo suficiente para competir con las grandes sagas deportivas en diversos aspectos. Es un juego digno pero, ¿lo son sus modalidades de juego?

Sierra! Hotel! India! Echo! Lima! Delta!

Uno de los mejores modos que ha tenido la serie en su historia, principalmente cuando 2K Games la tomó, era Showcase. No sólo funcionaba como un Story Mode, con escenarios muy concretos y objetivos a cumplir a cambio de desbloqueables. También era un shot de nostalgia para los fanáticos de años y una lección a quienes recién conocen el wrestling, al revivir los momentos más memorables en la historia de WWE.

La vuelta de Showcase era muy demandada y, de hecho, orilló a un DLC. ¿Volvió en esta entrega?

No.

En su lugar, tenemos una modalidad llamada MyPlayer. Es el modo MyCareer pero, supuestamente, fortalecido. En él podemos encontrar un limitado set de creación (pues podrás obtener mejoras conforme avances). La modalidad presenta, a su vez, puntos de habilidad que puedes utilizar para mejorar los stats de tu personaje. Además, podrás dotarlo de skills. Todo ello adquirido con puntos en el juego, los cuales realmente son un tanto complicados de obtener.

Las habilidades se desbloquean para tu personaje de manera muy similar a la de un RPG contemporáneo, con slots para diversos talentos y los cuales, en su mayoría, tienen tres niveles de experiencia. Así, podrás mejorar las posibilidades de tu esteta conforme vayas avanzando en tu carrera.

La historia era prometedora. Tu personaje es un talento internacional llegado al centro de rendimiento de WWE como un prospecto de interés. Te encuentras con Matt Bloom, así como diversos combatientes en backstage, con el objetivo de pulir poco a poco tus habilidades. Empiezas a subir desde NXT, la marca de desarrollo, con tal de abrirte paso hasta disputar un campeonato en Wrestlemania. Suena muy bien pero todo tiene, justamente, un pero.

La historia de este modo está pésimamente escrita. Los diálogos son muy pobres y anticlimáticos. Si bien tienes el backstage abierto para moverte libremente, la interacción con otros personajes es poco constructiva e irrelevante. Además, mucho de este modo está en la modalidad para cortar promos. Es decir, armar un discurso ante el público. Tiene que ser coherente y seguir un ritmo, pero las opciones son muy escasas y poco alentadoras. El modo, a menos que seas un completista, no ofrece gran cosa que no hayas visto antes.

Sumemos a lo anterior que las escenas que interpretan la historia son un desastre, los diálogos vagos y la ganancia de explorar más allá de los objetivos principales es escasa. Hay una opción llamada Road to Glory, donde te enfrentas a otros personajes con la meta de formar parte del Pago por Evento que la WWE está realizando en la vida real. Esto, claro, tiene la intención de mantenerte al pendiente de los eventos y seguir jugando. Pero, más allá del reto del duelo en línea, no ofrece mucho.

Por fortuna no tienes qué desembolsar dinero real para tener cajas de loot y progresar, obteniendo principalmente opciones estéticas. Esto te obliga a jugar si quieres personalizar a tu personaje aprovechando las amplias herramientas de creación, además de que convierte en una lotería tus posibilidades en este modo.

El modo Universe es, en esencia, lo mismo desde 2012. Tienes en tus manos la posibilidad de agendar las luchas que quieras, entre quien quieras, con lo que quieras y con lo que desees en juego. No va mucho más allá de eso. Si no eres tan fan del wrestling como para simular con esfuerzo semanas y semanas de programación televisada, seguramente no vas a ponerle mucho empeño a esta opción.

Si algo ha hecho memorables a los juegos de WWE, al tiempo que los ha nutrido de una importante comunidad dedicada, es la herramienta de creación. En términos de lucha, contiene una biblioteca de movimientos extensa. Incluso una mayor a la de entregas anteriores. Esto permite emular a estrellas internacionales sin ningún problema, sí que si eres conocedor seguro tendrás la oportunidad de darle vida a los héroes de tu infancia o de alguna otra promoción. También, en el aspecto gráfico, las posibilidades son tan interesantes que cualquier personaje. Desde Donald Trump hasta Gokú pueden aparecer en el juego, siempre y cuando sepas crearlos. O bajarlos, usando un sencillo buscador.

Se ha añadido, además, la opción de crear tu propio match. Escoges las reglas, las estipulaciones y hasta las armas. Esto te permitirá armar competencias muy locas que, en el multijugador local, pueden ser demenciales. Todo depende de tu imaginación.

You just made the list!

WWE 2K18 es la mejor iteración de la serie en las más recientes ediciones. Esto considerando que se ha pulido el gameplay y se ha ofrecido una mejora importante en la calidad gráfica y de animación. Sin embargo, aún no está a la altura de los juegos deportivos promedio en materia de hechura. Le hace falta trabajar más en el motor gráfico y que las mejoras sean constantes con más de cuatro jugadores en pantalla.

Es un juego divertidísimo si eres fan o si quieres echar la reta en un juego que no se toma muy en serio. Si eres muy exigente en cuestiones técnicas o quieres un juego muy profundo, además de que no sigues la WWE, no es un título para ti. Es una opción interesante en momentos en que la WWE está dominando todo y, pues, la única. Hay mucho por disfrutar, sólo basta con que tengas ganas de echarte de dos a tres caídas.

Ernesto (Neto) Olicón
Colaborador en Atomix.vg. Amante de la pelea videojueguil, en cualquiera de sus presentaciones. Aventurero en mundos mágicos y contador de historias. Periodista de tiempo completo.