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PS5
Hazelight
Electronic Arts
26/03/2021
El concepto del multiplayer ha estado presente en los videojuegos desde su concepción. De alguna u otra forma, este estilo de juego ha creado una esfera social que pocos medios han logrado igualar. Desde el aspecto competitivo en títulos de peleas, MOBAS y battle royale, hasta el cooperativo en beat em’ ups y shooters. Sin embargo, estas experiencias también se pueden disfrutar por separado, ya que en la mayoría de los casos, el apartado en conjunto es solo un extra que hace cierta obra un poco mejor. Actualmente los juegos que se solo se pueden disfrutar en compañía de otra persona son escasos en la actual industria. Afortunadamente, hay un estudio y un director que intentan llevar esta idea al siguiente nivel.
Para 2013, Josef Fares había abandonado su carrera como director de cine y creó Hazelight, un estudio encargado de llevar el concepto del co-op a un nuevo nivel. De esta forma, a principios de la generación pasada vimos el lanzamiento de Brothers: A Tale of Two Sons, el cual nos daba la oportunidad de jugar con otra persona en un solo control. Después de este experimento, en 2018 llegó A Way Out, con el cual el director y estudio europeo se lograron consolidar como uno de los talentos más interesantes en la industria actualmente. Este título nos presentó una aventura de acción con elementos de shooter y quick-time event enfocados por completo al cooperativo. Es imposible experimentar esta aventura por tu cuenta, necesitas de un compañero en todo momento.
Después de tres años, Fares y Hazelight están de regreso con It Takes Two, título que lleva la idea de un juego cooperativo a nuevos horizontes, ofreciendo una experiencia en donde dos personas tendrán que aprender a colaborar y a comunicarse en un mundo imaginario, y al mismo tiempo disfrutar de una comedia romántica en donde una pareja tendrá que revivir su pasión y en el camino salvar su matrimonio. ¿Es posible disfrutar de It Takes Two en medio de una pandemia que impide tener a una persona junto a nosotros? ¿Acaso el juego logra ofrecer una aventura digna de ser experimentada con otro ser humano? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
It Takes Two nos presenta a Cody y May, una pareja que está en el proceso de divorciarse. Sin embargo, su separación no es tan sencilla como ellos desean. En medio de todos los gritos y discusiones se encuentra Rose, su hija, quien desea ver a sus figuras paternas enamoradas una vez más. Afortunadamente, sus plegarias fueron escuchadas por Dr. Hakim, un libro parlante que transforma a los padres en un par de muñecos. A partir de este momento, Cody y May se enfrentarán a una serie de retos para regresar a sus cuerpos originales. En el camino tendrán que aprender a colaborar, confiar una vez más el uno del otro y, posiblemente, arreglar su matrimonio.
De esta forma, la historia está estructurada en dos partes. La primera de estas es una aventura estilo Querida, encogí a los niños, en donde Cody y May tienen que averiguar cómo es que se convirtieron en muñecos de plastilina y madera, regresar a su casa y volver a la normalidad. Aquí nos encontramos con una serie de obstáculos que combinan el mundo estilo Pixar y Disney con un estilo de realismo mágico, en donde la cotidianidad cobra nueva vida. Desde atravesar una bodega infestada por herramientas parlantes, pasando por una travesía en un árbol donde las ardillas y avispas están en guerra, hasta recorrer el cuarto de Rose, el cual está inspirado fuertemente en Toy Story.
Es en esta primera mitad en donde la relación entre Cody y May aún no cobra fuerza, y los dos personajes solo se encargan de reaccionar a su situación. De cierta forma, la historia, algo que Hazelight logró hacer muy bien en A Way Out se siente como una idea secundaria.
Afortunadamente, esto cambia en la segunda mitad. Aún exploramos niveles que transforman lugares cotidianos en paisajes mágicos que hacen volar nuestra imaginación. Es aquí en donde Cody y May comienzan a explorar su relación y las razones por las cuales su matrimonio falló, algo que no solamente se limita a problemas de comunicación e interpersonales, sino que explora algunos temas más personales, como la pasión laboral y cómo es que el apoyo, o la falta de apoyo, puede cambiar a una persona.
Cody y May pueden comenzar como un par de adultos que solo desean volver a sus cuerpos para tramitar su divorcio y listo. Sin embargo, conforme avanza esta aventura, la pareja poco a poco comienza a redescubrir las razones por las cuales se decidieron casar, algo que incluso se nota en el diálogo dirigido al jugador. Al principio ambos personajes tendrán una serie de contestaciones bastante bruscas cuando no avanzas rápidamente en una sección, actuando de forma pasiva-agresiva entre ellos, pero conforme avanza la historia, es posible notar un tono más respetuoso y cariñoso en estas pequeñas interacciones.
Hazelight y Josef Fares no tratan de crear una historia que logre trascender las convenciones establecidas por obras como Cuando Harry conoció a Sally, u otras comedias románticas que claramente inspiraron la creación de este juego. En su lugar, el director nos ofrece una sólida aventura sobre el amor y las segundas oportunidades.
Aunque A Way Out nos demostró un nivel de motion capture que puede estar a la par de obras como Uncharted, It Takes Two opta por un camino más Pixar, en donde los objetos mundanos cobran vida, las ardillas son estrategas militares y los aparatos domésticos son gigantescos monstruos que buscan venganza de las personas que los han olvidado. En otras palabras, el juego nos presenta diferentes niveles que llevan algún concepto común, como el cuarto de una niña, a un extremo mágico en donde diferentes ideas convergen para crear ambientes que se sienten inspirados en películas de animación modernas, pero con una serie de conceptos originales.
De igual forma, estas hacen una gran tarea de contarnos un poco más de los personajes principales. En el trayecto entre la bodega y la casa, todas las zonas que recorremos nos hablan sobre Cody y May como padres y como los errores en su relación son los que provocan algunos de los obstáculos que necesitamos resolver. Por ejemplo, el cuarto de Rose se convierte en un gigantesco mundo de imaginación que nos presenta una aventura espacial, la cual está inspirado en el trabajo de ingeniera de su madre, y también nos encontramos con un castillo medieval que fue construido por su padre.
Una vez que llegamos a la segunda mitad del juego, los diferentes niveles están enfocados en Cody y May como personajes, explorando diferentes facetas de su relación, así como su personalidad, ambiciones, sueños y miedos. Cada zona goza de un tiempo suficiente para ser apreciado de gran manera, en su mayoría, y estos mundos se logran completar de gran forma con la historia. Uno de mis momentos favoritos fue visitar una zona que se desarrolla dentro de un caleidoscopio, el cual juega de manera espectacular con la iluminación, cámara y sus diferentes ángulos. Lo único malo es que es algo corto.
Respecto a los diseños de personajes, Cody, May y Rose en sus cuerpos humanos llegan a carecer de ciertas expresiones necesarias para darles algún tipo de humanidad, y se sienten como protagonistas de una película animada de principios de siglo. Sin embargo, una vez que la pareja se convierte en figuras de plastilina y madera respectivamente, nos encontramos con representaciones que bien podrían competir con Pixar actualmente. De esta forma, cualquier elemento “real” contrasta fuertemente con todos los aspectos más imaginativos e irreales que predominan en It Takes Two.
En esta ocasión tuve la oportunidad de probar It Takes Two en un PS5. Aunque en el pasado Josef Fares mencionó que no habrá algún tipo de actualización dedicada totalmente a la nueva generación, si decides disfrutar de este título en las nuevas consolas, tendrás a tu alcance tiempos de carga reducidos y una serie de mejoras de rendimiento. De igual forma, el nuevo trabajo de Hazelight nunca presentó algún problema técnico en mi experiencia, tanto en el frame rate como en la resolución.
Al final del día, el aspecto visual, desde los diferentes niveles que atravesamos, hasta el diseño de los personajes, logran complementarse y ser una extensión de la historia y los temas principales, algo que eleva esta experiencia aún más.
Al ser un juego tan enfocado en la narrativa, gran parte del trabajo pesado en It Takes Two recae en los actores principales. Afortunadamente, Joseph Balderrama hace un fantástico trabajo como Cody y el Dr. Hakim, en donde logra encontrar la voz perfecta para un esposo que está a punto de convertirse en un padre soltero, y un libro que habla con un acento mexicano. Por su parte, Annabelle Dowler hace un increíble papel como la madre que nunca está en casa por el trabajo. Ambos actores hacen un fenomenal trabajo al capturar la esencia de estos dos tropos, y logran darles nueva vida con una autenticidad que demuestra una relación de largos años que, lamentablemente, ha ido en decaída.
Desde el énfasis en ciertas expresiones al inicio del juego que demuestran que la relación entre Cody y May es cosa del pasado, pasado por un par de frases motivacionales, pero con un toque de inseguridad que nos muestran un crecimiento personal para cada padre, hasta total admiración y apoyo por el otro una vez que llegamos al final de nuestra aventura. La caracterización de cada personaje principal es grandiosa.
Mientras que las actuaciones de voz toman el lugar principal en el apartado sonoro, el soundtrack toma un paso hacia atrás y decide simplemente ser un acompañante a la experiencia principal. Con la excepción de un solo nivel, las composiciones son bastante sencillas y solo se encargan de establecer el tono de la escena. No es un mal trabajo, todo lo contrario, es solo que no hay momentos en donde este trabajo destaque y en más una ocasión pasa por desapercibido.
Considerando que el resto del juego está lleno de calidad, que el apartado sonoro realice un trabajo que se puede describir simplemente como “bien”, no debería ser tomado como un aspecto negativo, esto solo demuestra que los demás apartados hacen un mejor trabajo en demostrar las fortalezas de Hazelight.
Aunque It Takes Two puede ser definido como un plataformero 3D con un énfasis en los puzzles, Hazelight ha creado una experiencia que nos ofrece un poco de todo. El juego está en constante movimiento, y siempre nos da la oportunidad de experimentar con nuevas mecánicas y géneros. En un momento tendrás que enfrentarte a un ejército de avispas en un estilo third person shooter, y al siguiente tendrás que emplear una hoz para cortar hierba mala de una forma muy similar a un hack and slash, pero más sencillo.
Hay decenas de momentos en donde el juego introduce una mecánica nueva, exploras una zona que requiere el 100% de estas herramientas para avanzar, para después abandonar esta idea y nunca volver a retomarla. Aunque esto mantiene a la experiencia bastante fresca de manera constante y le proporciona un gran ritmo a la aventura de Cody y May, nunca llegas a conocer todo el potencial de cierta implementación. En más de una ocasión te lograrás encariñar con cierto concepto, solo para despedirte de él un par de minutos después. De igual forma, este constante cambio causa que todos los puzzles se lleguen a sentir algo sencillos, ya que nunca se les da el suficiente tiempo para explorar todas sus virtudes. Por ejemplo, hay una parte muy interesante en donde tienes el poder del magnetismo a tu voluntad, pero todos los puzzles se sientan simples y una vez que logras entender un acertijo, el resto de la sección llegará a carecer de algún reto.
Junto a esto, tienes a tu disponibilidad un doble salto y un dash que puedes utilizar en todo momento. Estas, a diferencias de las mecánicas temporales que encuentras en el resto del juego, están siempre a tu disponibilidad y solo son habilidades que usas para avanzar, casi nunca están incorporadas en los puzzles y, al igual que otros elementos del título, no logran demostrar todo su potencial, limitándose a solo ser una forma más rápida para llegar de punto A al punto B.
A primera instancia esto parece bastante simple, y lo es. Si It Takes Two fuera un videojuego más tradicional, uno podría llamar todas estas mecánicas ocasionales como un truco para impresionar, y ofrecernos una experiencia en donde la cantidad sobrepasa a la calidad. Sin embargo, It Takes Two no es un juego cualquiera, sino una experiencia 100% cooperativa con pantalla dividida en todos los momentos posibles, en donde estas herramientas y secciones interesantes que nos presenta el título están diseñadas para ser experimentadas por dos personas al mismo tiempo. De esta forma, un concepto que puede sonar sencillo, como el third person shooter, se eleva a un nuevo nivel cuando te das cuenta de que tú y otra persona tienen que emplear sus habilidades para superar ciertos retos.
Cody y May pueden tener las mismas bases de movilidad, es decir, el doble salto y el dash, pero fuera de eso, cada habilidad que reciben es completamente única y son el complemento perfecto. Retomando el ejemplo de la sección que transforma el juego en un third person shooter, Cody tiene a su disponibilidad un arma que puede disparar savia capaz de alentar enemigos y hacer que ciertos objetos pesen más. Por otro lado, May recibe una pistola de cerillos que se usa para activar ciertos interruptores. Por separado, cada una de estas herramientas funciona de una forma muy tradicional, pero, y aquí es donde It Takes Two brilla, puedes combinar las diferentes habilidades para enfrentarte a los enemigos, abrir nuevos caminos y resolver más puzzles. De esta forma, una avispa cubierta por la savia es susceptible al fuego de los cerillos, creando así una explosión que daña a todo lo que está a su alrededor.
Esto le da una mayor libertad al juego de crear escenario que tal vez serían muy aburridos en un título de un solo jugador, pero al tener a dos personas en todo momento, la división de habilidades tiene más sentido y está conectada con el tema principal de colaboración, algo que no solo se aplica a la relación entre Cody y May, sino que también tiene que ver con los jugadores que poseen un par de controles en las manos.
Sin embargo, esto no siempre se logra cumplir. Aunque puedo decir que cerca del 90% del juego es totalmente divertido para las dos personas frente a la pantalla, llega un momento en donde las herramientas que el título le proporciona a un jugador en particular pueden ser más interesantes que las de tú compañero. Sí, hacer que las avispas exploten con los cerillos es divertido, pero el arma de Cody se usa de mejores formas, ocasionando que la persona que controle a May simplemente reaccione a su compañero y tenga poca inercia en el mundo. Esto es algo que se vuelve a repetir en una segunda ocasión, solo que con los roles invertidos.
El juego se puede disfrutar tanto en co-op online, como co-op local. Sin importar cuál sea tu elección preferida, necesitas estar en constante contacto con tu compañero o compañera. Al igual que en otras experiencias similares, es recomendado que juegues con alguien que esté al mismo nivel. No importa si ambos son malos o los dos son unos genios. Estar al nivel hará que el juego sea sumamente divertido, ya que evitará que secciones bastante simples se vuelvan tediosas si alguien no logra hacer un buen salto, y hará que los momentos más complicados de la aventura se conviertan en secciones de discusión positiva cuando tratan de resolver un acertijo algo complicado.
Entonces ¿qué sucede si decides jugar con otra persona que tal vez no se la pasa jugando todo el tiempo? Bueno, It Takes Two sigue siendo una entrega bastante divertida que no le exige mucho a los jugadores. Siempre que se introduce una mecánica nueva, el título nos da el espacio suficiente para experimentar en una zona segura, en donde podrás familiarizarte con todos los elementos a tu disponibilidad, y eventualmente los retos se complicarán más y más, hasta llegar al enfrentamiento con un gigantesco jefe que pondrá a prueba todos tus conocimientos. Junto a esto, esta entrega no es muy difícil, sí, puedes “morir” si no tienes cuidado, pero regresas a la acción de manera casi instantánea sin algún tipo de repercusión, y el juego solo te obligará a regresar un poco en dado caso de que los dos jugadores fallen al mismo tiempo.
Sin importar si estás tomando el control de una avioneta mientras tu compañero necesita eliminar naves enemigas, muy a la Star Fox, o si ambos están controlando un par de ranas para atravesar caminos que bien podrían ser parte de un nivel de Frogger, It Takes Two es sumamente divertido en todo momento. Aunque el cambio constante de mecánicas puede ser visto como algo negativo, ya que no le da el suficiente espacio a ciertas herramientas para demostrar todo su potencial, el hecho de que siempre tengas a un compañero a tu lado harán que estos niveles se sientan de manera espectacular.
Llega un punto, especialmente en la primera mitad de la aventura, en donde no avanzas para ver hacia dónde se dirige la historia, sino para ver qué otra idea completamente loca y espectacular nos presenta el juego. Lo mejor de todo, es que eventualmente continúas jugando por la narrativa y el gameplay.
Al final del día, It Takes Two es un fantástico juego que se siente fresco, el cual no le tiene miedo a experimentar con nuevas mecánicas de forma constante, lo cual mantiene un ritmo de gran calidad por las casi 10 horas que dura esta aventura. El gameplay, al igual que la presentación visual, se logra completar de gran forma con la historia de Cody y May, los temas de colaboración y confianza son perfectos para el juego cooperativo que Hazelight y Josef Fares nos presentan. Así como solo mencioné un par de estilos de juego, este título cuenta con muchos más de los que no hable para evitar algún tipo de spoiler, pero se sorprenderán con la variedad que nos ofrece esta aventura.
It Takes Two se queda a solo un par de pasos de ser un juego cooperativo perfecto. Pese a que la historia termina de gran manera, y su segundo y tercer acto son maravillosos, las primeras horas son bastante aburridas y simples. El gameplay está en constante movimiento y nos presenta con ideas interesantes que pueden ser del agrado de las dos personas que experimentan esta aventura, pero hay momentos en donde claramente se ve que un jugador puede tener un mejor tiempo, y el cambio de mecánicas demuestran un diseño de niveles algo sencillo que casi nunca logra explotar todo su potencial.
Sin embargo, estos puntos negativos no demeritan el gran trabajo que Hazelight realizó en esta ocasión. Si no fuiste un gran fan de la acción y los quick time events de A Way Out, It Takes Two es una aventura mejor construida, con un par de problemas, pero que al final nos presenta con grandes personajes, una aventura espectacular, una presentación visual y sonora que puede rivalizar a producciones AAA, al menos en el apartado artístico, y un gameplay que pondrá a prueba y reforzará tu relación con la persona que elijas como acompañante en esta romántica, cómica y divertida aventura en la vida de una pareja que solo quería un divorcio.