Review – Donkey Kong Bananza

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De regreso a casa

Review Donkey Kong BananzaLa historia de Donkey Kong dentro de Nintendo es una de las más interesantes que se pueden encontrar dentro del medio, pues luego de haberse convertido en el primer gran éxito de la marca dentro de la industria del gaming en 1981 y claro, convertirse en todo un ícono de la cultura pop, no se sabía qué hacer con él. La sombra de Mario había llegado hasta que unos ingleses conocidos como Rare, le dieron nueva vida y el lugar que se merecía en la era del Super Nintendo. De ahí, brincó a manos de Retro Studios en Texas donde también fue muy bien tratado y ahora, en medio de todo el revuelo por el estreno de Switch 2, el hijo pródigo regresa a casa para que uno de los equipos internos de los también padres de The Legend of Zelda, lo tomen como protagonista de su siguiente gran proyecto. Donkey Kong Bananza es un videojuego tremendamente especial que además de tomar como base lo ya construido durante todos estos años, propone un montón en términos de control y core gameplay.

Tomar a Donkey Kong para una nueva aventura en tres dimensiones para nada ha sido tarea fácil. Recordemos que el único intento fue en tiempos del Nintendo 64 con un título que preferimos olvidar y que dejó claro que ni Rare sabía bien por dónde encaminar a nuestro gorila favorito si se trata de ponerlo fuera de un espacio plano. Sabiendo perfectamente esto, el equipo de Yoshiaki Koizumi, encargado de las últimas entregas 3D de Mario, tuvo que repensar por completo al personaje, esto desde su diseño visual, comportamiento y claro, lo que lo diferencia del plomero a nivel de gameplay. Aunque podría parecer que Donkey Kong Bananza es una especie de secuela de Super Mario Odyssey, la realidad es que toma tonalidades marcadamente distintas, siendo una propuesta que se siente fresca y muy innovadora que viene nuevamente a plantear la forma en la que se interpreta al género.

Amistad y confianza

Todos sabemos perfectamente que las narrativas complejas o personajes muy elaborados no suelen ser parte de las experiencias que Nintendo pone frente a nosotros. La compañía, en gran medida, siempre se ha caracterizado por priorizar fuertemente al core gameplay, asunto que claro, le ha valido el lugar del que siempre ha gozado. A pesar de todo lo anterior, en el último par de años se han hecho ciertos avances en estos apartados, intentando acercarse un poco a una de las tendencias más importantes del medio. Donkey Kong Bananza para nada se puede comparar a las grandes historias de títulos cinemáticos  AAA de la actualidad, pero indudablemente nos presenta un relato entrañable que toca temas que no solemos ver tanto de los también padres de Mario.

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En medio de una especie de fiebre por el oro, se descubre una nueva forma de banana, la cual, como es evidente, llama la atención de Donkey Kong. Esto lo hace viajar hasta Ingot Isle para conocer las llamadas Banandium Gems, que básicamente son joyas en forma de plátano sumamente apreciadas. Durante su estancia en la isla, ocurre lo que parece ser un fenómeno meteorológico que causa una tormenta que absorbe a nuestro héroe al interior del planeta, dándose cuenta que éste está compuesto por diferentes capas que albergan mundos enteros. En medio de todo el caos terminamos conociendo a un curioso ser de roca que resulta ser la mismísima Pauline, quien no tarda en unirse a nosotros para formar equipo y en realidad, ser la protagonista de todo el relato.

A lo largo de nuestra aventura cruzando por las diferentes capas del planeta, conocemos a varios NPCs parte de civilizaciones enteras, como unos extraños monos con problemas de suministro de agua, y a toda una colonia de avestruces que no saben qué hacer luego de que el pantano en el que vivían, quedara completamente contaminado por el fenómeno del que te hablé hace unos momentos. Cada uno de estos personajes presenta una marcada personalidad y algo tienen para aportar a la historia de Donkey Kong Bananza. Regresando al tema de Pauline, al inicio no sabes bien por qué está en donde está, pero rápidamente te das cuenta de que es especial por el poder que tiene para acabar con la maldición que están dejando los villanos usando su voz. 

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Acá se empieza a forjar una muy bonita relación entre DK y Pauline, una de amistad y confianza por la situación en la que se encuentran, esto a pesar de que en realidad, ambos pueden tener objetivos un tanto distintos. Del lado de los villanos me parece que el juego tarda un poco en contarte sobre sus motivaciones y formas, pero cuando lo hace, creo que toman una dimensión bastante interesante. No, no creo que Donkey Kong Bananza vaya a estar compitiendo por haber tenido la mejor historia del año, pero creo que hace un buen trabajo presentando un cuento sencillo, pero suficiente para justificar todo el contexto en el que nos encontramos.

Maestría en diseño de control

Nintendo suele toparse con pared por su propia culpa. En más de una ocasión hemos visto que el estándar de calidad de tal o cual género se eleva tanto gracias a su trabajo, que ni ellos mismos saben cómo proceder con algo nuevo. Ejemplo de lo anterior son cosas como Super Mario Galaxy, The Legend of Zelda: Breath of the Wild o claro, Super Mario Odyssey. Justamente este último nos tuvo pensando por casi ocho años. ¿Qué iba a ser el Nintendo EPD Tokyo para superar lo que nos presentaron en el primer año del Switch? Los rumores apuntaban a una nueva aventura del plomero en 3D, sin embargo, sabiendo que en esta ocasión lo mejor sería dar un paso lateral para intentar cosas genuinamente nuevas, se decidió recuperar a nuestro amado Donkey Kong.

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Describir a Donkey Kong Bananza como videojuego es más complicado de lo que me esperaba. Luego del primer encuentro que tuvimos con el juego en la Nintendo Switch 2 Experience, me quedaron bastantes dudas sobre exactamente qué tipo de experiencia se nos estaría presentando, pues según lo que probamos, romper cosas sería parte importante. Después de todas estas horas ya con el producto final en nuestras manos,  te podemos decir que estamos ante un título de perforación y demolición que en más de una ocasión nos recordó a Drill Dozer de Game Boy Advance, con una fuerte carga de platformer en tres dimensiones. Sin duda alguna se siente el ADN de Super Mario Odyssey, sobre todo en su estructura y composición, pero créeme que todo es marcadamente diferente.

Comencemos con la parte de los controles, una de las grandes estrellas de Donkey Kong Bananza. Lo primero que hay que decir es que no, para nada fue que como que simplemente se le pusiera un skin de DK a lo todo lo que ya se tenía de Mario para moverse en 3D. Nintendo repensó por completo la forma en la que el gorila interactúa con el mundo, pues incluso te diríamos que para nada se calcó lo que por ejemplo, Retro Studios hizo con Donkey Kong Country Returns y su secuela. 

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DK puede dar un golpe hacia abajo, uno hacia enfrente y otro hacia arriba, esto para defenderse de enemigos o claro, perforar el piso y estructuras, asunto del que hablaremos un poco más adelante. Además, con ZR puedes literalmente arrancar un pedazo del piso en el que estés parado para lanzarlo, usarlo como arma melee o por qué no, surfear sobre él usando ZL. Sobre la movilidad de nuestro personaje, tenemos su salto regular que se puede convertir en doble si estás sosteniendo un cacho del ambiente en tus manos para hacer un brinco muy a la Klonoa, y puedes girar y colgarte de casi cualquier pared, lo cual, como seguro ya te lo estás imaginando, da una libertad verdaderamente impresionante sobre cómo puedes llegar a tal o cual lugar. Hablando de lugares, usando R puedes hacer un aplauso o palmada sobre la superficie para además de recolectar todo lo que esté cerca de ti, generar un sonar que te puede revelar objetos secretos en el ambiente. Ésta es una habilidad que usarás muchísimo.

¿Y qué hay de Pauline? Nuestra sidekick tiene el poder del canto, haciendo que con su voz, ciertas barreras se puedan destruir para darnos acceso. La verdad es que la futura alcaldesa de New Donk City más bien está ahí como narradora del gameplay para indicarnos que estamos cerca de una banana o que cierto enemigo está a punto de acabarnos, pero en términos de gameplay como tal, es claro que el equipo desarrollador decidió concentrar todos sus esfuerzos en hacer que DK fuera lo más profundo posible.

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Por supuesto que la cosa no solo se queda ahí, pues sumado a todo lo que te acabamos de describir, te cuento que DK cuenta con diferentes transformaciones. La primera de ellas lo convierte en un gorila imparable que hace una cantidad de daño absurda y que por ejemplo, te deja romper materiales duros que en forma normal son impenetrables. Por otro lado está la avestruz que te deja volar por unos cuantos segundos y la Cebra, que te permite correr a gran velocidad. ¿Eso es todo? No, hay más, pero será mejor que lo descubras por ti mismo. Importante mencionar que estas habilidades se pueden activar siempre y cuando tengas cargado su medidor que se llena obteniendo oro y sí, solo duran unos cuantos segundos. Cada uno de estos poderes especiales aporta un montón al ya de por sí bien elaborado core gameplay del juego, mezclándose a la perfección con un impresionante diseño de niveles que tocaremos un poco más adelante. 

Los enemigos y el combate como tal son otro de los puntos fuertes de Donkey Kong Bananza. Además de que el simple hecho de golpear objetos dentro de juego ya se siente increíble, se optó por aprovechar toda la propia complejidad de los escenarios para crear a nuestros rivales. Varios de ellos estarán hechos de diferentes compuestos. Por ejemplo, si son de un duro metal o roca que DK no puede quebrar con sus propias manos, deberemos de buscar un equivalente en el ambiente para arrojarles un pedazo del mismo o por qué no, usarlo como arma melee. También puede que te encuentres a un enemigo cubierto de chocolate caliente que te quema al contacto, por lo que algo de hielo para solidificarlo y después poder generar daño, sería la respuesta. Sí, leíste bien.  Hay un nivel que tiene que ver con chocolate, pero no te diré más para no arruinarte nada.

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¿Hay jefes? Por supuesto que sí. La gran mayoría de los niveles de Donkey Kong Bananza cierran con un enfrentamiento de jefe, el cual, suele tener mucho que ver con la temática y mecánicas de lo que justamente acabamos de jugar. A pesar de su increíble diseño y lo épicas que se pueden poner estas batallas, la verdad es que suelen ser sumamente sencillas. Sobre todo si usas la transformación de gorila, en un par de ciclos puedes terminarlas. Me habría encantado un poco más de reto en esta parte para que la duración del enfrentamiento como tal hubiera sido mucho mayor.

En temas de control, Donkey Kong Bananza es una auténtica maestría. DK se siente ágil pero a la vez tremendamente poderoso y sobre todo, es brutalmente divertido de manejar. Desde que lo ves correr por primera vez y luego sientes su peso con un salto, sabes que hay algo especial. Para nada cuenta con la gracia y enorme habilidad para saltar de Mario, y eso está perfecto. Él se vale por otros medios para conseguir lo que está buscando. Nintendo entendió perfecto a su personaje y la forma en la que debía reinventarlo para este juego completamente nuevo que constantemente está proponiendo ideas que no habíamos visto antes dentro del medio. Es un riesgo, indudablemente, pero uno que rindió frutos con creces.

¡A demoler!

Como te lo decía hace un momento, más que un platformer 3D, Donkey Kong Bananza es un juego sobre perforar y destruir cosas. Todo su diseño y composición giran alrededor de esta idea, presentándonos un mundo con niveles altamente interactivos en los que nosotros podemos modificar casi con total libertad la forma y composición del terreno con tal de alcanzar nuestros objetivos. Me cuesta trabajo encontrar las palabras adecuadas para describir el nivel de creatividad con el que están construidos los escenarios de este juego y el nivel de sofisticación que tienen al momento de permitir que el jugador tome control sobre las cosas. 

La estructura de Donkey Kong Bananza es donde más comparte similitud con Super Mario Odyssey, es decir, el juego está dividido en niveles relativamente abiertos que albergan todo tipo de sorpresas y secretos. Nuestro objetivo es llegar al núcleo del planeta, por lo que tendremos que pasar por diferentes capas, cada una representa a lo que podríamos considerar un mundo diferente. En estos espacios tenemos como principal coleccionable a las bananas. Algunas de ellas serán tan simples de encontrar como destruir una pared o escalar una columna, mientras que otras de ellas serán otorgadas luego de cumplir cierto reto u objetivo principal. Sumado a lo anterior, tenemos fósiles para juntar que sirven como moneda para comprar atuendos para DK y Pauline, mismos que dan algunas ventajas como resistencia al fuego, por ejemplo. Para rematar está el oro, la cual podríamos considerar como la moneda principal del juego. En más de una ocasión lo necesitarás para que por ejemplo, un NPC te abra paso a una nueva zona de donde estés.

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Indudablemente, una de las cosas que más te van a impactar en cuanto empieces a recorrer cualquiera de los niveles de Donkey Kong Bananza, es la enorme densidad de cosas por hacer. Si crees que en Super Mario Odyssey había sorpresas por todos lados, espérate a ver lo que Nintendo te tiene preparado para esta ocasión. Al igual que las Lunas en el título antes mencionado, las bananas están esparcidas por todos lados, haciendo que puedas tener sesiones de juego de 15 ó 20 minutos y sientas progreso. Los niveles de reto bonus son otra de las grandes estrellas de la experiencia. Verás, en ciertas partes de los niveles, podrás encontrar puertas que te lleven a un mini nivel alterno en donde tendrás que superar retos de combate, puzzle o plataformas, en donde el core gameplay del juego brilla todavía más. 

Importante mencionar que los cientos de bananas que recolectarás no solo sirven para progresar y para ver que un número aumenta, sino que cada que juntes cinco de ellas, se te dará un punto de habilidad para mejorar las capacidades de DK como por ejemplo, aumentar sus corazones de vida, hacer que destruir roca dura sea más rápido, o aumentar las capacidades de sus transformaciones. Por tal motivo, te recomendamos ampliamente checar mucho el espacio que te rodea antes de progresar con el objetivo principal, pues las recompensas son muy buenas y en realidad, ahí es donde recae la magia del título.

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Ahora, hace unos momentos te contábamos que más que ser un juego de plataformas en tres dimensiones, Donkey Kong Bananza es una experiencia que se trata de demoler, perforar y destruir. Todos los niveles de juego están construidos de diferentes materiales, cada uno de distinta dureza y que pueden ir desde roca, metales, arena, hierba y madera, hasta hielo y locuras como chocolate o arcoíris. El nivel de interacción con cada uno de ellos es totalmente distinta y gracias al HD Rumble 2, podrás sentir claramente qué tipo de materia estás golpeando. Te recomiendo ampliamente jugar con un Pro Controller de Switch 2 o en su defecto, con los Joy-Con que ya vienen en tu consola. No vayas a usar otro mando sin la nueva vibración pues te estarás perdiendo buena parte de la experiencia.

Al inicio de la aventura esta enorme libertad puede ser un poco abrumante. Descubrir que puedes perforar prácticamente por donde sea, podría causar algo de ansiedad, sobre todo a los completistas. Mi consejo es que vayas camino al objetivo principal revisando con cuidado tus alrededores usando el sonar de DK con las palmadas de sus manos para ver si llegas a descubrir algo. No te preocupes si al final de un nivel te das cuenta que te faltaron varias bananas y fósiles por encontrar, pues existe un tipo de tienda que por la cantidad de oro adecuada, te venderá mapas con el punto en donde puedes hallar el coleccionable. Mi única queja real de todo este apartado es que cuando estás haciendo un túnel medio a lo loco, la cámara sí puede sufrir por no saber dónde posicionarse en lugar confinados.

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Dentro de toda la enorme creatividad que tiene el diseño de absolutamente todos los niveles de Donkey Kong Bananza, tenemos de regreso a la reciente filosofía de Nintendo de darle libertad al jugador para que resuelva las cosas como mejor le parezca. Muy a cómo es que funcionan los dos últimos The Legend of Zelda, acá se nos dan herramientas para nosotros alcanzar el objetivo. Te voy a poner un ejemplo. Digamos que hay una banana en una isla flotante a la cual no podemos llegar. Por un lado podemos fabricar un puente usando arena mojada o por qué no, cavar un túnel para salir del otro lado. En más de una ocasión me dio esa sensación de haber logrado algo “a la mala” como en Breath of the Wild o en Tears of the Kingdom, pero en realidad no hay tal cosa como “solución a la mala”, simplemente fue la manera en la que yo lo conseguí.

Me sigue pareciendo increíble cómo es que se logró que algo que podría parecer tan básico como cavar, sería una mecánica de juego tan increíblemente divertida. Ojo, para nada estoy diciendo que sea simple. De hecho creo que Donkey Kong Bananza se siente como un juego de verdadera siguiente generación por la compleja tecnología que se tuvo que desarrollar para crear estos escenarios tan brutalmente interactivos en donde nosotros como jugadores podemos hacer casi cualquier cosa que se nos ocurra. ¿Qué tan largo es? Mucho más de lo que nos esperábamos. Al menos en nuestro caso, el contador quedó ligeramente por encima de las 30 horas luego de ver los créditos rodar y créeme, me faltó bastante por descubrir, esto sin mencionar lo que pasa para el llamado end game que estoy seguro, dejará muy contentos a la mayoría.

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De nueva generación

Probablemente, una de las cosas más inesperadas de este primer mes de vida del Switch 2, ha tenido que ver con lo que parece ser, una enorme capacidad técnica, algo que tenía mucho tiempo que no le veíamos como tal a un producto de Nintendo. Por supuesto aún es temprano para saber bien hasta qué punto llegará esto y en qué momento se empezarán a ver los límites, pero la cosa promete mucho y para prueba, lo que se consigue con Donkey Kong Bananza, el cual, se siente como ese verdadero juego de siguiente generación no solo por lo bien que luce y el gran rendimiento que presume, sino por cosas como su avanzado sistema de animación y deformación de terreno que estamos seguros, simplemente no era posible en el primer Switch.

Vamos directo al tema de los números. Donkey Kong Bananza es un verdadero ejemplo de lo que se puede hacer con todo el poder de Switch 2 y deja claro que si bien, su concepción fue pensada para el primer Switch, la nueva plataforma es la que de verdad lo hace brillar. En modo dock puedes esperar un precioso 4K seguramente escalado de 1440p nativo a 60 cuadros por segundo casi totalmente estables, mientras que del lado portátil se aprecia una bellísima imagen 1080p al mismo rendimiento antes mencionado. El framerate es fijo en un 90% de la experiencia, pero sí habrá momentos aquí y allá en los que se notan caídas, sobre todo en una pelea de jefe a mitad de la aventura. Absolutamente nada de qué preocuparse, pero es algo que queríamos puntuar. No dudo que en otros lados el tema de rendimiento será exagerado como suele pasar.

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Del lado gráfico me parece que la gran estrella es la animación que vemos tanto de DK, como de todo lo que lo rodea. La cantidad de cuadros que fueron colocados es una verdadera locura y hace no solo que el juego se vea increíble en movimiento en todo momento, sino que apoya directamente al core gameplay y al control. Todo lo que hablamos de estos temas hace unos párrafos, simplemente habría sido imposible sin el trabajo de animación. Gráficamente sobra decir que Donkey Kong Bananza es un auténtico deleite, luciendo un impresionante detalle en cosas como el pelaje del protagonista, así como texturas y partículas. Las partículas son otra nota alta. Es muy llamativo la enorme cantidad de ellas cuando estás perforando o destruyendo algo y como es que el rendimiento del juego se mantiene casi intacto como ya te lo comentaba. 

Tener a Pauline como co-protagonista de la historia solo quería decir que la música sería parte central de la experiencia, y justo como te lo estás imaginando, el soundtrack de Donkey Kong Bananza es una verdadera locura, luciendo varias piezas completamente nuevas muy memorables y a la vez, trayendo de regreso viejos clásicos de la era del Super Nintendo y hasta el polémico, DK Rap. Hay un nivel bonus que es un tributo directo a Donkey Kong Country 2 que estamos seguros, te sacará una lágrima si eres de los que viene de aquellas épocas.

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Donkey Kong Bananza es un juego que se ve y se siente de nueva generación y como algo verdaderamente ideal para este periodo en el que seguimos estrenando la nueva consola de Nintendo. La forma en la que se explota todo el poder extra de esta plataforma que sigue impresionando en lo técnico, solo hace que nos emocionemos cada vez más por lo que se estará haciendo con ella en dos o tres años más. La calidad que está alcanzando la marca en esta ocasión, es una verdadera locura y algo que se tiene que destacar.

Switch 2 comienza a tomar vuelo

score 96Han sido poco más de cuatro semanas sumamente emocionantes con Switch 2. La nueva consola de Nintendo ha demostrado tener bastante por ofrecer sobre todo del lado técnico. Muchos esperábamos justamente un Switch 1 más poderoso, pero lo que hemos visto hasta el momento, nos ha dejado más que complacidos. A pesar de lo anterior, empezábamos a entrar en la etapa del “ahora qué sigue”, y precisamente, Donkey Kong Bananza da un fuerte golpe sobre la mesa para dejar clara su llegada no solo como una de las más grandes producciones de la marca en un buen tiempo, sino como uno de los grandes títulos de 2025 que debería de estar compitiendo por un puesto en la lucha por ser Juego del Año dentro de unos meses más.

Luciendo un espectacular gameplay lleno de propuesta e ideas frescas que se apoyan de un control de auténtico alarido y claro, un diseño de niveles que nos voló la mente en todo momento, Donkey Kong Bananza vuelve a colocar un muy elevado estándar para todo los juegos del género y de paso, regresa al icónico gorila a un puesto de privilegio de la mano de la marca que lo vio nacer hace ya tantos años. Enmarcando la experiencia con una presentación audiovisual simplemente espectacular. Es más que evidente que si hace un mes o recientemente te hiciste de un Switch 2, este juego debe de tener tu máxima prioridad. De verdad, no te imaginas la aventura tan mágica y llena de momentos memorables que te espera.

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Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!