Review – Final Fantasy XIV: Stormblood

TRENDING

Atendiendo el llamado de las armas y la revolución

Final Fantasy XIV se encuentra en una etapa en la que podríamos decir que alcanzó la madurez. A casi cuatro años de haber sido relanzado bajo el nombre de A Realm Reborn y de que vino a sustituir a su terrible y más que desastrosa primer versión, el título fue evolucionando de manera sorprendente hasta alcanzar un punto óptimo en el que tanto su gameplay como su mundo e historia lucen consolidados. Si bien esto es algo muy bueno, por desgracia con ello también aparecieron dos problemas importantes : por un lado la sensación de envejecimiento, esa que tarde o temprano aparece en los juego que se mantienen activos por tanto tiempo (recordemos que éste lleva existiendo unos siete años) y que conduce a los jugadores veteranos a sentir que ya vieron todo lo que éste puede ofrecer; por el otro el problema de la retención de relevancia, ese del cual se deriva que más nuevos jugadores se acerquen al título y se convenzan de seguir en él por un buen rato para así mantener activa a su comunidad.

Para darle solución a todos estos problemas Square Enix puso manos a la obra para desarrollar una nueva expansión con la que pudiese tanto mantener felices a sus usuarios fieles de seguir aventurándose en Eorzea como atraer a más jugadores nuevos, esos que temían acercarse a Final Fantasy XIV por su imponente legado y gameplay que, ciertamente, lucía complicado. Es así como nos llega Stormblood, la segunda gran expansión del juego, la cual cuenta con una enorme cantidad de contenidos, adiciones y mejoras que no sólo consiguen equipararse con las vistas en su antecesora (Heavensward) sino que, incluso, vienen a superarla y a colocarla como una experiencia que bien podría tratarse como un juego completamente nuevo.

Nacido de la sangre de nuestros hermanos caídos

¿Por qué digo esto? Ciertamente hay varios factores y elementos que hacen que esto sea así pero, sin lugar a dudas, su historia es la que más frescura le brinda a la aventura que es Stormblood. Su trama nos llevará a explorar las lejanas tierras orientales de Eorzea y a conocer Ala Mhigo y Doma, dos naciones dominadas por el imperio Garlean de las que previamente ya se había hablado en el juego pero que hasta ahora no habíamos visitado. Aquí nos toparemos con un grupo de insurgentes que se aventurarán a explorar varias de las zonas de la región en busca de aliados y camaradas con los que puedan forjar una armada que les permita levantarse en armas contra sus tiránicos opresores.

La historia de Stormblood es, por mucho, el mejor apartado de toda la expansión. Aunque no ahondaré en detalles por obvias razones de spoilers, creo que puedo decirles sin temor a equivocarme que ésta es la trama más compleja y mejor presentada de todo FFXIV pues aborda varias temáticas que van más allá de la premisa revolucionaria que ya se ha tocado en otros juegos del género. Créeme cuando te digo que la narrativa que aquí verás te sorprenderá y mostrará más que una simple historia de un mundo fantástico que se ha sumido en la guerra.

Otro elemento que fortalece y hace aún más interesante su trama es su elenco de personajes, el cual es variado, interesante y aporta muchos elementos que le dan mayor profundidad a su historia. Así como conocemos a personajes nuevos, también vemos volver a otros conocidos que adquieren un rol mas importante que aquel que les vimos previamente. A los fans y usuarios veteranos les maravillará la forma en la que varios personajes que hasta ahora no habían tenido un peso importante se desenvuelven y acaban por volverse en pieza fundamental del relato.

Aunque la historia es sublime y es por si sola un factor que le bastará a muchos para adquirir la expansión, ésta no se salva de contar con algunos desperfectos. El más notorio de todos sigue recayendo en la ausencia casi total de cinemáticas en aquellos momentos que son trascendentes y en los que se recurre a animaciones que usan el propio motor in-game del juego. Entiendo perfectamente que esto se hizo con la intención de aprovechar al máximo los servidores del título y de dotar a la narrativa con cierta fluidez pero, aún y con eso, me sigue asombrando que no se utilicen animaciones más detalladas para ilustrar esas ocasiones que son cruciales. Sigo creyendo que a éstas les vendrían bien varias de estas cinemáticas, sobre todo si cuentan con la calidad de las que solemos ver en los tráilers.

Otro inconveniente que afecta un poco al impacto de la trama es la propia historia en si misma. Aunque Square Enix la concibió de manera en la que incluso los jugadores novatos pudieran entenderla sin haber jugado las dos versiones previas del juego, ésta sigue estando ligada fuertemente a la premisa central de su mundo. Por tal motivo puede que aquellos que se inicien con ella en el juego puedan llegar a confundirse o a no comprender por completo lo que acontece.

Simplificando y mejorando la experiencia de juego

Al ser Final Fantasy XIV un MMORPG, éste fue dotado con un estilo de juego que en apariencia luce complejo de entender y de aprender a controlar. A sabiendas de que esto es relativamente cierto, Square Enix decidió enfocar buena parte de sus recursos en mejorar y simplificar la consolidada jugabilidad del título para así hacer de ella algo que sea más cómodo para los veteranos y algo más comprensible para los nuevos.

De entrada y en lo que respecta a lo más importante, uno de los cambios más notorios recae en la implementación de nuevas interfaces para cada uno de los jobs que ilustran de manera más práctica y visual cada una de sus habilidades, sustituyendo así a los valores numéricos que no eran tan claros. Junto a estos también se eliminaron varias de las habilidades adicionales que solían ocupar espacio de la hotbar y en su lugar se sustituyeron por habilidades de rol en lugar de las que eran específicas por clase; es decir que ahora para tener acceso a algunas sólo necesitaremos subir de nivel a cualquiera de los jobs de una determinada clase (Tank, Healer, Caster o Melee/Ranged DPS) para adquirirlas y no grindear con un job en particular. Asimismo, también se apilaron en un sólo grupo aquellos skills que solían evolucionar conforme aumentábamos de nivel.

En cuanto a las adiciones nuevas, la más importante de todas consiste en la inclusión de dos nuevos jobs especializados en el el ataque. El primero de ellos consiste del Samurái, un trabajo que domina el arte de la espada y el combate en el corto alcance. Lo que más llama la atención de éste – además de su genial estilo oriental – es su gama de habilidades con las que canaliza buena parte de su energía, misma que usa para liberar ataques que son muy devastadores y sumamente vistosos. Si gustas de ser el responsable de causar daño dentro de tus equipos entonces puede que éste se convierta en uno de tus preferidos.

El segundo job añadido es el Red Mage, un peleador híbrido que puede causar daño tanto en el corto como en el largo alcance pero cuya especialidad radica en el combate a distancia. Lo que hace sobresalir a éste respecto a guerreros de otras clases es su soltura para combinar y canalizar las magias blancas y negras para realizar combos más poderosos. Su único defecto es que sus ataques físicos no son tan poderosos como, digamos, los del propio Samurái, aunque eso no es algo que afecte su versatilidad en el campo de batalla.

Fuera de esos jobs, el juego también expande el tope de nivel de todas las demás clases hasta el 70. Es decir que si incluso no hayas acomodo alguno con el Samurái o el Red Mages, aún tienes campo de acción para mejorar aquel job con el que eres más hábil.

Otras mecánicas nuevas que se añadieron fueron las de nado y buceo. Siendo honestos creo que éstas son  por mucho lo más endeble de toda la expansión debido a que no agregan mayor variedad al juego, eso sin mencionar que ambas solamente se limitan a algunas secciones muy específicas. Si bien no voy a negar que nadar me resultó entretenido y que me sorprendió enormemente ponerme a bucear en las profundidades del hermoso Ruby Sea, éstas perdieron su encanto rápidamente dada la poca variedad de acciones que puedes realizar con ellas y que solamente se limitan a la exploración y recolección de ítems.

Y ya que estamos hablando del mundo, las nuevas áreas que se incluyeron con Stormblood son fabulosas, extensas, variadas y todas emanan un misticismo propio de una región lejana e inexplorada. En verdad no puedo describirles lo pasmado que me quedé tras adentrarme a las orientales regiones del mundo como lo son el mágico Ruby Sea; las místicas ciudades de Kugane o Doma: o las inmensas pero hermosas extensiones de Azim Steppe, The Peaks y más. Son zonas imponentes que simplemente te asombran en cuanto las ves por primera vez.

Adicional a todo lo anterior, la expansión también cuenta con una gran cantidad de nuevos calabozos, levequest, FATES y Trials contra nuevos Primals que, si bien no se salen del contexto de lo que hemos visto y jugado hasta ahora, son bien recibidos y añaden mayor valor de rejugabilidad. Además, se sabe que en el futuro se incorporarán nuevos raids tanto para 8 como 24 jugadores simultáneos, lo cual significa que incluso y si acabas de probar rápidamente lo que Stormblood ofrece desde el inicio, habrá más contenido por los que querrás volver.

Viéndolo fríamente se podría decir que Stormblood ofrece la cantidad de contenidos justos que se podrían esperar de una expansión de este tipo. Si han sido jugadores desde A Realm Reborn y disfrutaron en su momento de Heavensward, sentirán que todos éstos se equiparán con los de sus predesesores en cuanto a cantidad de material se refiere, lo cual a la postre no es algo negativo en lo absoluto. Quizá lo único malo de esto es que algunos fans  podrían sentir que muchas de sus misiones son muy familiares y que siguen una linea similar a las anteriores y que no ofrecen nada nuevo, pero vamos, no es como si no siguiéramos disfrutando de ellas hoy en día.

Presentación hermosa como su mundo mismo

Musicalmente hablando, Stormblood es un deleite sonoro. Sin importar si se trata de las diversas y amplias secciones del mapa que exploramos, de las ciudades principales o las secuencias animadas, todas las melodías que escuchamos en ellas transmiten excelsamente la esencia del lugar y momento que vemos en pantalla. El trabajo realizado por Masayoshi Soken para la expansión es sobresaliente y memorable y logra ponerse a la par de sus trabajos anteriores que, de por sí, ya eran magníficos.

En cuanto a las actuaciones de voz, el juego puede ser jugado tanto en japonés como en inglés pero existen ciertas diferencias entre una y otra. Mientras que las voces en japonés suenan increíbles y le otorgan ese estilo anime que muchos fans esperarían, las actuaciones en inglés cumplen cabalmente con su trabajo aunque en ocasiones llegan a sentirse carentes de emoción o que enfatizan enormemente el acento británico. Pero aclaro, nada de esto es algo tan grave como para manchar el genial trabajo expuesto.

Todo lo anterior en conjunto hacen de Stormblood una de las expansiones más vistosas, hermosas y profundas que hayamos visto en un MMORPG en tiempos recientes. Pese a que es un hecho que los jugadores asiduos serán quienes más lo disfrutarán, ésta cuenta con todo lo necesario ya no sólo para convencer a esos jugadores que se sentían atraídos por él de probarlo, sino hasta para que se queden atrapados en su mundo por horas.

Esta expansión fue reseñado en PS4. También se encuentra disponible en PC y Mac.×

Square Enix se superó a sí mismo con Stormblood. Más allá de construir una expansión que le brinda más contenidos a esa comunidad de usuarios que estaba ansiosa por nuevas experiencias, ésta se postra como una muestra clara de que Naoki Yoshida (su productor y director) y su equipo están consientes de lo que quieren con el juego, de la dirección que quieren tomar con éste y del futuro que desean darle a la entrega.  Y como si esto no fuera suficiente, todos los cambios y mejoras que se le hicieron a su gameplay e interfaces de juego la convierten en una buena opción para le den una oportunidad aquellos que sentían curiosidad por probarlo.

Stormblood es, sin duda, una expansión indispensable para todos aquellos jugadores recurrentes de Final Fantasy XIV y una fantástica aventura que cualquier amante de los MMORPG deben de probar.