Millones de personas de todo el mundo afirman seguir un deporte en su tiempo libre. En este sentido, basta con hacer referencia a los 3.500, 2.500 y 2.200 millones de fans que el futbol, el criquet y el baloncesto tienen en total, respectivamente.
Además de estos, también hay quienes prefieren practicar uno para mantenerse en forma. Esta clasificación particular está dominada por la natación, el fútbol y el voleibol, con 1.500, 1.002 y 998 millones de personas dedicadas, respectivamente.
Independientemente de la modalidad en la cual se aborden, estos deportes tienen en común el hecho de que requieren algún tipo de esfuerzo físico por parte de quienes los practican en primera persona. Sin embargo, como se verá a continuación, además de estos, también existen otros de diferente categoría; se trata de los llamados deportes mentales.
Entre ellos, juega un papel destacado el póker, el juego de cartas más extendido a nivel internacional. Como confirmación de esto están las más de cien millones de personas que, cada año, se dedican a el sólo en su versión online, ya sea concediéndose una partida de prueba. Además de esto en línea y en los sitios más seguros es posible participar en algunos de los torneos de póker más prestigiosos en absoluto.
Los deportes mentales: ¿qué son?
Como su propio nombre indica, los deportes que, para ser practicados, no requieren esfuerzo físico sino cerebral, pueden llamarse mentales. A pesar de esto, sin embargo, los que se dedican a ellos no podrían lograr resultados duraderos y de nivel sin seguir un estilo de vida saludable.
Para aspirar a formar parte de esta categoría, una disciplina debe tener algunas características adicionales. Entre ellas, se incluyen la posesión de reglas y normas claras y bien definidas y la necesidad de entrenar para mejorarse constantemente, desarrollar habilidades como la concentración, tomar decisiones de forma instantánea, aprender varias estrategias y saber predecir los movimientos de los oponentes.
Pero, ¿cuáles son específicamente los deportes mentales? Hasta ahora, han sido incluidos formalmente en este grupo el póker, el bridge, el Go, las damas, el ajedrez, el ajedrez chino (Xiangqi), los eSports y el juego de mesa de origen asiático Mahjong.
La Asociación Internacional de Deportes Mentales: ¿de qué se trata?
La fundación de esta asociación en particular – la International Mind Sports Association (IMSA) en su nombre original – se remonta al 19 de abril de 2005. La ocasión elegida para crearla fue la convención anual de la que actualmente se llama Global Association of International Sports Federations (GAISF), celebrada en Berlín.
Desde el principio, el deseo común de los miembros adherentes ha sido conseguir un merecido reconocimiento para los los deportes mentales, también a través de su participación en eventos de carácter internacional que los vieran protagonistas absolutos. Entre ellos, por ejemplo, no se puede dejar de mencionar los World Mind Sport Games de Beijing (China) de 2008, el Asian Indoor and Martial Art-Games de Incheon (Corea) de 2013 y el IMSA Elite Mind Games de Huai’an (también en China) de 2016.
Enfoque en el póker
Consagración a deporte mental
A nivel internacional, el reconocimiento del póker como deporte mental llegó en 2009. En ese momento, sólo formaban parte de ese grupo el Go, el bridge y el ajedrez.
Sin embargo, no todos los países están de acuerdo con esta decisión y Argentina ha optado por aceptarla sólo recientemente. Para ser precisos, fue el 20 de abril de 2022 cuando la Confederación Argentina de Deportes tuvo éxito en este propósito, resultando ser la segunda asociación de este tipo en Latinoamérica.
Teniendo en cuenta que en el imaginario colectivo el póker ha sido considerado durante siglos como nada más que un simple juego de azar, este resultado es increíble. En concreto, de hecho, no sólo ha favorecido el acercamiento de un gran número de personas a su apasionante mundo, sino que también le ha abierto las puertas para la participación a eventos de carácter mundial como los Juegos Olímpicos.
Mucho más que un juego de casino común
Por supuesto, no se puede negar el hecho de que el póker pertenece a la categoría de los juegos de casino. Su conversión en deporte mental permitió, sin embargo, establecer una clara diferencia entre el y otros juegos destacados como la ruleta y el blackjack.
Uno de los elementos distintivos de estos últimos consiste en que quien se dedica a ellos, para acapararse el premio en juego, debe enfrentarse al banco. Al revés, en el póker cada jugador debe poner a prueba sus habilidades contra uno o más adversarios.
Este juego, además, es muy diferente de las maquinas tragaperras, dominadas exclusivamente por la suerte. En ellas, de hecho, sólo hay que tirar una palanca o pulsar un botón con la esperanza que aparezca en el monitor una combinación de símbolos favorable para así ganar una buena cantidad de dinero.
En el póker, por otro lado, la buena fortuna juega un papel mínimo y, aunque se reciba ayuda por su parte, este elemento no será suficiente para disfrutar de una carrera duradera y exitosa. Como cualquier profesional que se precie afirmaría, nunca se podría abandonar la condición de principiante sin una preparación constante y un alto número de juegos acumulados a sus espaldas.
El póker, un juego de cerebro
En este punto, se puede resaltar cuáles son las capacidades mentales que cada jugador debe haber desarrollado para considerarse tal. Entre ellas, se encuentra sin duda la constancia, es decir, la capacidad de permanecer siempre enfocados en el objetivo final – quizás en la participación en un torneo importante – sin dejarse distraer por las adversidades, los oponentes que se enfrentan, las opiniones divergentes de amigos y familiares o los problemas típicos de la vida cotidiana.
Hay dos estrategias que pueden ayudar a alcanzar este objetivo particular. Específicamente, se trata de la práctica constante de un deporte que ayude a liberar los nervios y de técnicas meditativas como el mindfulness.
En segundo lugar, el estudio de las matemáticas y la aplicación en la mesa verde de algunos de sus conceptos principales pueden ser de gran ayuda para aumentar las posibilidades de tener éxito. Entre ellos, no se puede prescindir, por ejemplo, de citar el calculo de la probabilidad, los odds, los outs y el valor esperado.
Además, para reducir al máximo el riesgo de afectar los ahorros, se debe también poder planificar las partidas con anticipación. En este sentido, se hace referencia en particular a la definición y al respeto del bankroll, es decir, la cantidad máxima de dinero que se puede o tiene la intención de destinar al juego.
Además de esto, siempre sería aconsejable tratar de adaptar el propio estilo de juego a los oponentes que se enfrentan. Siendo siempre cautelosos en la jugada, se recomienda ser lo más impredecibles posible – tal vez a través del perfeccionamiento del arte del farol – para no darles indicaciones que podrían serles de ayuda.
El póker: de juego de azar a deporte mental
Con siglos de historia a sus espaldas, el póker ha sido capaz de evolucionar enormemente, incluso en lo que se refiere a la concepción generalizada que de el siempre se ha tenido a nivel internacional. Durante mucho tiempo definido como nada más que un simple juego de azar, sólo recientemente ha sido elevado al estado de deporte mental junto con disciplinas como el bridge, el Go, las damas y el ajedrez.
Como se ha visto, todas las precedentes tienen en común varios elementos. En primer lugar, se trata de la necesidad de aprender a usar y a desarrollar las propias habilidades cerebrales y estratégicas para intentar obtener una ventaja sobre los oponentes que se encuentran sentados en la misma mesa de juego.
