A principios de este año Tatsumi Kimishima declaraba que 2016 sería un periodo de preparación para lo que veríamos en 2017. En aquella ocasión, el nuevo CEO de Nintendo mencionaba que la compañía tenía muy claro que 2 de las principales formas para que la empresa cosechara buenos números eran: “el negocio NX y el negocio para dispositivos inteligentes”.
Lo anterior sucedió en febrero. A prácticamente dos meses para que el año concluya considero que ya tenemos más claro el camino de la Gran N. para el año que venga y, por lo menos, 5 años más. Este año ya fuimos testigos de los primeros acercamientos de la compañía en el mercado móvil que terminará el año con Super Mario Run y nos alistará para un 2017 con Animal Crossing y Fire Emblem (más lo que venga).
Por su parte tenemos al Nintendo Switch, anunciado la semana pasada, con un concepto que Satoru Iwata definía como “completamente nuevo” y que Tsunekazu Ishihara, presidente de The Pokémon Company, consideraba que cambiaría el rumbo tanto de consolas caseras como portátiles. ¿Qué tan innovadora es la consola híbrida de Nintendo y qué posibilidades tiene a sabiendas de que sus años de vida la harán llegar a una nueva década?
Kimishima nos ha dejado muy claro que Nintendo ha aprendido de lo sucedido con el Wii U, una consola que, priorizando el hardware, terminó por ahogarse ante la ausencia de software. Para Nintendo era fundamental darnos un mensaje preciso en el tráiler de revelación: estamos ante una consola dirigida a adultos jóvenes y mostrándose como una importante opción para los desarrolladores third-party, todo ello sin olvidar a sus franquicias principales (Super Mario, The Legend of Zelda, Mario Kart y la bomba de 2015: Splatoon). La ausencia de niños y familias me parece por demás natural: ya la compañía había declarado que estaría haciendo cambios en todas sus formas y, ante la oportunidad, el salir del prejuicio infantil resulta un movimiento acertado. ¿Cuántas quejas y comentarios listillos no habrían surgido de ver a niños protagonizando el tráiler? Muchos habrían declarado que estábamos ante más de lo mismo con juegos para bebés cuando de pronto: Skyrim. Y poco importa que el juego esté o no confirmado para la consola. El mensaje ya había sido entregado exitosamente.
Lo segundo que el tráiler nos presentó es la posibilidad de llevar nuestros juegos con nosotros a donde queramos. ¿Qué tan óptima será la experiencia? ¿Cuánto durará la batería de la portátil? ¿No lo había intentado hacer el PS Vita para posteriormente fracasar?
Es difícil especular sobre las primeras dos preguntas, y cualquier otra que busque respuestas técnicas porque, es evidente que la intención de Nintendo no era comunicar eso. Si queremos ponernos técnicos quizá podamos recordar la conferencia del PS4 Pro. En tanto que tráiler estamos sólo ante un contenido cuyo objetivo es generar interés/expectativa.
Algo que fácilmente podemos distinguir entre la portátil de Sony y el Switch es, de entrada, que la portátil de Sony nunca logró tener la identidad tan notable que tuvo su predecesor, el PSP. Sí, podíamos llevar nuestros juegos de PS4 con ella pero entonces ¿era un dispositivo para jugar sus juegos o simplemente el aditamento de la consola casera? Es fácil entender que todos los reflectores se los llevara el PS4.
Nintendo Switch no sufrirá de eso porque desde el comienzo sabemos, por su naturaleza híbrida que no son dos consolas diferentes que comparten software sino una sola que le otorga al usuario la posibilidad de jugar en casa o donde quiera. Desde su nombre, el Nintendo Switch nos da una idea clara de “cambio”. No importa donde juguemos mientras dicha transición sea fluida.
Por último debo decirles que algo de lo que más me entusiasmo es el énfasis en jugar con otras personas. De que la pantallas dividas vuelvan a tener importancia y de lo fácil que parece la opción de simplemente llegar con quien sea y echar reta.
Tanto Sony como Microsoft nos anunciaron este año sus intenciones: potencializar las características de sus consolas mediante mejoras en el hardware. Así los juegos podrán correr mejor en nuestras consola-computadoras y tendremos la posibilidad de entrarle a las posibilidades de la realidad virtual. Esto está muy bien y los interesados seguramente podrán disfrutar de ello.
Pero lo cierto es que por más bien que vendan tanto el PS4, como el Xbox One y hasta el Wii U, el mercado de las consolas caseras sigue disminuyendo y la tendencia no cambiará. En este contexto el Nintendo Switch se presenta más como una posibilidad para quienes busquen (tanto jugadores como desarrolladores) experiencias nuevas.
Porque, fundamentalmente ¿qué distingue al PS4 del Xbox One? En realidad son pocas cosas. Sí, los juegos first-party, sí una que otra cosa en cuanto a funcionalidades y rendimiento, pero ambas están buscando algo similar: darle al jugador una experiencia cercana a la potencia de una PC (y los anuncios de sus mejoras de hardware lo confirman). Con esto en mente ¿qué sentido tendría que Nintendo lanzara una nueva consola que ofreciera exactamente lo mismo? (Sin olvidar que lo haría con varios años de retraso)
Si tuviera que hacer una analogía de la situación en que se presentará tanto el Switch como las mejoras de hardware de la competencia en consolas caseras sería la siguiente: por un lado tenemos dos carros compitiendo por cuál es más rápido; efectivamente podrán seguirse mejorando con piezas nuevas que los hagan más veloces pero no dejarán de ser carros, en ningún momento podrán avanzar por otra superficie que no sea la terrestre. El Switch aquí, más que otro vehículo distinto, sería un carro más con la nueva función de poder avanzar en otra superficie. Agua, aire, no importa. Lo que importa es que está avanzando por un medio distinto.
La apuesta de Nintendo es ofrecernos una consola que no pretende competir con el mainstream pero que, cuando lo haga, buscará darnos una experiencia diferente. Con Unity y Unreal a bordo sería inocente pensar que la cantidad de juegos antes-no-portátiles serán también incentivo para posibles compradores.
Ahora, si el objetivo de Nintendo no es competir directamente con Sony y Microsoft. ¿Lo hará en contra de los dispositivos móviles? Tampoco. Si recordamos lo dicho por su presidente, la compañía de Kioto tiene en la mira dicho mercado pero nunca como un rival sino más bien como otra fuente de ingresos. La tendencia en países como Japón, China, India y Singapur está en los móviles; es más fácil llevarle Super Mario Run a ese público que ponerlo a competir con una consola.
En un escenario ideal, Nintendo usará su experiencia con las portátiles para hacer de su consola casera un éxito. Consideremos también que la compañía lleva desde hace años jalando jugadores de móviles al Nintendo 3DS: allí están las colaboraciones con GunHo y Mixi. ¿Qué nos hace pensar que esta tendencia no continuará en el Switch?
Me estoy aventurando, pero pensar que el Nintendo Switch simplemente nos hará llevar nuestros juegos favoritos a donde queramos me resulta corta. Hace unos meses, Shigeru Miyamoto decía que el próximo Mario sería algo muy distinto a lo que conocemos ahora; esto tiene cierto paralelismo con las declaraciones que hablan de la experiencia Switch como algo nuevo y diferente.
Por las recientes filtraciones podemos imaginar que la experiencia del Switch en modo portátil será algo distinta, al menos en rendimiento, del modo casero. Esto por la posibilidad del dock de aumentar sus funcionalidades. Pero vayamos más allá: qué les parecería una situación en donde ciertos juegos verdaderamente aprovecharan la característica switch de su consola, es decir, que cambiarán cosas de su gameplay según estemos en casa o fuera de ella. Es posible que estos experimentos se den más fácil en los juegos first-party pero sin duda representan una posibilidad única en el mercado.
Por otro lado está la pregunta sobre qué sucederá con las portátiles de Nintendo si ahora están compartiendo funciones con una consola casera. Creo que no deberíamos alarmarnos ante los posibles escenarios, a saber: a) que el 3DS será la última consola portátil de la compañía b) que el 3DS tendrá un sucesor que podrá vincularse activamente con el Switch.
Pienso que si Nintendo ya no hiciera más portátiles, todos los equipos dedicados a desarrollo de este tipo de experiencias invariablemente estarían alistando esfuerzos para traer más ofertas a la consola híbrida. Es obvio que no dejarán de existir Pokémon o Fire Emblem.
Nintendo no ha declarado nada sobre el fin de sus portátiles, salvo que seguirán apoyando al 3DS, que ya supera los 60 millones de unidades vendidas. En todo caso, sabemos que la compañía tiene intenciones de vincular todas sus plataformas, por lo que, en caso de un sucesor, lo más seguro es que esté planeado para convivir con la consola que veremos el próximo año.
Como siempre, vale la pena recordar que sabemos muy poco de la consola. Todavía no conocemos la killer app (incluso el Wii nos ofreció Wii Sports y The Legend of Zelda: Twilight Princess por separado), ni nada de sus otras posibilidades. Recuerden que el sistema de recompensas actual así como el de homologación de cuentas apenas brillarán con el Switch. En fin. Seguimos con más dudas que certezas y eso está bien.
Las claves para el éxito del Nintendo Switch son dos: una fabulosamente clara campaña de marketing y un año inicial con grandes ofertas de software. Del 3DS Nintendo aprendió que basta un año de buenos juegos para tener un fabuloso repunte, y ya el propio Kimishima ha declarado que la empresa tiene presente la importancia de los títulos de lanzamiento. ¿Realmente podemos creer que Nintendo no aprendió nada del mal inicio del 3DS y del fracaso del Wii U? ¿Qué tan exitoso les parecería una bomba como Monster Hunter como juego de lanzamiento ante los japoneses? ¿O uno de los grandes de Bethesda o Take Two que pudiera cautivar a un público occidental? (Sin olvidar, claro, los juegos first-party)
Tenemos que ver qué ofrecerán los third-party en todo esto. A inicios de año se rumoraba de las juntas que Nintendo estaría llevando con EA para traer de regreso las franquicias deportivas a su consola. Ahora vemos su logo junto con otros estudios que se han subido al barco.
Por mi parte tengo la certeza de que seguir el camino híbrido, nunca antes recorrido, podría resultar benéfico para la empresa y para nosotros como jugadores. También tengo la certeza de que lo móvil es otra tendencia que no podremos revertir por lo que una consola casera que coquetee con ello realmente sólo está yendo con el flujo de la tecnología.
Lo mejor está por venir.
