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Vanillaware
SEGA
08/03/2024
El mercado actual de videojuegos es un océano de ideas y conceptos en los que uno puede sumergirse, y nunca salir de él. Con miles de desarrolladores y cientos de estudios, cada grupo cuenta con una percepción única de lo que debe ser y no debe ser una experiencia interactiva hoy en día. Si bien es cierto que las grandes empresas tienen un interés comercial en mente y, como resultado, llegan a seguir ciertas tendencias, también es verdad que existen aquellos que han cultivado una reputación de seguir su propio camino a lo largo de los años, la cual es más que suficientes para mantener a flote a una de estas corporaciones. El ejemplo perfecto son los trabajos independientes, los cuales no tienen que vender millones de copias para ser considerados un éxito. Esto les permite experimentar constantemente, darle la oportunidad a conceptos que no veríamos en otros lados, y refinar sus ideas al grado de que un nombre pequeño puede llegar a tener tanto o más peso que algunas organizaciones con recursos que parecen infinitos. Un estudio que cae en el primer grupo es Vanillaware.
Creado en el 2002 por ex-desarrolladores de Capcom y Atlus, Puraguru o, como se le conoce hoy en día, Vanillaware, se ha ganado una gran reputación por sus trabajos de calidad, con un estilo visual sin igual, y un variado portafolio conformado por algunos de los mejores juegos que podemos encontrar hoy en día. Después del lanzamiento del aclamado 13 Sentinels: Aegis Rim, el cual llegó al mercado en el 2019, este equipo se dio a la tarea de seguir experimentando con todas las ideas que aquí nos presentaron. Cinco años después, nos han presentado Unicorn Overlord, un JRPG de estrategia que claramente toma una serie de inspiraciones de clásicos del género, como Fire Emblem y Tactics Ogre, pero también logra presentar una evolución de lo visto en su último trabajo, dando como resultado una experiencia única.
Después de años de espera, Unicorn Overlord ya está en nuestras manos, y en un año cargado de grandes JRPGs, como Like a Dragon: Infinite Wealth y Final Fantasy VII: Rebirth, Vanillaware decide ofrecernos un trabajo que se posiciona como uno de los mejores exponentes que este género tiene para nosotros en el 2024. ¿Acaso Unicorn Overlord es el mejor juego de este estudio? ¿Qué hace tan especial a esta entrega en comparación con otros juegos del género? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
Unicorn Overlord nos lleva a un mundo medieval, en donde la magia y las espadas son las herramientas de opresión y liberación. Con 13 Sentinels: Aegis Rim, Vanillaware dejó en claro que son capaces de ofrecer narrativas complejas, con ideas únicas, y un elenco de personajes tridimensional. Sin embargo, su trabajo más reciente decide utilizar concepciones narrativas básicas, enfocándose por completo en los tropos de fantasía. Aunque esto puede sonar como algo negativo, el estudio se recarga tanto en ideas conocidas, al grado de que, pese a que es muy sencillo saber qué sucederá, la historia se mantiene entretenida en todo momento. Los personajes buenos son tan buenos que es imposible no encariñarse con ellos, y los malos son tan malos que no puedes esperar para derrotarlos en combate.
Todo comienza en una noche lluviosa. La reina de Cornia, uno de los cinco territorios que conforman el continente de Fevrith, se prepara para enfrentarse al malvado general Valmore, quien ha tomado armas con el objetivo de conquistar todas las naciones a su alcance en nombre del antiguo Imperio de Zenoiran. Pese a sus intentos, la monarca es vencida, dando pie a una década de opresión y guerras interminables. 10 años después de este fatídico evento, tomamos el control de Alain, heredero al trono de Cornia y líder del Ejército de Liberación, un grupo de rebeldes cuya tarea principal es rescatar a todos aquellos que han sido oprimidos por el yugo de Valmore. Para lograr esta tarea, nuestro héroe tendrá que viajar a lo largo de todo Fevrith, reclutar a todos los aliados posibles, y descubrir la verdadera identidad del villano principal.
En este apartado, Unicorn Overlord no presenta algo nuevo. Todos los puntos narrativos son conocidos, y los hemos visto en un sin fin de ocasiones en diferentes medios. Desde ayudar a un reino vecino a conseguir su independencia, pasando por el descubrimiento de una entidad mágica que tiene un papel importante en el conflicto en contra de Valmore, y hasta un par de alegorías al racismo. Sin embargo, y como ya lo mencioné, Vanillaware toma todos estos conceptos ya conocidos, y los emplea de una forma que mantiene entretenido al jugador en todo momento, incluso cuando sabe qué es lo que va a pasar, y esto se debe gracias a un enorme nivel de carisma por parte del elenco principal y secundario.
Cada uno de los miembros del elenco de Unicorn Overlord juega tan bien su papel, al grado de que se te llega a olvidar que estamos frente a un grupo de héroes y villanos que carecen de algún desarrollo. Afortunadamente, lo que no tienen en este apartado, lo compensan con una fuerte caracterización, puesto que toman los roles que ya todos conocemos, como el viejo sabio que entrena al protagonista, o el noble guerrero que hace todo lo posible por proteger su honor, y eleva sustancialmente esta representación gracias a un fantástico guion, y una localización que abraza sus claras inspiraciones de la literatura medieval, para ofrecer diálogos que mantienen entretenido al jugador en todo momento.
Este es el objetivo principal de la historia. No trata de ser el enfoque de Unicorn Overlord, ni siquiera de competir con lo visto en 13 Sentinels: Aegis Rim, algo que algunas personas pueden ver como un aspecto negativo, sino que es un gran complemento que ofrece personajes carismáticos, una aventura que, pese a ser familiar y muy predecible, nos da la oportunidad de recorrer locaciones llamativas, y disfrutar de una serie de combates muy, pero muy adictivos. Es un lienzo en donde Vanillaware plasma algunas de sus ideas más interesantes hasta el día de hoy.
Si algo ha caracterizado al trabajo de Vanillaware, es el estilo visual que tienen sus juegos. Mientras que con cada proyecto experimentan con la narrativa y el gameplay, su dirección de arte se ha mantenido constante desde el lanzamiento de Odin Sphere en 2007. Es así que el estudio se ha encargado de expandir y refinar todo lo que este apartado nos ofrece. Al igual que en previos títulos, Unicorn Overlord nos presenta un mundo 2.5D, el cual podemos recorrer desde una perspectiva área, dando la impresión de que estamos viajando a lo largo de un mapa, algo que tiene que ver con el gameplay y las intenciones del estudio al momento de ofrecer una versión moderna de las RPG tácticos de los años 90.
Similar al trabajo que vimos con Dragon’s Crown, en esta ocasión se retoman muchos elementos de la fantasía europea, como los dragones, elfos, y ángeles como guardianes celestiales. En múltiples momentos, especialmente en las cinemáticas y los combates, en donde el juego nos ofrece una perspectiva 2.5D más tradicional, Unicorn Overlord demuestra su clara inspiración en el arte del viejo continente durante el siglo XIV, con escenas que se llegan a sentir como pinturas del Manerismo, Alta Renacimiento, y los primeros años del Barroco. Los fondos nos muestran campos de batalla, castillos en medio del asedio, y extensos escenarios que han sido azotados por la destrucción de la guerra. Por su parte, el primer plano siempre está protagonizado por las diferentes unidades, y aunque el espacio es pequeño, ninguna lucha por el protagonismo. En su lugar, vemos cómo coexisten entre ellos de una forma que se llega a sentir como una pieza de arte en movimiento.
Esa es la mejor forma de describir el trabajo que Vanillaware siempre hace en sus apartados visuales: una pieza de arte en movimiento. Los colores resaltan de inmediato; la composición de las unidades, pese a que el jugador está a cargo de este aspecto, cuentan con una armonía que es imposible no admirar; y los diseños de los personajes logran cautivar a todos aquellos que deciden admirar el trabajo que Wataru Nakanishi y su equipo hicieron en esta ocasión. Continuando con la inspiración europea, cada uno de nuestros héroes y villanos también cae en conceptos ya conocidos para el género. Alain, por ejemplo, es el clásico caballero con espada y escudo resplandeciente que monta un enorme corcel con su propia armadura. Otros miembros del ejército rebelde, como Josef y Lex, continúan con esta tendencia. Sin embargo, también hay casos como el Hodrick, un enorme humano con un gigantesco escudo que abarca una gran porción de la pantalla, o Aubin, un ladrón del desierto que porta una hacha que puede lucir imposible de cargar.
Junto a esto, Unicorn Overlord no se olvida de sus orígenes como un juego japonés, presentando personajes que usualmente vemos con una estética de anime, como Yahna, una bruja que viaja con poca ropa, o chicas que cargan mazos que seguramente pesan varias toneladas. Por si fuera poco, también encontramos elfos, los cuales cuentan con diseños bastante tradicionales, ángeles de diferentes tamaños y complexiones, así como bestias, como lobos, leones y zorros antropomórficos. El continente de Fevrith está lleno de diferentes razas, y en cada esquina es posible encontrarse un diseño que probablemente te cautive.
Unicorn Overlord es una clara evolución del trabajo de Vanillaware. No solo toma sus inspiraciones clásicas y las mezcla con elementos clásicos de los juegos japoneses, sino que demuestra un refinamiento por parte del estudio. A lo largo de casi 20 años han estado trabajando en este apartado, y con cada nuevo juego son capaces de llegar a niveles que muchos creían inimaginables, y este nuevo título claramente es el pináculo del trabajo artístico del estudio.
Para acompañar los fanáticos diseños de personaje, Unicorn Overlord también nos ofrece un espectacular elenco de voces. Si bien el juego está disponible en japonés e inglés, disfruté de toda la experiencia en el segundo idioma, el cual logra cautivar la escala de la localización. En esta ocasión, el equipo de localización tomó una dirección teatral en el diálogo, dando como resultado una experiencia que te logra cautivar en todo momento. Como ya lo mencioné, la historia es sencilla, y los actores hacen un gran trabajo al capturar las emociones necesarias para cada escena, incluso con la ausencia de algún desarrollo o tridimensionalidad para cada héroe y villano.
Junto a esto, la música es fenomenal, puesto que funciona como el acompañante perfecto para cada una de las escenas. Aquí se nos ofrecen composiciones clásicas que saben exactamente en qué momento ser melancólicas, emocionantes, o darte el impulso que requieres en los segmentos más importantes en el campo de batalla. Pese a que todo lo que se logra en este apartado es de maravilla, también es cierto que carece de algún momento memorable, más allá del enfrentamiento final, en donde este trabajo sea capaz de tomar el escenario principal y brillar por su propia cuenta.
Aun así, Unicorn Overlord cumple muy bien su trabajo en el apartado sonoro. Cada uno de los actores de voz logra encapsular a la perfección su personaje, lo cual hace que diálogos que pueden llegar a ser sencillos y similares a otros que ya hemos escuchado, sean capaces de cautivar a todos los jugadores. Por su parte, la música cumple muy bien su función, y si bien es cierto que hay momentos en donde no logra tener el impacto que debería, esto no quiere decir que esto no sucede, es solo que estas ocasiones son contadas, pero cuando ocurren, son capaces de darte un impulso y ofrecerte la confianza necesaria para que logres derrotar al general que está frente a ti, y salir adelante ante cualquier adversidad.
Unicorn Overlord fue concebido como un juego que le rinde honor a los JRPG tácticos de los 90. Si bien Vanillaware no menciona casos específicos, claramente podemos ver una inspiración en Tactics Ogre, Final Fantasy Tactics, y Fire Emblem. Sin embargo, en ningún momento este nuevo título se llega a sentir como una copia de estos trabajos, o trata de usar la nostalgia como un arma para cautivar a los fans de esta época. En su lugar, aquí se nos presenta una obra original que logra destacar por sus propias ideas, el cual toma los conceptos clásicos del género, y los modifica para crear una experiencia única, pero que al mismo momento se llega a sentir familiar.
A diferencia de otros juegos del género, los cuales están divididos en niveles, o misiones que tenemos que completar en orden para avanzar, Unicorn Overlord nos presenta un enorme mapa para explorar. Aquí podemos recolectar recursos, encontrar secretos, resolver un par de acertijos, ayudar a la reconstrucción de los pueblos afectados por la guerra, liberar zonas dominadas por el imperio de Zenoiran, reclutar nuevas unidades y, lo más importante, librar batallas. Así es, Vanillaware elimina por completo el concepto de tener que enfrentarse al enemigo en zonas contenidas, y en su lugar todas las peleas se llevan a cabo en los bosques, montañas, lagos, aldeas y ciudades a lo largo de todo Fevrith. Esto le da un toque único a la experiencia, puesto que crea una mayor relación entre el jugador y el mundo que podemos explorar.
Aquí podemos experimentar diferentes tipos de enfrentamientos. Tenemos escaramuzas que nos piden liberar alguna zona pequeña en particular, por lo que los enfrentamientos son rápidos, y no involucran a muchas unidades. Junto a esto, también encontramos misiones que nos piden liberar regiones específicas, las cuales son más complicadas, con múltiples objetivos y enemigos por todos lados. Sin embargo, son las batallas a gran escala las que sobresalen del resto. El tamaño en estas secciones es impresionante, puesto que usualmente es requerido avanzar largas distancias para cumplir con el objetivo, y en el camino hay emboscadas, torres que protegen al enemigo, muros que tenemos que derribar, locaciones clave que pueden proporcionar un beneficio a nuestro ejército o perjudicar al rival, y una serie de obstáculos que obligan al jugador a pensar en todo momento y hasta improvisar si es necesario.
El sistema de combate en Unicorn Overlord funciona en tiempo real. Esto quiere decir que todas las unidades se mueven a su propio ritmo, y tienes que estar al tanto de las piezas en el tablero para encontrar la mejor forma de ganar cada enfrentamiento. Junto a esto, siempre hay un tiempo límite, el cual no solo puede causar estrés, sino en múltiples ocasiones se convierte en el verdadero obstáculo a vencer, especialmente en los enfrentamientos a gran escala que nos piden recorrer grandes porciones de Fevrith.
Afortunadamente, esto no es todo lo que Unicorn Overlord presenta para destacar en este género. En lugar de tener una sola unidad que tiene que enfrentarse a un ejército de enemigos, aquí tenemos que construir escuadrones compuestos por hasta cinco soldados, y el juego nos ofrece la libertad suficiente para crear todo tipo de combinaciones. Cada personaje cuenta con una clase única que le ofrece diferentes atributos, habilidades y beneficios que pueden proporcionar soporte o causar daño a los enemigos. Todos los equipos están conformados por dos hileras de tres cuadros. El objetivo principal es encontrar la mejor sinergia posible. Por ejemplo, un escudero cuenta con una gran cantidad de vida y defensa, por lo que es bueno ponerlo al frente para que absorba el daño, mientras que en la retaguardia se ubica un curandero, arquero o mago, los cuales son capaces de proporcionar ayudar e infligir algún tipo de golpe.
Si bien la sinergia no está presente al inicio del juego, puesto que al principio cada escuadrón está conformado por solo dos unidades, una vez que expandes tus opciones y ves crecer tu ejército, podrás comenzar a experimentar con todas las posibilidades que aquí se nos presenta. No hay malas decisiones, y combinaciones que en primera instancia pueden sonar malas, son capaces de proporcionar algún tipo de ventaja en los enfrentamientos finales. Por ejemplo, uno de mis equipos favoritos estaba conformado por una escudera capaz de robar vida y proteger la retaguardia, mientras que el resto se encargaba de curar, proporcionar mejoras momentáneas, y causar daño. Sin darme cuenta en su momento, fui capaz de formar un grupo que era intocable.
Así como este equipo que describí, puedes crear una enorme cantidad de combinaciones que vayan de acuerdo con tu estilo de juego, o cumplan los requerimientos específicos para cumplir cierta misión. Junto a esto, cada unidad cuenta con una ventaja y desventaja ante todo tipo de soldados. Los caballeros de dragón, por ejemplo, son capaces de derrotar a los caballeros tradicionales en uno o dos golpes, pero son muy débiles ante las flechas. Los magos, por su parte, pueden pulverizar a los escuderos, pero carecen de algún tipo de defensa sustancial. Es tu trabajo encontrar la sinergia perfecta para obtener la victoria.
La personalización no acaba aquí. Todas las unidades pueden hacer uso de diferentes habilidades pasivas y ofensivas, y cada una se activará en momentos específicos, ya sea que los determines tú, o dejes que el juego lo haga por ti. Unicorn Overlord cuenta con un sistema similar a los gambits de Final Fantasy XII. En lugar de que el jugador decida qué habilidad usar en los enfrentamientos, es posible establecer diferentes parámetros para que tus unidades actúen de una forma específica. Esto quiere decir que un curandero puede aliviar el dolor de una unidad al instante en el que es atacado o cuando su vida llega a cierto punto. Junto a esto, puedes establecer que los arqueros solo ataquen unidades aéreas, y si no hay una presente en la batalla, que se dediquen a proporcionar algún tipo de soporte. Hay un sin fin de parámetros que están a nuestra disposición, y cada uno es útil.
Afortunadamente, si esto te resulta complicado, las opciones predeterminadas, por lo general, cumplen bien su función. Junto a esto, cada unidad cuenta con cuatro puntos para habilidades ofensivas y cuatro para las defensivas, los cuales serán consumidos dependiendo del movimiento que hagan los soldados. De igual forma, es posible modificar el orden de importancia para cada acción. Por último, también se pueden equipar armas y accesorios que no solo mejoran las estadísticas, sino que proporcionan algún movimiento adicional.
Todo esto da como resultado un sistema muy complejo que te da la libertad de no solo crear escuadrones con fines concretos, sino que cada unidad también es personalizable, al grado de que un simple cambio puede alterar sustancialmente su utilidad en el campo de batalla. Unicorn Overlord es un juego en donde puedes pasar horas retocando cada unidad para que funcionen de una forma específica, y este es un proceso muy divertido. Experimentar constantemente usualmente resulta en victorias que te muestran una nueva faceta del gameplay que no habías considerado, e incluso las derrotas proporcionan información valiosa que puedes usar para cambiar tus estrategias. Si bien este es un proceso que debes de hacer antes de comenzar alguna misión, el título también permite realizar variaciones antes de cualquier enfrentamiento, lo cual puede afectar si un equipo sale con vida o no.
De esta forma, la experiencia se puede dividir en 60% personalización, menús y experimentar con todas las posibilidades a nuestro alcance; y el otro 40% está enfocado en ver cómo tus decisiones se llevan a cabo, y en manejar a las unidades en tiempo real para que cumplan los objetivos de la forma más rápida y eficiente posible. Para lograr esto, cada equipo tiene un líder, el cual proporciona algún beneficio en el mapa y en la forma en la que lo recorremos. Alain, por ejemplo, empieza como un noble caballero con un buen balance entre la ofensiva y defensiva, y eventualmente puede ser mejorado para que monte un caballo, lo cual permite que su equipo avance más rápido fuera de los combates.
Las unidades aéreas, por ejemplo, son capaces de volar y surcar sobre montañas y ríos, evadiendo así múltiples obstáculos. Los magos son capaces de proporcionar soporte indirectamente y a distancia, curando o atacando a enemigos. Escuderos tienen más resistencia ante ataques por parte de catapultas y ballestas. De igual forma, los caballeros tienen una mayor velocidad que usan para llegar a su objetivo antes que nadie. Por si fuera poco, también es posible usar diferentes habilidades especiales, las cuales tienen diferentes efectos.
Al derrotar a un enemigo, recibes Puntos de Valor, los cuales son necesarios para que uses las habilidades de cada unidad. Estos poderes solamente tienen efecto en el campo, y no dentro de las batallas. Aquí encontramos magia que puede curar o revivir unidades, ataques a distancia con flechas o fuego, así como algún tipo de soporte, como hacer que las unidades se muevan más rápido, o reducir los tiempos de espera cuando la energía de un equipo llega a ceros después de participar en múltiples enfrentamientos seguidos. Un escuadrón, por perfecto que sea, no puede derrotar a un ejército, puesto que cuenta con una cantidad limitada de estamina que va disminuyendo conforme participa en más peleas. Afortunadamente, cada una se puede recuperar al tomar un descanso, el cual los deja indefensos a los ataques, usando algún ítem, o empleando algún poder especial.
El sistema de combate de Unicorn Overlord es adictivo. De principio a fin, es imposible dejar el control, y siempre deseas participar en otro enfrentamiento, ya sea por lo satisfactorio que es ver cómo tus estrategias se cumplen sin alguna baja, para apreciar las espectaculares animaciones, o liberar a todo Fevrith de la opresión de Zenoiran. Más allá de los combates, el mapa nos da la oportunidad de visitar dos instalaciones específicas. Las primeras son las ciudades y pueblos que vamos liberando en nuestro viaje. Además de comprar nuevo equipo e ítems, estas locaciones requieren de recursos para funcionar adecuadamente una vez más. Si bien la mayoría de estas locaciones no ofrecen un gran beneficio, las capitales proporcionan instalaciones en donde es posible comer con tus camaradas, lo cual aumenta su relación entre ellos, dando pie a una serie de interacciones que, pese a ser carismáticas, se llegan a sentir muy banales; así como puertos que nos llevan a nuevas zonas; y hasta un coliseo en donde puedes participar en batallas en línea.
Cada acción que hagas, ya sea completar misiones, realizar misiones secundarias, ayudar a la reconstrucción de un poblado, y hasta ver interactuar a tus unidades, otorga tres tipos de moneda. La primera es el tipo de oro que se usa para comprar equipo e ítems. La segunda es el renombre del ejército de Alain, el cual va a determinar la cantidad de unidades que puedes tener en un escuadrón, y el número de equipos que puedes usar en una batalla. Por último, el honor permite mejorar las unidades para desbloquear todo su potencial, y expandir los equipos a nuestra disposición. Estas últimas dos se llevan a cabo en cuarteles y fuertes que funcionan como puntos estratégicos en esta guerra.
A primera instancia, Unicorn Overlord puede verse como un juego complejo, uno con múltiples apartados que tomar en consideración, con una extensa personalización que puede ser abrumante para más de uno, y batallas en tiempo real que llegan a estresar hasta a la persona más calmada. Sin embargo, Vanillaware va introduciendo todos estos elementos a un ritmo perfecto, para que en ningún momento te llegues a sentir abrumado con toda la información presente. Sí, el sistema es complejo, pero no es imposible de entender, y una vez que conectes con todo lo que aquí se nos presenta, las horas se irán como agua.
La personalización es increíble. En todo momento sientes que tienes el control de lo que tus unidades hacen. No hay un solo muro que no pueda derrotar, y siempre hay una forma de completar los objetivos de la mejor forma posible. El juego le da un gran enfoque a la sinergia, y es imposible no encariñarse con los escuadrones que eres capaz de crear. Los escenarios en tiempo real te mantienen al filo del asiento en múltiples momentos, y si bien hay enfrentamientos que puedes completar en cuestión de minutos, hay combates que requieren de hasta una hora, y estos siempre son los mejores al ofrecer múltiples retos que te hacen reaccionar al instante e idear nuevas estrategias.
Junto a esto, la exploración, las interacciones con unidades, la reconstrucción de pueblos, y todas las actividades que haces fuera del campo de batalla son empleadas, no solo como un respiro necesario antes del siguiente gran enfrentamiento, sino que te proporcionan con las herramientas necesarias para continuar expandiendo tus escuadrones y experimentar con cada una de las unidades en tu ejército. Unicorn Overlord logra resaltar dentro del género de los JRPG tácticos, y nos ofrece una propuesta fresca que, si bien no oculta sus inspiraciones, en todo momento deja en claro que esta es una entrega única que, una vez más, posiciona a Vanillaware como uno de los mejores estudios que Japón tiene en estos momentos.
En un año en donde parece que cada semana sale un fuerte contendiente al Juego del Año, Vanillaware logra pararse firmemente y presentar a Unicorn Overlord como uno los mejores exponentes que los JRPG tácticos tienen para el público. Esta es una experiencia que sabe muy bien cuáles son sus fortalezas, y el resto de los elementos no tratan de robar la atención, sino que proporcionan un apoyo al fantástico y refinado gameplay. La historia, pese a ser sencilla, es entretenida y utiliza los tropos del género para ofrecer un viaje de casi 50 horas en donde, pese a saber cómo acabará, siempre quieres ver más.
Visualmente, Unicorn Overlord representa una evolución de casi 20 años del trabajo de Vanillaware, creando pinturas en movimiento que toma sus inspiraciones europeas y logra crear su propia identidad, la cual es capaz de asombrar a todo aquel que admire este trabajo. La música, simular a la historia, no trata de reinventar las concepciones del género, y en su lugar nos presenta elementos que ya conocemos, los cuales funcionan muy bien con el tipo de aventura que se nos ofrece, algo que también se aplica a las voces.
El gameplay y los sistemas que nos presenta Unicorn Overlord son de los mejores que tiene el género para nosotros hoy en día. La personalización, la sinergia, los combates en tiempo real, y la exploración son adictivos, y siempre deseas seguir adelante, sin importar ya cuántas horas del día han pasado. Cada elemento funciona en armonía para ofrecer una experiencia que ha sido refinada casi a la perfección. No cabe duda, Vanillaware nos ha entregado uno de los mejores videojuegos de 2024, y si bien es probable que muchos pasen por alto este trabajo, todos aquellos que le den una oportunidad se encontrarán con un JRPG táctico que logra demostrar la magia de este género, y el talento de este especular estudio.