Review – Shinobi: Art of Vengeance

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    Lizardcube ama a SEGA

    SEGA tiene una extensa librería de propiedades a su disposición. Si bien nombres como Sonic the Hedgehog, Persona y Like a Dragon reciben la mayor cantidad de atención posible, la compañía japonesa quiere cambiar esto, y revivir su antiguo catálogo. Es así que desde hace tiempo, los viejos rivales de Nintendo confirmaron sus planes para traer de regreso algunas de sus series olvidadas, como Jet Set Radio y Crazy Taxi. Dentro de este grupo, el nombre de Shinobi resaltó inmediatamente, y no tanto por la franquicia en sí, sino por el equipo detrás de este proyecto. En lugar de encargarle a uno de sus estudios internos la siguiente gran aventura de Joe Musashi, decidieron darle esta tarea a Lizardcube, estudio francés que en el 2020 nos entregó Streets of Rage 4, título que muchos consideran el pináculo de los beat’em up. De esta forma, la idea de que ellos estarían a cargo de un nuevo Shinobi inmediatamente llamó la atención de muchos fans.

    La serie de Shinobi nunca ha sido muy llamativa. Durante finales de la década de 1980 fue considerada un rival de Ninja Gaiden, pero el trabajo de SEGA nunca llegó a tener un gran impacto, y solo las dos entregas de Genesis son recordadas con cariño por algunos jugadores. Después de esto, la franquicia perdió más relevancia con intentos fallidos de transición al 3D, y si bien Shinobi de Nintendo 3DS tiene sus fans, la realidad es que este nombre no significaba mucho. Del otro lado, tenemos a Lizardcube, quienes demostraron un gran potencial al revivir a Wonder Boy en el 2017 y Streets of Rage en el 2020 de forma efectiva, demostrando sus habilidades para entregarnos experiencias cautivadoras, con un espectacular apartado visual y un gameplay que evolucionó los conceptos de las entregas clásicas.

    De esta forma, cuando Lizardcube y SEGA anunciaron Shinobi: Art of Vengeance, quedó claro que el regreso de Joe Musashi no sería un intento más para darle relevancia a esta serie, sino que los franceses nos entregarían uno de los mejores exponentes en los plataformeros de acción. ¿Acaso esta nueva entrega logra cumplir con todas las expectativas de los fans? ¿Es Shinobi: Art of Vengeance mejor que Ninja Gaiden: Ragebound? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.

    El camino del shinobi 

    Shinobi es una serie que nació a finales de la década de 1980, en una época en donde la historia no era algo muy importante para este tipo de experiencias. Claro, los manuales ofrecían información adicional sobre el contexto de las aventuras de arcade y Genesis, pero los juegos en sí omitían detalles clave sobre los personajes para enfocarse por completo en el gameplay. De esta forma, la propiedad de SEGA nunca tuvo un gran enfoque en este apartado. Esto le dio una enorme libertad a Lizardcube para ofrecer una aventura perfecta para los fans y aquellos que solo conocen el nombre de Joe Musashi, pero nunca lo han controlado.

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    Joe Musashi es un shinobi que vive tranquilamente en su villa, entrenando a una nueva generación de guerreros y esperando el nacimiento de su hijo. Sin embargo, todo esto cambia cuando la Organización ENE, comandada por Lord Ruse, decide erradicar por completo a su clan y comenzar su plan de conquista mundial. Guiado por ira y un sentimiento de justicia, nuestro protagonista emprende un viaje para ponerle fin al malhechor en turno y, en el camino, encontrar a los aliados necesarios para su travesía. 

    Shinobi: Art of Vengeance nos ofrece una historia muy sencilla, en donde los buenos siempre son buenos y los malos son las peores personas en el planeta. Lizardcube ha creado una aventura que todos van a poder disfrutar. Desde los fans más aguerridos de la serie, quienes seguramente van a amar cada detalle y referencia al resto de la franquicia de SEGA, hasta aquellos que se adentrarán a este mundo por primera vez. Sin embargo, aquellos que esperan algo complejo seguramente se van a decepcionar, aunque esto no quiere decir que esta entrega se mantenga en la superficie.

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    El elenco de soporte es pequeño, pero fuerte. Cada uno de nuestros aliados cumple una clara función dentro de la narrativa, y además cuenta con una personalidad muy marcada que juega con arquetipos que ya todos conocemos, como la entusiasta aprendiz. Junto a esto, Joe Musashi es un guerrero que, con pocas palabras, logra transmitir múltiples emociones. Lo más interesante que nos ofrece Shinobi: Art of Vengeance en este apartado, es el conflicto interno de nuestro protagonista, y es que constantemente está en debate si el héroe quiere vencer a Lord Ruse como venganza por la destrucción de su clan, o lo hace por justicia. Es una aproximación lo suficientemente entretenida para darle una mayor profundidad al título.

    Por lo general, la historia es solo una justificación para ofrecer diferentes retos en cada nivel. Si bien la misión de Joe Musashi es detener a Lord Ruse, para lograr esto tiene que desestabilizar a la Organización ENE al destruir bases militares y ponerle un fin a todos sus lazos con el mundo espiritual. Rara vez vamos a encontrar algo que vaya más allá de esto, y si bien el título comparte nueva información de forma constante, en ningún momento se nos presenta algo complejo o que trate de llevar a la serie a lugares alejados de lo esperado. 

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    Si bien algunos pueden ver la simplificada historia de Shinobi: Art of Vengeance como un punto negativo, el juego nunca pretende ser algo más que otro episodio en la vida de Joe Musashi. Lizardcube nos presenta una aventura muy bien construida, con la suficiente profundidad para atrapar a los veteranos y aquellos que se adentrarán a este mundo por primera vez. Sí, es una gigantesca justificación, pero una llena de carisma, en donde la escala de este viaje va constantemente aumentado, al grado de que es imposible no asombrarse con todo lo que esta entrega tiene para nosotros a lo largo de casi 10 horas.

    Arte en movimiento 

    Inmediatamente, Shinobi: Art of Vengeance llama la atención por su estilo visual. Esta entrega está en la línea de Wonder Boy: The Dragon’s Trap y Streets of Rage 4, ofreciendo una modernización que conserva elementos clásicos de la serie, y al mismo tiempo nos ofrece un sin fin de ideas únicas que en ningún momento chocan con sus orígenes. Esto es arte en movimiento. La paleta de colores, diseños, animaciones, efectos, y todo elemento visual en pantalla fue magistralmente creado como una pintura, transportándonos a un mundo en donde la tecnología y los espíritus logran convivir en armonía.

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    Está claro que Lizardcube fue fundado por personas que estudiaron arte y animación tradicional, ya que en lugar de utilizar pixel art, Shinobi: Art of Vengeance nos presenta un trabajo que rara vez vemos en los videojuegos. Tomando como punto de partida las pinturas japonesas en tinta negra, los artistas se dieron a la tarea de crear todos los escenarios y animaciones a mano, de una forma tradicional que, si bien esto resulta en un proceso bastante complicado, le da una identidad única a este título. Es una evolución natural para el estudio y su Guard Crush Engine, en donde aspectos como la iluminación y sombras son utilizadas a la perfección para transportarnos a villas secretas, bases militares, complejos habitacionales, y muchas locaciones más.

    Cada escenario demuestra la pasión de los desarrolladores y artistas. Todos los niveles nos ofrecen un viaje diferente que es incapaz de mantenerse quieto. Por ejemplo, el segundo escenario comienza en un pantano, lleno de tonos verdes y una neblina que deja en claro que son las primeras horas del día; después nos encontramos en un festival de linternas japonés, en donde las los colores cálidos acompañan a la perfección a los fuegos artificiales que resplandecen en la noche; y todo culmina en una zona de construcción que está siendo incinerada por un temible dragón, en donde el rojo y el amarillo logran resaltar en todo momento. 

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    Todos los niveles nos presentan algo similar, con fondos impresionantes que demuestran la escala de la aventura, y un escenario principal en constante movimiento, lleno de elementos visuales y enemigos. En este sentido, cada uno de los rivales en nuestro camino ha sido creado con una insana atención al detalle, y Shinobi: Art of Vengeance ofrece una constante variedad. Desde ninjas en diferentes prendas que indican qué tan fuertes son, pasando por un ejército que utiliza tecnología de punta, hasta demonios clásicos japoneses que han sido reinventados para funcionar con el resto de la dirección de arte.

    Aunque Joe Musashi aún conserva su shozoku color blanco, su diseño ha sido modernizado de una forma espectacular. Si bien el modelo del protagonista, y del resto de los personajes, son asombrosos, lo que de verdad me deja con la boca abierta son las animaciones. Lizardcube utiliza el Guard Crush Engine, un motor propio, que le da las herramientas suficientes para crear pinturas en movimiento. Cada cuadro tiene tanta pasión detrás, que es imposible no sorprenderse en todo momento. Desde el simple acto de avanzar, pasando por la forma en la que la espada del protagonista danza con cada combo, hasta la manera en la que los enemigos y jefes atacan. Es simplemente magistral todo lo que aquí se nos presenta.

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    Lizardcube son unos magos, y Shinobi: Art of Vengeance representa su punto visual más alto hasta el momento. El título es un deleite visual, con escenarios que bien podrían ser pinturas, espectaculares diseños que logran combinar el mundo tecnológico y los espíritus, y animaciones que pocos juegos en 2D nos ofrecen hoy en día. Todo esto acompañado de un espectacular desempeño técnico, con 60fps estables en todo momento. Es admirable el trabajo que aquí encontramos, especialmente considerando las técnicas y la dedicación de cada uno de los artistas que participaron en esta entrega.

    Este y Oeste

    Al igual que su apartado visual, la presentación sonora de Shinobi: Art of Vengeance fue creada con una gran atención al detalle, modernizando los elementos clásicos de la serie en el proceso. El soundtrack está compuesto por una combinación de géneros que, si bien no es algo completamente nuevo, la ejecución es de primer nivel. Por si fuera poco, el título nos presenta un par de escenas con actuaciones, las cuales logran elevar cada conversación de una forma muy entretenida.

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    Shinobi siempre ha sido una serie que combina elementos del Este y Oeste, por lo que el soundtrack continúa con esta tendencia. Cada composición utiliza instrumentos tradicionales japoneses, como el shamisen y el shakuhachi, mezclados con guitarras eléctricas y sintetizadores. El resultado es energético, y el perfecto acompañante para la acción que esta entrega nos presenta. Sí, esto no es completamente nuevo, e incluso Ninja Gaiden: Rageboud hizo lo mismo hace solo unos meses, pero la forma en la que esto complementa el apartado visual y el gameplay hace que todo sea perfecto.

    A la par, Shinobi: Art of Vengeance nos presenta conversaciones con voz, en donde cada uno de los actores logra adentrarse muy bien en sus papeles para interpretar al elenco secundario. Al igual que el Doom Slayer, Joe Musashi es una persona de pocas palabras, pero con tan solo un par de rugidos es capaz de transmitir varias emociones. Por si fuera poco, el título cuenta con una opción en japonés, para que puedas adentrarte más en este mundo, y ambas funcionan muy bien, por lo que vas a poder disfrutar de esta aventura de la forma que más te agrade.

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    Similar a lo que vemos con su historia, el apartado sonoro de Shinobi: Art of Vengeance va directo al punto. No trata de innovar en donde no es necesario, y en su lugar nos presenta un trabajo de primer nivel que utiliza conceptos ya conocidos, pero ejecutados a la perfección. El resultado es una fusión del Este y Oeste de una forma que, por más extraña que parezca, es muy interesante.

    Uno con el control 

    Cuando hablamos de plataformeros de acción en 2D, el nombre de Shinobi quizás no venga a la mente de algunas personas. No me malinterpreten, las entregas clásicas son muy entretenidas, pero nunca llegaron al nivel de algunos de sus contemporáneos. Afortunadamente, Lizardcube se ha dado a la tarea de cambiar esto, y darle a la franquicia de SEGA su más que merecido lugar en este género. De esta forma, Shinobi: Art of Vengeance se posiciona como una aventura frenética, en donde cada movimiento es responsivo, culminando en un sistema de combate fluido que pone a prueba tu habilidad con el control de forma constante. El resultado es uno de los mejores exponentes de este tipo de experiencias.

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    Shinobi: Art of Vengeance está construido sobre dos fenomenales bases: el combate y el diseño de niveles. Comenzado con las habilidades de Joe Musashi, el protagonista tiene una espada con golpes fuertes y débiles. Dependiendo de la combinación de estos dos elementos, podrás realizar diferentes ataques. Lo interesante es que tenemos a nuestra disposición un dash, el cual no solo sirve para evadir daño, sino que también funciona como un vínculo entre combos. Esos dos elementos nos permiten malabarear a todos los enemigos de una forma satisfactoria.

    Por si esto no fuera suficiente, Musashi también es capaz de lanzar kunais y hacer uso de diferentes poderes especiales, como escupir fuego o crear una barrera de agua que funciona como un contraataque. Cada uno de los elementos a nuestra disposición es súper responsivo, por lo que puedes pasar de un golpe débil, o uno fuerte, de regreso a uno débil, esquivar para conectar otro combo, y finalizar esto con un movimiento devastador que logre liquidar a cualquier enemigo en cuestión de segundos. Es simplemente impresionante cómo es que Lizardcube creó un sistema tan satisfactorio, al grado de que no puedes esperar para encontrar a otro rival y experimentar con todo lo que aquí se nos presenta.

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    Si bien al comienzo nuestras habilidades son algo limitadas, eventualmente nuestro arsenal crece bastante gracias a una tienda que siempre tiene algo interesante en venta. Aunque puede llegar a ser abrumante la cantidad de movimientos a nuestra disposición, todos son muy fáciles de realizar, ya que toman como base los golpes débiles y fuertes, y en cuestión de minutos los puedes dominar. La acción es cinética, y el control eventualmente se siente como agua. Tus dedos se mueven por sí solos con el paso del tiempo, y nunca dejas de experimentar con todo lo que este juego nos ofrece. Es, sin lugar a dudas, uno de los mejores sistemas que encontramos en el género.

    A la par, el título introduce dos mecánias clave. La primera es un sistema de combos. Conforme realices ataques, un medidor aumentará, y hay diferentes habilidades que se activan conforme este número sea más grande, otorgándote un mayor daño o algún beneficio. Sin embargo, todo esto desaparece con tan solo un golpe de los enemigos. El segundo es un medidor de stagger que poseen todos los enemigos, y cuando se llena, puedes realizar un movimiento devastador que no solo los elimina instantáneamente, sino que también te recompensa con vida, dinero y otros recursos. Aunque es fácil destruir cualquier obstáculo de forma tradicional, es muy satisfactorio realizar esto en dos o tres rivales al mismo tiempo.

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    Junto al fantástico sistema de combate que tiene el juego, Shinobi: Art of Vengeance también nos ofrece un espectacular diseño de niveles. Por lo general, un escenario está compuesto por 70% acción y 30% plataformas, el balance perfecto para este tipo de experiencias. Cada zona nos ofrece un reto único, como pelear contra enemigos en plataformas que se van hundiendo, o tratar de esquivar algún peligro que puede ponerle fin a tu aventura en un instante. Para sobrevivir todo esto, tenemos un doble salto, un dash, y el protagonista es capaz de dar saltos entre paredes de forma constante, algo que el título toma en consideración para ofrecer todo tipo de retos. 

    Lo mejor de todo, es que Joe Musashi va desbloqueando nuevas habilidades que no solo le ofrecen alguna ventaja en el combate, sino que también expanden su movilidad. Aquí encontramos garras con las cuales escalar paredes, o un gancho para llegar a zonas inaccesibles de otra forma. Esto da pie a un diseño de niveles que coquetea con la idea de un metroidvania, sin llegar a ser uno. Si bien cada escenario tiene un principio y un final muy marcado, cada uno esconde múltiples secretos que no vas a poder obtener en tu primera visita. Parte importante de Shinobi: Art of Vengeance es la recolección de ítems, los cuales desbloquean nuevos movimientos en la tienda o te dan alguna mejora sustancial. 

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    De esta forma, el juego va adoptando un diseño de laberinto conforme la aventura avanza, y la transición de secciones lineales a zonas más complejas es natural. Mi recomendación es obtener todas las habilidades de movilidad de Joe Musashi, y después revisitar los previos niveles para conseguir los recursos necesarios para mejorar al protagonista y prepararlo para su enfrentamiento final. De todos los retos adicionales, mis favoritos son una serie de secciones que ponen a prueba tu dominio sobre el control en zonas que se enfocan por completo en las plataformas, y aquí es donde Lizardcube deja volar su imaginación al presentar todo tipo de ideas alocadas.

    Shinobi: Art of Vengeance, de principio a fin, es extremadamente divertido. Quizás sus ideas se pueden llegar a sentirse algo sencillas, pero la realidad es que detrás de ellas hay una serie de sistemas muy complejos que juegan de una manera espectacular con el diseño de niveles, las habilidades de Joe Musashi y el sistema de combate. Llega un punto donde en cada instante estás presionando un botón diferente, y en lugar de ser algo que tienes que pensar deliberadamente, todo se siente tan natural como respirar. Te conviertes en Joe Musashi, y el juego lo sabe, por lo que constantemente nos ofrece retos que van aumentando en dificultad y, por si fuera poco, los jefes son la cereza en el pastel. Cada uno de estos gigantes obstáculos funciona como un muro que pone a prueba tus conocimientos sobre algún elemento en particular, y el efecto final que aparece en pantalla al derrotarlos es satisfactorio.

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    Cuando hablemos de juegos de acción en 2D en un futuro, el nombre de Shinobi: Art of Vengeance va a estar a la cabeza. El trabajo de Lizardcube es adictivo, cinético, y algo que nunca quieres soltar. El sistema de combate tiene bases muy fáciles de entender, las cuales usa para ofrecer múltiples habilidades y movimientos que dan pie a extensos combos que parecen sacados de un juego de peleas. El diseño de niveles es fenomenal, ofreciendo un gran balance entre peleas y plataformas, y su coqueteo con el metroidvania tiene resultados positivos que incitan a la exploración. Todo esto culmina en una experiencia imperdible para todos los fans del género, y algo que deja la barra muy alto para otros títulos que buscan seguir este camino.

    Shinobi está de regreso 

    Imagen Lizardcube lo ha logrado por tercera ocasión consecutiva, y han sido capaces de, no solo revivir una antigua franquicia de SEGA, sino que han creado la versión definitiva de esta propiedad. Shinobi: Art of Vengeance es un juego sumamente divertido. La historia, aunque sencilla, utiliza muy bien su tiempo para ofrecernos una aventura llena de carisma, con secuencias impresionantes y a un Joe Musashi que deja en claro que pocos son los shinobis que se pueden comparar a él.

    El juego nos presenta un arte tan bello, que podrías agarrar cualquier escenario y ponerlo como un cuadro en tu casa. Lizardcube vuelve a demostrar que el arte a mano, aunque muy laborioso, tiene resultados extremadamente positivos. Cada nivel está lleno de vida, y el diseño de personajes es espectacular. Las palmas aquí son para la animación, en donde cada cuadro es usado a la perfección para dejar en claro el impacto de un golpe y el impecable movimiento del protagonista. La música, aunque no presenta algo completamente nuevo, sigue presentando un fenomenal uso de instrumentos del Este y Oeste, culminando en una fusión que funciona de manera espectacular con esta experiencia. 

    Como plataformero de acción, Shinobi: Art of Vengeance se posiciona como uno de los mejores exponentes del género. Es una experiencia satisfactoria en todo sentido de la palabra. El control es responsivo, y puedes realizar diferentes acciones de forma instantánea. El reto va escalando de una forma natural, aunque es posible modificar este elemento si lo ves necesario, y todas las habilidades de Joe Musashi son útiles. El trabajo de Lizardcube es adicción pura, y el único problema que tiene el juego es que acaba.

    Shinobi: Art of Vengeance es uno de los mejores juegos del año. No hay duda alguna. Lizardcube son unos genios, y han demostrado que cualquier franquicia de SEGA tiene el potencial de regresar de una forma espectacular, siempre y cuando esté en sus manos. De esta forma, solo queda una duda: ¿cuándo le darán el mismo tratamiento a Golden Axe?

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    Sebastian Quiroz
    Sebastian Quiroz
    27 años. Editor en Atomix.vg. Consumidor de la cultura pop.