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09/11/2021
El futbol es el deporte más popular sobre la tierra. Lo juegan en los lujosos campos de Europa y en las chabolas más humildes de África. Da esperanza a los desposeídos y es el juguete de los poderosos. Tiene un lugar para todos. En las tribunas para los apasionados, en los campos a los talentosos y a quienes pretenden serlo. Por lo mismo, a la par de los millones de camisetas que venden Cristiano y Messi, figuras de culto como Adebayo Akinfenwa o el legendario Tittyshev hacen soñar a otros cuantos. Frente a los dólares de París, Manchester, Madrid o Turín hay más balones rondando.
Football Manager es una serie de culto. Creada por dos adolescentes y pulida con el paso de los años está, claro, lejos de las ventas de FIFA o lo que alguna vez fue Pro Evolution Soccer. Sin embargo, ha apasionado a una legión de jugadores ofreciendo una visión diferente de lo que significa el realismo en el futbol. Un mundo de datos, posibilidades, estrategias, pizarras tácticas, formaciones, planeación y mucha, mucha profundidad.
En Football Manager no verás los gráficos fotorrealistas que EA o Konami ofrecen durante años. Sin embargo, colaboradores de todo el mundo han establecido una de las mayores bases de datos acerca del futbol mundial. Jugadores de todo el mundo, jugando en centenares de equipos, con sus talentos y potenciales registrados a detalle. ¿Qué tanto? Bueno, clubes como el Everton lo usan para preparar partidos y la selección chilena descubrió, gracias a un jugador, que el inglés Ben Brereton era elegible para representar a dicho país. Con eso como material, tiene un campo muy abierto para construir el equipo de tus sueños. Eso sí, siempre cuidando una acepción realista de la táctica, la estrategia y la economía.
Internet y Game Pass permitieron a Football Manager salir un poco de las catacumbas, permitiéndole al culto a su alrededor predicar más fácilmente la palabra. Esto hizo que la entrega 2022 fuera, quizá, la que ha tenido mayor expectativa a su alrededor. ¿Logra este juego cumplirle a su leal afición o se pierde esos puesto de Champions en la última jornada como un Leicester cualquiera?
Football Manager 2022 es un simulador de dirección técnica y gestión futbolística. Es decir, no vas a controlar directamente lo que pasa en la cancha y no vas a tomar el mando de tus ídolos. Vas a decirles qué hacer y cómo. Vas a establecer sus formaciones, su ritmo de juego, les indicarás estrategias y vas a guiarlos tanto en la cancha como fuera de ella para que logren alcanzar su máximo potencial. Suena sencillo, por supuesto. Pero no lo es.
Vas a elegir entre tus jugadores quiénes son los más adecuados para componer el once inicial. Tendrás que definir compromisos y sanciones dependiendo de cómo respondan a tus órdenes. Definirás su ritmo de entrenamiento, decidirás si vale la pena o no acceder a sus demandas salariales. Incluso serás tú quien deba decidir si sigue o no en el equipo, si se va cedido o si sube del filial al primer equipo. ¿Sigue leyéndose fácil? Espera, espera.
No olvides que todo club de futbol es sostenido por la economía. No es lo mismo, por tanto, lograr objetivos con el Tepatitlán de la Liga de Expansión (sí, puedes jugar con el Ascenso mexicano que no asciende) a conseguirlo con el Bayern Múnich. Además, cada afición tiene su propia identidad y exigencias únicas. Puedes ganar y ganar partidos, pero si no te ganas a la grada con tu estilo de juego no tendrás el respaldo que necesitas en la tribuna. Lo cual, obvio, se traduce en ventas de boletos y, por tanto, en ingresos.
Ante esto tendrás que ir lidiando con lesiones, con enfermedades (en una partida medio equipo titular se enfermó de gripe) y hasta terminarás odiando las convocatorias a selecciones que te dejan sin futbolistas claves en partidos importantes (¿Tiene que ir mi delantero estrella a jugar un Panamá contra Aruba?). ¿No basta con todo lo anterior? La prensa estará sobre ti y, dependiendo de cómo respondas a sus cuestionamientos, la moral de tu escuadra puede subir o bajar. Es más, hasta declaraciones de terceros pueden afectar el ánimo de tu plantilla.
Sumemos todo lo anterior a la mencionada base de datos. También a la posibilidad de jugar con equipos de varias ligas nacionales, incluyendo varias divisiones inferiores. Por ejemplo, la Liga MX y la Liga de Expansión están disponibles. En Inglaterra tienes la posibilidad de disputar desde la Premier hasta las dos divisiones más altas de la Non League (sí, el semi profesional). Alemania tiene licenciado desde la Bundesliga hasta la tercera división y en España está la posibilidad de competir hasta la cuarta categoría.
Evidentemente no todos los equipos han otorgado sus licencias, pero gracias a especialistas de diversos países que colaboran con los desarrolladores tenemos datos precisos de jugadores y equipos. Volviendo al caso de México, sólo puedes jugar hasta la segunda categoría. Pero hay información acerca de los filiales y de equipos de Liga Premier o TDP (como Inter Playa o el Irapuato). Con ellos puedes tener partidos amistosos o enviar a tus ojeadores para evaluar qué tan viable es fichar a alguno de su futbolistas.
El partido, al final del día, es meramente el fruto de todo ese trabajo. Ver a tus jugadores ejecutar el plan de juego, sin más interacción que reaccionar a la información acerca de lo que transcurre en los 90 minutos. Cambios, órdenes, reorganización táctica. Gritos desde la banda para poner a tus futbolistas en cintura. Sólo verás las mejores jugadas con un motor gráfico que, comparado con otros juegos deportivos, siempre ha lucido arcaico. Eso sí, no evita que una jugada de gol te detenga el corazón porque sólo una buena labor y algo de suerte definen si esa pelota entra o no. Es, quizá, ese sentir lo que ha vuelto la serie adictiva para muchas personas.
Football Manager, con este bagaje, logró tener una edición muy estable y bien recibida en su versión 2021. Podemos decir que, en el cascarón, aspectos básicos que vimos en dicha entrega se mantienen casi intactos. Un mal que, naturalmente, afecta toda serie deportiva. ¿Cómo se pule algo que dejó satisfechos a los suyos?
La primera gran innovación que tiene el juego es el Centro de Datos. Sí, el estudio Sports Interactive suele darle prioridad a la parte del manejo y dirección que a los temas gráficos. Se trata de un núcleo donde los datos más importantes de tu partido se muestran de manera precisa. Ya sea durante o después del juego. Esto permite, claro, tener más elementos para decidir qué es lo mejor en el encuentro o para futuros enfrentamientos.
Muchos de estos datos se basan en estadísticas utilizadas en inteligencia deportiva. Como, por ejemplo, la medición de la calidad que tienen las ocasiones de gol en el apartado de Expected Goals o xG. Puedes ver desde dónde y qué tan efectivamente han trabajado tus delanteros. También tienes a la mano los pases que han labrado tus jugadores. Incluso detalles de quién ha tenido en sus manos el ritmo de juego. Puede ser una herramienta poco vistosa, pero es una gloria cuando necesitas argumentos para definir quién es el más apto para saltar a la cancha.
Incluso estos datos están disponibles para jugadores en particular, dejando ver más claramente su papel en el equipo. No es casualidad que esta lectura mucho más fácil termine siendo un elemento determinante en el juego. También, hay que decirlo, puede ser un aspecto que a la larga ayude a educar a muchos jugadores acerca del funcionamiento de juego en profundidad. Aunque, claro, siempre están quienes se niegan a atender las estadísticas o reniegan de su papel en el día a día de un equipo de futbol.
El juego ha agilizado también muchos temas. Cuentas, por ejemplo, con un asistente que te sugerirá acciones que se te pasen desapercibidas (un rol como el de Pep Lijnders en el Liverpool, Juanma Lillo en el City o, sí, Coach Beard en Richmond). También tu club tiene en la nómina de tu equipo de trabajo a fisioterapeutas, ojeadores y demás personal. Puedes comunicarte con ellos a través de correos electrónicos o, si lo prefieres, tener juntas de trabajo con ellos que vuelven el intercambio de información más rápido.
Sobra decir que de ti depende el nivel de control que tienes sobre el equipo. Por ejemplo, puedes delegar en tu cuerpo técnico decisiones como negociar contratos o desarrollar los entrenamientos día con día. También te es posible gestionarlos tú mismo, de la misma forma en que puedes ser también quien guíe a los filiales. Otro detalle a considerar es que lo resultados del personal dependen de qué tan calificado esté. También puedes hacerlo crecer e invertir para llevar a tu equipo a la gloria con sacrificios económicos más allá de los jugadores.
A lo largo de tu camino como director técnico la prensa te hará saber rumores acerca de fichajes. Ya sea de personajes interesados en unirse a tu equipo o de jugadores que desean salir. Esta información es uno de los detalles más interesantes entre las novedades, puesto te abre un panorama de qué jugadores podrían estar interesados en jugar para ti. La información se vuelve todavía más frenética en el día donde se cierra el mercado. Una fecha que, en las ligas más importantes, es un ir y venir de negociaciones. Bueno, aquí también lo es.
Obviamente el juego es altamente realista en este sentido. Considera los reglamentos de cada liga para fichar a un futbolista. Inglaterra, gracias al Brexit, ha hecho un infierno contratar a jugadores no británicos. Recuerda que un atleta necesita tener participación con su selección nacional y venir de una liga reconocida para tener un permiso de trabajo. ¿Estás dirigiendo a las Chivas y al Athletic de Bilbao? Suerte con tu reclutamiento de jugadores locales.
La dificultad, por tanto, depende de ti. Puedes elegir a un club dominante como el City, el Madrid o la Juve y aprovechar ese poder tanto deportivo como económico para seguir perpetuando el triunfo. Está la posibilidad de controlar a un equipo de tabla baja o pelear durísimas categorías de ascenso. O, incluso, puedes ser de esos locos que toman a un equipo semiprofesional y con el paso de las temporadas lo convierten en un referente de clase mundial. Porque, vamos, un equipo como el Notts County no merece menos.
Para tu fortuna este año la plataforma de ojeo tiene mayor orden. Tus especialistas en la materia tienen reportes constantes de talento que tienes fácilmente a la mano, con datos acerca de qué tan bien le vienen a tu equipo y, sobre todo, a tu cartera. Esto, al final, va permitirnos armar con mayor facilidad una plantilla competitiva. Claro, siempre y cuando sepamos aprovechar este recurso y tengamos a los responsables correctos para las visorías. Sumemos lo divertido que llega a ser enfrentar la urgencia por un fichaje en horas clave, con tiempos casi reales. Una locura.
No podemos negar que, al final, el cascarón gráfico sigue siendo el mismo. Jugamos la versión de Xbox One. Visualmente la acción de los partidos luce como un juego de futbol de hace dos o tres generaciones. Es verdad que el ritmo de las animaciones es más fluido y cuidado, al tiempo que no nos han tocado bugs o glitches hilarantes. Pero justo este aspecto es uno de los principales temas que alejan a nuevos públicos.
Puedes tener un simulador muy profundo en cuanto a datos y opciones, pero visualmente se mira obsoleto. Aunque, claro, a los apasionados no les preocupa mucho esta situación mientras el juego sea un dulce en datos, táctica y estrategia. Eso sí, siempre llama la atención que incluso en jugadas regulares de una liga tan peculiar como la mexicana el juego se desarrolle siempre como si estuviera desarrollando sobre el césped un delicado futbol champagne.
Seamos honestos: responder a las preguntas de la prensa siempre es tedioso. Más cuando repiten una y otra vez lo mismo. En este juego la experiencia no es muy distinta. Es responder un día sí y otro también los mismos cuestionamientos. Se agradece que ahora la plantilla, la afición y la directiva reaccionan de manera más directa a los señalamientos que haces ante los reporteros. Pero al final es un tema que terminas dando por sentado en vez de sentirlo parte de juego.
El juego, para rematar, no tiene música y los sonidos de cancha llegan a ser más que repetitivos. De nuevo: los seguidores de la serie están dispuestos a sacrificar esto con tal de tener una experiencia de gestión más pulida y detallada tanto en datos como en opciones. Pero, como mencionamos, es una cuestión que a la larga ahuyenta a un recién llegado.
Está claro que Football Manager 2021 es la edición de la cual se van a desarrollar todas las entregas posteriores, con la versión 2022 como su principal referencia al momento de realizar cambios en interfaz y opciones de juego. Es un tema que vale la pena considerar especialmente cuando miramos el futuro de una serie de culto que gana día con día nuevos fans.
Si consideramos la serie, su culto y leyenda, Football Manager 2022 está a la altura. Es un robusto simulador que cuenta con datos y opciones titánicas. Las posibilidades de control para un club de futbol y una plantilla son ejemplares. Incluso, a través de sus opciones nuevas en lo que se refiere a visualización de datos, termina por ser hasta didáctico si quieres entender aspectos del futbol que hasta ahora no has tomado en cuenta.
Gráficamente ha mejorado la interfaz y ha facilitado la navegación los menús. Tuvimos una experiencia un poco rocosa al controlar todo con el stick en un título diseñado para PC, pero no dejó de ser disfrutable e intuitivo. Sin embargo, pese a las mejoras en animación e inteligencia artificial, lo obsoleto de su aspecto visual en los días de partido es un peaje muy alto para que nuevas generaciones de directores técnicos se sumen a esta liga.
Competiciones en línea, incluso la posibilidad de crear tu propio club. Todo ello se convierte en un divertimento alrededor de una premisa clave: ¿qué se puede hacer para dirigir con éxito un equipo de futbol con todos los datos y posibilidades a la mano? La experiencia es altamente adictiva. Miles de jugadores, consagrados llevar a lo más alto de balompié a clubes alguna vez humildes, lo confirman.
Es más que claro que este juego merece que le des una oportunidad. Representa una mirada diferente, pero a la vez muy valiosa, de lo que es futbol. El control de las acciones fuera del césped. Ya has tenido el poder de manejar el destino de tus ídolos, ahora es tu turno de poner con tu nombre el sello de lo que representa un club de pies a cabeza. Una tarea que tiene su gracia y que te da el poder de elegir. No por nada, más allá de los millones de copias vendidas y los dólares invertidos en licencias, esta franquicia tiene un culto detrás. Un suficientemente poderoso para dejar de mirar los defectos y sacrificios que se han hecho en el nombre de la experiencia. El futbol, al final, tiene lugar para todos.
