Review – Bleeding Edge

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Review Bleeding Edge¿La oveja negra de Ninja Theory?

Además de ser grandes juegos, ¿sabes qué más tienen en común Heavenly Sword, Enslaved: Odyssey to the West, DmC: Devil May Cry y Hellblade: Senua’s Sacrifice? Todos ellos fueron desarrollados por el mismo estudio, Ninja Theory. Si bien es cierto que algunos de estos títulos no recibieron el aprecio que se merecían hasta mucho tiempo después de su lanzamiento, no podemos negar todo el talento que reside en este fantástico equipo de desarrolladores y programadores. Gran parte de lo que hace tan especial a los juegos desarrollados por Ninja Theory, es su impecable combate, por lo que cuando en E3 2019 se reveló que el estudio estaba trabajando en un proyecto multijugador conocido como Bleeding Edge, no pude evitar emocionarme. Eso hasta que vi su gameplay.

Bleeding Edge será la entrada de Ninja Theory hacia el espacio multijugador, un espacio que por años ha sido dominado por otras grandes franquicias, como Overwatch, por ejemplo. A lo largo de esta reseña, verás que en más de una ocasión voy a comparar Bleeding Edge con Overwatch, pues está claro que Ninja Theory se inspiró en el shooter de Blizzard para ciertos elementos de su nuevo proyecto. Lamentablemente, y para mi decepción, Bleeding Edge no logra cargar con el peso del estudio que lo desarrolló, pero ciertamente tiene el potencial para redimirse, aunque no sé cuánto tiempo ni recursos vaya a requerir.

Un variado elenco de personajes

Si logras esforzarte, te darás cuenta que hay un poco de historia detrás del extravagante mundo de Bleeding Edge. Este es un mundo donde todos sus personajes jugables han sido mejorados con implantes ilegales, lo que ha provocado que la sociedad los rechace y los trate como criminales debido a sus características sobrehumanas. Ante esto, deciden que la mejor manera de avanzar con sus vidas es formar parte de un club de pelea para enfrentarse contra otros super-humanos. Suena lógico, ¿no?

Como te mencionaba en el párrafo anterior, tendrás que concentrarte para conocer más sobre el universo de Bleeding Edge y su elenco de personajes. Algo que debo resaltar aquí, es lo único que se siente cada uno de ellos, desde sus habilidades, hasta sus personalidades. Antes de que empiece cada partida, podrás escuchar un poco de diálogo entre personajes, que te permitirá conocer un poco más sobre la relación que existe entre ellos.

Por el momento, solo hay 11 personajes que elegir, con uno más en camino, y repito, el esfuerzo de Ninja Theory por hacer que cada uno de ellos se sienta único y diferente al resto es notable. El elenco de héroes está dividido en tres categorías: daño, apoyo y tanque. Creo que no hace falta decirte qué hace cada clase. Además de su categoría, cada personaje tiene adjunto un nivel de dificultad, que va desde una estrella hasta cinco. Hasta ahora, el máximo nivel de dificultad es dos, así que si querías más confirmación de que hay nuevos personajes en camino, ahí la tienes.

Al igual que en Overwatch, puedes personalizar a tu héroe con skins y emoticones, así como también la patineta que puedes usar en las partidas para moverte más rápido. El sistema de personalización no es tan bueno como creía, la mayoría de las skins simplemente cambian el color de tu héroe, e incluso aquellas que le dan un aspecto totalmente único a tu personaje son bastante simples.

El gameplay es… decente

Las partidas en Bleeding Edge están compuestas por dos equipos, cada uno de ellos con cuatro jugadores. Al momento de esta reseña, solo hay cinco mapas a elegir y dos modos de juego disponible: el primero de ellos consiste en capturar una zona y en el otro tendrás que juntar células de energía por todo el mapa y después llevarlas a cierta zona con el objetivo de recaudar más puntos que el equipo rival.

Como dije antes, cada héroe realmente se siente como su propia bestia, y el combate es algo que casi salva a Bleeding Edge del desastre. Puedes jugar con un héroe que ataca de cerca, otro que ataque de distancia o incluso con uno que combine ambos estilos. En mi opinión, se siente mucho mejor jugar con un héroe de ataque cuerpo a cuerpo, aunque se sentiría todavía mejor si no hubiera una constante caída de frames en las partidas, pero por ahora sigamos hablando del combate, más adelante abarcaré el tema del rendimiento.

Tu personaje contará con tres habilidades especiales, así como la opción de elegir entre dos poderosos movimientos, que fácilmente pueden cambiar el resultado de la partida, si los utilizas correctamente, claro. En cuanto a movimientos básicos, puedes atacar, evadir, contraatacar y saltar. Además de las habilidades, también existe la posibilidad de mejorar a tu personaje con modificaciones, que irás desbloqueando conforme subes de nivel y pueden ayudarte a incrementar la vida de tu héroe o aumentar el rango o daño de habilidades en específico.

Bleeding Edge es divertido por unas cuantas horas, pero después de cierto número de partidas, sentí como si hubiera desperdiciado una parte de mi vida, y no lo digo porque no me la haya pasado bien, sino porque no existe realmente un sentido de progresión. De nuevo, tomemos a Overwatch como ejemplo, que ha implementado un sistema de progresión que incentiva al jugador para que regrese al título después de cada partida, ofreciendo múltiples recompensas. Dicho sistema no existe en Bleeding Edge, y la verdad es que, al menos por ahora, no hay muchas razones para regresar al juego después de terminar una ronda. Por ejemplo, incluso con una buena puntuación, a veces se me estaba recompensando entre 12 y 15 créditos por partida, y casi todas las skins están por arriba de los 1000 créditos. El hecho de que haya muy pocos modos de juego, mapas y personajes tampoco ayuda.

Extrañamente, hay cierto nivel de estrategia requerido para ganar en las partidas. Tampoco es algo sumamente complejo, pero incluso un equipo que no tenga a los mejores héroes o que esté conformado principalmente por personajes de ataque, puede arrebatarle la victoria a uno que sí haya elegido adecuadamente a sus héroes, pero que no estén bien comunicados entre ellos. Para alcanzar la victoria, también es importante conocer qué hace cada personaje, y podrás poner en práctica tus habilidades en el Dojo, un área de entrenamiento donde te enfrentarás contra rivales impulsados por la inteligencia artificial.

El desafío de sus mapas

Hasta el momento, solo hay cinco mapas en Bleeding Edge: Boneyard, Aqueducts, Jersey Sink, Landslide y Skygarden, y cada uno de ellos viene acompañado con múltiples peligros ambientales que, junto a tus otros rivales, te obligarán a prestar atención a tu pantalla constantemente. En ocasiones puede ser algo frustrante, pero la mayoría de las veces creo que funciona bastante bien y le añade un poco más de estrategia a cada partida.

Dado lo frecuente que vas a estar visitando los mismos mapas, creo que es importante que conozcas todos los riesgos ambientales a los que te vas a estar enfrentando. Por ejemplo, en el mapa de Aqueducts deberás tener cuidado con una cerca electrificada, en Skygarden habrá hornos que te quemarán si te acercas demasiado, en Boneyard lloverán misiles del cielo y, el peor de todos en mi opinión, es Jersey Sink, donde tendrás que estar esquivando un par de trenes que frecuentemente pasarán por el centro del mapa. Lamentablemente, al igual que sucede con los modos de juego, no hay opción de elegir en qué mapa quieres jugar durante tu siguiente partida.

En ocasiones, los mapas pueden llegarse a sentir un tanto grande, pero afortunadamente existe la opción de montarnos en nuestra patineta para recorrerlos. Algo que también me desagradó sobre el diseño de los mapas, es lo alejada que se puede sentir la acción, permíteme explicarlo. Digamos que tu equipo está peleando en Zona A, y si mueres tú apareces en Zona B, la cual está muy lejos de Zona A. Para llegar hasta donde esta tú equipo, deberás recorrer un largo pedazo del mapa, y si llegas a morir mientras lo recorres, pues bueno deberás volver a recorrer ese tramo. Honestamente, mi mayor motivación para seguir con vida y no morir, no era tanto mi puntuación, sino no tener que volver a hacer el recorrido.

Algo que inicialmente no noté, es que más allá de la canción que suena en el menú principal, no hay música dentro del juego. No entiendo por qué Ninja Theory tomó esta decisión, y la verdad me sorprende considerando lo excéntrico que luce el resto del titulo, pero creo que estaría bien implementar música en las partidas, y en general, en toda la experiencia.

No puedes ganar tú solo

Como te mencionaba hace unos cuantos párrafos, me sorprendió lo estratégico que puede llegarse a sentir Bleeding Edge. Este no es un juego donde puedas ganar por ti solo, sin importar lo habilidoso que seas, hay un fuerte énfasis en el trabajo en equipo. Para comunicarte con el resto de tu equipo, hay un sistema de alertas que, en general, hace un buen trabajo cuando estamos jugando con desconocidos. El problema de esto es que la gente no siempre los obedece, pero es algo que no podemos controlar.

Antes de empezar cada partida, el juego te hará saber que tu equipo no tiene un personaje de apoyo o un tanque. Aunque cumplir con una óptima formación de equipo es totalmente opcional, tampoco es algo necesario para conseguir la victoria. En más de una ocasión, mi equipo y yo logramos ganar una partida utilizando en su mayoría personajes de ataque, o tanques o de apoyo. Siempre y cuando tú y tu equipo estén coordinados, es fácil resultar victoriosos contra otro equipo que, quizá cumpla con todas las clases, pero su comunicación no sea la más efectiva.

Una de las raras ventajas de que haya pocos personajes en Bleeding Edge, es que no tendrás que invertir tanto tiempo aprendiendo sobre las habilidades de cada uno. El Dojo, que es el área de entrenamiento, es una herramienta muy útil si quieres conocer de qué es capaz cada héroe. Al igual que en todos los videojuegos, tus primeras horas en Bleeding Edge las invertirás aprendiendo sobre sus mecánicas, pero en este caso es un poco más complicado, ya que no solo te tienes que aprender lo que hace un personaje, sino varios de ellos. Tranquilo, no es un proceso tan complicado y cuando menos te lo imagines ya estarás ejecutando combos como todo un profesional. Eso sí, te recomiendo no clavarte con un solo personaje, ya que si el juego no te conecta a tiempo en una partida, serás forzado a elegir otro, dado que no puede haber dos del mismo héroe por ronda.

En conclusión, si eres alguien que prefiere juegos donde tengas la capacidad de poner a tu equipo en tu espalda y cargarlos hasta la victoria, Bleeding Edge tal vez no sea para ti, pues tu desempeño dependerá más de cómo juegues con otros. Y hablando de desempeño, el juego no está muy bien optimizado, al menos en PC.

La computadora donde fue reseñado cuenta con una tarjeta gráfica Nvidia GTX 1060, que si bien no es lo más novedoso en el mercado, tampoco debería tener problemas al momento de correr algo como Bleeding Edge, sobretodo porque está respaldada por un procesador Intel i7. Cuando había muchas cosas sucediendo al mismo tiempo en pantalla, mi juego literalmente se congelaba, y si tenía suerte, para cuando se descongelaba todavía seguía vivo. Intenté con múltiples configuraciones, desde jugar en una resolución más baja, hasta ajustar las gráficas a lo más bajo posible, pero ninguno de estos solucionó mi problema. Solo para asegurarme de que no fuera algo único con mi computadora, posteriormente ejecuté juegos más gráficamente demandantes como Gears 5 y The Witcher 3, y los pude correr sin problemas. No digo que esto vaya a pasarte a ti también, pero es algo que deberías considerar si esperas correr Bleeding Edge en una computadora con especificaciones más bajas que las mías.

Hay potencial… pero no creo que lo alcance muy pronto

Honestamente, hay un juego potencialmente decente escondiéndose debajo de todos los problemas que, por ahora, plagan a Bleeding Edge. Entiendo que este tipo de títulos van añadiendo contenido con el paso del tiempo, pero parte de mí siente que lo nuevo de Ninja Theory quedará abandonado en unos cuantos meses.

Realmente hay muy poco qué hacer aquí, y te podría asegurar que si juegas Bleeding Edge por todo un fin de semana completo, sentirás que ya viste todo lo que el juego tiene por ofrecer. El hecho de que no puedas elegir el modo de juego o mapa es algo inaceptable, y grindear por skins y emoticones se siente más como una tarea que algo que en verdad haría por diversión. A pesar de lo diferente que se siente cada héroe, no es suficiente para hacerme regresar después de cada partida y los problemas de desempeño ciertamente no lo ayudan.

En mi opinión, lo mejor que Ninja Theory puede hacer por Bleeding Edge es re-lanzarlo como un free-to-play y bombardearlo de contenido gratuito. No se exactamente cuál sea su meta a largo plazo con esta nueva entrega, pero al menos por ahora, su falta de contenido es sumamente notable y me es casi imposible recomendarlo en su precio actual. Por suerte, el juego está disponible en Xbox Game Pass para consolas y PC, así que si te llama la atención, puedes disfrutarlo sin tener que gastar un solo centavo.